Redacción -
01/01/2005 El presidente de Xunta de Galicia,
Manuel Fraga, imploró al Apóstol Santiago, en su ofrenda como delegado
regio en los actos de Traslación, "sensatez y voluntad popular" en unos
momentos en que "algunos irresponsables" tratan de "minar" el Estado de
las Autonomías. Fraga pidió la intervención del Santo para que los
"problemas y diferencias" se resuelvan por la vía del "diálogo y el
entendimiento" y para que nadie "imponga rupturas ni vueltas atrás".
Monseñor Julián Barro, arzobispo de Santiago, dijo en la homilía de la
Eucaristía de clausura del Año Santo que “los católicos” han de ser
”coherentes con sus creencias”, pese a que a veces puedan ser "tachados"
de "inflexibles" o de vivir “fuera de la realidad”.
Manuel Fraga realizó ayer una emotiva ofrenda al Apóstol Santiago en
la que indicó que "bajo la protección" del Apóstol Santiago se han
superado en España "viejas rencillas y enfrentamientos estériles" y se
ha logrado un marco para la "convivencia y libertad" inigualables. Por
ello, aseguró, es necesario seguir defendiendo los valores que establece
la Constitución Española, pues es la "máxima garantía de unidad y
democracia". El presidente de la Xunta "imploró" la ayuda del Apóstol
Santiago para que en unos momentos en los que "algunos,
irresponsablemente, tratan de minar las sólidas bases del Estado de las
Autonomías", "prevalezca" la "sensatez y la voluntad popular".
Fraga pidió al Santo que “desde el más profundo respeto por las culturas
e identidades de España ”se pueda fomentar “la modernidad y la
renovación y para que nadie imponga rupturas ni vueltas atrás". En su
ofrenda al Apóstol, el presidente de la Xunta no se olvidó de pedir por
el terrorismo, pidiendo a Santiago que "ilumine" a todos los que "en
nombre de cualquier ideología o extremismo religioso se niegan a
comprender que la vida es el máximo valor de la Humanidad". A ello
añadió que “la justicia y los principios democráticos” han de imponerse
“al terrorismo criminal". Manuel Fraga recordó que, al final del primer
Año Santo del Siglo XXI y el milenio, suena "el esperanzador llamamiento
para el Año Jubilar de 2010". Por ello, quiso agradecer en nombre de
todos los gallegos "los sacrificios y oraciones de millones de
peregrinos llegados desde todos los confines". Asimismo, también tuvo
palabras de agradecimiento por la concesión del Príncipe de Asturias de
la Concordia a la Ruta Jacobea, que la distinguió como "espacio de
tolerancia, conocimiento, solidaridad, diálogo y concordia".
Las palabras de Fraga fueron respondidas por el arzobispo de Santiago,
monseñor Julián Barrio, quien aprovechó su homilía para advertir a los
católicos del hecho de que asumir "coherentemente" el Evangelio en la
cuestiones fundamentales de la vida puede hacer que por veces sean
"tachados" de "inflexibles" o "fuera de la realidad". Por ello, les
instó a “discernir sobre lo que acontece en nuestra sociedad a partir de
los contenidos de nuestra fe y de la enseñanzas de la ley santa de Dios,
criterio para el discernimiento y las actitudes éticas y morales”.
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