Juan Pablo II aboga por la verdadera familia, “formada por hombre y mujer”, amenazada en España

Redacción - 11/01/2005 El Papa ha recordado, en su tradicional mensaje anual a los embajadores acreditados ante la Santa Sede, la doctrina de la Iglesia sobre temas como la familia, el aborto y el terrorismo. Juan Pablo II destacó que los cuatro desafíos de la humanidad son vida, pan, paz y libertad.

En el mensaje de este año a los embajadores acreditados ante la Santa Sede, el Papa Juan Pablo II recordó el pensamiento de la Iglesia frente al aborto y el terrorismo. Precisó que “la familia es sólo la formada por un matrimonio entre un hombre y una mujer”. El Santo Padre expresó, además, que “los desafíos de este mundo son la vida, el pan, la paz y la libertad”. Sobre la vida, el Papa sostuvo que el Estado tiene “como tarea primordial la tutela y la promoción de la vida humana” y añadió que existen concepciones opuestas “que se enfrentan con temas como el aborto, la reproducción asistida, el uso de células madre embrionarias humanas con finalidades científicas y la clonación”. El Papa afirmó que “el embrión humano es un sujeto idéntico al niño que va a nacer y al que ha nacido a partir de ese embrión. Por tanto, nada que viole su integridad y dignidad es éticamente admisible”.

Juan Pablo II mostró su preocupación por temas como la familia y sostuvo que “en algunos países está siendo amenazada también por una legislación que atenta, a veces incluso directamente, a su estructura natural, la cual es y sólo puede ser la de la unión entre un hombre y una mujer, fundada en el matrimonio”. El Papa, en su mensaje, recordó a los embajadores que “la familia es la fuente fecunda de la vida, el presupuesto primordial e irreemplazable de la felicidad individual de los esposos, de la formación de los hijos y del bienestar social”. El Santo Padre sostuvo que de la familia depende la prosperidad material de la nación, y que por tal razón “no puede admitirse que la familia se vea amenazada por leyes dictadas por una visión restrictiva y antinatural”.

Dentro de los desafíos referidos por el Papa en su mensaje a los embajadores ante la Santa Sede se encuentra el hambre que se vive en gran parte del mundo; la paz, “amenazada, por el recurso a las armas y a la violencia” y “el fenómeno cruel e inhumano del terrorismo, flagelo que ha alcanzado una dimensión planetaria desconocida por las generaciones anteriores”, precisó. Ante el problema de la violencia, el Papa invitó a los estados al diálogo, “respondiendo al mal con el bien”. Sostuvo que “a la prepotencia se debe oponer la razón, al enfrentamiento de la fuerza, el enfrentamiento del diálogo, y a las armas apuntadas, la mano tendida”. De igual manera Juan Pablo II refirió en su mensaje sobre el derecho a la libertad religiosa y afirmó que “no hay que temer que la libertad religiosa, una vez reconocida para la Iglesia católica, interfiera en el campo de la libertad política y de las competencias propias del Estado”.
 

  La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad
Instrucción Pastoral de la Conferencia Episcopal Española - 27/04/2001