El partido político Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIn) se
presentó ayer en Santander como una formación política «no confesional,
pero de clara inspiración cristiana». Su ideario se sustenta en tres
grandes valores que, en opinión de los responsables, «todos los demás
combaten», como son la «solidaridad», entendida como «compartir hasta lo
necesario para vivir», «autogestión, como protagonismo y responsabilidad
de toda persona en los asuntos comunes» e «internacionalismo, alejado de
todo egoísmo colectivo que hoy toma cuerpo en los nacionalismos
insolidarios».