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Sociedad
El CGPJ se opone al matrimonio gay porque abre la puerta a la poligamia
Insiste en que el proyecto plantea dudas sobre su constitucionalidad Los jueces también son contrarios a que los homosexuales adopten
 
A. PANIAGUA/MADRID
 
JUECES. Francisco José Hernando Santiago, presidente del CGPJ. / DM
La Comisión de Estudios del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó ayer un informe que censura el proyecto del ley del Gobierno que regula el matrimonio entre homosexuales. El texto, que previsiblemente será refrendado por el pleno Consejo dentro de una semana, considera que el matrimonio, al estar basado en el principio de la complementariedad de los sexos, es una institución necesariamente heterosexual. Si la fuente de la legitimidad del matrimonio es el cariño o la demanda social, la poligamia también tendría que ser legalizada, sostuvo el autor del estudio.

El informe consiguió el respaldo de los vocales conservadores Adolfo Prego, Javier Laorden y José Luis Requero, mientras que votó en contra el progresista Luis Aguilar. Fernando Salinas, de orientación progresista, no asistió a la sesión en que se debatió el texto.

Cuando se debata el texto en el pleno del organismo, cosa que ocurrirá el día 26, la minoría progresista presentará un voto particular para rechazar la teoría de que la heterosexualidad es «consustancial al matrimonio». Para Aguiar, al aprobar este informe, el CGPJ se ha arrogado unas competencias que no les corresponden, toda vez que el Gobierno no solicitó un dictamen sobre la iniciativa.

Aunque el Ejecutivo decidió prescindir del habitual informe del CGPJ tras la desautorización que recibió de este órgano la ley contra la violencia doméstica, la mayoría conservadora se ha valido de un subterfugio para poder emitir su dictamen. Para ello, ha invocado la facultad que permite al pleno del Consejo encargar informes sobre «temas relacionados con la Administración de Justicia».

El estudio, elaborado por el magistrado José Luis Requero, expone que el artículo 32 de la Constitución declara que «el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica», lo que no deja lugar a dudas de que el legislador concibió este artículo pensando en la naturaleza heterosexual de la institución.

Dudas fundadas

Tras subrayar que la iniciativa del Gobierno de Rodríguez Zapatero desnaturaliza la institución matrimonial y plantea «serias y muy fundadas dudas de constitucionalidad», Requero aseveró que el proyecto se sostiene sobre puntales muy endebles.

El vocal del CGPJ sentenció que con la regulación del matrimonio homosexual el Estado se queda sin argumentos para negar el matrimonio poligámico a los musulmanes residentes en España, si es que éstos se atrevieran a pedirlo. Por añadidura, según el consejero, los islámicos representan una comunidad más numerosa que los homosexuales, si se atiende a las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El vocal alegó que sus argumentaciones son estrictamente 'jurídicas' y no responden a planteamientos ideológicos. A su juicio, si el cariño y el afecto son las bases sobre las que se funda la entidad matrimonial, como pretende el proyecto del Ejecutivo, entonces habría que aprobar también no sólo las uniones poligámicas, sino también el matrimonio entre hermanos.

Caos

Coincidiendo con lo expuesto por el Consejo de Estado, el informe exhorta al poder legislativo a que diseñe otra figura jurídica para las uniones homosexuales que se limite «a una regulación de la convivencia libre, basada en la unión por un tiempo indefinido, sujeta a libre ruptura por causas legalmente previstas y con determinados efectos jurídicos». De acuerdo con la tesis de la mayoría conservadora, la aprobación del matrimonio homosexual introducirá el caos en la «ordenación del derecho de familia».

El informe judicial arremete contra la posibilidad de que los homosexuales puedan adoptar, ya que «los menores no pueden ser vistos como un instrumento para homologar tendencias sexuales».

Además, el matrimonio entre gais y lesbianas no garantiza la función de perpetuar la subsistencia social, «pues se trata uniones estériles, incapaces de reproducirse».