Redacción -
22/01/2005 José Luis Rodríguez Zapatero,
presidente del Gobierno, lleva desde el verano pasado sin pronunciarse a
cerca de la iniciativa promovida por la Confederación Nacional Católica
de Asociaciones de Padres (CONCAPA), que ha organizado una campaña en
defensa de la asignatura de Religión dentro de las aulas. Más de tres
millones de personas han rubricado esta petición, un éxito sin
precedentes sobre el que CONCAPA ha informado al presidente del
Gobierno, que sigue sin decir nada al respecto.
La Confederación Nacional Católica de Padres de Familia y Padres de
Alumnos (CONCAPA) hizo llegar ayer al presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero, que su campaña a favor de una asignatura de Religión
con alternativa evaluables y computables, cuenta con un apoyo de
3.012.874 firmas. La campaña, finalizada ayer, ha sido considerada por
la organización de COCNAPA un “hito” de participación ciudadana
“espontánea sin precedentes” en España.
Desde que comenzara esta iniciativa, la Confederación ha ido enviándole
puntualmente al presidente, información sobre los avances que iba
aclanzando esta iniciativa. Así, le informó de cuando sobrepasó el
millón de firmas, el millóny medio y los dos millones, y en ninguno de
los caso recibió respuesta alguna del Zapatero. De igual modo, CONCAPA
le ha enviado al jefe del Ejecutivo un “burofax” informándole, además de
las recopilación de más de tres millones en defensa de la asignatura de
Religión, que tras una reunión con las organizaciones que han colaborado
en esta iniciativa, le entregarán las rúbricas recogidas, confiando que
“no desprecie” la voluntad “mayoritaria” de “tantas” familias que
defienden su derecho a la libertad de enseñanza recogida en la
Constitución.
En este sentido, CONCAPA se ha declarado expectante ante la reacción del
Gobierno frente a esta respuesta popular sin precedentes. Un Gobierno,
dice CONCAPA, que está “imponiendo una educación en valores contraria a
lo solicitado por los padres que desean que la educación de sus hijos
sea conforme a sus convicciones morales y religiosas”, y provea “lo
necesario” para que la reforma de la Ley Orgánica de Calidad de la
Educación (LOCE) contemple esta demanda.
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