Redacción -
22/01/2005 El presidente de la Asociación Española
de Abogados de Familia, Luis Zarraluqui, ha manifestado que el proyecto
de ley que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo
pretende transformar la institución del Matrimonio “de bisexual a
homosexual”. Zarraluqui se mostró de acuerdo con el informe del Consejo
General del Poder Judicial hecho público esta semana, que también es
contrario al matrimonio entre homosexuales.
En la conferencia ofrecida en la tarde del viernes en el Colegio de
Abogados de Madrid, por Luis Zarraluqui, presidente de la Asociación
Española de Abogados de Familia, se mostró contrario a la posibilidad de
adopción por parte de las parejas homosexuales, ya que “los experimentos
deben hacerse con gaseosa, no con los niños”, a lo que añadió que “el
sexo no son tendencias, orientaciones o interpretaciones”, y que el
Gobierno debería tener esto más en cuenta a la hora de legislar. El
presidente de la Asociación Española de Abogados de Familia señaló que
“la falta de diálogo del Gobierno y el rechazo a cualquier opinión" va
en detrimento de la futura ley.
En opinión de Zarraluqui “la capacidad para contraer matrimonio” no
excluye “al homosexual porque la capacidad objetiva ya la tenía”. Por
ello remitió al reformado Artículo 44 del Código Civil invocando el
precepto de igualdad, que responde a “una falta de rigor en la
interpretación jurídica y a la presión social”. La Asociación que
Zarraluqui preside es partidaria de hacer una regulación a través de
uniones de hecho, “materia en la que el Estado tiene la competencia
exclusiva”, ya que el presidente de los Abogados de Familia de España
considera que es necesario una legislación a nivel nacional de las
parejas de hecho que conceda los mismos derechos a homosexuales y
heterosexuales y que eliminaría “un sinfín de problemas”.
Sobre la reforma de la Ley del Divorcio Zarraluqui considera que “su
mayor defecto son las ausencias”, pues las modificaciones son
“defectuosas tras 26 años de espera”, tales como la falta de regulación
de la pensión compensatoria, del establecimiento de un fondo de garantía
de impagos de las pensiones de alimentos, y el plazo mínimo de tres
meses de duración del matrimonio. Por otro lado, se manifestó
favorablemente sobre el mantenimiento de los dos procesos, de divorcio y
separación, sin que ésta sea requisito previo, y añadió que la reforma
acometida era “necesaria ante las deficiencias del sistema”.
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