- - -
ZENIT -
El mundo visto desde Roma
- - -
Servicio diario -
23 de enero de 2005


Santa Sede
El Papa invita a no cansarse en la búsqueda de la unidad de los cristianos
Para Juan Pablo II, la lucha contra el sida exige educación
Justicia y diálogo, antídotos a la violencia en tiempos de globalización; según el Papa
De jefe de la sección de lengua española de la Secretaría de Estado a obispo de Ibiza
Nuevo secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos
Pésame del Papa por el fallecimiento de un soldado italiano en «misión de paz» en Irak

Mundo
Una comunidad de religiosas dominicas se ve obligada a abandonar Irak
Nuevo director general de los Legionarios de Cristo
«Tsunami»: La ayuda católica, punto de referencia en las islas indias de Andaman y Nicobar

Entrevista
Arzobispo de Rabat: «Un cristiano puede ser feliz en el mundo musulmán»

«Ángelus»
Juan Pablo II: Hay que implorar «sin cansarse» la unidad de los cristianos

 




 


Santa Sede



El Papa invita a no cansarse en la búsqueda de la unidad de los cristianos
En particular, a los jóvenes

CUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha invitado a rezar «sin cansarse» por la unidad de los cristianos, divididos en diferentes iglesias o confesiones cristianas, y ha alentado a los jóvenes a convertirse en testigos de la plena comunión.

«¡Orad por la plena comunión de los cristianos --afirmó el Papa este domingo hablando en castellano al final del Ángelus--. El mundo espera vuestro testimonio evangélico de unidad!».

El Papa dejó su consigna dirigiéndose a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano en plena Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

«Invito a las comunidades cristianas a vivir intensamente esta cita anual espiritual, que nos hace experimentar ya desde ahora, en cierto sentido, la alegría de la plena comunión al menos en el deseo y en la invocación común», afirmó.

«Se hace cada vez más clara la conciencia de que la unidad es en primer lugar un don de Dios que hay que implorar sin cansarse en la humildad y en la verdad», añadió.

El Santo Padre pidió a la Virgen María que ayude a los cristianos «a superar todo obstáculo y a obtener cuanto antes este don».

«Exhorto de corazón a todo creyente, en particular a los jóvenes, a prolongar durante todo el año el compromiso ecuménico y a convertirse en todo lugar en instrumentos y testigos de la plena comunión invocada por Cristo en el Cenáculo», reconoció.

La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, como es costumbre, concluirá en Roma el 25 de enero, con la celebración de las Vísperas en la Basílica de San Pablo Extramuros.

«Me uniré espiritualmente a esa liturgia, en la que participarán representantes de otras iglesias y confesiones cristianas, y que será presidida por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos», anunció el Papa.

Es la tercera vez en ocho días que Juan Pablo II interviene pública y explícitamente para alentar la oración de los cristianos para superar divisiones de siglos.

El miércoles pasado dedicó su intervención en la audiencia general a este argumento, constatando que «el deseo de la unidad está extendiéndose y se profundiza hasta tocar nuevos ambientes y contextos, suscitando fervor de obras, iniciativas, reflexiones».

Juan Pablo II dio un impulso decisivo al «empeño ecuménico» con su encíclica del 25 de mayo de 1995 «Ut Unum Sint».

Para superar uno de los obstáculos en este camino, el reconocimiento del ministerio del obispo de Roma, el Santo Padre invita los responsables de las diferentes comunidades cristianas y a los teólogos «a encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva» (n. 95).
ZS05012302

TOP

 



Para Juan Pablo II, la lucha contra el sida exige educación
En el respeto de la vida, en la castidad y en la fidelidad

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II considera que la lucha contra el sida exige, ante todo, educación en el valor sagrado de la vida, así como en la castidad y la fidelidad.

El pontífice afrontó la necesidad de luchar contra la pobreza y este tipo de pandemias, especialmente en el continente africano, al recibir este sábado a la nueva embajadora de Holanda ante la Santa Sede, Monique Patricia Antoinette Frank.

El Santo Padre explicó que para «combatir esta enfermedad de manera responsable» es necesario «acrecentar la prevención, en particular a través del respeto del valor sagrado de la vida y de la formación en la vivencia correcta de la sexualidad, que supone castidad y fidelidad».

«Por petición mía --añadió-- la Iglesia se ha movilizado a favor de las víctimas, para que se les asegure en particular el acceso a los tratamientos y medicamentos necesarios, a través de numerosos centros».

El 26,7% de los Centros para la atención a enfermos de sida en el mundo son católicos, según fuentes de la Santa Sede.

Al final del discurso, el Papa invitó, en particular a los católicos holandeses, país en el que se ha despenalizado la eutanasia, a testimoniar «cada vez más su respeto absoluto de la persona humana, desde su concepción natural».

Asimismo alentó a las autoridades y al personal sanitario, al igual que a todas las personas ejercen un papel educativo, a «construir una sociedad cada vez más atenta a las personas y a su dignidad».
ZS05012307

TOP

 



Justicia y diálogo, antídotos a la violencia en tiempos de globalización; según el Papa
Analiza los desafíos de las sociedades multiculturales con la nueva embajadora holandesa

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II considera que la justicia internacional y el «diálogo profundo» son las claves para afrontar los desafíos que plantea la paz mundial y las tensiones que surgen en el seno de las actuales sociedades multiculturales.

Así lo expuso este sábado al recibir las cartas credenciales de la nueva embajadora de los Países Bajos ante la Santa Sede, Monique Patricia Antoinette Frank.

«Cada día --le dijo el Papa en su discurso--, las noticias del mundo recuerdan a todos la necesidad imperiosa de construir un futuro de paz entre los hombres y, para ello, de consolidar un orden internacional estable, garantizado en particular por una mejor repartición de los recursos a nivel internacional y por una política activa de ayuda al desarrollo».

El Santo Padre mencionó al mismo tiempo las «nuevas tensiones» provocadas por la «rápida transformación de nuestras sociedades, en un mundo cada vez más abierto a la diversidad de culturas» de las que Holanda es testigo.

El 2 de noviembre pasado este país quedó conmocionado a causa del asesinato del cineasta Theo van Gogh, quien había sido criticado por sectores musulmanes asentados en Holanda por su documental «Submission», en el que criticaba la posición de la mujer en el mundo islámico.

Ante esta situación, el Santo Padre abogó con urgencia a favor de «un diálogo profundo entre los diferentes grupos que componen la nación para que todos aprendan a conocerse y respetarse».

«Para que el sentido de pertenencia cultural no se transforme en cerrazón, un antídoto eficaz es el conocimiento sereno, no condicionado por prejuicios negativos, de las otras culturas», indicó.

«Con esta condición --señaló en su discurso en francés--, será posible establecer entre las diferentes comunidades relaciones pacíficas, para construir todos juntos el edificio común de la nación».

Este es el motivo, aclaró, por el que hace tres años convocó en Asís a los representantes de todas las religiones del mundo «para manifestar juntos nuestra voluntad común de paz».

«Les pedí, en particular, que renuncien totalmente a toda legitimación del recurso a la violencia por motivos religiosos y, más aún, que la condenen explícitamente», indicó.
ZS05012305

TOP

 



De jefe de la sección de lengua española de la Secretaría de Estado a obispo de Ibiza
Monseñor Vicente Juan Segura sustituye a monseñor Agustín Cortés Soriano

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha nombrado obispo de Ibiza a monseñor Vicente Juan Segura, en la actualidad jefe de la Sección de lengua española de la Secretaría de Estado, según informó este sábado la Sala de Prensa de la Santa Sede.

Monseñor Vicente Juan Segura sustituye a monseñor Agustín Cortés Soriano, quien el pasado 15 de junio fue nombrado obispo de la nueva diócesis de San Feliu de Llobregat, de la que tomó posesión el pasado 12 de septiembre.

Tras hacerse pública la noticia, monseñor Vicente Sanz Segura ha confesado a la agencia Veritas algunas de sus primeras impresiones.

«Mi reacción es de alegría, de gratitud a Dios y al Papa, a los superiores de la Secretaría de Estado del Vaticano, y, al mismo tiempo, un poco de temor por la responsabilidad que tengo«, declaró monseñor Sanz Segura.

Añadió que «He visto que cuando Dios te pide una misión, un servicio, te da también la gracia, entonces voy allí confiado y muy seguro. Muy cogido a la mano de Dios».

Respecto al trabajo desempeñado en la Santa Sede reconoció que «he tenido una cercanía al Santo Padre grande, le he acompañado en tantos viajes, he visto su trabajo cotidiano, entonces en ello yo he aprendido un perfil de pastor y de obispo. Creo que es necesario tener mucha humildad para poder enfrentarme a esto».

El obispo electo de Ibiza nació el 22 de mayo de 1955 en Tabernes de Valldigna (Valencia). Realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Valencia y en el Real Colegio de Corpus Christi. Fue ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1981, según informa la Conferencia Episcopal Española.

Es doctor, desde 1988, en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino de Roma y doctor, desde 1989, en Derecho Civil por la Universidad de Valencia. Realizó los estudios diplomáticos en la Pontificia Academia Eclesiástica, entre 1985 y 1988. El 1 de julio de 1988 ingresó en el Servicio Diplomático de la Santa Sede.

Tras su ordenación sacerdotal y antes de comenzar los estudios diplomáticos, entre 1981 y 1985, fue vicario parroquial en San Antonio Abad, de Cullera, en la archidiócesis de Valencia.

En el Servicio Diplomático de la Santa Sede ha desempeñado los cargos de secretario de las Nunciaturas Apostólicas en Costa Rica, de 1988 a 1990; en Marruecos, de 1990 a 1991; y en Mozambique, de 1991 a 1994.

Desde 1994 era consejo de nunciatura, jefe de la Sección de lengua española de la Secretaría de Estado. Durante este tiempo era, además, cooperador parroquial en la Parroquia de San Melchiade en Roma y Capellán de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
ZS05012310

TOP

 



Nuevo secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos
El padre Henryk Hoser, de origen polaco, conocido misionero en África

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha nombrado secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y presidente de las Obras Misionales Pontificias al padre Henryk Hoser, S.A.C, elevándolo a la vez a la dignidad de Arzobispo y asignándole la Sede titular de Tepelte, según informó este sábado la Sala de Prensa de la Santa Sede.

El nuevo secretario adjunto nació en Varsovia (Polonia) el 27 de noviembre de 1942. Después de la escuela elemental en Pruszków y la media en Varsovia continuó los estudios universitarios en la Academia Médica de Varsovia, donde en 1966 obtuvo el Diploma en Medicina, consiguiendo el cargo de adjunto en la misma Academia Médica, informa la agencia Fides, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

En 1969 entró en la Sociedad del Apostolado Católico (Palotinos) donde el 8 de septiembre de 1970 emitió la primera profesión. Entre 1970-1974 realizó los estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de la Sociedad del Apostolado Católico en Oltazerw (Polonia).

El 16 de junio de 1974 recibió la ordenación sacerdotal. En los años 1974-75 realizó cursos de francés y de medicina tropical en París, como preparación al trabajo misionero en Rwanda.
De 1975 a 1995 ha sido Misionero en Rwanda, dónde ha cubierto numerosos cargos en el campo pastoral: vice-párroco, párroco, animador del apostolado de la familia, organizador de las sesiones de formación apostólica para los laicos, promotor del apostolado de la prensa.

En 1978 fundó en Kigali el Centro Médico-social, que dirigió durante 17 años y el Centro de Formación Familiar (Action Familiale). Durante algunos años fue Secretario de la Comisión Episcopal para la Salud, y luego también de la Comisión Episcopal para la Familia, presidente de la Asociación de los Centros Médicos Asociados con Kigali (BUFMAR), responsable de un centro de monitorización epidemiológico SIDA y de un programa de asistencia psico-médico y social de enfermos.

En Ruanda, ha cubierto durante 10 años el cargo de Superior Regional de la Sociedad del Apostolado Católico (Palotinos) y también la de Presidente de la Conferencia de Superiores Mayores de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica en Rwanda (COSUMA). En 1994 fue nombrado experto en el campo de la familia y del desarrollo al Sínodo Especial de África.

En 1994, en ausencia del nuncio apostólico en Rwanda, la Santa Sede lo nombró Visitador Apostólico en ese país, cargo que cubrió que por más de dos años, hasta el nombramiento del nuevo Representante Pontificio.

Entre 1996 y 2003 ha sido Superior Regional de la Sociedad del Apostolado Católico (Palotinos) y miembro del Consejo Misionero de la Conferencia de Superiores Mayores en Francia. Durante estos años, por encargo de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, realizó algunas visitas apostólicas a los Seminarios Mayores en los territorios de Misión.

Es cofundador y secretario de la Federación africana del Action Familiale, instituida en el 2001. Desde el 2004 es Rector de la Procura misionera Palotina, en Bruselas, Bélgica, y trabaja en la pastoral en el ámbito de la Comunidad Europea.
ZS05012308

TOP

 



Pésame del Papa por el fallecimiento de un soldado italiano en «misión de paz» en Irak


CUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha transmitido un mensaje de pésame por la muerte de un soldado italiano en el desempeño de su «misión de paz», en Irak, este viernes, según ha informado la Santa Sede.

El alférez Simone Cola, de 31 años, casado y con una niña de 8 meses, falleció en Nasiriya, al sur de Bagdad, al ser alcanzado por un disparo cuando patrullaba en helicóptero el río Éufrates.

Un telegrama enviado en nombre de Juan Pablo II por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, a monseñor Salvatore Boccaccio, obispo de Frosinone-Veroli-Ferentino, transmite a los padres y familiares del militar «su sentido pésame» que afecta a «todo el país».

El Papa asegurar sus oraciones de sufragio por la «joven víctima» fallecida en «el cumplimiento de su misión de paz» e invoca el «consuelo celeste» para su esposa (menciona su nombre, Alessandra) y su hija (Giorgia).
ZS05012303

TOP

 


Mundo



Una comunidad de religiosas dominicas se ve obligada a abandonar Irak


ROMA, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Las religiosas Dominicas de la Presentación se han visto obligadas a abandonar por el momento Mosul para trasladarse en Siria y Jordania, pues su vida corre peligro, según informa el servicio de las comunidades religiosas en Roma.

En un comunicado del que informa «Vidimus Dominum», las religiosas afirman que «para salvar sus vidas han tenido que dejar las propiedades», ya que desde el punto de vista logístico el convento está colocado entre la base del ejército de los Estados Unidos y el cuartel general de quienes se han levantado en armas contra su presencia.


En Mosul fue secuestrado por una horas entre el 17 y el 18 de enero el arzobispo siro-católico Basile Georges Casmoussa.

La Congregación tiene siete comunidades en Irak, con un total de 40 religiosas que trabajan en la educación, en la salud con el hospital San Rafael de Bagdad, y a favor de los menores con un centro de recuperación para jóvenes.
ZS05012309

TOP

 



Nuevo director general de los Legionarios de Cristo
Continuidad en el gobierno de la congregación

ROMA, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Los legionarios de Cristo han elegido como director general al padre Álvaro Corcuera Martínez del Río, después de que el padre fundador, Marcial Maciel, declinara su reelección por razones de edad y de su deseo de ver florecer en vida a la congregación bajo la dirección de su sucesor.

Un comunicado de prensa distribuido este domingo por la Congregación explica que «el tercer Capítulo General Ordinario, reunido en Roma en estos días, había reelegido al padre Maciel por mayoría absoluta» y añade que «el padre Maciel, de 84 años de edad, quien ha dirigido la congregación desde su fundación en 1941, declinó la reelección».

«Los padres capitulares le manifestaron su más sincera y filial gratitud por la labor realizada en los numerosos años que ha estado al frente del gobierno de la congregación y su más cordial adhesión a la misión que sigue desempeñando como fundador», sigue diciendo el comunicado de prensa. «Los padres capitulares vieron en el padre Corcuera la persona más adecuada para dar continuidad a la obra del fundador».

Al aceptar su nuevo cargo, el padre Corcuera afirmó: «Quiero manifestar mi deseo de proseguir en la más estrecha fidelidad al carisma de la congregación y a la persona del fundador y continuar la obra por él iniciada al servicio de la Iglesia».

El padre Corcuera, de nacionalidad mexicana y de 47 años de edad, ocupaba desde el año 1987 el cargo de rector del Centro de Estudios Superiores de los Legionarios de Cristo en Roma. Ha colaborado estrechamente con el padre Maciel en diversos encargos de gobierno de la congregación. Es además consejero de la Congregación vaticana para los Obispos.

Fue miembro consagrado en el Movimiento «Regnum Christi» antes de pasar a formar parte de la congregación. Antes había obtenido el título de Licenciado en Ciencias de la Educación en la Universidad Anáhuac de México. Realizó sus estudios sacerdotales de filosofía y teología en la universidad Gregoriana y en la Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma. Desde el año 1993 hasta el 2000 fue Rector del Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum» en Roma, dirigido por los Legionarios de Cristo.

El comunicado de prensa informa asimismo que los padres capitulares reeligieron al padre Luis Garza Medina, como vicario general --cargo que ocupa desde 1992--, y eligieron a los demás miembros del consejo general, al procurador general y al administrador general. Provienen de España, Estados Unidos, Irlanda, México y Chile.

El padre Maciel fundó la congregación de los legionarios de Cristo cuando tan sólo tenía 20 años, en enero de 1941. Sus constituciones fueron aprobadas por Juan Pablo II en 1983. Cuenta con cerca de 650 sacerdotes y 2.500 seminaristas.

Del carisma de la Legión ha surgido el Movimiento «Regnum Christi», cuyos estatutos fueron aprobados definitivamente por Juan Pablo II en el mes de noviembre pasado. Cuenta con unos 65.000 miembros, seglares --hombres y mujeres--, diáconos y sacerdotes, esparcidos por todos los continentes.
ZS05012306

TOP

 



«Tsunami»: La ayuda católica, punto de referencia en las islas indias de Andaman y Nicobar
La catedral de Port Blair es el mayor centro de acogida de las víctimas

PORT BLAIR, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).-En el archipiélago indio de Andaman y Nicobar la asistencia brindada desde instancias católicas por la tragedia del «tsunami» se ha convertido en un punto de referencia en acogida de víctimas y atención sanitaria.

Las islas de Andaman y Nicobar han perdido a más de 10 mil habitantes –apunta «SAR News»-- en el devastador maremoto del pasado 26 de diciembre. La cifra total de fallecidos en los países del Índico golpeados por el fenómeno supera los 225 mil.

De acuerdo con el obispo de Port Blair –capital del archipiélago--, monseñor Aleixo das Neves Dias, la catedral católica de María Stella Maris se ha convertido en «el mayor centro para los refugiados del tsunami»: junto a la antigua escuela alberga a cerca de 1.400 personas.

«Es una bendición ver que la tristeza y la desesperación se transforman en alivio gracias a los rostros sonrientes de los niños que juegan en torno a la catedral», reconoce el prelado, al frente de una diócesis erigida en 1984, con 40 mil católicos distribuidos en más de medio millar de islas y 13 parroquias.

14 sacerdotes diocesanos, 14 misioneros de San Francisco Javier –los padres del Pilar--, 4 jesuitas, 3 salesianos y 2 capuchinos, junto a 86 religiosas de 14 congregaciones completan el rostro de la Iglesia local.

La islas fueron evangelizadas por los padres del Pilar, «pero ahora hay que reconstruir 40 años de trabajo misionero», explica monseñor Dias, pues 180 capillas –la mayor parte cabañas— han sido destruidas por el maremoto, además de varias iglesias.

Según el prelado, los funcionarios del gobierno no cooperan con el personal eclesiástico en los trabajos de ayuda y se acercan allí sólo para visitas oficiales, recoge «AsiaNews». «Desde que la gente se ha refugiado en nuestras casas, estamos distribuyendo alimento, ropa y medicinas a los desplazados», confirma.

La agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) recuerda además que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido el hospital católico de St. John –administrado por la Conferencia Episcopal de la India--, en la islas Nicobar, como centro operativo para el control de enfermedades en la región a causa del «tsunami».

«Un equipo de médicos y de personal paramédico del hospital está documentando los desastres y procediendo a la prevención de epidemias», explicó el doctor Sanjiv Lewin, responsable de la sección pediátrica del centro.

Mientras, un segundo equipo de médicos está preparando centros de asistencia sanitaria por las islas.

Igualmente el hospital trabaja para recuperar el sistema educativo. «Constatamos que al menos 88 de los 150 profesores están muertos o desaparecidos» y que la mayoría de las escuelas han sido arrasadas, observó el doctor Lewin. Por ello, el centro recogerá fondos para reconstruir las escuelas y matricular a los niños.
ZS05012304

TOP

 


Entrevista



Arzobispo de Rabat: «Un cristiano puede ser feliz en el mundo musulmán»
Monseñor Vincent Landel pide a los europeos identidad propia y acogimiento

BARCELONA, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org-Veritas).- «Es posible vivir feliz en el mundo musulmán». Así lo asegura, en la siguiente entrevista concedida a Veritas, monseñor Vincent Landel, arzobispo de Rabat, que dedica intensos esfuerzos a ayudar a los treinta mil cristianos de su diócesis a vivir en comunión con los musulmanes, los únicos que pueden acceder a la nacionalidad marroquí.

--¿Es posible la comunión entre cristianos y musulmanes?

--Monseñor Vincent Landel: Sí. Podemos compartir nuestra humanidad, si no nuestra fe. Nosotros no hablamos tanto de diálogo interreligioso como de encuentro, porque antes de dialogar hay que encontrarse, vivir una convivencia que va hasta la amistad y la fraternidad,... y después podemos hablar de nuestra fe. La Iglesia debe ayudar a crear esta convivencia y amistad, para que algún día se pueda abrir otro camino.

En Europa se habla mucho de los musulmanes, pero ¿quién sabe lo que son y en lo que creen? En Francia e Italia, por ejemplo, existe mucho miedo a lo musulmán. Hay que cambiar el pensamiento. No todos los islamistas son radicales, sino que la mayoría son moderados.

No existe un choque de religión, sino de incomprensión, un choque político y mediático. Si secuestran a un obispo católico en Irak, todo el mundo habla. Pero se mezcla política y religión. También en América, por ejemplo, cuando George Bush habló de iniciar la guerra en nombre de Dios. A veces, lo que se dice contra los musulmanes, lo hacen también los cristianos y no se puede generalizar.

También es muy importante conocer en la propia fe para conocer la del otro. Los cristianos tenemos la responsabilidad de profundizar en nuestra identidad y acoger a los musulmanes. Los musulmanes son en su mayoría creyentes, pero en Europa, muchos no saben dónde está su fe.

--Háblenos de algunas iniciativas que existan en su diócesis para impulsar esta comunión.

--Monseñor Vincent Landel: En Marruecos tenemos un proyecto educativo conjunto de católicos y musulmanes, de quince escuelas con doce mil alumnos musulmanes en las que se enseña el Corán y cuyo máximo responsable soy yo, un obispo católico. Allí se vive la comunión sin problemas.

También tenemos centros culturales, llevados por sacerdotes o religiosos, que son utilizados por musulmanes. De esta manera, la Iglesia ayuda a los musulmanes; estamos abiertos al mundo musulmán, que nos acoge, ya que todos los católicos somos extranjeros.

Por otra parte, muchos cristianos cooperan, estudian o trabajan con asociaciones, empresas, etcétera regidas por musulmanes. Se trata de experiencias muy positivas que permiten conocer a los musulmanes en la vida y constatar que es posible vivir feliz en el mundo musulmán.

Lo que vivimos como Iglesia cristiana en Marruecos no es un modelo o un ejemplo, pero se parece la Iglesia en Europa, porque se puede comparar lo islámico con el mundo laico, en el que la Iglesia debe tener una presencia gratuita, mostrando un camino de verdad, para ayudar al pueblo a descubrir a Dios y la importancia de la religión en su vida

--¿Cómo es la Iglesia de Rabat?

--Monseñor Vincent Landel: Somos treinta mil cristianos, entre ellos cuarenta sacerdotes y 150 religiosos, todos extranjeros, ya que un marroquí no puede ser cristiano, porque el Islam es la religión del Estado. Pero tenemos las iglesias abiertas y podemos reunirnos sin problemas, a condición de no hacer proselitismo. Podemos vivir felices y libremente nuestra fe.

Nuestra Iglesia es un poco más católica porque está formada por personas de ochenta nacionalidades diferentes. Antes de la independencia, había muchos más católicos, la mayoría franceses, italianos y españoles. Ahora hay muchos africanos, americanos y asiáticos, lo cual supone un desafío: la comunión entre los cristianos, que no resulta tan fácil, viniendo de lugares tan diferentes.

La otra característica de nuestra comunidad cristiana es que está siempre en movimiento. Cada año, cambia en un 20% porque muchos cristianos –estudiantes, trabajadores,...- viven en Rabat sólo por un tiempo. Adquiere mucha importancia, entonces, la pastoral de la acogida de los cristianos, para ayudarles a vivir su fe y a comprender lo que es el mundo islámico, que hay que conocer para convivir con él.

--¿Qué discriminaciones se producen?

--Monseñor Vincent Landel: Existen discriminaciones de distintos tipos. En Marruecos, por ejemplo, a algunas personas les cuesta aceptar la igualdad de los africanos, mientras pueden tratar de igual a igual a los inmigrantes españoles, que se encuentran en minoría.

En cambio, los marroquíes que emigran a España viven otra situación social. Tienen un mayor sentido de pertenencia a la familia y la comunidad cultural y corren el riesgo de encerrarse. Europa debe evitar que los musulmanes formen «ghettos» que después no puedan comprender.

--¿Cree que se debe impulsar la enseñanza de la religión musulmana en las escuelas españolas?

--Monseñor Vincent Landel: ¿En qué están pensando los políticos que no quieren la religión católica en las escuelas, pero van a aceptar la musulmana? Existe una disfunción. Yo creo que debe enseñarse la religión, pero no la política dentro de la religión, lo cual a veces resulta difícil.

Otra cuestión en la que se mezclan política y religión es la de las mezquitas, ya que se permite la construcción de cuatro o cinco mezquitas en una ciudad, una para cada nacionalidad. ¿Cómo podemos aceptar que extranjeros impongan su política en nuestro país?

Volviendo al tema de la educación, hay que aprender a conocer a los otros: que los cristianos aprendan un poco lo que es el Islam y, en otros lugares, los niños deberán aprender lo que es la fe cristiana, aunque sea su historia y su cultura.

Hay jóvenes que no saben nada sobre la religión y eso requiere educación, una educación laica en el verdadero sentido, no excluyendo la religión, sino aceptando y conociendo otras religiones, porque la laicidad es el respeto de la fe del otro, no la negación.
ZS05012311

TOP

 


«Ángelus»



Juan Pablo II: Hay que implorar «sin cansarse» la unidad de los cristianos
Intervención antes de rezar el Ángelus

CUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 enero 2005 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Juan Pablo II antes de rezar la oración mariana del Ángelus este domingo junto a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.

 

* * *




1. Se está celebrando en estos días la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que en Roma se concluirá, como de costumbre, con la celebración de las Vísperas, el 25 de enero, en la Basílica de San Pablo Extramuros. Me uniré espiritualmente a esa liturgia, en la que participarán representantes de otras iglesias y confesiones cristianas, y que será presidida por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.

2. Invito a las comunidades cristianas a vivir intensamente esta cita anual espiritual, que nos hace experimentar ya desde ahora, en cierto sentido, la alegría de la plena comunión al menos en el deseo y en la invocación común. En efecto, se hace cada vez más clara la conciencia de que la unidad es en primer lugar un don de Dios que hay que implorar sin cansarse en la humildad y en la verdad.

3. Que María Santísima, Madre de la Iglesia, nos ayude a superar todo obstáculo y a obtener cuanto antes este don. Exhorto de corazón a todo creyente, en particular a los jóvenes, a prolongar durante todo el año el compromiso ecuménico y a convertirse en todo lugar en instrumentos y testigos de la plena comunión invocada por Cristo en el Cenáculo.

[Después de rezar el Ángelus, añadió:]

Se celebra hoy en Roma la Jornada de la Escuela Católica sobre el tema «Iglesia, familia y escuela: juntos para educar». Para renovar este compromiso, están presentes en la plaza de San Pedro dirigentes, maestros, padres y alumnos de las escuelas católicas de Roma, junto a los responsables pastorales de la diócesis. Les dirijo mi saludo cariñoso y agradecido, con el deseo de que el servicio precioso ofrecido por las escuelas católicas sea cada vez más apreciado y apoyado por la comunidad eclesial y la civil

[Hablando en castellano, el Papa añadió:]
Saludo a los peregrinos de lengua española, especialmente a los de las parroquias de La Epifanía, San Francisco Javier y Santa Marta de Valencia, así como a los diocesanos de Ávila y de Extremadura. ¡Orad por la plena comunión de los cristianos. El mundo espera vuestro testimonio evangélico de unidad! ¡Gracias!

[Volviendo a hablar en italiano, concluyó]
Deseo a todos un feliz domingo.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]
ZS05012301

TOP



 



ZENIT es una agencia internacional de información.
Visite nuestra página http://www.zenit.org

SERVICIO DIARIO Y SEMANA INTERNACIONAL
Para suscribirse/darse de baja:
http://www.zenit.org/spanish/subdiario.html

ZENIT EN TIEMPO REAL
Para suscribirse a ZENIT, EN TIEMPO REAL:
http://www.zenit.org/spanish/subenvivo.html

SYNTHESIS
Para suscribirse a SYNTHESIS,
la selección semanal de
los mejores artículos de Zenit:
http://www.zenit.org/spanish/subsemanal.html

Para cualquier información: infospanish@zenit.org
* * * * * * * * * * * * * * * *
La reproducción de los servicios de Zenit requiere
el permiso expreso del editor.

(c) Innovative Media Inc.