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El Invento del Maligno
Educación
 
 
J. J. ESPARZA/
 
 
Este fin de semana 'Informe semanal' dedicó uno de sus reportajes al problema de la educación en España, a propósito de ese 'Informe Pisa' que sitúa a los alumnos españoles en la cola de las naciones desarrolladas. El trabajo lo firmaban Cándida Godoy y Ángel G. Bermejo. Era un reportaje muy bien intencionado. También era un ejemplo palmario de deformación por inhibición.

La capacidad de ignorancia de la televisión puede llegar a ser aterradora. Uno veía el reportaje de 'Informe Semanal' y podía perfectamente llegar a la conclusión de que nunca en España ha habido un «problema educativo»: ni una palabra sobre la LOGSE y sus polémicas, ni una palabra sobre los sucesivos intentos de reforma (permanentemente asfixiados por el lobby psicopedagógico), ni una palabra sobre la frustrada Ley de Calidad del Gobierno anterior, ni una palabra sobre la contrarreforma del Gobierno presente... Se diría que la Historia ha comenzado ayer.

Todos los problemas enunciados en el trabajo de Cándida Godoy y Ángel G. Bermejo son viejos conocidos de los españoles, y especialmente de los profesores: rendimiento a la baja, incompatibilidad entre los objetivos escolares y la atmósfera extraescolar, violencia en las aulas, lagunas oceánicas en dos disciplinas capitales como la lengua y las matemáticas, es decir, disciplinas basadas en la capacidad del alumno para reflexionar sobre proposiciones formales... Pero uno veía 'Informe Semanal' y recibía el mensaje implícito de que esto es nuevo, cosa de los últimos meses, un sarpullido reciente. Y como ese era el contexto, los testimonios de los profesores ofrecidos por TVE, algunos realmente beneméritos, resultaban incomprensibles, como si se tratara de exageraciones corporativistas.

Reconozcámosle un mérito al trabajo de 'Informe Semanal': al menos ha puesto sobre el tapete un asunto que demasiadas voces se han negado obstinadamente a reconocer -voces que ahora mandan bastante- Quizás esto sirva para que alguien afronte las necesarias reformas sin desdoro para su elevado amor propio.

Aunque las reformas anunciadas por Cándida Godoy y Ángel Bermejo (y que, por cierto, merecieron el privilegio del avance en el Telediario-2) iban por otro camino: educación en la diversidad, educación en valores (¿pero cuáles?), formación en el diálogo para resolver conflictos... O sea, lo que hace falta para mejorar en lenguaje y matemáticas, como todo el mundo sabe.