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Cartas al Director
Familia y adopciones por homosexuales
 
 
Marta Boada Díaz de Terán
 
 
Señor director:

Escuchar recientemente a Eduardo Hertfelder Aldecoa en TV2, experto español en temas de Familia, fue una delicia. La clarividencia de su análisis sobre la situación de la familia hoy quedó patente. Su afán por aportar un poco de claridad en una situación confusa me ha animado a aportar mi reflexión sobre este tema, la institución familiar, que también me preocupa.

La lectura del Anteproyecto de Ley por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio, deja clara la decisión del Gobierno de no buscar otra vía de solución para las reivindicaciones de las parejas homosexuales, más que igualar una realidad nueva, que creo debería tener una denominación distinta y una normativa particular, a otra realidad institucional de miles de años de existencia. Sin embargo el tema que más me preocupa y con el que estoy frontalmente en desacuerdo es con las consecuencias que tendrá la ley en el tema de adopciones. Para abordar este tema, seria y comprometidamente, tenemos que personalizarlo. Cuando se plantea este tema siempre pensamos en los 'hijos de los otros'. Pero es que son nuestros hijos los que se pueden quedar huérfanos y tenemos que velar por lo que pensamos que es mejor para ellos. Yo lo tengo claro: quiero que el Estado, en caso de que fallezcamos, se esfuerce por encontrar lo mejor para mis hijos (mis nietos, mis sobrinos, los hijos de mis amigos...).Y pienso que lo mejor es una estructura semejante a la que los engendró.

Como existe la posibilidad de que haya padres a los que les dé igual, en caso de fallecimiento, el tipo de pareja que acoja a sus hijos, se podría establecer unas últimas voluntades al respecto, y aquéllos a los que les dé igual, que lo manifiesten por escrito. En este caso el Estado estaría libre para determinar el tipo de pareja o núcleo de convivencia que deba acoger a esos huérfanos.

D.N.I. 13.905.213