Redacción -
25/01/2005 El embajador español ante la Santa
Sede, Jorge Dezcallar, destacó ayer en un almuerzo ofrecido a los
obispos españoles presentes en Roma con motivo de la visita “Ad Limina”,
la voluntad de todos de superar las últimas diferencias que han surgido
entre el Gobierno y la Iglesia. Dezcallar ha agradecido efusivamente las
palabras del Papa en defensa de la unión en España y ha destacado la
antigüedad de las relaciones entre la Santa Sede y España, “prueba de
una solidez por encima de los avatares de cada día, muestra de una
voluntad compartida por encima de las contingencias”.
Jorge Dezcallar, embajador español en el Vaticano, ofreció ayer, en
su residencia, un almuerzo en honor de los obispos españoles con motivo
del viaje de estos a la Santa Sede. Durante el encuentro, Dezcallar
reconoció que “si bien es cierto que pueden existir algunas diferencias
en la forma de enfrentar algunos asuntos, y Su Santidad el Papa ha hecho
algunas referencias a ello en sus palabras, no lo es menos que
probablemente eso es también parte de la esencia de nuestra larga
historia compartida, en la que nunca ha faltado voluntad por ambas
partes para superarlas”. El embajador hizo referencia al discurso
realizado ayer por el Papa y en el que habló de “algunas de las grandes
cuestiones que preocupan hoy a la Iglesia”. Agradeció especialmente la
defensa de la convivencia y de la unidad que hizo ayer Su Santidad al
afirmar que “la diversidad de pueblos, con sus culturas y tradiciones,
lejos de amenazar esta unidad, han de enriquecerla”, porque, añadió,
“creo firmemente, al igual que Su Santidad, en estos valores, que
también defienden el Gobierno y la propia Conferencia Episcopal, como es
bien sabido”.
Según el embajador, la historia de la Embajada de España ante la Santa
Sede, la más antigua del mundo, hace pensar que “esta antigüedad de
nuestras relaciones, es prueba de su solidez por encima de los avatares
de cada día, muestra una voluntad compartida por encima de las
contingencias, que invita a mirar con perspectiva histórica nuestra
relación, en la seguridad de que nosotros pasaremos y ella continuará
sana y robusta, como siempre”.
En el almuerzo participaron, el presidente de la Conferencia Episcopal
española, Antonio María Rouco Varela y el cardenal Julián Herranz,
presidente del Consejo Pontificio paral a Interpretación de los Textos
Legislativos. Además, asistieron el arzobispo de Zaragoza, monseñor
Elías Yanes Álvarez; el arzobispo de Mérida-Badajoz, monseñor Santiago
García Aracil; el arzobispo de Valladolid, monseñor Braulio Rodríguez
Plaza; el arzobispo de Toledo, monseñor Antonio Cañizares Llovera; el
arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín, y el arzobispo de
Oviedo, monseñor Carlos Osoro Sierra.
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