El Papa Juan Pablo II recibirá mañana jueves a mediodía en audiencia privada
al obispo de Santander, monseñor José Vilaplana. El prelado cántabro llegó
hace varios días a Roma para efectuar la 'Visita ad Limina Apostolorum' .
Con ese nombre se designa el encuentro que celebran los obispos con el Papa
en el Vaticano, aproximadamente cada cinco años como signo de la comunión de
los sucesores de los Apóstoles con el sucesor de San Pedro, y de las
Iglesias locales con la Iglesia primada de Roma.
La visita de Vilaplana cobra un especial interés por cuanto la audiencia se
produce en el año en que la Diócesis de Santander está celebrando el 250
aniversario de su creación y los 400 años de la aparición de Nuestra Señora
de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria. Para festejar ambas efemérides,
la Diócesis celebra un Año Diocesano y Mariano que durará hasta el próximo
15 de septiembre. Antes de partir a Roma, Vilaplana adelantó que iba a dar
cuenta al Papa de ese acontecimiento, además de transmitirle un saludo en
nombre de toda la comunidad cristiana de Cantabria.
Los orígenes históricos de la 'Visita ad Limina Apostolorum' se remontan al
siglo IV, aunque fue el Papa Sixto V quien en 1585 la institucionalizó y
dispuso de modo sistemático. Según la legislación de la Iglesia, los obispos
diocesanos deben visitar las tumbas de los apóstoles, encontrarse con el
sucesor de Pedro y presentar un informe o relación de sus respectivas
diócesis cada cinco años aproximadamente.
El Papa mantiene con cada uno de los prelados una entrevista personal y
posteriormente el Pontífice se reúne con todos y en esa audiencia marca las
líneas pastorales más urgentes de las distintas iglesias particulares.
Además del encuentro con el Sucesor de Pedro, los obispos durante su
estancia en la ciudad eterna deben visitar también distintos Dicasterios y
organismos de la Curia Romana. En total, serán 74 obispos españoles los que
se desplacen a Roma entre el 17 de enero y el 6 de marzo en cuatro turnos.