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Servicio diario -
26 de enero de 2005


Santa Sede
La oración, tabla de salvación en momentos de angustia, asegura el Papa
Cardenal Kasper: La unidad de los cristianos tiene en Cristo su único fundamento
Juan Pablo II alienta los Cursillos de Cristiandad
Sesenta Cáritas de todo el mundo analizan en Roma la reconstrucción del sudeste asiático

Mundo
Más de 200 asociaciones piden que el gobierno dialogue con los católicos
Tres nominaciones al Oscar a «La Pasión de Cristo» de Mel Gibson
Sri Lanka: Budistas, hindúes, cristianos y musulmanes oran por las víctimas del «tsunami»
Pésame de la Iglesia en la India por la muerte de cientos de peregrinos hindúes
Obispos italianos se oponen a un referéndum que empeore la ley de fecundación asistida
Asesinado un sacerdote católico en su parroquia en Brjansk (Rusia)

Entrevista
Obispo iraquí: Votar es un deber nacional y religioso

Audiencia del miércoles
Juan Pablo II: Acción de gracias a Dios que salva del abismo

 




 


Santa Sede



La oración, tabla de salvación en momentos de angustia, asegura el Papa
En la audiencia general dedicada a meditar en el Salmo 114

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- La oración, particularmente en los momentos desesperados y de angustia, conmueve el corazón de Dios si se eleva con humildad, constató Juan Pablo II durante la audiencia general de este miércoles.

El pontífice meditó junto a unos seis mil peregrinos congregados en la Sala Pablo VI del Vaticano en el Salmo 114, canto de «Acción de gracias» elevado por el orante judío al constatar que Dios le ha escuchado.

Las imágenes del canto son particularmente fuertes: «Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia. Invoqué el nombre del Señor:
"Señor, salva mi vida"».

«Es una oración breve pero intensa del hombre que, encontrándose en una situación desesperada, se agarra a la única tabla de salvación», constató el pontífice en la catequesis que preparó y que, como en ocasiones precedentes, no leyó íntegramente.

«Una vez salvado --siguió constatando--, el orante proclama que el Señor es "benigno y justo", es más, "misericordioso". Este último adjetivo, en el original hebreo, hace referencia a la ternura de la madre».

«La confianza auténtica siempre experimenta a Dios como amor, a pesar de que en ocasiones sea difícil intuir el recorrido de su acción. Queda claro que "el Señor guarda a los sencillos". Por tanto, en la miseria y en el abandono, se puede contar con él, "padre de los huérfanos y tutor de las viudas"».

«Invocado con fe, el Señor ha tendido la mano, ha roto las redes que rodeaban al orante, ha secado las lágrimas de sus ojos, ha detenido su descenso precipitado en el abismo infernal», constató el Santo Padre al explicar la fuerza de la oración.

El canto, recordó, «concluye con una escena de luz: el orante regresa al "país de la vida", es decir, a las sendas del mundo para caminar "en presencia del Señor"».

«La oración nos ayuda a descubrir el rostro amoroso de Dios --aclaró la síntesis de la catequesis que leyó al final uno de los colaboradores del Papa en castellano--. Él no abandona nunca a sus fieles, garantizándoles que, no obstante pruebas y sufrimientos, al final triunfará el bien».

El pontífice concluyó su meditación citando a un gran pensador cristiano del siglo III, Orígenes, quien en uno de sus textos que hoy se conservan gracias a una traducción en latín de san Jerónimo, decía: «Si uno es grande, si se exalta y es soberbio, el Señor no le protege; si uno se cree grande, el Señor no tiene misericordia de él; pero si uno se abaja, el Señor tiene misericordia de él y le protege».

«Quien es pequeño y miserable puede recuperar la paz, el descanso». Y Orígenes, parafraseando el salmo, concluye: «Digamos también nosotros a nuestra alma: "Recobra tu calma". Nuestra calma es Cristo, nuestro Dios».

Juan Pablo II, que intervino durante la audiencia en siete idiomas, continuó con la serie de intervenciones que viene ofreciendo sobre los cánticos y salmos de la Liturgia de las Vísperas, la oración de la Iglesia al anochecer. Es posible consultarlas en la sección de «Audiencia del miércoles» de la página web de Zenit (www.zenit.org).
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Cardenal Kasper: La unidad de los cristianos tiene en Cristo su único fundamento
Al clausurar la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

ROMA, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- En una sociedad en la que todo es «relativo y arbitrario» es necesario un «sólido fundamento» que no puede ser otro que Jesucristo, afirmó el cardenal Walter Kasper en la liturgia de clausura de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos presidió este martes al anochecer la celebración de las Vísperas en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma.

Representantes, entre otros, del patriarcado ecuménico de Constantinopla, de la Iglesia luterana, de la Iglesia copta ortodoxa, de la Iglesia anglicana elevaron también su oración en diferentes momentos del encuentro ecuménico de oración.

Cristo, aseguró el cardenal alemán, es «el único fundamento sobre el que ha sido construida la Iglesia», y cimentarse en Él «implica la profesión de fe en la "Iglesia, una y santa" y excluye divisiones».

«A través del único bautismo todos estamos en Cristo --añadió--. La "unitatis redintegratio", es decir la recomposición de la unidad, es por tanto una de las tareas prioritarias de la Iglesia», recalcó.

En cuanto al movimiento ecuménico, el cardenal Kasper reconoció que «a veces el impulso inicial parece correr el riesgo de caer en un estado letárgico, y perder su credibilidad. Emergen, por un lado, señales de reticencia y resistencia y, por otro, signos de resignación y de frustración».

Frente a esta situación, no faltan propuestas para «revisar los métodos, cambiar las estructuras, integrar nuevos miembros, examinar las cuestiones urgentes, incluso relanzar una reflexión sobre nuestras intenciones, nuestros objetivos y nuestra agenda».

Ante estas sugerencias, «en cierta medida razonables y relevantes», Kasper considera que es mejor seguir la propuesta del apóstol san Pablo, quien recordaba que «un buen arquitecto» «no empieza por el tejado o la estructura exterior, sino que empieza por los cimientos».

«Sólo un sólido cimiento, que no esté edificado en la arena sino en la roca, según las palabras de Jesús, en el discurso de la Montaña, hace que la casa sea sólida y no caiga cuando se desencadenan los elementos», añadió.

Nadie por tanto puede poner otro cimiento diverso del que ya hay, que es Jesucristo. La respuesta a los nuevos desafíos es, por tanto, «una respuesta de fe y una respuesta espiritual, es decir una respuesta arraigada en la vida y en el espíritu de Cristo».

El objetivo del empeño ecuménico es «el testimonio misionero común, que profesa que la salvación está sólo en el nombre de Jesucristo (Hechos 4,12), ante un mundo que todavía no lo conoce o ya no lo conoce».

Cristo es por tanto no sólo el fundamento sino también el fin de este tipo de compromiso, concluyó,

El cardenal Kasper reconoció que esta realidad no es comprendida por todos y no está muy presente en las discusiones y en las reflexiones y, por este motivo, hoy, en una sociedad en la que «todo se hace relativo y arbitrario, y cada uno se crea una religión propia, ‘a la carta’, necesitamos un fundamento sólido y un punto de referencia común, fiable, en nuestra vida personal y en nuestro trabajo ecuménico».
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«¿Y qué fundamento podríamos tener sino Jesucristo? ¿Quién mejor que Él puede guiarnos? ¿Quién mejor que Él puede darnos luz y esperanza? ¿Dónde si no en Él podemos encontrar palabras de vida?», se preguntó.

Para el cardenal, esto lleva al menos a tres consecuencias. En primer lugar, «estamos divididos respecto a la Biblia, y sólo a través de la lectura, estudio y meditación de la Biblia, podremos reencontrar la unidad», porque «el mejor ecumenismo es el de leer y vivir el Evangelio».

«La ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo», dice citando al Concilio.

En segundo lugar, a través del Bautismo, «estamos ya en comunión fundamental, que nos une a Jesucristo, y que nos une los unos a los otros», por lo cual, en el empeño ecuménico, «no partimos de cero».

Jesucristo, por último, «está presente en la Iglesia por medio de su Palabra y sus Sacramentos». «Es la cabeza de la Iglesia y la Iglesia es su Cuerpo, la Iglesia que Él ha amado y por la que se ha entregado para hacerla santa, purificándola con el agua que lava, y esto mediante la palabra».

«¿No deberíamos entonces, también nosotros, crecer en el amor por la Iglesia, madurar en el "sentire ecclesiam", es decir "sentirnos Iglesia, sentirnos parte integrante de la Iglesia?"», preguntó.

«Podemos y debemos distinguir a Cristo de la Iglesia, pero no podemos separar a uno de la otra. San Agustín nos enseñó la fórmula "Christus Aotus", la plenitud de Cristo como Cabeza y Cuerpo. Es éste el punto de divergencia más profundo entre las Iglesias y las comunidades eclesiales de Occidente, que impide ser plenamente signo e instrumento de Cristo», subrayó.

«Nuestra construcción ecuménica de la unidad plena de todos los discípulos de Cristo resistirá sólo si construimos sobre el único cimiento, que es el Señor, si construimos sobre su Palabra y su Sacramento, si construimos no sobre la sabiduría del mundo sino en el único Espíritu de Jesucristo», añadió.

«Pidamos por tanto al Señor que haga de nosotros buenos arquitectos y nos conceda fuerza y sabiduría espiritual, coraje, paciencia y esperanza», concluyó.
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Juan Pablo II alienta los Cursillos de Cristiandad
Al saludar a participantes en un encuentro organizado por esta nueva realidad eclesial

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II saludó este miércoles a sacerdotes que participaban en un encuentro de Cursillos de Cristiandad, acompañados por el obispo italiano de Cesena, monseñor Antonio Lanfranchi, al concluir la audiencia general de este miércoles.

En junio pasado la Santa Sede reconoció oficialmente este movimiento presente en unos 60 países, en más de 800 diócesis, con unos 5 millones de adherentes.

La idea-base de su camino espiritual es el cursillo: un retiro de tres días en el que se invita a quienes están en búsqueda de Dios para anunciarles las verdades fundamentales de la fe cristiana.

El primer Cursillo de tres días se celebró en verano de 1944 en la isla de Mallorca (España) invitando particularmente a personas con capacidad de liderazgo, tanto «alejados de Dios y de la Iglesia» como practicantes.

Cada Cursillo desembocaba en la formación de pequeños grupos que se reunían luego para ayudarse mutuamente en la oración, el estudio y la acción.

El primer cursillo de cristiandad oficialmente reconocido por autoridades eclesiásticas se celebró del 7 al 10 de enero de 1949 también en la isla de Mallorca, España, como fruto del compromiso de jóvenes de la Acción Católica que habían realizado una peregrinación a Santiago de Compostela, en el Año Mariano de 1948.
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Sesenta Cáritas de todo el mundo analizan en Roma la reconstrucción del sudeste asiático
Tras el «tsunami» del 26 de diciembre

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- Más de 60 Cáritas nacionales de todo el mundo se encuentran reunidas desde este martes en Roma, convocadas por Cáritas Internationalis, para afrontar la emergencia que plantea el sudeste asiático tras el maremoto del pasado 26 de diciembre.

En el encuentro participan representantes de las Conferencias Episcopales y de las Cáritas nacionales de los países flagelados por el «tsunami» así como exponentes de las Cáritas de los diferentes países que están aportando recursos.

Los mecanismos de ejecución de los planes de post-emergencia y reconstrucción puestos a punto por las Cáritas del Sudeste Asiático para paliar los efectos de la catástrofe son los argumentos del encuentro, según han señalado fuentes de Cártias.

Los participantes en el encuentro han puesto la prioridad en definir cuáles van a ser las Cáritas de enlace del conjunto de la red internacional que van a acompañar el trabajo de reconstrucción liderado por cada Cáritas nacional en los países afectados.

Asimismo, en esta reunión se van a definir los mecanismos de ejecución y seguimiento financiero de cada uno de los programas de reconstrucción previstos, de acuerdo a las prácticas de transparencia y austeridad presupuestaria vigentes en la red Cáritas.

Cáritas Internationalis es una confederación de 162 Cáritas nacionales dedicadas al trabajo de asistencia, desarrollo y promoción social a los más desfavorecidos, que está actualmente presente en más de 200 países y territorios.

Se estima que las Cáritas de los países del Sudeste Asiático afectados por el maremoto han movilizado en conjunto a un total de 5.000 voluntarios para auxiliar a los damnificados de esta catástrofe.
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Mundo



Más de 200 asociaciones piden que el gobierno dialogue con los católicos
Presentan el «Pacto por los derechos y las libertades»

MADRID, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org-Veritas).- Más de 200 asociaciones, en su mayoría católicas, han creado un «Pacto por los derechos y las libertades» del que ha surgido un manifiesto en el que expresan su decisión de movilizarse «en defensa de los derechos humanos y en particular de los relativos a la dignidad de la persona, al matrimonio, la familia, la educación, la justicia social y el ejercicio efectivo de la libertad de enseñanza y la religión».

En la presentación del pacto y el manifiesto, que tuvo lugar este miércoles, el presidente de E-Cristians e impulsor de este mismo pacto en Cataluña, Josep Miró i Ardévol, declaró que aunque tienen planeado un acto en un lugar cerrado, no desechan la idea de organizarlo en un lugar abierto, pero que en su calendario no entra por el momento convocar una manifestación.

En la rueda de prensa estuvieron representados Ricardo González, del Consejo de Laicos de Madrid, y Florentino Calleja, de los Hogares de Santa María.

Se han adherido también al pacto Profesionales por la Ética, Schönstatt, Unidos por la Vida, ATR (agrupación de Telespectadores y Radioyentes), Ucip-E, Acción Católica General de Madrid, Adoración Nocturna Femenina Española, AVA, Movimiento Familiar Cristiano, Focolares, Renovación Carismática Católica, entre otros.

En el manifiesto se critica que «el Gobierno, a pesar de sus reiteradas manifestaciones por el diálogo, no lo practica con las organizaciones que representan a los católicos y aquellas otras entidades que coinciden con nosotros en los valores fundamentales de la vida y la sociedad, que constituimos una parte muy importante de la sociedad civil».

En este punto, denuncian que «el Gobierno ha desencadenado un alud de cambios legislativos y actuaciones» sin atender a ninguna de sus razones, y por eso consideran que el Gobierno le ha declarado por esta vía «excluidos, algo que por razones obvias de dignidad», no aceptan.

Esta falta de interlocución del Gobierno es uno de los motivos por los que se ha creado el Pacto, desde el que se exige «un respeto por la vía de los hechos» a sus creencias y valores, y exigen que se establezca una mesa de diálogo con ellos, ya que piensan que «los gobiernos ignoran sistemáticamente, cuando no menosprecian, los planteamientos que nacen de sectores confesional o culturalmente cristianos».

También denuncian que los medios de comunicación ignoran esta realidad y sólo la prestan atención cuando los obispos formulan determinadas ideas, ignorando a los «centenares de miles de hombres y mujeres» que son católicos y que «no tienen ninguna significación en la vida pública». Quieren acabar con esta situación porque «no es socialmente sano que una tan gran proporción de la sociedad esté huérfana de presencia pública».

El Pacto, una vez que finalizó este miércoles su fase presentación, se encamina hacia su difusión, para que se adhieran a él las asociaciones que lo deseen y luego comenzará una fase de estructuración y organización, donde se hará un censo para comprobar las personas que están representadas en él.

Publicamos el Manifiesto por los Derechos y las Libertades presentado este miércoles.

 

MANIFIESTO POR LOS DERECHOS Y LAS LIBERTADES.



Las entidades firmantes del Pacto por los Derechos y la Libertades, consideramos necesario formular lo siguiente a la sociedad española, al Parlamento y Gobierno, así como a las autoridades garantes de la aplicación de las leyes:

1. La necesidad de manifestarnos nace del hecho objetivo de que el gobierno español, a pesar de sus reiteradas manifestaciones por el diálogo, no lo practica con las organizaciones que representan a los católicos y aquellas otras entidades que coinciden con nosotros en los valores fundamentales de la vida y la sociedad, que constituimos una parte muy importante de la sociedad civil. El gobierno ha desencadenado un alud de cambios legislativos y actuaciones sin atender a ninguna de nuestras razones, declarándonos por esta vía ciudadanos excluidos, algo que por razones obvias de dignidad no aceptamos. Reclamamos, por consiguiente, el respeto por la vía de los hechos a nuestras creencias y valores y, en este sentido, exigimos se establezca una mesa de diálogo con las organizaciones que los representan.

2. Reclamamos, en relación a los medios de comunicación, el respeto a nuestras creencias y valores que profesamos de acuerdo con lo que establece la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Constitución Española y la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así como una información objetiva y veraz que ahora no se practica.

3. Reclamamos el cumplimiento efectivo del respeto a la vida desde su inicio en la fecundación hasta su fin natural, y en este sentido, constatamos que el aborto es la muerte violenta de un ser humano. Exigimos el efectivo cumplimiento del derecho de la mujer embarazada a disponer de la información necesaria de carácter médico y social antes de un posible aborto (RD 2409/1986 y Ley 41/2002). Denunciamos que la ley vigente sobre el aborto se incumple sistemáticamente hasta generar escándalos internacionales. Afirmamos el derecho a la objeción de conciencia de acuerdo con la sentencia del 11 de abril de 1985 del Tribunal Constitucional.

4. Reclamamos el respeto y apoyo a todas las personas para que puedan desarrollar una vida digna, con especial atención a los que se encuentran en una situación de mayor debilidad y marginación en el contexto de nuestra sociedad.

5. Reclamamos la erradicación de la pobreza en España mediante una ley integral que ponga fin a la simple gestión de la misma. La pobreza sólo puede ser abordada con eficacia si es tratada como una vulneración de los derechos humanos.

6. Reclamamos se adopten los medios y se aporten recursos para garantizar que todo matrimonio tiene acceso a una vivienda.

7. Exigimos la defensa y promoción del matrimonio como unión natural del hombre y la mujer, tal y como establece el Art. 32 de la Constitución Española, generador de descendencia y responsable principal de su educación. El matrimonio es el fundamento de la sociedad en esta doble condición. Rechazamos el intento de legalizar como matrimonio las uniones de personas del mismo sexo, por ser contraria a su naturaleza antropológica, a sus fines, a la Constitución Española, a los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos y Civiles, y a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así como la equiparación de dichas uniones a la figura matrimonial. El Proyecto de Ley de agilización del divorcio puede significar, como advierte el informe del Consejo General del Poder Judicial, la introducción del repudio de doble dirección, lo que sería insólito en la legislación occidental.

8. Exigimos que se respete el derecho del niño que carece de padre y madre, a ser adoptado y a que sus intereses sean los únicos a considerar, de acuerdo con lo que establece la Declaración Universal de Derechos del Niño. La adopción es el ejercicio de una paternidad y maternidad paliativa para compensar esta carencia básica, y no puede ser subordinada a derechos invocados por personas que desean adoptar, ni instrumentalizada por intereses políticos de lobbies y grupos de presión.

9. Exigimos el respeto efectivo al derecho de los padres como primeros responsables de la educación de sus hijos y, por tanto, a la efectiva libertad de elegir centro escolar. Este derecho incluye el recibir la formación en cultura ético-religiosa, bien de acuerdo con la orientación confesional de cada familia, bien desde la aconfesionalidad, con carácter obligatorio y evaluable, como corresponde a un conocimiento básico para la educación de la persona.

10. La sociedad española es plural y, por consiguiente y en una elevada proporción, religiosa. “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.” Constitución Española. Art. 16.3

Por consiguiente:

Manifestamos nuestra decisión de movilizarnos en defensa de los derechos humanos y en particular de los relativos a la dignidad de la persona, al matrimonio, la familia, la educación, la justicia social y el ejercicio efectivo de la libertad de enseñanza y de religión.
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Tres nominaciones al Oscar a «La Pasión de Cristo» de Mel Gibson


LOS ÁNGELES, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- La taquillera película «La Pasión de Cristo» del director de cine Mel Gibson ha recibido tres nominaciones al Premio Oscar.

La película sobre la pasión y muerte de Jesús recibió postulaciones en fotografía, maquillaje y banda sonora.

Los premios de la Academia se entregan el domingo 27 de febrero en Hollywood.
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Sri Lanka: Budistas, hindúes, cristianos y musulmanes oran por las víctimas del «tsunami»
Jornada oficial de luto en el país

COLOMBO, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- Este miércoles, la capital de Sri Lanka ha sido escenario de una celebración interreligiosa en la que han participado budistas, hinduistas, cristianos y musulmanes en memoria de los más de 31 mil fallecidos por el «tsunami» que, golpeando también otros países del Indico, arrasó la isla hace un mes.

La iniciativa ha partido de la «Inter-religious Peace Foundation», organización para el diálogo religioso y la paz, que tiene en programa otra para el próximo 5 de febrero, fecha en que partirá de la capital una marcha hacia la ciudad de Jaffna, al norte del país, en un recorrido que atravesará territorio controlado por los «Tigres para la Liberación de la Patria Tamil».

En el trayecto se hará parada en las principales localidades afectadas por la tragedia a fin de verificar las necesidades de la población, se orará en los lugares de culto destruidos y se llevará ayuda a los religiosos, según confirmó el monje budista Madampagama Assagi al diario «Colombo news».

De acuerdo con la fundación, al menos 77 templos budistas y 67 iglesias cristianas han sido destruidas o seriamente dañadas por la fuerza del agua. Aún se está reuniendo información sobre la situación de los templos hindúes y de las mezquitas, apunta «Misna».

«La marcha tiene el objetivo de mostrar a la gente cuál es el camino mejor –declaró el padre Damien Fernando, de Sedec-Caritas-- y que se puede vivir y trabajar juntos».

Para los representantes religiosos, el anuncio de estas iniciativas ha sido también ocasión para subrayar los retrasos y las carencias en las operaciones de socorro dirigidas por las autoridades: Assagi puntualiza que, por ejemplo, las compensaciones prometidas por el gobierno –equivalentes a 3 euros por persona y 20 por familia-- aún no han sido proporcionadas.

Todo el país ha vivido manifestaciones religiosas este miércoles, jornada oficial de luto por las víctimas del maremoto.

En Jaffna, el obispo local, monseñor Thomas Savundaranayagam, ha celebrado una Misa en la catedral para la minoría católica. En su homilía invitó a orar «por quien ha perdido la vida en el maremoto, por quien ha sobrevivido, a fin de que no pierda la esperanza y halle valor para recomenzar, y por una rápida obra de recuperación y reconstrucción», cita «Misna».

El prelado recordó que en la zona la mayoría de la población es tamil de religión hinduista, quienes han recordado a sus fallecidos en varias ceremonias celebradas en los templos distribuidos por la región.

De estas regiones del sur y del este, sus tradicionales bastiones, los «Tigres» han enviado un comunicado invitando «a todos a compartir el dolor y el desconsuelo de nuestros hermanos que han perdido a sus seres queridos».

La celebración católica en Mullaitivu, al sur, una de las localidades más golpeadas por el «tsunami», ha sido especialmente impactante, describe el prelado: «Un gran número de personas se reunió para participar en una Misa al aire libre. En el centro había un ataúd simbólico, con las fotos y nombres de numerosas víctimas. Al término de la celebración el ataúd fue llevado en procesión hasta donde había una igleisa, arrancada por el maremoto».

La cifra total de víctimas mortales por el maremoto del día siguiente de Navidad, con epicentro al noreste de Indonesia, se acerca a las 300 mil, un tercio de las cuales son niños.
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Pésame de la Iglesia en la India por la muerte de cientos de peregrinos hindúes
En una avalancha humana en un templo del Estado de Maharashtra

NUEVA DELHI, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- La Iglesia católica en la India ha expresado su dolor por la muerte de aproximadamente 330 peregrinos hindúes --la mayoría mujeres y niños-- atrapados el martes en una avalancha humana en un templo del Estado de Maharashtra.

«Estamos profundamente entristecidos por este lamentable accidente», manifestó el padre Babu Joseph, portavoz de la Conferencia Episcopal del país (CBCI), según cita el servicio informativo del organismo (ICNS).

La Iglesia en la India «expresa su sentido pésame a los familiares de los fallecidos y pide a Dios que les dé fortaleza en esta hora de dolor», añadió.

El episcopado indio también ha solicitado a las autoridades que mejoren las instalaciones en los centros de peregrinación de cualquier religión, que forman parte de la vida del país.

Los informes afirman que un cortocircuito originó un incendio en el templo de Mandharadevi, dedicado a la diosa Kali, al que habían acudido más de 200 mil personas –si bien la cifra podría ser superior-- con ocasión de la peregrinación que cada año, en luna llena, se celebra durante nueve días.

El día más importante de la peregrinación este año, siguiendo el calendario hindú, fue el martes, momento que atrajo a multitud de fieles al templo, situado en lo alto de una colina cerca de Wai.

El incidente ocurrió pasada la una de la tarde, cuando los peregrinos subían al recinto sagrado a hacer la tradicional ofrenda de óleo a la diosa. Al ver las llamas en el templo, el apresuramiento de la gente en la única vía acabó en avalancha.

Se calcula que más de un millar de personas han resultado además heridas, muchas de gravedad.

La situación empeoró cuando, llevadas por su desesperación al ver lo ocurrido, algunas personas prendieron fuego a algunas floristerías en la proximidad. La multitud también incendió algunas tiendas de campaña provisionales, provocando la explosión de bombonas de gas, lo que aumentó el pánico.

Se teme que la cifra de fallecidos aumente, dada la situación crítica de muchos hospitalizados. Toda la noche han tenido que trabajar los servicios de socorro para controlar el fuego en el templo.

Los trabajos de rescate se vieron gravemente obstaculizados por el bloqueo de tráfico en la zona. Los heridos más graves están ingresados en Pune, pues los hospitales en las cercanías de Wai Taluk carecen de los medios adecuados de tratamiento.
ZS05012608

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Obispos italianos se oponen a un referéndum que empeore la ley de fecundación asistida
Comunicado final de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal

BARI, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- Los obispos italianos han manifestado públicamente su oposición al referéndum que busca alterar cuatro aspectos de la ley de fecundación asistida aprobada por el gobierno y que atentan contra la vida humana no nacida.

Tras la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal italiana, reunida en Bari, los obispos hicieron público este martes un comunicado en el que se refieren a la decisión del Tribunal Constitucional italiano de admitir a consulta popular cuatro preguntas sobre esta materia.

El gobierno de Silvio Berlusconi no ha comunicado todavía cuándo tendrá lugar el referéndum.

En el comunicado conclusivo los prelados han «expresados de manera unánime su contrariedad a las eventuales modificaciones que empeoren [la ley] ya sea por vía parlamentaria ya sea a través de un referéndum».

«Tal y como es, la ley, si bien no corresponde a la enseñanza ética de la Iglesia, tiene sin embargo el mérito de salvaguardar algunos principios y criterios esenciales», reconoce el documento episcopal.

Los obispos se proponen, confiesan en el comunicado, «hacer que el pueblo italiano sea más consciente de los reales problemas y de los valores que están en juego, en plena sintonía con el Santo Padre que indica el desafío de la vida entre los principales de nuestro tempo».

Ante la celebración del referéndum, los obispos piden que «la campaña para el referéndum esté marcada por una gran serenidad, respeto y objetividad sobre la gravedad de las cuestiones, con la rica aportación de los órganos de información y comunicación que sepan dar espacio adecuado a las diversas posiciones».

Las cuatro propuestas que los italianos deberán aprobar o rechazar por referéndum prevén:

--cancelar el límite a la investigación clínica y experimental con los embriones;

--cancelar las normas sobre los límites que la ley impone a la fecundación asistida, como la eliminación de la obligación de sólo crear in vitro tres embriones.

--cancelar los derechos del concebido para que sean sometidos a los de personas ya nacidas;

--cancelar la prohibición de la fecundación heteróloga, es decir, con la participación de una tercera persona ajena a la pareja.
ZS05012601

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Asesinado un sacerdote católico en su parroquia en Brjansk (Rusia)
De origen eslovaco, el padre Jan Hermanovski tenía 70 años

MOSCÚ, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- «Un delito sin escrúpulos» que «nos demuestra una vez más cuanto necesita la sociedad de hoy que se proclamen los valores evangélicos»: así define el presidente del episcopado católico ruso --el arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz-- el asesinato del padre Jan Hermanovsky, perpetrado el jueves pasado en su parroquia de Brjansk.

El sacerdote de origen eslovaco, de 70 años de edad, perdió la vida a manos de dos maleantes que entraron en su vivienda para robar. Dos jóvenes de veinte años, sospechosos del homicidio, han sido detenidos por la policía rusa, que continúa investigando sobre el caso.

Monseñor Kondrusiewicz --al frente de la archidiócesis de la Madre de Dios de Moscú--, que conocía personalmente al padre Hermanovsky, le recuerda como «un hombre de Dios».

«Se distinguió siempre sobre todo por su empeño por la unidad de los cristianos y su particular dedicación a los pobres y marginados», le describe en declaraciones a la agencia «Fides» de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos.

De hecho, el propio padre Hermanovsky «distribuía la comida entre los “sin techo” en la estación de su ciudad», así que «los ladrones no habrán encontrado mucho que robar en su vivienda, ya que todo lo que poseía lo daba a los necesitados», subraya el prelado.

El sacerdote desaparecido había llegado a Italia en 1968. Estudió Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Lateranense, fue ordenado sacerdote por el cardenal Ugo Poletti en 1974 en Roma y prestó servicio en algunas parroquias antes de ser incardinado en la diócesis de Florencia en 1978, donde desarrolló numerosos encargos hasta que regresó a su patria en 1995.

Desde 1998 el padre Hermanovsky se encontraba en la Federación Rusa, donde la reconstrucción de comunidades católicas marca una gran necesidad de sacerdotes.

Al principio trabajó en la parroquia de Oriol en Moscú y en diciembre del 2001 fue enviado a la ciudad de Brjansk con la tarea de rehacer la antigua parroquia.

El martes, monseñor Kondrusiewicz celebró en la catedral católica de Moscú el funeral por el padre Hermanovsky --cuyos restos han sido velados desde la víspera en ese mismo lugar--. Igualmente participó el nuncio apostólico, monseñor Antonio Mennini.

El jueves, el presidente del episcopado ruso presidirá los funerales por el sacerdote en Eslovaquia, adonde serán trasladados sus restos.
ZS05012603

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Entrevista



Obispo iraquí: Votar es un deber nacional y religioso
El pastor católico de Kirkuk afirma que televisiones panárabes promueven el fanatismo

KIRKUK, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.orgAsiaNews).- Se acerca el 30 de enero, día de las elecciones en Irak y el obispo caldeo de Kirkuk, monseñor Luois Sako, recuerda a sus fieles que votar es un deber nacional y religioso.

El voto del próximo domingo es «algo inmenso», añade el prelado en esta entrevista concedida a la agencia misionera AsiaNews, pues por primera vez los iraquíes podrán elegir «libremente a sus jefes».

--¿Cree que serán significativas las elecciones del 30 de enero a pesar de los límites que impondrá en estos días la violencia?

--Monseñor Sako: Sí, porque el gobierno actual es provisional, pero tras las elecciones surgirá de una opción de la gente. Los iraquíes tienen la posibilidad de indicar quiénes son los jefes, los que ellos quieren. Las elecciones son algo inmenso y nuevo. Durante los últimos cincuenta años no había sucedido nada igual: primero a causa de los enfrentamientos y revoluciones, después por los 35 años de régimen. Nunca se ha dado la libertad de expresión. Pero ahora todo es posible: si hay personas y partidos que discuten y se enfrentan, es porque tienen libertad. Ahora los iraquíes tienen que aprender a dialogar de manera civilizada. Pero el pueblo iraquí nunca ha sido educado en la convivencia, siempre ha vivido en medio de la violencia: tres guerras, un régimen, trece años de embargo… Por este motivo, hoy la libertad no se utiliza de manera responsable y surgen los problemas.

--¿Cuánta gente podría acudir a las urnas el próximo domingo?

--Monseñor Sako: Los telediarios hablan del 80%. Es verdad que hay gente que tiene miedo de las amenazas, pero yo digo que hay una condición para llegar a la normalidad, y esta condición son las elecciones. Puedo decir que el domingo mucha gente irá a votar.

--En occidente, entre los periódicos y las televisiones, no parece que haya mucha simpatía por las elecciones iraquíes.

--Monseñor Sako: Precisamente este lunes el Papa ha pedido a los medios de comunicación que ayuden a la gente a comprender la realidad. El problema que estamos experimentando en Irak se debe precisamente a los medios de comunicación: se escriben y transmiten demasiadas mentiras y provocaciones. Basta pensar en los canales de televisión «Al Jazeera» y «Al Arabiya», que dan noticias falsas en nombre de un auténtico fanatismo, condenado por los mismos jefes musulmanes iraquíes. Estas televisiones difunden una continua provocación a la violencia contra los estadounidenses e incluso contra los iraquíes. En estos medios, se mezcla terrorismo y resistencia, pero para mí hay una clara diferencia. La resistencia es algo noble; pero hace dos días estalló una bomba durante una boda: hubo 20 muertos. Me pregunto, ¿esto es resistencia? Aquellas veinte víctimas eran iraquíes, hombres y mujeres inocentes, ¿es esto un acto de resistencia? ¿Es un acto de resistencia atacar a una iglesia o a una mezquita?

--Monseñor Basile Georges Casmoussa, arzobispo siro-católico de Mosul, secuestrado la semana pasada, tras su liberación pidió el retiro de los estadounidenses. Usted, ¿qué opina?

--Monseñor Sako: Creo que monseñor Casmoussa ha hecho estas declaraciones porque tiene en cuenta su situación en Mosul: allí casi toda la ciudad, en su mayoría suní, está en contra de la presencia estadounidense. Pero si los estadounidenses se van hoy de Irak, se dará una guerra civil entre kurdos y árabes, suníes y chiíes, musulmanes y cristianos. Esto está claro.

Por este motivo es mejor que no se vayan ahora los estadounidenses. Dentro de poco tiempo se dará un gobierno nacional, se está formando un ejército y un cuerpo de policía. Poco a poco se está realizando un proyecto de renacimiento, pero esto no tiene lugar por arte de magia. Los estadounidenses deben permanecer hasta que los iraquíes puedan tomar las riendas de la nación. Ahora no son capaces, no se dan las estructuras adecuadas.

--¿Cuál es la situación de los cristianos iraquíes?

--Monseñor Sako: Cambia según las ciudades. En Mosul es muy difícil, porque los suníes son la mayoría de la población y están en contra de las elecciones, pues con la caída del régimen de Sadam Hussein, han perdido el poder. En Mosul cualquier persona puede organizar un secuestro por dinero o venganza, no hay policía ni seguridad. Pero en Bagdad, en Basora, en el sur, así como aquí en Kirkuk, en el Kurdistán, la situación es normal.

Los problemas se dan en el centro, en la zona suní. Todo el pueblo iraquí es consciente de que los cristianos constituyen un elemento esencial de la sociedad iraquí. Son una parte del patrimonio iraquí y de la historia del país.

--¿Cómo se preparan los cristianos a las elecciones?

--Monseñor Sako: En las misas hemos hablado de las elecciones y hemos invitado a los cristianos a votar. El otro día, aquí en Kirkuk, todos los representantes de las Iglesias firmaron una declaración común para alentar a los cristianos a que vayan a votar. La entregamos al alcalde y a los representantes de la provincia. Ha sido acogida con favor. Es un llamamiento a los iraquíes a ir a las urnas, pues votar «es un deber nacional y religioso para contribuir al nacimiento de un nuevo Irak para todos».

No hemos aconsejado que escojan una lista u otra; hemos dicho a la gente que vaya a votar, aunque la situación no sea perfecta, pues el voto es un paso importante hacia la democracia y la libertad. Las elecciones son el camino adecuado para una sociedad capaz de progreso. Hay partidos cristianos que se han presentado como candidatos tanto para las elecciones provinciales como para la Asamblea Nacional. También hay políticos cristianos en otros partidos, por ejemplo, en los kurdos.

--¿Por quién votarán los cristianos?

--Monseñor Sako: Nosotros pedimos que voten por quienes son capaces de dirigir el país de manera justa y democrática. Los cristianos votarán según su conciencia. La novedad es que los cristianos no están ausentes, y esto ayuda a un porvenir mejor. La Iglesia debe ayudar a la gente a quedarse, alentarla a comprometerse en la reconstrucción, favorecer el diálogo étnico y cultural.
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Audiencia del miércoles



Juan Pablo II: Acción de gracias a Dios que salva del abismo
Comentario al Salmo 114

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 enero 2005 (ZENIT.org).- Publicamos la meditación que ofreció Juan Pablo II este miércoles en la audiencia general sobre el Salmo 114, «Acción de gracias».

 

Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida».

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó.

Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.

Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.




1. En el Salmo 114, que se acaba de proclamar, la voz del salmista expresa su amor agradecido al Señor, después de que escuchara una intensa súplica: «Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco» (versículos 1-2). Tras esta declaración, se ofrece una sentida descripción de la pesadilla mortal que ha atenazado la vida del orante (Cf. versículos 3-6).

Se representa el drama con los símbolos habituales de los salmos. Las redes que enredan la existencia son las de la muerte, los lazos que la angustian son la espiral del infierno, que quiere atraer a su interior a los vivientes sin nunca saciarse (Cf. Proverbios 30, 15-16).

2. Es la imagen de una presa caída en la trampa de un inexorable cazador. La muerte es como un mordisco que aprieta (Cf. Salmo 114, 3). El orante ha dejado a sus espaldas el riesgo de la muerte, acompañado por una experiencia psíquica dolorosa: «caí en tristeza y angustia» (versículo 3). Pero desde ese abismo trágico lanza un grito hacia el único que puede tender la mano y sacar al orante angustiado de este ovillo imposible de deshacer: «Señor, salva mi vida» (versículo 4).

Es una oración breve pero intensa del hombre que, encontrándose en una situación desesperada, se agarra a la única tabla de salvación. Del mismo modo gritaron en el Evangelio los discípulos en la tormenta (Cf. Mateo 8,25), del mismo modo imploró Pedro cuando, al caminar sobre las aguas, comenzaba a hundirse (Cf. Mateo 14, 30).

3. Una vez salvado, el orante proclama que el Señor es «benigno y justo», es más, «misericordioso» (Salmo 114, 5). Este último adjetivo, en el original hebreo, hace referencia a la ternura de la madre, evocando sus «vísceras».

La confianza auténtica siempre experimenta a Dios como amor, a pesar de que en ocasiones sea difícil intuir el recorrido de su acción. Queda claro que «el Señor guarda a los sencillos» (versículo 6). Por tanto, en la miseria y en el abandono, se puede contar con él, «padre de los huérfanos y tutor de las viudas» (Salmo 67,6).

4. Comienza después un diálogo entre el salmista y su alma, que continuará en el sucesivo Salmo 115, que debe considerarse como parte integrante del que estamos meditando. Es lo que ha hecho la tradición judía, dando origen al único Salmo 116, según la numeración hebrea del Salterio. El salmista invita a su alma a recuperar la paz serena tras la pesadilla mortal (Cf. Salmo 114, 7).

Invocado con fe, el Señor ha tendido la mano, ha roto las redes que rodeaban al orante, ha secado las lágrimas de sus ojos, ha detenido su descenso precipitado en el abismo infernal (Cf. versículo 8). El cambio es claro y el canto concluye con una escena de luz: el orante regresa al «país de la vida», es decir, a las sendas del mundo para caminar «en presencia del Señor». Se une a la oración comunitaria del templo, anticipación de esa comunión con Dios que le esperará al final de su existencia (Cf. versículo 9).

5. Al concluir, retomemos los pasajes más importantes del Salmo, dejándonos guiar por un gran escritor del siglo III, Orígenes, cuyo comentario al Salmo 114 nos ha llegado en la versión latina de san Jerónimo.

Al leer que el Señor «inclina su oído hacia mí», afirma: «nos damos cuenta de que somos pequeños, no podemos levantarnos, por esto el Señor inclina su oído y se digna escucharnos. Al fin y al cabo, dado que somos hombres y que no podemos convertirnos en dioses, Dios se hizo hombre y se inclinó, según está escrito: "Él inclinó los cielos y bajó" (Salmo 17, 10)».

De hecho, sigue diciendo poco después el Salmo, «el Señor guarda a los sencillos» (Salmo 114, 6): «Si uno es grande, si se exalta y es soberbio, el Señor no le protege; si uno se cree grande, el Señor no tiene misericordia de él; pero si uno se abaja, el Señor tiene misericordia de él y le protege. Hasta el punto de que llega a decir: "aquí estamos yo y los hijos que me ha dado" (Isaías 8, 18). Y también: "Me humillé y Él me salvó"».

De este modo, quien es pequeño y miserable puede recuperar la paz, el descanso, como dice el Salmo (Cf. Salmo 114, 7) y como comenta el mismo Orígenes: «cuando se dice: "Vuelve a tu descanso", es señal de que antes había un descanso que después se ha perdido… Dios nos ha creado y nos ha hecho árbitros de nuestras decisiones, y nos ha puesto a todos en el paraíso, junto a Adán. Pero, dado que por nuestra libre decisión perdimos esa beatitud, terminando en este valle de lágrimas, el justo exhorta a su alma a regresar allí donde cayó… "Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo". Si tú, alma, regresas al paraíso, no es porque eres digna, sino porque eres obra de la misericordia de Dios. Si saliste del paraíso, fue por tu culpa; sin embargo, el regresar es obra de la misericordia del Señor. Digamos también nosotros a nuestra alma: "Recobra tu calma". Nuestra calma es Cristo, nuestro Dios» (Orígenes-Jerónimo, «74 homilías sobre el libro de los Salmos» --«74 Omelie sul libro dei Salmi»--, Milán 1993, pp. 409.412-413).

[Traducción del original italiano realizada por Zenit. Al final de la audiencia, un colaborador del Papa pronunció esta síntesis en castellano:]

Queridos hermanos y hermanas:
La invocación de ayuda dirigida al Señor, que acabamos de escuchar en el Salmo de hoy, nos muestra el gran valor de la oración. Ante el grave peligro el fiel se aferra a Él, como a su única tabla de salvación, y expresa el agradecimiento por la liberación obtenida.

La fe auténtica siente siempre a Dios como amor, también cuando en algún caso puede resultar difícil comprender hasta el fondo los motivos de su actuación.

La oración nos ayuda a descubrir el rostro amoroso de Dios. Él no abandona nunca a sus fieles, garantizándoles que, no obstante pruebas y sufrimientos, al final triunfará el bien.

[A continuación, el Papa dirigió este saludo en castellano a los peregrinos:]

Saludo cordialmente a los peregrinos de España y América Latina, especialmente a los del Arzobispado Castrense y de las diócesis de Mérida-Badajoz y Alcalá de Henares. ¡Qué vuestra oración ante la tumba de Pedro os ayude a descubrir el rostro amoroso de Dios que, a pesar de las dificultades y sufrimientos, nunca nos abandona! ¡Gracias!
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