Cartas al director

- 27/01/2005 El preservativo y el sida
Una vez aclarado, a pesar de muchos, que la doctrina de la Iglesia sobre moral sexual no ha cambiado ni cambiará nunca, conviene decir algunas verdades sobre el preservativo y el sida.


Dicha pandemia ha tenido como causa principal la promiscuidad sexual, dentro de la cual el uso del preservativo es una de sus manifestaciones -pues en un contexto de castidad no cabe el preservativo-, es decir, que los millones de muertes provocadas por el sida se han debido al hecho de no haberse seguido las recomendaciones de la Iglesia, desde siempre: uso de la sexualidad en el matrimonio y abierta a la vida. Dicho lo cual, lo que parecería lógico es atacar la causa del mal: la promiscuidad sexual, pues no: el cinismo de esta sociedad lleva a atacar al único remedio de ese mal: el cumplimiento fiel de la doctrina de la Iglesia. Es como si alguien mata a otro y meten en la cárcel al policía porque no estaba allí en ese momento y al asesino lo nombran Director General por la defensa de la Vida. Pues bien, siendo una de las causas del sida, el preservativo, pues desde que se “inventó” se ha multiplicado por mil la promiscuidad sexual, ahora resulta que el condón es el Garante de la Salud Sexual. Por eso, seguro que la Ministra de Sanidad dormiría tranquila y plácidamente si supiera que el novio de su hija es enfermo de sida; pero usa el preservativo.


Adrián Fernández Sabido
Madrid