Redacción -
27/01/2005 El subsecretario de Asuntos Exteriores,
Luis Calvo, convocó ayer al nuncio del Vaticano en España, monseñor
Manuel Monteiro de Castro, para mostrarle la "extrañeza" del Gobierno
por las referencias del Papa a las restricciones de la libertad
religiosa por parte del Ejecutivo. Además, Calvo manifestó al nuncio en
la reunión "su deseo de mantener un fructífero entendimiento con la
Iglesia"
El subsecretario de Asuntos Exteriores, Luis Calvo, convocó a una
reunión en el Palacio de Santa Cruz al nuncio del Vaticano en España,
monseñor Manuel Morteiro de Castro, para mostrarle la "extrañeza" del
Ejecutivo por las referencias a España que hizo el Papa ante los obispos
españoles el pasado lunes. Juan Pablo II denunció que "en España se
difunde una mentalidad inspirada en el laicismo hasta promover un
desprecio hacia lo religioso".
Según explicó el ministerio en un comunicado, Luis Calvo manifestó a
monseñor Manuel Morteiro de Castro su extrañeza por la mención de Juan
Pablo II al "deber que tienen los poderes públicos de garantizar el
derecho a la enseñanza religiosa y de asegurar las condiciones reales de
su ejercicio". El subsecretario subrayó en este sentido que el régimen
docente de la enseñanza religiosa está regulado por el acuerdo que
suscribieron España y la Santa Sede en 1979 sobre enseñanza y asuntos
culturales.
En la reunión, Calvo expresó en nombre del Gobierno a monseñor Monteiro
su asombro "por la referencia explícita" que hizo el Papa "a un supuesto
laicismo restrictivo que pudiera limitar la libertad religiosa", así
como a "que el mismo pudiera ser atribuido a una actitud deliberada del
Gobierno". El Ejecutivo reiteró, en esta conversación con el nuncio, "su
deseo de mantener un fructífero entendimiento con la Iglesia, mediante
un diálogo permanente basado en el respeto profundo del ámbito de
competencias que los acuerdos entre España y la Santa Sede reconocen a
ambas partes".
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