El pleno del Consejo General del Poder Judicial aprobó ayer por 11 votos a
favor y 9 en contra el estudio sobre el proyecto de ley del matrimonio
homosexual que duda de la constitucionalidad de la norma, del que se
eliminó la frase que advertía de que la reforma sería tan radical como
legalizar la unión entre un animal y una persona.
Tras la reunión, el ponente del informe, el vocal Luis Requero, pidió
disculpas por si alguien se había sentido ofendido por esa frase, pero
opinó que todas las críticas se centraron en ella para no entrar en el
fondo del asunto y lamentó que no le hayan pedido perdón quienes han dicho
que el estudio lo ha redactado una mente «enferma o deformada».
La denominada minoría progresista, que votó en contra del dictamen,
presentó tres votos particulares al texto para mostrar con diferentes
argumentos, según explicó el vocal Luis Aguiar, su oposición a las tesis
de la mayoría conservadora y defender la constitucionalidad del proyecto.
Para Requero, la conclusión del informe es que «no hay una igualdad
jurídica de las personas homosexuales respecto a las heterosexuales en
relación a la institución matrimonial, puesto que ésta tiene una
finalidad, una dimensión y una estructura distinta al modelo de
convivencia» de los homosexuales.
Reflexión
El portavoz del CGPJ, Enrique López, también tomó la palabra para resumir
el informe: desaconseja que bajo la fórmula del matrimonio se regulen las
uniones entre personas del mismo sexo, se solicita que se abra una
reflexión más profunda y, en todo caso, se rechaza la adopción por parte
de esas parejas y se apuesta por regular por otra vía ese tipo de uniones.
Requero, tras subrayar que las consideraciones vertidas en el informe son
«siempre jurídicas», insistió en que el proyecto presenta «dudas de
constitucionalidad» y destacó como ejemplo la adopción por parte de las
parejas homosexuales, una opinión que, según dijo, comparte otros
organismos como el Consejo Consultivo catalán.
El informe ha tratado de estudiar, según explicó, hasta qué punto es
válido y aconsejable en el ordenamiento jurídico español «alterar un
elemento sustancial del matrimonio, como es la heterosexualidad», para
abrir esa institución a los homosexuales.
Respecto a la polémica suscitada por la frase en la que se hacía alusión a
la unión entre un hombre y un animal, Requero consideró que ha sido
«bueno» quitarla del informe final porque la afirmación habido sido
utilizada «intencionadamente» para no debatir el fondo del proyecto.
Tras asegurar que no se pretendía «ofender la dignidad de nadie», explicó
que la frase «no era comparativa, sino una reducción al absurdo» y se
mostró dolido por las descalificaciones vertidas contra quienes han
apoyado el dictamen -con adjetivos como «despreciable» o «filibustero»-
sin que haya ninguna petición de perdón.
Por su parte, el vocal de la minoría progresista Luis Aguiar mostró a los
medios su «total desacuerdo con el informe». Para manifestar su oposición
al dictamen, con diferente argumentación jurídica, presentaron hoy votos
particulares además de Aguiar, la vocal María Angeles García (nombrada
como el primero a propuesta del PSOE) y Alfons López Tena (CiU).