MISIÓN. Ernesto Magán con niños indígenas. / D.M.
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El sacerdote campurriano Ernesto Magán, Hermano Misionero Oblato de María
Inmaculada, por medio de un escrito remitido desde Oaxaca (México), agradece
las ayudas que nuevamente ha recibido de Reinosa y de otros municipios de
Campoo, con destino a la ejecución de varios proyectos, principalmente pozos
de agua potable, en la misión de Morro Mazatán, Tehuantepec, en el estado de
Chiapas, en Casa Salina Cruz-Oaxaca.
Este misionero campurriano, que lleva unos veinte años en solitario, al
frente de centros de niños de familias pobres, muestra su agradecimiento a
las atenciones y ayudas recibidas desde Cantabria para los fines que
persigue para mejorar la «precaria calidad de vida de mi gente, los
indígenas de Oaxaca, que por no tener, no tienen tan siquiera agua potable
en muchos de los pueblos». El hermano Magán, además de mostrar su
agradecimiento por los gestos de solidaridad, califica de especialmente
«importantes para su proyecto» las ayudas que ha recibido ordenadas por los
alcaldes de Reinosa, Las Rozas de Valdearroyo, Campoo de Enmedio, Campoo de
Suso, Campoo de Yuso, así como de las Hermanas Mercedarias de Santander, y
del Obispado de Santander.
Magán destaca el grado de pobreza y de miseria que aún existe en Chiapas, y
cuya situación afecta directamente a los más jóvenes por la falta de
recursos para su formación, como centros escolares y material.
Para afrontar estas situaciones de marginación, este misionero atiende a 18
municipios con una población de más de 40.000 habitantes.