Redacción -
28/01/2005 El ministro de Asuntos Exteriores,
Miguel Angel Moratinos, aseguró ayer que el Gobierno mantiene su
"voluntad de diálogo" con la Santa Sede y su deseo de reforzar dicho
diálogo, restando así importancia a la polémica surgida por el discurso
del Papa Juan Pablo II y la convocatoria el miércoles del Ministerio de
Asuntos Exteriores al Nuncio de Su Santidad. A este respecto, el
secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Cooperación, Bernardino
León, afirmaba que la polémica “está zanjada”.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en
declaraciones a RNE desde Santiago de Chile volvió a insistir, tal como
hizo el miércoles el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, en que el Ejecutivo "respeta los discursos y manifestaciones
del Papa". Aseguró que "hay una voluntad política de mantener el diálogo
y reforzar ese diálogo constructivo en los temas que son lógicamente
sensibles".
Moratinos explicó que se convocó al Nuncio del Vaticano, monseñor Manuel
Monterio de Castro, "para que nos explicase el trasfondo, las razones"
del mensaje del Papa y que el subsecretario de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, Luis Calvo Merino, le explicó "claramente lo que es un
mandato de un programa electoral que la ciudadanía española decidió
apoyar el 14 de marzo". En opinión del ministro, "lo que hace falta es
utilizar los marcos de diálogo, y ese marco de diálogo entre España y la
Santa Sede lógicamente pasa por los canales diplomáticos donde hay que
expresar las preocupaciones las inquietudes y buscar soluciones". Por
último, quiso hacer hincapié en "la serenidad que existe y que siempre
ha presidido las relaciones entre la Iglesia y el Estado español".
Por otra parte, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y
Cooperación, Bernardino León, consideraba ayer "zanjada" la polémica con
la Iglesia y afirmó que el Gobierno sigue "trabajando, colaborando y
dialogando" con la Santa Sede porque hay "muchos temas que tratar en
común dentro del respeto a la labor del Gobierno, y también desde el
respeto que el Gobierno tiene a las actividades de la Iglesia Católica".
León insistió en que el contacto entre el Gobierno y el Vaticano "es
permanente" y que las relaciones son "excelentes", si bien admitió que
es verdad que en el discurso del Papa se produjeron "algunas
afirmaciones" que provocaron "extrañeza" por parte del Gobierno. Esto
fue lo que provocó que Exteriores convocara al Nuncio del Papa en
Madrid, a una reunión en la que, según León, se produjo "una
conversación amistosa" en la que se le trasladó precisamente la
"extrañeza" del Gobierno y "nada más". "Pero desde la amistad, un
espíritu de cooperación y unas relaciones presididas por unos acuerdos
que se están cumpliendo plenamente por ambas parte", apostilló el
secretario de Estado de Asuntos Exteriores.
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