Redacción -
29/01/2005 La vicepresidenta primera del Congreso
y miembro de la Ejecutiva del PSC, Carme Chacón, ha asegurado que la
política educativa del Gobierno ha traído a España “una libertad
religiosa” que “no existía con las reformas introducidas por el Gobierno
de José María Aznar”. El Gobierno velará, según Chacón, por que “las
decisiones de la Conferencia Episcopal respecto a los derechos de los
profesores de religión estén plenamente amparados y cubiertos en la
Constitución y por el Estatuto de los trabajadores”. Además, Chacón, ha
acusado de “sexista” a la Iglesia porque las mujeres “no puedan ser
sacerdotes”.
La vicepresidenta primera del Congreso y miembro de la Ejecutiva del
PSC, Carme Chacón, ha asegurado que la política educativa del Gobierno
ha traído a España “una libertad religiosa” que “no existía con las
reformas introducidas por el Gobierno de José María Aznar”. El Gobierno
velará, según Chacón, por que “las decisiones de la Conferencia
Episcopal respecto a los derechos de los profesores de religión estén
plenamente amparados y cubiertos en la Constitución y por el Estatuto de
los trabajadores”. Además, Chacón, ha acusado de “sexista” a la Iglesia
porque las mujeres “no puedan ser sacerdotes”.
Durante la inauguración de las jornadas del Partido Socialista de
Cataluña sobre Derechos Civiles, la vicepresidenta primera del Congreso,
Carme Chacón, se ha referido a la “libertad religiosa” de la que hablaba
esta semana el presidente Zapatero en Buenos Aires, afirmando que “hoy
volvemos a tener libertad religiosa”, a través de una política
socialista que defiende el “derecho de padres y madres a escoger si
quieren que sus hijos reciban educación religiosa en la escuela”. La
dirigente socialista garantizó que el Ejecutivo “seguirá trabajando no
solamente por esta libertad religiosa sino también por que los
profesores y profesoras de religión estén absolutamente amparados en los
derechos públicos y privados y por los derechos garantizados por el
Estatuto de los trabajadores”, algo que, añadió, “tampoco pasó con el
Gobierno de Aznar”.
Chacón se refirió a la “oposición beligerante de la Conferencia
Episcopal” a estas reformas socialistas y pidió “respeto” a la jerarquía
eclesiástica, alegando que el Gobierno respeta a su vez las decisiones
que ésta toma para sí. “Si la Iglesia quiere discriminar a las mujeres
no permitiéndoles ser sacerdote, que lo hagan, o si se niega a oficiar
matrimonios entre personas homosexuales nosotros lo respetamos, pero le
pedimos también respeto a las regulaciones, que desde el Gobierno,
hacemos de los matrimonios civiles”.
El vicesecretario general y portavoz del PSC, Miquel Iceta, aseguró que
“las críticas recientes de la jerarquía eclesiástica a la política” del
Gobierno español “no son casuales” sino que responden al hecho de que
“determinados sectores reaccionarios han decidido que se acabó lo que se
daba, que esto de que haya más libertad pone en cuestión creencias que
querían imponer y por eso están dispuestos a luchar por cada centímetro
de libertades ganadas”. Iceta ironizó con el discurso del Papa en el que
habló sobre el Plan Hidrológico Nacional quiso recordándoles “a los que
dijeron que su reino no era de este mundo, que se atengan a sus
palabras” y no intenten establecer “sus propias convicciones” como
“regla obligatoria para todo el mundo”.
Chacón, que inaugurara ayer las jornadas del PSC, presentó a debate con
la militancia las tres principales reformas introducidas por el Gobierno
del PSOE en este campo: la Ley Integral contra la Violencia Doméstica, y
los proyectos que permitirán el matrimonio entre personas homosexuales y
que facilitarán el divorcio. Durante el acto, la dirigente socialista
remarcó los “enormes avances” que suponen estas iniciativas del Gobierno
en materia de “derechos y libertades” y que sitúan a España “en la
vanguardia” de la defensa de los derechos civiles.
|