ADVERTENCIA. El Papa, en una imagen de archivo. / EFE
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El Papa Juan Pablo II reiteró este sábado su desaprobación de la concesión
de anulaciones matrimoniales con demasiada ligereza, recordando a los
miembros de un tribunal del Vaticano que hay riesgo de falsedad y corrupción
durante el proceso. El Sumo Pontífice hizo este comentario durante un
discurso a la Lista romana, el tribunal del Vaticano competente para
conceder las anulaciones matrimoniales. El Papa se quejó muchas veces en el
pasado de que la Iglesia concedía anulaciones a menudo, y se ha referido con
frecuencia a la santidad del matrimonio.
«Intereses individuales y colectivos pueden conducir a las partes a recurrir
a varios tipos de falsedad e incluso a la corrupción para alcanzar un
veredicto favorable», dijo Juan Pablo II, insistiendo en que los jueces
eclesiásticos deberían buscar, siempre y exclusivamente, la verdad.
«Un juez que realmente actúa como un juez -con la justicia- nunca se ve
influido por sentimientos de compasión falsa hacia la gente, ni por los
modelos falsos de pensamiento, aunque estén extendidos», advirtió.
La anulación es el proceso por el cual la Iglesia efectivamente declara que
un matrimonio nunca ha tenido lugar. La Iglesia Católica Romana no reconoce
el divorcio para los católicos, tan solo anulaciones, y únicamente en
circunstancias específicas, como cuando un marido o la esposa no quiere
tener a niños o si un esposo fuera encontrado psicológicamente incapaz de
contraer un matrimonio válido.
El Papa agregó que aunque la Justicia debería ser rápida, la necesidad de
alcanzar un veredicto rápido no debería obstaculizar la búsqueda de la
verdad. Asimismo, se declaró en contra de conceder anulaciones a matrimonios
que han fallado. En ocasiones, «en nombre de supuestas exigencias pastorales
se ha levantado alguna voz para proponer la declaración de nulidad de las
uniones totalmente fallidas».
El resultado de esa actitud es «mantener la apariencia del proceso y
disimular la falta de un verdadero juicio», lo cual -agregó- entra en
contradicción con los principios más elementales de la normativa de la
Iglesia Católica.
Cristianos del PSOE
Por otro lado, las relaciones entre el gobierno español y la Iglesia seguen
siendo objeto de reacciones. El recién elegido coordinador federal del Grupo
Cristianos Socialistas del PSOE, Carlos García Andoin, pidió a la jerarquía
española de la Iglesia católica que diga con qué políticas sociales del
Gobierno socialista están de acuerdo.
García Andoín señaló, en la conferencia de prensa en la que presentó la
reunión que celebra este fin de semana en la capital vizcaína la comisión
permanente de la Liga Internacional de Creyentes Socialistas, que «la
Iglesia tiene derecho a decir en qué cosas discrepa del Gobierno pero
también debiera decir en qué cosas está de acuerdo, porque este Gobierno,
realmente, esta proponiendo sus políticas desde un impulso moral».