SociedadProyecto Hombre constata un aumento de la demanda de tratamientos de desintoxicación por parte de los adolescentesLa organización presentó ayer uno de sus informes anuales
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La demanda de tratamiento por parte de los adolescentes que consumen drogas ha crecido un 50% en los centros de Proyecto de Hombre durante el 2005, en comparación con el año anterior. Pero este dato puede reflejar también el aumento de una mayor conciencia en relación con este problema y la necesidad de atajarlo cuanto antes por parte de los implicados y sus familiares, afirmó el presidente de esta ONG, Albert Sabatés, al presentar el Informe sobre la percepción de la familia ante el abuso de drogas de sus hijos adolescentes.
Sabatés quiso lanzar el mensaje de que «hay solución» y destacó el hecho de que un 34% de estos adolescentes atendidos, con edades comprendidas entre los 13 y 22 años, habían recibido tratamiento psicológico anterior. También subrayó que un 14,2% de ellos son inmigrantes, principalmente de Marruecos, Ecuador, Colombia y países de Este.
En cuanto a las familias, el informe pone de manifiesto que un 22% de los padres reconoce un mayor consumo de alcohol, frente al 8,5% de las madres. Sobre las drogas ilegales, los padres consumen más cocaína, cannabis y heroína, pero en las madres solo se observan estos consumo de forma esporádica.
Los porcentajes de los padres que consumen drogas ilegales se corresponden con los de la población en general, según el director de comunicación de Proyecto Hombre, Lino Salas. Recordó que el de la cocaína se sitúa en torno a un 3,5%.
El perfil
El perfil del adolescente en tratamiento corresponde en el 81,4% de los casos a una varón, frente a un 18,6% de mujeres, con una edad media de 18,2 años. Son mayoritariamente españoles, un 85,5%, frente al citado 14,2% de inmigrantes.
Casi el 45% por ciento de todos ellos habían recibido con anterioridad algún tipo de tratamiento previo: un 34%, tratamiento psicológico; un 13% venían de centros específicos de drogodependencia, y un 10% habían recibido tratamiento psiquiátrico. Estos trastornos psiquiátricos y psicológicos suelen ser de ansiedad, estados de ánimo cambiante, depresión, algunos tienen problemas de esquizofrenia y/o falta de control de impulso.
Los responsables de Proyecto Hombre destacaron también el hecho de que el 25,5% no tiene ninguna ocupación, ni estudia ni trabaja, y que un 46% de los que acuden a sus centros han abandonado los estudios. La edad media de abandono es además de 15,9 años.
La media de amigos íntimos es de tres, de los cuales dos suelen consumir alcohol regularmente y uno cannabis. Y la edad media de los progenitores es de casi 50 años para el padre y cerca de 46 para la madre, y predominan los casados (80%), seguidos de los separados o divorciados (12%).
Limitar el uso del alcohol, tras el tabaco, debe ser una prioridad de las políticas de Salud Pública, según coincidieron ayer en señalar varios expertos reunidos en Barcelona en una jornada sobre la importancia de la salud pública en la política sanitaria.
El director general de salud pública de la Generalitat, Antoni Plasencia, señaló que en España el uso del alcohol se ha abordado poco como un problema colectivo porque no existe una percepción social del riesgo que está asociado al beber.
Tras asegurar que hasta hace muy poco en las agendas políticas no figuraba el problema del alcohol «porque siempre se ha tomado como una conducta individual», destacó que, aunque todavía queda mucho por hacer con el tabaco, hay que empezar a ver qué estrategias han funcionado y cuáles podrían utilizarse.
Simon Chapman, catedrático de Salud Pública de Australia y especialista en cuestiones relacionadas con el tabaco, explicó cómo con políticas de salud pública se ha logrado reducir el tabaquismo en su país al 17% por ciento, la mitad que hace 30 años.
Anunció además que para el 2020 esperan que solo fume el 10% de la población, básicamente personas marginales, de clases sociales muy desfavorecidas o con problemas mentales.
En la reducción del tabaquismo al 50% han influido, según dijo, los medios de comunicación al promover políticas saludables, y la prohibición de fumar en restaurantes y lugares de trabajo.