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28
de junio de 2006
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Santa Sede
La fe no se expresa de manera
abstracta, sino con obras de amor; aclara el Papa
Al meditar en la carta de Santiago
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Para Benedicto XVI la fe, si es auténtica, no se expresa de manera abstracta,
sino con obras concretas de amor.
Esta fue la conclusión a la que llegó este miércoles al reflexionar en la figura
del apóstol Santiago el Menor, cuya biografía es poco conocida, pero que dejó a
la cristiandad una carta que forma parte de los escritos del Nuevo Testamento.
En ese texto, aclaró el Papa al dirigirse a los 25.000 peregrinos que soportaron
un sol de justicia y una humedad pegajosas en la plaza de San Pedro del
Vaticano, «insiste mucho en la necesidad de no reducir la propia fe a una
declaración verbal o abstracta, sino en expresarla concretamente con buenas
obras».
Según Benedicto XVI, Santiago «nos invita a la constancia en las pruebas
gozosamente aceptadas y a la oración confiada para obtener de Dios el don de la
sabiduría, gracias a la cual llegamos a comprender que los verdaderos valores de
la vida no están en las riquezas transitorias, sino en saber compartir las
propias capacidades con los pobres y necesitados».
Lo que al obispo de Roma le gusta de la carta de Santiago es que «muestra un
cristianismo muy concreto y práctico».
«La fe debe realizarse en la vida sobre todo en el amor al prójimo y
particularmente con el compromiso con los pobres», aclaró.
«Este es el trasfondo con el que se debe leer también la famosa frase: "Así como
el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta"
(Santiago 2, 26)». Algunos, reconoció, han contrapuesto esta declaración con
otra de san Pablo en la que dice que no somos justificados ante Dios en virtud
de nuestras obras, sino gracias a nuestra fe (Cf. Gálatas 2).
«Sin embargo --aseguró el Papa--, las dos frases, que aparentemente son
contradictorias, en realidad, si se interpretan bien, son complementarias. San
Pablo se opone al orgullo del hombre, que piensa que no tiene necesidad del amor
de Dios», pues la gracia «donada y no merecida».
Santiago, indicó, «habla, por el contrario, de las obras como fruto de la fe:
"El árbol bueno da frutos buenos", dice el Señor. Y Santiago nos lo repite a
nosotros».
Por último, dijo, «la carta de Santiago nos exhorta a ponernos en las manos de
Dios en todo lo que hacemos, pronunciando siempre las palabras: "Si el Señor
quiere" (Santiago 4, 15)».
«De este modo, nos enseña a no planificar nuestra vida de manera autónoma e
interesada, sino a dejar espacio a la inescrutable voluntad de Dios, que conoce
el auténtico bien para nosotros. De este modo, Santiago sigue siendo un maestro
de vida para cada uno de nosotros», concluyó.
ZS06062812
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Una relación inseparable une al
cristianismo con la religión judía, constata Benedicto XVI
Al meditar en la audiencia general sobre el apóstol Santiago el Menor
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Benedicto XVI constató la relación inseparable que une al cristianismo con el
judaísmo durante su intervención en la audiencia general de este miércoles, en
la que reflexionó sobre la figura del apóstol Santiago el Menor.
Ante unos 25.000 peregrinos, que tuvieron que soportar un tremendo calor en la
plaza de San Pedro, el pontífice continuó con la serie de meditaciones semanales
en las que está profundizando en la figura de los doce apóstoles para ilustrar
el origen e identidad de la Iglesia.
Autor de una de las cartas del Nuevo Testamento, Santiago el Menor, como
reconoció el Papa, ha pasado a la historia por su intervención en el Concilio de
Jerusalén, en pleno debate entre los apóstoles sobre si los gentiles (no judíos)
debían someterse a la ley de Moisés para seguir a Cristo.
Según la propuesta, aceptada por todos los apóstoles presentes, que ha quedado
recogida en el libro de los Hechos de los Apóstoles, no era necesario someter a
la circuncisión a los gentiles que creyeran en Jesucristo, sólo se les debería
pedir que se abstuvieran de la costumbre idolátrica de comer carne de animales
ofrecidos en sacrificio a los dioses, y de la «impureza», término que
probablemente aludía a las uniones matrimoniales no permitidas.
«En la práctica, se trataba de aceptar sólo pocas prohibiciones de la
legislación de Moisés, consideradas importantes», explicó el Papa.
De este modo, según siguió diciendo, «se alcanzaron dos resultados
significativos y complementarios, ambos todavía hoy válidos».
Por una parte, aclaró, «se reconoce la relación inseparable que une al
cristianismo con la religión judía, como su matriz perennemente viva y válida;
por otra, se permitió a los cristianos de origen pagano conservar la propia
identidad sociológica, que hubieran perdido si hubieran sido obligados a
observar los llamados "preceptos ceremoniales" de Moisés».
«En definitiva --constató--, comenzaba una práctica de recíproca estima y de
respeto, que, a pesar de las dolorosas incomprensiones posteriores, buscaba por
su propia naturaleza salvaguardar lo que era característico de cada una de las
dos partes».
ZS06062811
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La unión con el Corazón de Jesús,
secreto del apostolado; asegura el Papa
Al dirigirse a los participantes en el congreso del Apostolado de la Oración
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
El secreto de un apostolado fecundo está en la unión al Corazón de Jesús,
asegura Benedicto XVI.
Es la consigna que dejó este miércoles, al final de la audiencia general
celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en el saludo que dirigió a los
participantes en el Congreso Nacional Italiano del
Apostolado de la Oración.
El encuentro ha celebrado los cincuenta años de la publicación encíclica de Pío
XII «Haurietis aquas», con la que dio un fuerte impulso a la devoción al Sagrado
Corazón de Jesús.
«Que la unión con el Corazón de Jesús sea para todos fuente de santidad y de
eficaz acción apostólica deseó el Papa».
El Congreso del Apostolado de la Oración ha reunido del 26 al 28 de junio en
Roma a 500 delegados de las diferentes diócesis italianas.
El encuentro ha confirmado «la urgencia de un regreso a la interioridad que
responde a una expectativa difundida y profunda de nuestra sociedad», ha
comentado el padre Massimo Taggi S.I., director nacional del Apostolado de la
Oración.
«El mundo de hoy tiene una necesidad urgente de espiritualidad», había dicho ya
el padre Taggi al inaugurar las sesiones de trabajo y «la espiritualidad es la
respuesta concreta a una de las mayores urgencias de nuestra sociedad,
involucrada en un proceso sutil y prepotente que ya no es de secularización sino
de auténtico secularismo ateo y materialista».
En las conclusiones del Congreso se confirmó la fisonomía de servicio eclesial
del Apostolado de la Oración, compatible con todos los movimientos y
asociaciones, y el compromiso de profundizar en la formación de los animadores,
en particular, en la escucha de la Palabra de Dios y de su aplicación a los
acontecimientos de nuestro tiempo.
El Apostolado de la Oración nació en Vals, cerca de Le Puy, en Francia, el 3
diciembre 1844, por intuición del padre Francisco Javier Gautrelet, SJ entre
estudiantes jesuitas.
Quiere ser una escuela de santidad, estimulando a vivir el Bautismo y la
Eucaristía, en el espíritu del «sacerdocio común de los fieles», a través de
tres metas fundamentales y progresivas: el ofrecimiento diario; la consagración;
la reparación.
Hoy, el Apostolado de la Oración está presente en todo el mundo y tiene, al
menos, 50 millones de socios; se calcula que cien millones de personas practican
cada día el Ofrecimiento de la jornada.
ZS06062813
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Mundo
La Biblia se difunde cada vez más, pero
permanece el analfabetismo religioso
Resultados de un estudio realizado en Italia, España y Francia
ROMA, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
La difusión de la Biblia y del Nuevo Testamento experimentan un gran
crecimiento, pero al mismo tiempo persiste el fenómeno de una cultura religiosa
débil. Son estos los resultados de una investigación encargada por la Alianza
Bíblica Universal (ABU), dirigida por el profesor Luca Diotallevi, de la
Universidad «Roma Tres».
La investigación abarca un periodo de tres años e incluye a Francia, España e
Italia. El sondeo, llevado a cabo por Eurisko con una muestra de 650 personas de
los tres países, incluye también entrevistas en profundidad con líderes de la
Iglesia católica, buscados a propósito, de los tres países, con una valoración
final de los datos recogidos.
El profesor Diotallevi, sociólogo, director de la investigación explicó en una
rueda de prensa celebrada en Roma el 26 de junio que, en los 40 años siguientes
al Concilio Vaticano II, la Biblia «entró masivamente en las familias de muchos
cristianos, en casas donde antes no estaba. La pena es que en muchos casos se
quede cerrada, un objeto sagrado en lugar de un Libro sagrado».
La investigación pone de manifiesto que la difusión y conocimiento del texto
bíblico se da sobre todo a través de la misa dominical. El cumplimiento del
precepto festivo ve en primer lugar a España, con el 49% de los creyentes. Sigue
Italia con el 29% y Francia, con el 26%.
De la investigación se deduce que, entre estos practicantes, el 55% de los
franceses lee la Biblia, el 52% de los españoles y el 42% de los italianos.
Entre quienes participan en lecturas de grupo, el 21% son franceses, el 17%
italianos y el 12% españoles. Según los entrevistados, la homilía es el
instrumento más difundido para hacer conocer la Biblia.
El conocimiento de los hechos bíblicos sigue siendo muy parcial, reconoce el
estudio. En las entrevistas se hicieron preguntas trampa en las que se pedía
indicar quiénes entre los santos eran autores de un evangelio. El 32% indicó a
san Pedro y el 49% a san Pablo, poniendo de relieve la confusión entre
evangelista, apóstol y autor de epístolas.
Según los entrevistados en los tres países, «el aspecto más positivo de la
Iglesia» es la parroquia (46% españoles, 42% franceses, 39% italianos). En
segundo lugar se señala al Papa (26% España, 25% Italia y 17% Francia), y en
tercer lugar están los grupos laicales (Francia 13%, España 11%, Italia 8%).
«De la investigación --subrayó Diotallevi- emerge un conocimiento religioso
débil o nulo», con porcentajes del 56% en España, 47% en Italia y 44% en
Francia, y una alfabetización bíblica baja: 30% Italia, 22% España, 21% Francia.
Diotallevi concluyó precisando que «en general se experimenta la importancia de
la Biblia , pero es necesario emprender iniciativas promuevan más su difusión y
su conocimiento profundo, y podrán ser más eficaces si católicos, protestantes y
ortodoxos saben colaborar juntos».
ZS06062808
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Devuelven la iglesia de San Juan
Bautista a los católicos en Rusia
ROMA, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Una de las iglesias católicas construidas a principios del siglo XIX, en uno de
los lugares de mayor tradición histórica en Rusia, ha sido devuelta a los
católicos más de 50 años después de que fuera confiscada por el poder soviético.
Se trata del templo de San Juan Bautista que se localiza en el poblado de
Pushkin --o Tsarskoe Selo, como se le conocía antiguamente-- en el noroeste de
Rusia, a tan sólo unos kilómetros de la ciudad de San Petersburgo.
En una ceremonia celebrada el pasado 24 de junio en el portón del templo, fueron
firmados los documentos que registran el regreso a la comunidad católica del
lugar de esta iglesia que había sido cerrada desde 1938 para convertirla en un
salón de prácticas de educación física y posteriormente, en una sala de
conciertos.
«¡Preparad el camino al Señor!» dijo al retomar el templo de San Juan Bautista
monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de la Arquidiócesis de la Madre de
Dios en Moscú.
Durante la misa celebrada ante más de 200 fieles que se reunieron para la
ocasión, que «Cristo llega a sus discípulos a través del servicio de la
Iglesia».
Como símbolo de la devolución del templo de San Juan Bautista, al arzobispo
Kondrusiewicz le fueron entregadas una cruz representando al templo y las llaves
del mismo.
«Espero que de ahora en adelante, estas llaves en Rusia se utilicen no para
cerrar iglesias como se hizo por decenas de años durante la época soviética,
sino para abrir santuarios que le sean regresados a los fieles», dijo monseñor
Kondrusiewicz resaltando el significado del gesto de las llaves.
En el acto estuvieron presentes también el diputado de la Asamblea Legislativa
de San Petersburgo, Igor Rimmer, el director del Museo Nacional Tsarskoe Selo,
Ivan Sautov, así como sacerdotes rusos y protestantes.
Durante la celebración de la misa, monseñor Kondrusiewicz bendijo un icono de la
Virgen de Fátima preparado especialmente para este templo.
Datos históricos
La iglesia de San Juan Bautista se empezó a construir entre 1823 y 1825 por
órdenes del zar Alejandro I, luego de que el templo de madera que existía en
Tsarskoe Selo se volviera pequeño para dar cabida a los fieles.
El 21 de noviembre de 1826 la iglesia fue bendecida y terminada en su totalidad
por el arzobispo de la diócesis de Minsk, Lipski. Tras el arresto posterior del
párroco ya en tiempos de la Unión Soviética, las presiones políticas hicieron
firmar a quienes se encontraban a su cargo, un documento donde se declaraban
«imposibilitados para reparar el templo y pagar los impuestos correspondientes
del inmueble al Estado».
De esta forma, en el año de 1938 la iglesia de San Juan Bautista fue cerrada al
culto hasta 1991, cuando un 17 de marzo se volvió a realizar una celebración
religiosa.
Cabe mencionar que durante dos siglos, el poblado de Tsarkoe Selo fue
considerado como la «residencia de gala» del zar durante el verano. De 1811 a
1843 aquí se ubicó también el Liceo Imperial de Tsarskoe Selo donde fuera
educado el poeta nacional de Rusia, Alexander Pushkin.
Curiosamente, el regreso del templo de San Juan Bautista a la comunidad católica
coincide con el recorrido que realiza por Rusia, de unas reliquias que son
consideradas, según la tradición, los restos de la mano derecha de quien
precisamente bautizara a Jesús en el Jordán.
ZS06062809
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Se inaugura un «Café Cristiano» en
Portugal
Con la presencia del obispo de Setúbal
AMORA, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Dar respuesta a los desafíos de la Nueva Evangelización es el motivo de la
apertura del primer «Café Cristiano» en Amora (localidad de Setúbal, Portugal).
A su inauguración, el fin de semana pasado, acudió el obispo local, monseñor
Gilberto Délio Gonçalves Canavarro dos Reis.
Se trata de un espacio para tomar un café «servido con amor» –no se venden
bebidas alcohólicas— con derecho a una mesa con una Biblia y un block de notas,
oír música, presenciar un espectáculo teatral o leer libros. Pero también es
posible orar y confesarse.
«El fin de semana fue de fiesta, con mucha música, teatro y baile», comentó a la
Agencia ECCLESIA Lina Andrade, una de las promotoras de este proyecto que, según
los responsables, surge «como respuesta a los desafíos de la Nueva
Evangelización».
Por cuanto se conoce, el proyecto es inédito en la Península Ibérica; ha
suscitado «reacciones positivas y de sorpresa».
Abierto –en horario provisional— de jueves a sábados (de 16.00 a 23.00 horas) y
domingos (hasta las 19.00 horas), en el local hay un grupo musical fijo, pero se
acogerán otros grupos de música cristiana.
Y es que se desea «entrar en intercambio con otros grupos eclesiales para
enriquecer esta forma de evangelizar», apunta Andrade.
En los 400 metros cuadrados del «Café» hay una sala de atención «para casos
problemáticos», una zona de guardería «para que las jóvenes parejas puedan
acudir con sus niños», una biblioteca, un salón amplio –para actividades
diversas-- y una pequeña capilla. Será posible recibir el sacramento de la
Reconciliación.
Desde el próximo sábado, el «Café Cristiano» de Amora promoverá, semanalmente,
un tiempo de adoración al Santísimo Sacramento (de 16.00 a 17.30 horas).
Para septiembre se ha previsto el inicio de la celebración mensual de la
Eucaristía.
ZS06062810
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La India: la «devolución» de 600
cristianos al hinduismo, acto de «propaganda extremista»
Advierte un obispo católico del Estado indio de Orissa
SARAT, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Ni siquiera son originariamente hindúes los 600 tribales cristianos que han
pasado en el estado indio de Orissa por una ceremonia de «reconversión» al
hinduismo, organizada por fundamentalistas.
Fue el viernes pasado cuando tuvo lugar una de las mayores ceremonias de
«reconversión» al hinduismo jamás celebradas en Orissa, confirma la agencia del
Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews».
En el acto, el «Vishwa Hindu Parishad» (ala religiosa del «Bharatiya Janata
Party», BJP, partido de impronta nacionalista y fundamentalista que gobierna
actualmente el Estado del noreste indio) «devolvió» al hinduismo a unos 600
cristianos tribales –92 familias-- del distrito de Mayurbhanj.
En la ceremonia –en el campus del “Pandit Raghunath Murmu Memorial College” de
Sarat-- estuvieron presentes algunos de los representantes más significativos
del BJP. Las autoridades locales dispusieron fuertes medidas de seguridad.
Secretario del Consejo Regional de los obispos de Orissa, monseñor Lucas
Kerketta –obispo de Sambalpur— aclaró a la agencia del PIME que el acto
celebrado se trata sólo de una campaña de propaganda orquestada por los
fundamentalistas de la «Brigada azafrán» (color del hinduismo nacionalista).
Y denunció: «En Orissa la ley anti-conversión vale sólo para las conversiones al
cristianismo, pero cuando se trata de pasar al hinduismo la policía acude a las
ceremonias y se hace espectadora silenciosa, convirtiéndose en cómplice del
extremismo hindú».
Bajo el gobierno o el apoyo del BJP, leyes de este tipo existen en otros Estados
indios (Zenit,
29 mayo 2005).
Recientemente, en otra de estas ceremonias «en las remotas zonas rurales» del
Estado de Orissa, «se gritaron insultos contra los misioneros cristianos ante la
policía, que no movió ni un dedo», lamentó el obispo de Sambalpur.
Y «lo trágico es que los tribales no son originariamente ni siquiera hindúes»,
recalca.
«Son sólo extremadamente pobres --describió monseñor Kerketta --, y su
subsistencia depende por completo de las comunidades mayoritarias; por esto son
fácil objeto de presiones e intimidaciones por parte de quien quiere obligarles
a participar en estas “reconversiones”».
Presidente del «All India Catholic Union» (representa a 16 millones de católicos
indios) y secretario general del «All India Christian Council» (representa a
cristianos de diversas confesiones), John Dayal subrayó, vistos los hechos:
«Ante todo debemos hablar de “conversión”, no de “reconversión” al hinduismo».
«En segundo lugar, aunque soy contrario, habría que aplicar la ley anti-conversión
también en estos casos, y no sólo a los sacerdotes cristianos», apuntó, según
cita la agencia del PIME.
«Es evidente que estas leyes regionales del BJP representan una amenaza no sólo
para las tradiciones seculares de la India, sino también para la estructura
federal del Estado». «Invito al gobierno central a tomar medidas contra el modo
del BJP de administrar estados como Orissa, Rajasthan y Chattisgarh, que si no
enfrentan fracturas en la democracia nacional», concluyó.
ZS06062807
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El cardenal Dias se despide de la India
desvelándole claves de auténtico crecimiento
Nombrado prefecto del dicasterio misionero, se traslada a Roma
BOMBAY, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Un apremiante llamamiento ha lanzado el hasta ahora arzobispo de Bombay a fin de
que la India crezca no sólo en poder económico, sino sobre todo en valores
espirituales y morales.
Recientemente nombrado por el Papa nuevo prefecto de la Congregación vaticana
para la Evangelización de los Pueblos (Zenit,
22 mayo 2006), el cardenal indio Ivan Dias se despidió el domingo de la
archidiócesis donde nació y de la que ha sido pastor la última década.
Unas 4.000 personas de diferentes credos acudieron al «Jesuit College of St.
Peter» (en Bandra, Bombay) a la despedida del prelado.
Ante los asistentes, el cardenal Dias no dudó en afirmar que la India podría
hacer grandes progresos en el campo espiritual, cuya medida no tiene que ver
tanto con los índices económicos como con el crecimiento del sentido cívico y de
los valores morales.
«Cristo ama a la India, y la India necesita a Cristo», recalcó.
Por su parte, los participantes en el acto le elogiaron por su significativo
compromiso en el dialogo interreligioso en el país, según recoge una nota
informativa difundida por la Conferencia de los Obispos Católicos de la India (CBCI).
El purpurado alertó además de tres amenazas para el país: «el chovinismo étnico,
el sistema de castas y la corrupción».
Y expresó su esperanza acerca de que los muchos partidos y políticos indios se
muestren por encima de todo por su integridad moral, comprometidos a trabajar
por los pobres y los «sin casta».
Aprovechó también su despedida para reiterar que la labor de la Iglesia católica
en la India en el campo de la educación, el bienestar social y la salud no
tiene, y jamás ha tenido, objetivo proselitista.
Este aspecto de entrega, no de proselitismo, de la Iglesia lo recalcó un mes
atrás, recordado las cifras de esta labor desinteresada: los cristianos sólo
representan el 2,3% de la población india (1,8% del total de habitantes del país
es católico), pero a pesar de ser una «diminuta minoría» «atienden el 20% de
toda la educación primaria del país, el 10% de los programas comunitarios de
alfabetización y sanidad, el 25% de la atención de los huérfanos y viudas, y el
30% del cuidado de los discapacitados, leprosos y pacientes con Sida».
«La gran mayoría de quienes se valen de estas instituciones» pertenecen a
religiones distinta del Cristianismo --añadió entonces--. Tales instituciones
son «muy apreciadas por hindúes, musulmanes» y miembros de otros credos --o de
ninguno--, «quienes admiran a los cristianos por su servicio desinteresado por
los que sufren, los marginados, los analfabetos y los oprimidos» (Zenit,
24 mayo 2006).
1.095 millones de habitantes tiene la India: hindúes en un 80,5% y musulmanes en
un 13,4%.
Antes de su discurso del domingo, el cardenal Dias presidió la Eucaristía de
despedida que concelebraron dieciocho obispos.
Estuvieron presentes también miembros de la Asociación Ecuménica de Obispos y
personalidades activamente implicadas en el diálogo interreligioso.
Cita la CBCI a Kala Archarya –del Centro Interreligioso del “Somaiya College” de
Bombay--, quien describió al purpurado como una «luz en la India» y recalcó su
impulso en el diálogo interreligioso «tras las huellas de Juan Pablo II». «El
mundo entero puede encontrar su sendero en la ruta que él ha trazado», confió.
ZS06062801
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Periodista egipcio invita a los
musulmanes a visitar los santuarios marianos
ROMA, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Magdi Allam, egipcio de religión musulmana, subdirector de «Il Corriere della
Sera», el más difundido diario italiano, ha propuesto a los musulmanes que viven
en Italia que visiten los santuarios marianos de ese país que les da acogida.
El periodista, que presentó su propuesta en las páginas del periódico en el que
trabaja, ha relanzado la iniciativa en una entrevista concedida a Zenit, pues
está convencido de que la Virgen María constituye un punto de encuentro entre
cristianos y musulmanes.
«María es una figura presente en el Corán, que le dedica una sura entera y la
cita una treintena de veces. En los países musulmanes existen santuarios
marianos que son objeto de veneración y peregrinación por parte de fieles
cristianos y musulmanes».
«Por tanto --aclara-- considero que si esto sucede en los países musulmanes,
¿porqué no puede suceder en un país cristiano, sobre todo en una fase histórica
en la que necesitamos definir símbolos, valores y figuras que unan a las
religiones, y que unan las espiritualidades y las culturas?».
«Por consiguiente --concluyó el subdirector del Corriere della Sera--, en mi
opinión, la peregrinación mariana de Loreto --el santuario nacional de Italia--
puede representar un momento de encuentro y agregación espiritual entre
musulmanes y católicos, en torno a María, una figura religiosa que es venerada
por ambas religiones».
En un artículo publicado en «Il Corriere della Sera» el 15 de junio, el escritor
Vittorio Messori, autor de libros entrevista con Juan Pablo II y con el cardenal
Joseph Ratzinger, se ha sumado al llamamiento de Magdi Allam por considerar que
el diálogo entre cristianos y musulmanes «puede recomenzar a partir de María».
ZS06062805
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Jerusalén: 25 años de presencia de las
franciscanas del Corazón de Jesús
ROMA, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
El 31 de mayo pasado se festejó el 25 aniversario de la presencia de las
religiosas franciscanas del Corazón de Jesús, en el convento de San Salvador,
«cuartel general» de la Custodia de Tierra Santa en Jerusalén.
Las primeras ocho religiosas, enviadas por la madre general, sor Ines Gauci, a
petición del custodio padre Maurilio Sacchi, llegaron a San Salvador el 18 de
mayo de 1981, y el 31 del mismo mes la congregación inició oficialmente su
servicio en el convento.
El objetivo era el de asumir el encargo de la enfermería de la Custodia, del
orfanato masculino y de la cocina del convento. De las primeras religiosas, la
única que permanece es sor Fedelina Gabea.
Para conmemorar el 25 aniversario, se celebró una Misa de Acción de Gracias en
la iglesia de San Salvador. Durante la homilía, el padre Artemio Vítores,
vicario de la Custodia, dio gracias a Dios por la presencia y el servicio de las
religiosas en la Custodia de Tierra Santa.
La congregación fue fundada el 15 de agosto de 1880 en la isla de Gozo (Malta)
por don Giuseppe Diacono, ayudado por sor Margarita de Brincat, sor Margarita
«del Corazón de Jesús», considerada cofundadora de la congregación.
El proceso de beatificación de sor Margarita está actualmente en curso en la
Postulación General de la Orden de los Hermanos Menores.
La congregación es de derecho pontificio desde 1927 y tiene diversas casas en
Malta y Gozo, Sicilia, Bari, Roma (con la casa general), Ferrara, Londres, Corfú,
Jerusalén, Pakistán, Etiopía, Kenia, Australia, Brasil y Filipinas (Manila).
En Jerusalén hay en la actualidad cinco religiosas franciscanas y son
responsables en la cocina, colaboran en la enfermería, y en el cuidado de los
paramentos sagrados de la Basílica de la Resurrección.
ZS06062802
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Subsisten en el mundo violaciones de la
libertad religiosa
El periodista Magdi Allam comenta el Informe sobre la situación
ROMA, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Subsisten todavía en el mundo violaciones, abusos y violencias contra la
libertad religiosa. El mundo islámico y China son las dos fronteras en las que
se decidirá el futuro de la libertad religiosa.
Esto es lo que pone de manifiesto el Informe sobre la Libertad Religiosa en el
Mundo, editado por la asociación «Ayuda a la Iglesia Necesitada», presentado en
Roma y en Lisboa el 27 de junio.
Magdi Allam, egipcio, subdirector de «Il Corriere della Sera», el más difundido
e influyente diario italiano, explicó que «leyendo este Informe, no siendo
cristiano, he percibido con gran claridad que la libertad religiosa es el
fundamento de la libertad».
Allam precisó que, en general, en el mundo laico, «se piensa exactamente lo
contrario» y hablando de la situación difícil que caracteriza al mundo musulmán,
subrayó que «está en curso una fuerte involución con ninguna posibilidad, ni
libertad, de convertirse a otra religión, y un millón de judíos y cuatro
millones de cristianos que se han ido de Tierra Santa».
Tras subrayar que «el Informe contiene una documentación extraordinaria que es
útil no sólo para los especialistas», el subdirector de «Il Corriere della Sera»
afirmó que «la libertad religiosa es el fundamento de la libertad porque
significa el respeto por la sacralidad de la vida y el respeto por la dignidad y
la libertad de la persona».
«Vida y libertad que son los fundamentos de cualquier sistema liberal y
democracia», afirmó Allam.
Sobre los fundamentalistas islámicos, que todavía hace dos días masacraron a
jóvenes y personas en Irak, y degollaron a funcionarios de la embajada rusa,
Allam precisó que no se trata de «resistentes sino de terroristas que tienen una
ideología de odio y de violencia, que instrumentalizan la religión».
El padre Bernardo Cervellera, misionero del Instituto Pontificio de Misiones
Extranjeras, y director de AsiaNews, anunció con satisfacción que, desde el
pasado día 25 de junio, está en Pekín una delegación de la Santa Sede, integrada
por monseñor Claudio Celli y monseñor Gianfranco Rota Graziosi, de la Secretaría
de Estado, para entrevistarse con algunas personalidades del Gobierno chino.
Según el director de AsiaNews, es una buena noticia que sin embargo se
contrapone a las continuas violaciones de la libertad religiosa y de los
derechos humanos que el Gobierno chino sigue realizando contra cristianos y
otras religiones.
El padre Cervellera recordó que han sido golpeados religiosas y sacerdotes
católicos y las propiedades de la Iglesia han sido expropiadas para construir
edificios destinados a las próximas Olimpiadas.
Tres obispos católicos han sido secuestrados por la policía china y desde hace
siete años no se sabe nada de ellos. Hay sacerdotes que se marchitan en campos
de concentración y, según los datos proporcionados por las iglesias evangélicas
en el último año, 1.958 pastores y fieles han sido encarcelados y sus casas y
lugares de culto destruidos.
«La represión contra los cristianos es la punta del iceberg de una política
represiva contra cualquiera que se bata por el respeto de los derechos humanos»,
subrayó el padre Cervellera.
El misionero del PIME recordó que, según los datos proporcionados por el
Ministerio de Seguridad Pública, sólo en 2004 «hubo 76.000 revueltas sociales en
China, con choques entre población y fuerzas del orden».
ZS06062803
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La globalización llama a los cristianos
a evangelizar, advierte el cardenal Sepe
Cinco años prefecto del dicasterio misionero
JAVIER (NAVARRA), miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
«Dimensión fundamental y constitutiva de la fe cristiana», la misión no puede
detenerse por ninguna situación actual o futura, pero «los desafíos modernos
exigen su renovada actuación», advierte el cardenal Crescenzio Sepe.
Hasta su reciente nombramiento como arzobispo de Nápoles, el purpurado italiano
ha permanecido cinco años al frente de la Congregación vaticana para la
Evangelización de los pueblos.
Tuvo oportunidad de alertar «de la necesidad y de la urgencia de la misión ad
gentes en el mundo de hoy» durante su estancia Javier (provincia española de
Navarra), «cuna» de San Francisco Javier, con ocasión del V Centenario del
nacimiento del patrono de las misiones.
Allí, en el marco de las Jornadas Nacionales de Delegados Diocesanos de Misiones
y Directores de las Obras Misionales Pontificias (20-22 de junio), el cardenal
Sepe trazó «la actual situación mundial que patentiza la urgencia de la misión»,
caracterizando aquella «por rápidas y generales transformaciones, por la
desestructuración de las sociedades tradicionales, por el fenómeno de la
secularización y el renacimiento de un vago sentimiento religioso».
Concretó, entre los nuevos elementos que exigen una nueva respuesta misionera,
«el actual proceso de secularización y globalización», que se manifiesta
principalmente «en tres ámbitos: económico, medios de comunicación y movimientos
migratorios».
El modelo económico global «promueve una sociedad basada en una competición sin
piedad» y conduce a una cultura que «tiende a negar la trascendencia y considera
los valores religiosos como instrumentales» --cuando no contrarios-- al
bienestar de la persona, de forma que se estima «el cristianismo en la medida
que contribuye a resolver los problemas materiales de la humanidad y favorece su
“progreso”», apuntó.
Considera que esta situación también interpela a la misión: «se trata de asumir
el aspecto positivo de la globalización y proponer la novedad de la fe y de la
antropología cristiana, para dar un alma y un rostro humano a dichos cambios».
En cuanto a las «posibilidades casi ilimitadas» que ofrecen las nuevas
tecnologías aplicadas a los medios de comunicación, el cardenal Sepe admitió la
importancia de estar presentes «en dicho areópago moderno».
Pero «debemos tener presente que el medio más eficaz y privilegiado para el
anuncio de la fe es el testimonio de la vida y la evangelización inmediata (sin
medios), directa, personal, de tú a tú », subrayó.
Contemplando los masivos flujos migratorios desde la perspectiva de la misión ad
gentes, de acuerdo con el cardenal Sepe «la presencia en nuestros países de una
pluralidad de pueblos no cristianos constituye la ocasión privilegiada para
ofrecerles, en el pleno respeto de su libertad, el primer y el mejor servicio
que podemos darles: el testimonio del Evangelio y el anuncio de Cristo y del
Reino de Dios».
Igualmente la Iglesia está llamada a afrontar –como «una gran oportunidad para
un nuevo anuncio de fe»-- «el vacío de ideales y valores, y el crecimiento del
relativismo moral y religioso en nuestras sociedades post-cristianas» que, lejos
de implicar «la desaparición de lo religioso», «aumenta el interés» «por lo
esotérico, la magia, new age, sectas», enumeró el purpurado.
«Para ello --sugirió-- tal vez deberemos dejar esquemas atrofiados e inspirarnos
de nuevo en el primer modelo apostólico, modelo que sirve de fundamento y es
paradigmático, lo contemplamos en el Cenáculo: los apóstoles están unidos y
perseveran con María, en espera de recibir el don del Espíritu».
«Dejarse guiar por el Espíritu --aclaró-- significa caminar por la vía de la
santidad. Un renovado impulso hacia la misión ad gentes exige misioneros
santos».
Y recordó que «el diálogo interreligioso de ningún modo nos debe hacer perder de
vista la necesidad de la misión ad gentes. Nuestro ser cristiano no se
limita a creer, rezar y esperar, sino que exige comunicar, difundir y compartir
con los demás los bienes experimentados en el encuentro con Dios».
«Esta nueva etapa histórica de la humanidad exige de los cristianos una fe
adulta, espiritualmente madura, radicada en el fiel seguimiento de Cristo y de
su Iglesia», sintetizó.
Es lo que se necesita para promover adecuadamente la «nueva primavera» de la
misión, con la conciencia de que para el cristiano «la verdad es la persona de
Cristo». «En nombre de la tolerancia --alertó-- no podemos relativizar la
identificación de Jesús con la verdad, pues siempre estamos llamados a dar razón
de nuestra esperanza a quien nos la pida».
E insistió en que en esta «época de grandes cambios culturales, y en un nuevo
contexto espiritual», las comunidades cristianas están llamadas, ante todo «a
vivir y manifestar su participación en el Cuerpo del Señor», «a ser
eucarísticas», pues es el propio Jesús quien declara que si no se permanece
unido a Él no se pude hacer nada.
Y es que «la misión es, sobre todo, una experiencia espiritual y no una
estrategia, un método o una técnica, pues quien no ha vivido y no vive una
profunda experiencia de fe no podrá ser nunca misionero», reconoció.
[El texto íntegro de la intervención del cardenal Crescenzio Sepe está
disponible en la web del dicasterio misionero:
www.fides.org].
ZS06062804
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Audiencia del miércoles
Benedicto XVI presenta las lecciones
que ha dejado Santiago el Menor
Intervención durante la audiencia general del miércoles
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Publicamos la intervención de Benedicto XVI durante la audiencia general de este
miércoles dedicada a presentar la figura del apóstol Santiago el Menor.
* * *
Queridos hermanos y hermanas:
Junto a la figura de Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, del que hablamos el
miércoles pasado, en los Evangelios aparece otro Santiago, que es llamado el
Menor. También él forma parte de la lista de los doce apóstoles, escogidos
personalmente por Jesús, y siempre se especifica que es «hijo de Alfeo» (Cf.
Mateo 10,3; Marcos 3,18; Lucas 5; Hechos 1,13).
Con frecuencia, se le identificó con otro Santiago, llamado el menor (Cf. Marcos
15, 40), hijo de una María (Cf. ibídem), que podría ser María de Cleofás,
presente, según el cuarto Evangelio, a los pies de la Cruz, junto a la Madre de
Jesús (Cf. Juan 19,25). También él era originario de Nazaret y probablemente era
pariente de Jesús (Cf. Mateo 13, 55; Marcos 6, 3), de quien es llamado, según la
costumbre semítica, «hermano» (Cf. Marcos 6, 3; Gálatas 1, 19). De este último
Santiago, el libro de los Hechos de los Apóstoles subraya el papel preeminente
desempeñado en la Iglesia de Jerusalén. En el Concilio apostólico que allí se
celebró, tras la muerte de Santiago el Mayor, afirmó junto con los demás que los
paganos podían ser acogidos en la Iglesia sin tener que someterse antes a la
circuncisión (Cf. Hechos de los Apóstoles 15, 13). San Pablo, que le atribuye
una aparición específica del Resucitado (Cf. 1 Corintios 15, 7), con motivo de
su visita a Jerusalén, le menciona incluso antes que a Cefas-Pedro,
calificándole como «columna» de la Iglesia al igual que él (Cf. Gálatas 2, 9). A
continuación, los judeocristianos le consideraron su principal punto de
referencia. Se le atribuye también la Carta que lleva el nombre de Santiago y
que está comprendida en el canon del Nuevo Testamento. No se presenta a sí mismo
como «hermano del Señor», sino como «siervo de Dios y del Señor Jesucristo»
(Santiago 1, 1).
Entre los expertos se debate la cuestión de la identificación de estos dos
personajes del mismo nombre, Santiago hijo de Alfeo y Santiago «hermano del
Señor». Las tradiciones evangélicas no nos han conservado ninguna narración ni
sobre uno ni sobre el otro en referencia al período de la vida terrena de Jesús.
Los Hechos de los Apóstoles, sin embargo, nos muestran que un «Santiago»
desempeñó un papel importante, como ya hemos mencionado, tras la resurrección de
Jesús, dentro de la Iglesia primitiva (Cf. Hechos 12, 17; 15, 13-21; 21, 18). El
hecho más relevante que cumplió fue la intervención en la cuestión de la difícil
relación entre los cristianos de origen judío y los de origen pagano:
contribuyó, junto a Pedro, a superar, o más bien, a integrar la originaria
dimensión hebrea del cristianismo con la exigencia de no imponer a los paganos
convertidos la obligación de someterse a todas las normas de la ley de Moisés.
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos ha conservado la solución de
compromiso, sugerida precisamente por Santiago, y aceptada por todos los
apóstoles presentes, según la cual, a los paganos que creyeran en Jesucristo
sólo se les debería pedir que se abstuvieran de la costumbre idolátrica de comer
carne de animales ofrecidos en sacrificio a los dioses, y de la «impureza»,
término que probablemente aludía a las uniones matrimoniales no permitidas. En
la práctica, se trataba de aceptar sólo pocas prohibiciones de la legislación de
Moisés, consideradas importantes.
De este modo, se alcanzaron dos resultados significativos y complementarios,
ambos todavía hoy válidos: por una parte, se reconoce la relación inseparable
que une al cristianismo con la religión judía, como su matriz perennemente viva
y válida; por otra, se permitió a los cristianos de origen pagano conservar la
propia identidad sociológica, que hubieran perdido si hubieran sido obligados a
observar los llamados «preceptos ceremoniales» de Moisés: ya no debían ser
considerados como una obligación para los paganos convertidos. En definitiva,
comenzaba una práctica de recíproca estima y de respeto, que, a pesar de las
dolorosas incomprensiones posteriores, buscaba por su propia naturaleza
salvaguardar lo que era característico de cada una de las dos partes.
La información más antigua sobre la muerte de este Santiago nos la presenta el
historiador judío Flavio Josefo. En sus «Antigüedades Judías» (20, 201s),
redactadas en Roma hacia el final del siglo I, nos cuenta que la muerte de
Santiago fue decidida por la iniciativa ilegítima del Sumo Pontífice Anano, Hijo
del Anás del que se habla en los Evangelios, quien aprovechó el intervalo entre
la deposición de un procurador romano (Festo) y la llegada del sucesor (Albino)
para decretar su lapidación, en el año 62.
Al nombre de Santiago, además del apócrifo «Protoevangelio de Santiago», que
exalta la santidad y la virginidad de María, Madre de Jesús, está
particularmente ligada la «Carta» que lleva su nombre. En el canon del Nuevo
Testamento se encuentra en primer lugar entre las así llamadas «Cartas
católicas», es decir, las que no estaban destinadas a una Iglesia particular,
como Roma, Éfeso, etc., sino a muchas Iglesias. Se trata de un escrito sumamente
importante, que insiste mucho en la necesidad de no reducir la propia fe a una
declaración verbal o abstracta, sino en expresarla concretamente con buenas
obras. Entre otras cosas, nos invita a la constancia en las pruebas gozosamente
aceptadas y a la oración confiada para obtener de Dios el don de la sabiduría,
gracias a la cual llegamos a comprender que los verdaderos valores de la vida no
están en las riquezas transitorias, sino en saber compartir las propias
capacidades con los pobres y necesitados (Cf. Santiago 1, 27).
De este modo, la carta de Santiago nos muestra un cristianismo muy concreto y
práctico. La fe debe realizarse en la vida sobre todo en el amor al prójimo y
particularmente con el compromiso con los pobres. Este es el trasfondo con el
que se debe leer también la famosa frase: «Así como el cuerpo sin espíritu está
muerto, así también la fe sin obras está muerta» (Santiago 2, 26). A veces, esta
declaración de Santiago ha sido contrapuesta a las afirmaciones de Pablo, según
las cuales, no somos justificados ante Dios en virtud de nuestras obras, sino
gracias a nuestra fe (Cf. Gálatas 2, 16; Romanos 3,28). Sin embargo, las dos
frases, que aparentemente son contradictorias, en realidad, si se interpretan
bien, son complementarias. San Pablo se opone al orgullo del hombre, que piensa
que no tiene necesidad del amor de Dios que nos previene, se opone al orgullo de
la autojustificación sin la gracia que simplemente es donada y no merecida.
Santiago habla, por el contrario, de las obras como fruto de la fe: «El árbol
bueno da frutos buenos», dice el Señor (Mateo 7,17). Y Santiago nos lo repite a
nosotros.
Por último, la carta de Santiago nos exhorta a ponernos en las manos de Dios en
todo lo que hacemos, pronunciando siempre las palabras: «Si el Señor quiere»
(Santiago 4, 15). De este modo, nos enseña a no planificar nuestra vida de
manera autónoma e interesada, sino a dejar espacio a la inescrutable voluntad de
Dios, que conoce el auténtico bien para nosotros. De este modo, Santiago sigue
siendo un maestro de vida para cada uno de nosotros.
[Traducción del original italiano realizada por Zenit. Al final de la
audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. Estas fueron sus
palabras en español:]
Queridos hermanos y hermanas:
Santiago el Menor, hijo de Alfeo, fue denominado por San Pablo «columna» de la
Iglesia de Jerusalén, de tal manera que durante el Concilio apostólico
contribuyó decisivamente a que los paganos convertidos entraran en la Iglesia
sin la obligación de someterse antes a la circuncisión.
En la Carta del Nuevo Testamento, que se le atribuye, afirma que «la fe sin las
obras está muerta», insistiendo así sobre la necesidad de no reducir la propia
fe a una pura declaración verbal abstracta. Además, nos invita a la oración
confiada para llegar a comprender que el verdadero valor de la vida no está en
las riquezas materiales, sino en compartir los bienes con los pobres y
necesitados. Con la expresión «si el Señor quiere», nos exhorta también a
abandonarnos en las manos de Dios, cumpliendo así en nuestra vida la voluntad
divina.
Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española, en especial a los
formadores y alumnos de varios Seminarios españoles, a las parroquias, grupos
escolares y asociaciones, así como a los peregrinos de Puerto Rico y de otros
Países latinoamericanos. Os animo a vivir con esperanza firme manifestando
vuestra fe en el Señor con obras de caridad, para testimoniar en el mundo la
belleza del amor de Dios ¡Gracias por vuestra visita!
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Mensaje a nuestros lectores
Fiesta de los santos Pedro y Pablo
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).-
Este 29 de junio se celebra la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, apóstoles
y patronos de la diócesis de Roma. Con motivo del día de fiesta en la Ciudad
Eterna, la redacción de Zenit tomará un día descanso.
¡Feliz fiesta a nuestros lectores!
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