Ve una "sensación de derrotismo" en la sociedad
Obispo de Vitoria critica "laicismo"
PD/Europa PressDomingo, 5 de agosto 2007
El obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, ha destacado hoy la necesidad de establecer "un diálogo entre todos" con el fin de construir "un proyecto del gusto de todos y hecho a la medida de las libertades de las personas y grupos sociales". Asurmendi ha reconocido la existencia de "una sensación de derrotismo" en la sociedad vasca y ha advertido de que dirigentes y ciudadanos han de "trabajar juntos" para acabar con el terrorismo de ETA.
El obispo, que presidió la Misa en honor a la Virgen Blanca celebrada en la iglesia de San Miguel de Vitoria, ha recordado en su homilía que las víctimas y los amenazados por el terrorismo "exigen una paz justa y reclaman su derecho a vivir en seguridad". "Nuestra sociedad exige a la banda terrorista ETA que cese definitivamente las acciones violentas para poder construir una convivencia pacífica en el respeto a los derechos humanos de todos", ha añadido.
A pesar de todo, reconoció la existencia de "una sensación de derrotismo" y de "desconcierto" en la sociedad vasca respecto a la posibilidad de acabar con el terrorismo. A su juicio, la paz a la que aspiran los ciudadanos de Euskadi debe ser "una paz entre todos y para todos", en cuya búsqueda han de trabajar juntos dirigentes y ciudadanos. Además, Miguel Asurmendi ha advertido de la necesidad de "construir un proyecto del gusto de todos y hecho a la medida de las libertades de las personas y grupos sociales", que debería estar "basado en un diálogo entre todos".
Educación
Asurmendi también se ha referido a la polémica sobre la asignatura de Educación para la ciudadanía y se ha mostrado favorable a lograr un "gran pacto escolar" que evite la "imposición" de una materia "que suscita tan abundantes críticas y rechazos". "¿No es el momento de superar el laicismo beligerante contra la clase de religión?", se ha preguntado, después de haberse referido al "preocupante" fenómeno de la violencia escolar y de las agresiones de hijos contra sus padres.
Además, el obispo ha denunciado las "alarmantes" proporciones que está adquiriendo el problema de la violencia doméstica e indicó que las muertes de mujeres a manos de sus compañeros sentimentales o ex parejas es "una hemorragia para la que no acabamos de encontrar solución". Parte de la homilía estuvo dedicada a los inmigrantes y aunque ha constatado que la capacidad de acogida del Estado español es "notable", ha señalado que la llegada "masiva" de inmigrantes no se ha afrontado con criterios de "conciencia social".