El obispado de Urgell dice que el vicario detenido por pornografía "ya no ejerce"

PD/Efe
Sábado, 11 de agosto 2007

 

El obispado de Urgell declaró en la jornada de ayer a los medios de comunicación que el ex vicario de Agramunt Salvador Solsona, detenido la semana pasada en Puigcerdà mientras accedía a pornografía infantil en un locutorio, no ejerce en la actualidad ninguna actividad pastoral.

Solsona, que tiene 37 años y se encuentra en libertad con cargos después de haber prestado declaración ante el juzgado de guardia de Puigcerdà, sigue sin embargo vinculado a la diócesis, según estas fuentes, pero se encuentra alejado de las actividades propias de su condición de sacerdote.

El arresto de la semana pasada es la segunda que sufre Solsona por el mismo delito, ya que fue arrestado en mayo de 2006 mientras ejercía como vicario en la población leridana de Agramunt bajo la acusación de distribuir imágenes de abusos sexuales a menores.

Desde un locutorio

Su primera detención se enmarcó en una operación iniciada por la Ertzaintza, la Guardia Civil, la Interpol y unidades especiales de los Mossos d'Esquadra que comenzó en noviembre de 2004 y se saldó con la detención de ocho personas más en Cataluña.

En esta ocasión, el ex vicario de Agramunt fue detenido después de que un grupo de clientes del locutorio de Puigcerdà donde fue apresado avisaran a la Policía de sus actividades ilícitas.

Tras la primera detención, Salvador Solsona, que había ejercido como profesor de religión en Educación Infantil y Primaria de la escuela Macià Companys de Agramunt, abandonó la comarca, pero siguió en activo en la diócesis de Urgell.

Fuentes policiales indicaron en la jornada del pasado jueves que el ex vicario de Agramunt quedó nuevamente a disposición judicial después de ser detenido, otra vez, por los Mossos d'Esquadra por tenencia de pornografía infantil, al ser sorprendido por agentes de la Policía catalana mientras intentaba acceder a través de internet a fotografías de menores desnudos. El caso ha generado una gran alarma vecinal, ya que muchos son los que creían que las supuestas actividades ilícitas practicadas por el religioso estaban siendo silenciadas.