ZENIT
El mundo visto desde Roma
Servicio diario - 16 de agosto de 2007
SANTA SEDE
El Papa pide ayuda para los damnificados del terremoto de Perú
El materialismo no es invencible, asegura Benedicto XVI
El cardenal Bertone clausurará el nonagésimo aniversario de Fátima
Un obispo y dos médicos, nuevos miembros de la Pontificia Academia para la Vida
MUNDO
La Iglesia se vuelca en ayuda a los damnificados del terremoto en Perú
Campaña por la beatificación de Ceferino Namuncurá
Los Caballeros de Colón siguen creciendo
Todo político debe ser coherente con su fe, afirma el cardenal Bertone
El cardenal Bertone denuncia el «negocio» ligado a escándalos sexuales de sacerdotes
Abierta la inscripción de miles de voluntarios para la Jornada de la Juventud de Sydney
ANGELUS
Benedicto XVI: María, madre y hermana en nuestra existencia
INFORME ESPECIAL
La preocupación del Papa y de la Santa Sede por la cuestión nuclear
DOCUMENTACIÓN
Homilía de Benedicto XVI en la solemnidad de la Asunción
Mensaje de pésame de Benedicto XVI por el terremoto en Perú
Santa Sede
El Papa pide ayuda para los damnificados del terremoto de Perú
Más de 300 muertos y un millar de heridos
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha transmitido su pésame por las víctimas del terremoto que este miércoles provocó más de 300 muertos y un millar de heridos y ha hecho un llamamiento a la solidaridad.
En un telegrama enviado a los obispos de las diócesis flageladas por el seísmo, el Papa reconoce que se encuentra «profundamente apenado al conocer la triste noticia» y «ofrece sufragios al Señor por el eterno descanso de los fallecidos».
La nota, enviada en su nombre por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, pide a los obispos que transmitan el «sincero pésame» del Santo Padre «a los familiares de los difuntos» y garantiza su «paterna cercanía espiritual a los numerosos heridos y a quienes se han visto privados de su hogar».
El Papa «alienta a las instituciones y personas de buena voluntad a prestar con caridad y espíritu de solidaridad cristiana la necesaria ayuda a los damnificados».
Al cierre de esta edición, el último balance hecho público por el Gobierno peruano ha elevado el número de víctimas mortales a 337 y a unos 1.350 los heridos por el gran terremoto de magnitud 7,9 en la escala de Richter que sacudió el centro y sur de Perú.
La mayoría de las víctimas se encuentran en Ica, a 300 kilómetros al sur de Lima, donde los temblores se han sentido con especial fuerza. Otras poblaciones afectadas son Chincha y Pisco.
Según el Instituto de Geofísica del Perú (IGP), se trata del seísmo más fuerte que Lima y las ciudades aledañas del sur han sufrido en los últimos 50 años.
El materialismo no es invencible, asegura Benedicto XVI
Homilía en la solemnidad de la Asunción de la Virgen María
CASTEL GANDOLFO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- El «dragón» del materialismo que parece imponerse en la sociedad no es invencible, pues Dios y su amor son más fuertes, aseguró Benedicto XVI en la solemnidad de la Asunción de la Virgen María este 15 de agosto.
En la homilía de la celebración eucarística, el pontífice comentó las palabras del Apocalipsis de San Juan Evangelista, que hablan de un «dragón rojo, fortísimo», «manifestación impresionante e inquietante de poder sin gracia, sin amor, del egoísmo absoluto, del terror, de la violencia».
Ante los fieles que llenaban la parroquia Santo Tomás de Villanueva en Castel Gandolfo, residencia donde transcurre el resto del verano, el Papa recordó que para los cristianos a los primeros cristianos que leyeron el Apocalipsis el dragón les llevaba a pensar «en el poder de los emperadores romanos anticristianos, desde Nerón hasta Domiciano».
«Este poder parecía ilimitado; el poder militar, político, propagandístico del imperio romano era tal que ante él la Iglesia daba la impresión de ser una mujer indefensa, sin posibilidad de supervivencia, y mucho menos de vencer», reconoció.
«Y, sin embargo, sabemos que al final venció la mujer indefensa, no venció el egoísmo ni el odio; venció el amor de Dios y el imperio romano se abrió a la fe cristiana», constató.
Ahora bien, siguió aclarando el obispo de Roma, «las palabras de la Sagrada Escritura trascienden siempre el momento histórico».
«Este dragón no sólo hace referencia al poder anticristiano de los perseguidores de la Iglesia de aquel tiempo, sino a las dictaduras materialistas anticristianas de todos los períodos», y mencionó en particular «la dictadura del nazismo y la dictadura de Stalin».
«Tenían todo el poder, penetraban todos los rincones. Parecía imposible que, a largo plazo, la fe pudiera sobrevivir ante este dragón tan fuerte, que quería devorar al Dios hecho niño y a la mujer, la Iglesia. Pero, en realidad, también en este caso al final el amor fue más fuerte que el odio», recordó.
«También hoy existe el dragón, de maneras nuevas, diferentes --aseguró--. Existe en la forma de las ideologías materialistas que nos dicen: es absurdo pensar en Dios; es absurdo cumplir con los mandamientos de Dios; es algo del pasado».
Para estas ideologías «lo único que vale la pena es vivir la vida. Sacar de este breve momento de la vida todo lo que se puede vivir. Sólo vale el consumo, el egoísmo, la diversión»
«Y de nuevo parece absurdo, imposible, oponerse a esta mentalidad dominante, con toda su fuerza mediática, propagandística», confesó. «Hoy parece imposible seguir pensando en un Dios que ha creado al hombre y que se ha hecho niño y que sería el auténtico dominador del mundo».
«También ahora este dragón parece invencible, pero también ahora sigue siendo verdad que Dios es más fuerte que el dragón, que quien vence es el amor y no el egoísmo», recalcó.
«También hoy vemos ciertamente que el dragón quiere devorar al Dios hecho niño. No tengáis miedo por este Dios aparentemente débil. La lucha ya ha sido superada. También hoy este Dios débil es fuerte: es la verdadera fuerza», concluyó.
El cardenal Bertone clausurará el nonagésimo aniversario de Fátima
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado al cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, como legado pontificio para la clausura de las celebraciones por los 90 años de las Apariciones de Fátima.
Las celebraciones de clausura del año de Fátima se llevarán a cabo los días 12 y 13 de octubre, coincidiendo con la última aparición de la Virgen María en Cova de Iría, cerca de Fátima, el 13 de octubre de 1917 a los tres pastorcitos portugueses: Lucia, recientemente fallecida; y Jacinta y Francisco, beatificados por Juan Pablo II.
Según los relatos de los presentes, en ese día, miles de personas, creyentes y no creyentes, contemplaron el llamado «milagro del sol»: el sol comenzó a crecer en tamaño, a girar sobre su eje, cambiar de tonalidad y lanzar rayos de múltiples colores.
La «Señora», como la llamaban los pastorcillos, dijo en esa ocasión: «Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un templo y que recen todos los días el Santo Rosario».
Un obispo y dos médicos, nuevos miembros de la Pontificia Academia para la Vida
Respectivamente de Chile y República Checa y Canadá
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado miembros ordinarios de la Pontificia Academia para la Vida (PAV) al obispo auxiliar de Santiago de Chile, monseñor Fernando Natalio Chomalí Garib, y a los profesores Kvetoslav Sipr, de la República Checa, y William F. Sullivan, de Canadá.
La Pontificia Academia para la Vida (www.academiavita.org) fue creada en 1994 por Juan Pablo II para estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de la biomedicina y del derecho relativos a la promoción y a la defensa de la vida.
Afronta tales cuestiones en su relación con la moral cristiana y las orientaciones del Magisterio de la Iglesia Católica.
Este organismo pontificio autónomo colabora con los dicasterios de la Curia Romana cuyas actividades están vinculadas con el servicio a la vida.
Forman actualmente la PAV sesenta miembros ordinarios --su número máximo puede alcanzar los setenta--, todos de nombramiento pontificio, con competencia en diferentes sectores de la ciencia biomédica y en las disciplinas que tienen relación con los problemas que conciernen a la promoción y la defensa de la vida.
En la cifra actual de miembros ordinarios ya se cuenta, según los nombramientos que confirmó la Sala de Prensa de la Santa Sede el pasado 2 de agosto, el obispo auxiliar de Santiago de Chile, monseñor Chomalí, de 50 años.
El prelado es doctor en Teología y Master en Bioética. La Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile cuenta con él como profesor de Antropología Teológica y de Bioética en su Centro de Bioética.
Originario de Brno, donde nació en 1934, es el profesor checo Květoslav Šipr, también nuevo miembro ordinario de la PAV.
Médico especialista en Gerontología y licenciado en Teología, enseña Medicina de Familia, Medicina Comunitaria y Bioética, así como Medicina Pastoral en la «Palacký University» en Olomouc, en su país.
Director del «Natural Family Planning Centre» de Brno, el profesor Šipr es además secretario del Consejo de Bioética de la Conferencia Episcopal Checa.
Por designación pontificia, igualmente el profesor canadiense William F. Sullivan se incluye ya entre los miembros ordinarios de la PAV. Originario de Guelph (Ontario), tiene 47 años. Es doctor en Filosofía y Bioética, especializado en Medicina de Familia y Ética.
Profesor en el Departamento de Medicina de Familia y Medicina Comunitaria en la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto, el profesor Sullivan es director de Medicina de Familia en la División de Servicios Biomédicos e Investigación en el «Surrey Place Centre». Preside además la Asociación Internacional de especialistas católicos en Bioética.
Además de los miembros ordinarios, la PAV cuenta actualmente con 85 miembros correspondientes --monseñor Chomalí lo fue con anterioridad-- cuya contribución se requiere en ocasiones específicas según la competencia particular de cada uno de ellos.
Los miembros de la Academia suscriben la «Declaración de los servidores de la vida» con la que se comprometen a promover y defender los principios acerca del valor de la vida y de la dignidad de la persona humana, interpretados conforme al Magisterio de la Iglesia.
Mundo
La Iglesia se vuelca en ayuda a los damnificados del terremoto en Perú
En particular, a través de Cáritas
LIMA, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).-El presidente de Cáritas del Perú, monseñor Miguel Irizar hizo un llamado a la solidaridad y a brindar toda la ayuda posible a las zonas afectadas por el terremoto que este 15 de agosto flageló Perú.
«Con el firme propósito de ayudar a las familias damnificadas por el terremoto ocurrido en la región Ica, Cáritas del Perú junto con la Conferencia Episcopal Peruana unen esfuerzos para llevar adelante una Cruzada de Solidaridad a favor de las víctimas del desastre», afirma un comunicado emitido este jueves desde Cáritas Perú.
Un equipo de Cáritas del Perú ha viajado a la ciudad de Ica «para coordinar con las parroquias la ayuda, así como tener información de primera mano de los daños ocasionados», se agrega.
El gran terremoto de magnitud 7,9 en la escala abierta de Richter que sacudió el centro y sur de Perú ha provocado al menos 350 fallecidos y más de 1.000 heridos, según el Instituto Nacional de Defensa Civil.
Para esta Campaña se necesita con suma urgencia frazadas, alimentos no perecibles y medicamentos, así como dinero en efectivo que puede ser depositado en la siguiente cuenta corriente del Banco de Crédito del Perú: Dólares: 193-1586951-1-16
Campaña por la beatificación de Ceferino Namuncurá
BUENOS AIRES, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org-Aica).- Este jueves la Conferencia Episcopal Argentina y la comunidad salesiana lanzaron, en una rueda de prensa, la campaña nacional por la beatificación de Ceferino Namuncurá (1886-1905).
La ceremonia de beatificación está prevista para el domingo 11 de noviembre en la localidad de Chimpay, Valle Medio de Río Negro, localidad donde nació el indiecito mapuche que dio su primer paso al honor de los altares.
La campaña llevará por lema: «Ceferino, hijo de Dios y hermano de todos» y fue presentada por el obispo de Viedma, monseñor Esteban María Laxague SDB, y el padre Ricardo Noceti SDB, párroco del santuario de Chimpay.
El papa Benedicto XVI firmó el 7 de julio pasado el decreto sobre el milagro de curación atribuido a la intercesión del venerable Ceferino Namuncurá, el joven seglar, alumno de la Sociedad de San Francisco de Sales. El Pontífice rubricó la notificación durante una audiencia que mantuvo con el prefecto para la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal José Saraiva Martins.
El milagro que se aceptó como tal, es el caso de una mujer de Córdoba, que tenía 24 años y que se curó en forma instantánea e íntegramente de un cáncer de útero, y hasta pudo concebir nuevamente. Este hecho para la ciencia es absolutamente inexplicable y esto fue corroborado con estudios médicos anteriores y posteriores de la mujer, que acreditan la desaparición de la enfermedad.
Este milagro atribuido a Ceferino se produjo en 2000, año del Jubileo Cristiano. La familia de esta joven con cáncer de útero pidió intensamente la intercesión de Ceferino ante Dios para salvarle la vida. Y la mujer se curó.
La causa llegó a Roma desde Córdoba, donde durante cuatro años se estudió y altas fuentes de la iglesia indicaron que fue bastante rápido el tratamiento del caso. El padre Enrico Dal Cóvolo, postulador de la causa de Ceferino en Roma, informó que a principios de diciembre pasado "la consulta médica de la Congregación para la Causa de los Santos dictaminó que, desde el punto de vista clínico, la curación sometida a su juicio científico, era inexplicable".
«Se ha avanzado rápidamente en ella. Yo creo que esto es una señal de la Providencia que sirve a legitimar un culto tan popular que la gente del pueblo en Argentina dirige a Ceferino», dijo el sacerdote salesiano.
El martes 7 de abril de 1987, en el marco de su segunda visita a la Argentina, el papa Juan Pablo II pronunció un discurso en el aeropuerto de Viedma sobre «La nueva evangelización».
Al término de su alocución dirigió un saludo a "los hermanos mapuches" en su propia lengua:
«Poyén pu mapúche peñi ka pu déya: marimári, pu wen! Ayüwnkéchi tykúlpanién, déuma rupái kiñe patáka trípántü, féichi ñi llegmúm támyn wéche peñi, Ceferino Namúnkura. Inchetáñi mlen fau fachántü, tfáchi nütrám ayüafún ñi nieál eiwyn mu: féichi Pápa, rumél mleái aiwyn ñi ináu méu; Peumanén, inchíñ táiñ Wénu-Cháu, pile támyn rumél kümélkaleál, mynél pu pyñéñ. Kúmé feleáimn, pu wén!»
«Estimados hermanos y hermanas: Hola amigos. Con alegría recuerdo que ya han pasado cien años del nacimiento de vuestro joven hermano Ceferino Namuncura. Mi presencia hoy aquí quisiera que tuviera este sentido para vosotros: el Papa estará siempre a vuestro lado; ojalá nuestro Padre del cielo os conceda un permanente bienestar, en particular a vuestros niños. Felicidades, amigos».
Los Caballeros de Colón siguen creciendo
Mensaje del Papa a su convención anual
NASHVILLE, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- Carl Anderson, caballero supremo de los Caballeros de Colón, informó que la organización de laicos más grande del mundo, surgida en los Estados Unidos, ha seguido creciendo en este último año.
La organización, que celebró del 6 al 9 de agosto su 125º convención anual en Nashville (Estados Unidos), con la presencia del secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, inició formalmente su sesión con el mismo martillo utilizado por su fundador, el Siervo de Dios Michael J. McGivney.
Según explicó el Caballero Supremo durante el informe anual del estado de la asociación, los Caballeros de Colón alcanzaron importantes logros este año; entre ellos la donación de 143 millones de dólares a diversas entidades caritativas (4 millones más que el año pasado), el ofrecimiento conjunto de 68.200.000 horas de voluntariado y el logro de la filiación de 1.700.000 miembros varones.
Entre los logros figura la introducción de la orden en Polonia, donde aumentaron de uno a ocho consejos en el plazo de un año.
Anderson también se refirió al compromiso de los Caballeros de Colón en el ámbito político, donde se hicieron presentes con la promoción de la defensa de la vida y la familia; y destacó que la organización seguirá siendo independiente de los partidos y mantendrá su habitual distancia de la política partidaria.
El caballero supremo concluyó su informe anunciando que en 2009, cuando los Caballeros de Colón tengan su reunión anual en Phoenix, Arizona, se llevará a cabo simultáneamente el Primer Congreso Mariano dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe. La arquidiócesis de México celebrará el Congreso juntamente con los Caballeros.
Durante la inauguración de su Asamblea, los Caballeros de Colón recibieron un saludo especial del papa Benedicto XVI, leído en italiano por el Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, y escuchado de pie por los asistentes, mientras era traducido por el nuncio apostólico en Estados Unidos, monseñor Pietro Sambi.
En el mensaje, el Pontífice recordó que el padre McGivney «dio un valiente ‘sí’ cuando respondió al llamado de fundar los Caballeros de Colón» y animó a los miembros de la institución a continuar «viviendo ese sí».
También elogió a los Caballeros señalando que «serán el primer frente de la nueva humanidad redimida y salvada por Jesucristo».
Los Caballeros de Colón recibieron además un saludo grabado del presidente estadounidense George W. Bush, del primer ministro de Canadá, Stephen Harper, de la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, del presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y del presidente de México, Felipe Calderón.
Más información en http://www.kofc.org
Todo político debe ser coherente con su fe, afirma el cardenal Bertone
En su primera visita a los Estados Unidos
WASHINGTON, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- En su primera visita a los Estados Unidos, el cardenal Tarcisio Bertone, el colaborador más cercano de Benedicto XVI en la guía de la Santa Sede, declaró que todo político tiene el deber y el derecho de ser coherente con su fe..
El purpurado italiano, secretario de Estado desde septiembre pasado, hizo este comentario en una rueda de prensa que concedió al participar en la convención anual de los Caballeros de Colón, el 8 de agosto, Nashville (Tennessee).
El cardenal comentó el debate que tuvo lugar en el año 2004 en los Estados Unidos sobre la posibilidad de negar la Comunión eucarística a aquellos políticos que apoyan el aborto.
«En el año 2008 también veremos a candidatos católicos, incluyendo aquellos que apoyan el aborto», constató un periodista. Y preguntó: «¿Es un debate en los Estados Unidos sobre el que el Vaticano quiere ofrecer orientaciones para los obispos?».
El cardenal respondió explicando que «no es necesario repetir nuevas normas, pues las normas ya han quedado bien explicadas en la doctrina de la Iglesia y esas normas tienen que ver con la manera adecuada con la que las personas quieren recibir la Comunión».
«No entiendo cómo una persona con un cargo público o comprometida en la actividad política podría ser obligada a renunciar a su identidad católica porque un partido, ya sea en los Estados Unidos o en otros países, impone una opción ética basada en el programa del partido».
«Desde mi punto de vista, esto no respeta la libertad de conciencia. Me parece que es una opresión de la conciencia. ¿Dónde está la libertad de conciencia que es proclamada y defendida en los Estados Unidos?», preguntó.
El cardenal especificó que se refería a cuestiones no sólo como el aborto, sino también, al matrimonio homosexual o a la investigación con embriones.
El cardenal mantuvo una entrevista telefónica con la secretaria de Estado, Condoleeza Rice, y confirmó que la visita del Benedicto XVI a los Estados Unidos, «probablemente el próximo año» «está en fase de trabajo».
El cardenal Bertone denuncia el «negocio» ligado a escándalos sexuales de sacerdotes
En los Estados Unidos
WASHINGTON, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, ha denunciado el «negocio» que ha acompañado a los escándalos sexuales atribuidos a sacerdotes en los Estados Unidos.
«Ante todo quisiera decir que la Iglesia en los Estados Unidos ha sufrido profundamente a causa de esta situación, ha respondido con gran dignidad, e invita a todos a un compromiso auténtico para invertir la situación», afirmó en rueda de prensa ofrecida con motivo de la Convención de los Caballeros de Colón el 8 de agosto pasado en Nashville (Tennessee).
El purpurado quiso hacer «dos observaciones concretas».
«En primer lugar, el negocio que ha acompañado los escándalos sexuales no tiene nada que ver con el respeto de la persona humana, con la ayuda a las víctimas, ni con la recuperación del culpable, a quien no podemos dejar abandonado en el infierno».
«El negocio que se creó en los Estados Unidos en torno a este escándalo es realmente insoportable», denunció.
«En segundo lugar, espero que otras instituciones y agencias sociales afronte este mismo problema con sus miembros con el mismo nivel de valentía y realismo que ha demostrado la Iglesia católica», añadió.
«Me pregunto si otras agencias o instituciones han ofrecido también ayuda financiera a la víctimas como ha hecho la Iglesia católica; si se han ocupado de las víctimas y de los que son culpables», siguió interrogándose.
El cardenal recordó que en los Estados Unidos 44.000 sacerdotes ejercen su ministerio. «El porcentaje de los que han quedado involucrados en estos escándalos es muy bajo».
«Según las noticias, parecería que la Iglesia católica es la única organización que ha quedado afectada por este problema. Esto es inaceptable», subrayó.
Abierta la inscripción de miles de voluntarios para la Jornada de la Juventud de Sydney
A la que acudirán medio millón de peregrinos
SYDNEY, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- La organización de la Jornada Mundial de la Juventud 2008 (JMJ) necesita más de ocho mil voluntarios en la ciudad australiana de Sydney para atender el gran encuentro de fe y fiesta con el Papa al que acudirá medio millón de peregrinos el próximo verano.
Por eso ya ha abierto la inscripción de cuantos quieran ayudar en el recibimiento de los jóvenes y en el desarrollo del mayor evento juvenil que Australia ha acogido.
«Los voluntarios son esenciales para la coordinación y la organización de todo gran evento», reconoce Danny Casey, de la oficina operativa de la JMJ, en un comunicado enviado el lunes a Zenit.
«Buscamos a más de ocho mil voluntarios que ayuden en muchas áreas del evento», tales como la gestión y la coordinación de grandes multitudes, servicio de atención a peregrinos, idiomas y traducciones, acogida y comidas, comunicaciones, liturgia y evangelización.
La procedencia de los voluntarios no tiene que ser necesariamente de Sydney, sino de toda Australia, Nueva Zelanda o de cualquier parte del mundo. Basta con que tengan más de 18 años de edad.
La organización ha establecido diversos tipos de voluntariado: específicamente para la semana de la JMJ, para los meses precedentes o para colaborar –a tiempo completo- todo el año previo a la gran cita mundial de la juventud.
Aparte de la gran experiencia que la gestión de un evento de este tipo aportará a sus vidas, los voluntarios recibirán asistencia en los gastos del transporte público, comidas y alojamiento si lo necesitaran.
La XXIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), del 15 al 20 de julio próximo, reunirá a los peregrinos en torno a las palabras de Jesús: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos» (Hechos 1, 8).
Recientemente Benedicto XVI ha difundido el Mensaje que prepara a los jóvenes del mundo a esta convocatoria.
Subraya la organización que muchísimos católicos --de Australia y del mundo-- se reunirán en esas fechas. «Esta es tu oportunidad --dice a los jóvenes-- para ayudar en su acogida y asegurar una experiencia maravillosa a todos».
Más información y solicitudes en la página oficial plurilingüe de la JMJ: www.wyd2008.org.
Angelus
Benedicto XVI: María, madre y hermana en nuestra existencia
Palabras en el Ángelus del 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de María
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención que pronunció Benedicto XVI el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen María, desde el balcón del patio interior de la residencia pontificia de Castel Gandolfo al rezar la oración del Ángelus junto a varios miles de peregrinos.
* * *
Queridos hermanos y hermanas:
Celebramos hoy la solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María. Se trata de una fiesta antigua, que en última instancia se fundamenta en la Sagrada Escritura: ésta presenta a la Virgen María íntimamente unida a su Hijo divina y siempre solidaria con Él. Madre e Hijo están íntimamente asociados en la lucha contra el enemigo infernal hasta la plena victoria de Él.
Esta victoria se expresa, en particular, con la superación del pecado y de la muerte, es decir, con la superación de esos enemigos que san Pablo presenta siempre unidos (Cf. Romanos 5, 12. 15-21; 1 Corintios 15, 21-26). Por ello, así como la resurrección gloriosa de Cristo fue el signo definitivo de esta victoria, del mismo modo la glorificación de María, incluso con su cuerpo virginal, constituye la confirmación final de su plena solidaridad con el Hijo tanto en la lucha como en la victoria.
El Siervo de Dios Papa Pío XII se hizo intérprete de este profundo significado teológico al pronunciar, el 1 de noviembre de 1950, la solemne definición dogmática de este privilegio mariano.
Declaraba: «De tal modo, la augusta Madre de Dios, arcanamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad “con un mismo decreto” de predestinación, inmaculada en su concepción, Virgen sin mancha en su divina maternidad, generosa Socia del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sobre sus consecuencias, al fin, como supremo coronamiento de sus privilegios, fue preservada de la corrupción del sepulcro y vencida la muerte, como antes por su Hijo, fue elevada en alma y cuerpo a la gloria del cielo, donde resplandece como Reina a la diestra de su Hijo, Rey inmortal de los siglos» (Constitución apostólica «Munificentissimus Deus», n. 40).
Queridos hermanos y hermanas:
Tras subir al cielo, María no se ha alejado de nosotros, sino que sigue aún más cerca y su luz se proyecta sobre nuestra vida y sobre la historia de toda la humanidad. Atraídos por el resplandor celestial de la Madre del Redentor, recurramos con confianza a quien desde lo alto nos mira y nos protege. Todos necesitamos su ayuda y su consuelo para afrontar las pruebas y los desafíos de cada día; necesitamos experimentarla como madre y hermana en las situaciones concretas de nuestra existencia. Y, para poder compartir un día también nosotros para siempre su mismo destino, imitémosla ahora en el seguimiento dócil de Cristo y en el servicio generoso a los hermanos. Es la única manera de experimentar anticipadamente, ya en nuestra peregrinación terrena, la alegría y la paz que vive en plenitud quien llega a la meta inmortal del Paraíso.
[Tras rezar el Ángelus, Benedicto XVI saludó a los peregrinos en seis idiomas. En español, dijo:
Saludo con afecto a los fieles de lengua española. En esta fiesta de la Asunción de la Virgen a los cielos en cuerpo y alma, pidamos a María que, siguiendo su ejemplo, sepamos encontrar siempre en el cumplimiento amoroso de la Voluntad de Dios la fuente de la alegría y de la paz verdaderas. ¡Que Dios os bendiga!
[Traducción del original italiano realizada por Zenit
© Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]
Informe Especial
La preocupación del Papa y de la Santa Sede por la cuestión nuclear
Declaraciones del presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- «El equilibrio del terror» basado en la «estrategia de la disuasión» y en las armas nucleares no es garantía, sino amenaza para la paz, advierte el presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.
El cardenal Renato Martino profundizó, en «Radio Vaticana», en las palabras del Ángelus pronunciado el 29 de julio por Benedicto XVI con ocasión del 50º aniversario del Estatuto de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEN).
Ese día el Papa advirtió de la urgencia del «compromiso por alentar la no proliferación de armas nucleares, promover un progresivo y compartido desarme nuclear y favorecer el uso pacífico y seguro de la tecnología nuclear a favor de un auténtico desarrollo».
Desde el inicio de su pontificado, Benedicto XVI se ha mostrado sensible a la cuestión nuclear siguiendo las huellas de sus predecesores --recalca el cardenal Martino en la emisora pontificia--; «retoma y articula las enseñanzas de Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, y del Concilio Vaticano II, desarrollando la doctrina social de la Iglesia sobre la cuestión nuclear».
Y es que tanto los Papas como los padres del Concilio «han sido solícitos en denunciar los riesgos ligados a las armas nucleares en cuanto éstas se han convertido en una trágica realidad para la familia humana», y también a nivel local la Iglesia católica hay estado siempre entre los protagonistas del debate público sobre el tema nuclear, subraya el purpurado italiano.
A esto se suma el compromiso diplomático de la Santa Sede, profuso también en el marco de la AIEN -de la que es miembro fundador- y de las organizaciones regionales e internacionales.
«A nivel personal, la cuestión nuclear me ha implicado mucho en los dieciséis años que he pasado en Nueva York como observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas --reconoce el cardenal Martino--, y me sigue comprometiendo como presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz», dicasterio que se ocupa en especial de paz, desarme y derechos humanos.
«En todos los años que estuve en Nueva York, intervine sobre el desarme en el Primer Comité de la Asamblea General», señala el purpurado, apuntando la especial resonancia de una intervención en la que afirmó: «las armas nucleares son incompatibles con la paz que auspiciamos para el siglo XXI».
Necesidad de una verdadera «conversión» de la política mundial
El purpurado italiano es consciente de que «la relación entre prohibición de proyectos hostiles y promoción de proyectos nucleares pacíficos parece ser la cuestión central en el sector nuclear».
«Por un lado hay que defender la seguridad y la paz; por otro, hay que promover el desarrollo de los pueblos», y «seguridad y desarrollo son los pilares sobre los que se funda la política nuclear mundial y, en particular, el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) de 1968 y el Estatuto de la AIEN de 1957», recalca en «Radio Vaticana»
Precisamente «el papel de la AIEN –hoy más que nunca- es el de garantizar un justo equilibrio entre las legítimas aspiraciones de la seguridad y del desarrollo de los pueblos», «desarrollo ligado también al derecho de los Estados al uso pacífico de la energía nuclear», apunta el purpurado refiriéndose, por ejemplo, a sus posibles aplicaciones en el sector energético, médico y agrícola.
De ahí que, como explica el cardenal Martino, el papel de la AIEN incida «de manera definitiva en la convivencia pacífica y en la supervivencia misma de la familia humana, vista la capacidad destructiva de las armas nucleares».
Pero «preliminar al papel de la AIEN -advierte- es la voluntad de los Estados de adherirse y poner por obra el TNP y someterme al sistema de control de la AIEN», y «más necesario todavía es la seria opción de la comunidad internacional por la paz y la superación de lo que Juan XXIII llama "psicosis bélica"».
En síntesis, se requiere «una verdadera "conversión" de la política mundial». Como prueba de esta necesidad, el cardenal Martino recuerda el gasto militar declarado por los Estados el año pasado: más de 1,2 billones de dólares estadounidenses.
«Por lo tanto, si es necesario eliminar o al menos limitar lo más posible el riesgo de que sujetos no estatales (como organizaciones criminales y terroristas) se doten de armas nucleares, es igualmente urgente que los propios Estados concuerden un programa de desarme general que prevea también el destino -al desarrollo- de los recursos humanos y materiales actualmente asignados al gasto militar», aclara el purpurado.
Considera que desde esta perspectiva hay que interpretar «las ambiciones nucleares no sólo de Irán y Corea del Norte, sino también de potencias que están fuera del TNP como La India, de las potencias occidentales y de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas».
Del desarme (también «de los corazones») al desarrollo
A la luz de lo analizado, el presiente del dicasterio advierte de que «"el equilibrio del terror" basado en la llamada "estrategia de la disuasión" y en las armas nucleares no garantiza, sino que amenaza la paz de la familia humana».
«La carrera armamentística limita el desarrollo de los pueblos y alimenta la desconfianza recíproca y el aislamiento de los Estados a nivel regional e internacional»; por eso -indica el cardenal Martino- «hay que partir del "desarme de los corazones", de la confianza entre los pueblos y del refuerzo de las organizaciones internacionales», porque «no sólo la AIEN, sino cada Estado y ser humano son decisivos en la realización de la paz».
Siempre a favor de la paz y de la seguridad de la familia humana, la Santa Sede se emplea a nivel internacional en un desarme general, equilibrado y controlado, especifica el purpurado.
En este contexto «se comprende la importancia de la labor de la Santa Sede como miembro fundador de la AIEN», pues tal posición le permite «seguir de cerca y promover, por el bien común, tanto el proceso de desarme y no proliferación nuclear como la búsqueda y posibles aplicaciones pacíficas de la tecnología nuclear», puntualiza.
Documentación
Homilía de Benedicto XVI en la solemnidad de la Asunción
CASTEL GANDOLFO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- Publicamos la homilía que pronunció Benedicto XVI este 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen María, al celebrar misa en la parroquia santo Tomás de Villanueva en Castel Gandolfo.
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Queridos hermanos y hermanas:
En su gran obra «La ciudad de Dios», san Agustín dice en una ocasión que toda la historia humana, la historia del mundo, es una lucha entre dos amores: el amor de Dios hasta la pérdida de sí mismo, hasta la entrega de sí mismo, y el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, hasta el odio de los demás. Esta misma interpretación de la historia, como lucha entre dos amores, entre el amor y el egoísmo, aparece también en la lectura tomada del Apocalipsis, que acabamos de escuchar. Aquí, estos dos amores, aparecen en dos grandes figuras. Ante todo, está el dragón rojo, fortísimo, con una manifestación impresionante e inquietante de poder sin gracia, sin amor, del egoísmo absoluto, del terror, de la violencia.
En el momento en el que san Juan escribió el Apocalipsis, para él este dragón se materializaba en el poder de los emperadores romanos anticristianos, desde Nerón hasta Domiciano. Este poder parecía ilimitado; el poder militar, político, propagandístico del imperio romano era tal que ante él la Iglesia daba la impresión de ser una mujer indefensa, sin posibilidad de supervivencia, y mucho menos de vencer. ¿Quién podía oponerse a este poder omnipresente, que parecía capaz de todo? Y, sin embargo, sabemos que al final venció la mujer indefensa, no venció el egoísmo ni el odio; venció el amor de Dios y el imperio romano se abrió a la fe cristiana.
Las palabras de la Sagrada Escritura trascienden siempre el momento histórico. De este modo, este dragón no sólo hace referencia al poder anticristiano de los perseguidores de la Iglesia de aquel tiempo, sino a las dictaduras materialistas anticristianas de todos los períodos. Vemos cómo se materializa de nuevo este poder, esta fuerza del dragón rojo, en las grandes dictadoras del siglo pasado: la dictadura del nazismo y la dictadura de Stalin tenían todo el poder, penetraban todos los rincones. Parecía imposible que, a largo plazo, la fe pudiera sobrevivir ante este dragón tan fuerte, que quería devorar al Dios hecho niño y a la mujer, la Iglesia. Pero, en realidad, también en este caso al final el amor fue más fuerte que el odio.
También hoy existe el dragón, de maneras nuevas, diferentes. Existe en la forma de las ideologías materialistas que nos dicen: es absurdo pensar en Dios; es absurdo cumplir con los mandamientos de Dios; es algo del pasado. Lo único que vale la pena es vivir la vida. Sacar de este breve momento de la vida todo lo que se puede vivir. Sólo vale el consumo, el egoísmo, la diversión. Esta es la vida. Así tenemos que vivir. Y de nuevo parece absurdo, imposible, oponerse a esta mentalidad dominante, con toda su fuerza mediática, propagandística. Hoy parece imposible seguir pensando en un Dios que ha creado al hombre y que se ha hecho niño y que sería el auténtico dominador del mundo. También ahora este dragón parece invencible, pero también ahora sigue siendo verdad que Dios es más fuerte que el dragón, que quien vence es el amor y no el egoísmo.
Tras considerar las diferentes configuraciones históricas del dragón, veamos ahora la otra imagen: la mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies, rodeada de doce estrellas. Esta imagen también es multidimensional.
Un primer significado, sin duda, es la Virgen, María vestida de sol, es decir de Dios; María, que vive totalmente en Dios, rodeada y penetrada por la luz de Dios. Circunda de doce estrellas, es decir, de las doce tribus de Israel, de todo el Pueblo de Dios, de toda la comunión de los santos y, a sus pies, la luna, imagen de la muerte y de la mortalidad. María ha dejado tras de sí la muerte; está totalmente vestida de vida, ha sido elevada en cuerpo y alma a la gloria de Dios y de este modo, en la gloria, tras haber superado la muerte, nos dice: «Ánimo, ¡al final vence el amor!. Mi vida consistía en decir: “Soy la sierva de Dios”. Mi vida era entrega de mí misma por Dios y por el prójimo. Y esta vida de servicio ahora llega en la auténtica vida. Tened confianza, tened el valor de vivir así también vosotros, contra todas las amenazas del dragón». Este es el primer significado de la mujer que María ha llegado a ser. La «mujer vestida de sol» es el gran signo de la victoria del amor, de la victoria del bien, de la victoria de Dios. Gran signo de consuelo.
Pero, además, esta mujer que sufre, que tiene que huir, que da a luz con un grito de dolor, es también la Iglesia, la Iglesia peregrina de todos los tiempos. En todas las generaciones tiene que volver a dar a luz a Cristo, llevarle al mundo con gran dolor en este mundo que sufre. En todos los tiempos es perseguida, vive casi en el desierto perseguida por el dragón. Pero, en todos los tiempos, la Iglesia, el Pueblo de Dios, vive también de la luz de Dios y es alimentado, como dice el Evangelio, por Dios, alimentado con el pan de la santa Eucaristía. De este modo, en toda tribulación, en todas las diferentes situaciones de la Iglesia a través de los tiempos, en las diferentes partes del mundo, vence sufriendo. Y es la presencia, la garantía del amor de Dios contra todas las ideologías del odio y del egoísmo.
También hoy vemos ciertamente que el dragón quiere devorar al Dios hecho niño. No tengáis miedo por este Dios aparentemente débil. La lucha ya ha sido superada. También hoy este Dios débil es fuerte: es la verdadera fuerza. Y de este modo, la fiesta de la Asunción, es una invitación a tener confianza en Dios y a imitar a María en lo que ella misma dijo: «Soy la sierva del Señor, me pongo a disposición del Señor». Esta es la lección: seguir su camino, dar nuestra vida y no tomar la vida. Precisamente de este modo nos ponemos en el camino del amor que significa perderse, pero un perderse que en realidad es el único camino para encontrarse verdaderamente, para encontrar la auténtica vida.
Contemplemos a María, subida al cielo. Dejémonos alentar en la fe y en la fiesta de la alegría: Dios vence. La fe, aparentemente débil, es la verdadera fuerza del mundo. El amor es más fuerte que el odio. Y digamos con Isabel: «Bendita tú eres entre la mujeres». «Te imploramos con toda la Iglesia: santa María, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.»
[Traducción del original italiano realizada por Zenit
© Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]
Mensaje de pésame de Benedicto XVI por el terremoto en Perú
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 16 agosto 2007 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje de pésame de Benedicto XVI por las víctimas del terremoto que golpeó este 15 de agosto Perú a través de un telegrama enviado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, a los obispos de las diócesis afectadas.
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SU SANTIDAD BENEDICTO XVI, PROFUNDAMENTE APENADO AL CONOCER LA TRISTE NOTICIA DEL TERREMOTO QUE HA CAUSADO TANTAS VÍCTIMAS E INGENTES DAÑOS MATERIALES, OFRECE SUFRAGIOS AL SEÑOR POR EL ETERNO DESCANSO DE LOS FALLECIDOS Y RUEGA A VUESTRA EXCELENCIA QUE TRANSMITA SU SINCERO PÉSAME A LOS FAMILIARES DE LOS DIFUNTOS, ASÍ COMO LOS SENTIMIENTOS DE PATERNA CERCANÍA ESPIRITUAL A LOS NUMEROSOS HERIDOS Y A QUIENES SE HAN VISTO PRIVADOS DE SU HOGAR.
ASIMISMO, ALIENTA A LAS INSTITUCIONES Y PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD A PRESTAR CON CARIDAD Y ESPÍRITU DE SOLIDARIDAD CRISTIANA LA NECESARIA AYUDA A LOS DAMNIFICADOS. CON ESTOS SENTIMIENTOS, EL SANTO PADRE IMPARTE A LOS AFECTADOS Y A QUIENES LES SOCORREN LA CONFORTADORA BENDICIÓN APOSTÓLICA, COMO SIGNO DE AFECTO AL QUERIDO PUEBLO PERUANO.
CARDENAL TARCISIO BERTONE
SECRETARIO DE ESTADO DE SU SANTIDAD
[Texto original en español]
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