El arzobispo de Granada y el pueblo de Albuñol.

Permalink 16.08.07 @ 14:55:31. Archivado en Obispos, Iglesia española

Al arzobispo de Granada se le ha sublevado un pueblo. Lo más probable es que solamente haya sido una parte, más o menos numerosa, de un pueblo pero de este modo la noticia llama mucho más la atención. Un arzobispo dictador que priva a un pueblo catolicísimo y piadosísimo de su queridísimo sacerdote. Entregado, apostólico, próximo, pobre y lo que queráis. Mientras que el arzobispo es lejano, nada dialogante, pagado de su autoridad y lo que queráis.

Se están recogiendo los vientos que se han sembrado. La permisividad total de tantos años lleva a esto. A que el obispo no pueda trasladar a un sacerdote. Yo no sé si monseñor Martínez meditó mucho o poco el traslado, si tenía poderosas razones para ello o escasas. Me es lo mismo. El que se mete cura promete obediencia a su obispo. No sólo cuando este manda lo que al cura le gusta. Y el que tiene que gobernar la diócesis, bien o mal, es el obispo. Podremos criticar su gobierno pero es él la única persona con potestad para hacerlo.

No es el primer caso de un pueblo mal aconsejado o ignorante, volvemos a lo mismo, una parte de ese pueblo, que pretende imponer al obispo quien tiene que ser su cura. Y ya, lo que es el colmo, con los curas negándose a irse. El caso de Entrevías es sólo un desgraciadxso ejemplo más.

El arzobispo de Granada ha cortado por lo sano. El cura se va. Y, tras la protesta no cabe ya ningún diálogo. El pueblo dirá si quiere tener sacerdote o no. Y ese será el que envíe el obispo. Si no lo quiere ya saben que en ese pueblo no habrá misas, bodas, bautizos ni entierros católicos.

Yo en ocasiones he sido crítico con monseñor Martínez. Esta vez ha hecho lo que tenía que hacer. Ya saben los fieles de su arzobispado que a su chepa no se montan. Y si se hubiera echado atrás no los tedría en la chepa sino incluso en la mitra.

Si todos los obispos le imitaran en situaciones análagos el desmadre que ha vivido la Iglesia española se habría terminado. Quien no quiera ser católico lo tiene facilísimo. Pero en Granada ya saben que no pueden serlo contra lo que es potestad y responsabilidad del obispo. Mi felicitación pues al arzobispo granatense. Ya era hora de que se notara la autoridad.