El cura de un pueblo gallego se niega a decir misa

Secuestran a San Roque

RD
Jueves, 16 de agosto 2007

 

El concello ourensano de Vilardevós vivió ayer una de sus jornadas más polémicas, debido al fuerte enfrentamiento que mantienen desde hace unos días los organizadores de la procesión de San Roque y el sacerdote de la parroquia de San Miguel, Baltasar González Colmenero, que se niega a oficiar la misa en honor del patrón del municipio.

Los problemas entre ambos bandos en discusión alcanzaron su momento álgido ayer al mediodía, tras la misa de la mañana, cuando varios centenares de vecinos aprovecharon que estaban dentro del templo para llevarse a la fuerza la imagen de San Roque hasta la pequeña ermita donde cada 16 de agosto inician su tradicional romería, que este año podría celebrarse sin oficio religioso, debido a la oposición del sacerdote.

Las malas relaciones de Colmenero con sus feligreses de Vilardevós vienen de lejos. Son ya leyenda las disputas por los horarios de las misas y la falta de entendimiento para fijar el día y la hora de los entierros, las bodas o las comuniones.

"Carácter difícil"

El propio alcalde de Vilardevós, José Luis Pérez, da por perdida la posibilidad de una mejora en las relaciones del párroco con su comunidad y reconoce que el "carácter difícil" del sacerdote le ha granjeado enemistades en los últimos años no sólo en este municipio, sino en otras parroquias próximas de las que antes también era responsable.

El regidor lo define como "un hombre muy peculiar, cachondo y con un carácter indomable", que el mismo martes le llevó a cerrar la puerta en las narices a las seis mujeres del pueblo que cada año se encargan de los preparativos de la romería de San Roque.

Es habitual que una semana antes de la procesión las organizadoras le pidan las llaves de la ermita donde se inicia el recorrido para trasladar hasta allí al santo y adecentar el templo, pero este año no pudieron comenzar los trabajos hasta ayer por la tarde.

Según declara una de las ofendidas, Marina Tallón Núñez, vecina de Vilardevós, la respuesta literal que les dio el sacerdote el pasado martes fue que "este año no hay llaves, no hay misa y tampoco procesión porque no me da la gana", contestación airada y fuera de tono que en pocas horas levantó ampollas hasta en los más indiferentes del municipio.

Las organizadoras consideran "intolerable" la falta de argumentos de González Colmenero, que en un segundo intento más conciliador matizó que no celebraría la misa previa a la procesión porque "parece que va a llover y podría dañarse el santo".

Esta explicación pareció insuficiente a los algo más de 300 vecinos de Vilardevós, que de inmediato se rebelaron contra el cura, al que amenazaron con sacar en procesión a San Roque "haciendo lo que haga falta, incluso por la fuerza".

Finalmente, no será necesario robar las llaves ni enfrentarse de nuevo al polémico párroco, ya que los feligreses consiguieron hacerse con la imagen de San Roque ayer por la mañana. Tras asistir como cada festivo a la misa matinal en la parroquia de San Miguel, los vecinos plantaron cara al sacerdote y se llevaron al santo para preparar la romería.

De esta forma, ayer por la tarde varias decenas de vecinos se trasladaron a la capilla ubicada a un kilómetro del pueblo de Vilardevós para ultimar los preparativos de una romería que reúne cada año a casi 1.000 feligreses de la comarca y que este año, como novedad, podría realizarse sin misa previa.