Julio Anguita arremete contra la Iglesia

Permalink 21.08.07 @ 15:00:20. Archivado en Política

Hoy los católicos nos sentimos aludidos por las palabras de Julio Anguita, publicadas en Rumores de Ángeles. No son nada más que una pequeña muestra del laicismo beligerante que pulula por muchos otros sitios. Como ejemplo tenemos a Uganda donde se pretende dar estatus de gran ONG a la Iglesia católica, según comunica la agencia Zenit.
Otro caso similar sucedió en julio cuando el semanario británico “The Economis”, pidió a la Santa Sede que renuncie a su status diplomático. Que no sé yo porqué se ocupa de esas cosas el citado semanario. El caso es que según la agencia Zenit el miembro de la Comisión Teológica Internacional, monseñor Bruno Forte, arzobispo italiano de Chieti-Vasto, tuvo que hacer unas declaraciones en Radio Vaticano, para explicar que no se puede reducir a una ideología la fe, que la Iglesia tiene un mensaje trascendente, no exclusivamente asistencial. Monseñor Forte declaró:

Que estas propuestas «nacen de una clarísima interpretación ideológica del papel de la Iglesia, que es totalmente incapaz de comprender su misterio profundo, ese sentido último que todo creyente que viva la experiencia de la gracia logra percibir».

Para las potencias en juego en este mundo, del carácter que sean y especialmente económico, la Iglesia sólo puede presentarse como una agencia entre las otras muchas fuerzas de la historia», aclara el teólogo.

«Querer reducir a esto a la Iglesia significa traicionar su alma más profunda», reconoce. La Iglesia, «no es sólo una agencia social --también lo es, pues es incontable la cantidad de bien que hace en el mundo--, sino que lo hace todo por una razón profunda, una fuerza, una esperanza, un amor que no pueden ser reducidos a categorías económicas o del poder político».

Pues bien, en el fondo, las declaraciones del Sr. Anguita, hacen honor a su laicismo. Y la Constitución Europea omitiendo las raíces cristianas de Europa en su redacción, muestra lo cerca que se está de reducir a las religiones al ámbito de lo privado. Algo meramente anecdótico para los laicistas quienes valiéndose de la Declaración de los Derechos Humanos, cuya aportación cristiana tratan de eludir, pretenden crear un “Mundo Feliz”.

Ese humanismo sin otro credo que una declaración consensuada de principios, resulta muy atractivo. Es como nombrar la Alianza de Civilizaciones. La boca se llena de saliva y no paras de escupir buenas intenciones que, la mayor parte de las veces se quedan exclusivamente en eso, buenas intenciones.

En el fondo el Sr. Anguita debiera ser tan ecuánime como para reconocer una financiación de partidos en igualdad de condiciones con la de la Iglesia, es decir que cada ciudadano pueda poner una cruz en la declaración de la renta, a ver si su parroquia les saca del atolladero. Estar al servicio de un ideal que hace tiempo ha caído por su propia incongruencia, no le convierte en el árbitro de las relaciones Iglesia-Estado.

Miente cuando afirma que los acuerdos Iglesia-Estado se firmaron en tiempos franquistas. Quien quiera informarse puede hacerlo en las hemerotecas, y descubrirá que los acuerdos se firmaron en tiempos del cardenal Tarancón en 1979, instituido el gobierno democrático.

La numerosa militancia clandestina de católicos e incluso sacerdotes, muy próximos a los partidos de izquierdas, hicieron posible en la Transición ese acuerdo. Vamos a recordar la matanza de los laboralistas en Atocha y la labor clandestina del Sindicato Comisiones Obreras. Y recobrar un poco el sentido común. Si atizamos el fuego desde todos los ámbitos, vamos a salir escaldados unos y otros.
A ver si la izquierda resucita su idealismo sobre la base de otras metas que no sea la demolición de la Iglesia.

Finiquitado el discurso marxista, se volvieron ecologistas, pacifistas, abanderados del arco iris y del feminismo radical. El caso es que no tienen discurso. Han abandonado los vaqueros, la pana, y las cazadoras y ahora dan conferencias en las Universidades con traje chaqueta y corbata. Luego vendrán a cantarnos la Internacional a ver si pica algún ingenuo. No quiero ni pensar cuál será su discurso si en el Instituto le da por enseñar Educación para la Ciudadanía.

 

 

Julio Anguita: "La Iglesia es un parásito y una gangrena"

Permalink 21.08.07 @ 08:48:34. Archivado en Iglesia-Estado

En el curso de verano de la Universidad de Cantabria, Julio Anguita arremetió, implacable, contra la Iglesia. De ella dijo que era “una especie de gangrena, un parásito” que no ha abandonado el pensamiento “castrador”. Además, explicó que la relación entre el Estado y la Iglesia debía seguir la máxima “cada uno por su lado” y criticó que el Rey, como Jefe de Estado, acuda a misas en actos públicos.

A su juicio, cuestiones como la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía –que consideró como una “pijez”- desvían la atención de los asuntos verdaderamente importantes en relación a la Iglesia, como es la financiación. El ex dirigente de IU dijo que “el Gobierno de Zapatero apunta, pero no entra en materia”, ya que “lo primero que tendría que haber hecho era denunciar el Concordato”.

Dicho acuerdo entre el Estado y la Iglesia se firmó durante el régimen franquista, gracias al cual, se destina una parte de los presupuestos generales del Estado a la jerarquía católica. El Gobierno de Zapatero logró hace unos meses que la Iglesia sólo recibiera dinero de los católicos que así lo deseen al hacer la declaración de la renta, pero antes todos –creyentes de esa confesión o de otra, ateos y agnósticos- destinaban una parte de su sueldo a la institución.

Asimismo, la asignatura de Religión, que sigue dentro del sistema educativo, es impartida por miles de profesores contratados y pagados por el Estado, pero seleccionados cada curso por los obispos.