ARTEMIO VÍTORES, VICARIO DE LA CUSTODIA FRANCISCANA EN TIERRA SANTA

«Belén es hoy menos cristiana que nunca»

RD
Miércoles, 22 de agosto 2007

 

Artemio Vítores, vicario de la Custodia Franciscana en Tierra Santa, es un religioso franciscano procedente de la localidad palentina de Cevico Navero que lleva 37 años viviendo en Jerusalén. A pesar de los difíciles momentos que ha tenido que vivir en Israel por defender la fe que profesa, Artemio Vítores confiesa que se siente realizado haciendo la labor que desempeña. Ayer pronunció una conferencia sobre el presente y el futuro de los cristianos en Tierra Santa con motivo de los actos programados por la Cofradía del Santo Sepulcro para celebrar el sexto centenario de su fundación. Lo entrevista Raquel Martínez en el Norte de Castilla.

-Viene a pasar unos días de vacaciones a su localidad natal, pequeña y tranquila, ¿cómo se vive el contraste con respecto a su lugar habitual de residencia, Jerusalén, donde la situación es extremadamente violenta?

-La situación en Jerusalén tampoco es tan complicada como los medios de comunicación la muestran. Soy un apasionado de Tierra Santa y también de mi pueblo. Cuando vengo a Cevico, me gusta pensar en cómo la Iglesia sirvió de nexo de unión a las generaciones de ceviqueños que colaboraron para construirla. Este aspecto también se ve en Jerusalén, cuando todas las personas que hemos trabajado por Tierra Santa lo hemos hecho para que quede algo para la posteridad.

-¿Cuál es el presente que viven los cristianos en Tierra Santa?

-Existe un problema muy importante: en 1948, cuando se creó el estado de Israel, los cristianos eran un 20% de la población, y hoy no llegan al 1,5%. Sin ser pesimistas, si no hacemos algo, Tierra Santa se queda sin cristianos. Belén, que fue la cuna de nuestra religión, es hoy menos cristiana que nunca.

-Siempre que se habla de Israel, se hace alusión a los judíos y a los musulmanes, pero nunca se menciona a los cristianos...

-Nunca aparece la palabra cristiano, cuando son la fuente de nuestra fe. Sin los cristianos de Jerusalén, nosotros no existiríamos, porque ellos nos han dado la fe.

-Con un presente tan complicado, ¿cómo se presenta el futuro?

-Hay que trabajar, como lo hicieron los franciscanos desde el momento en que llegaron a Tierra Santa, ayudando a los cristianos a buscar casa y trabajo y dándoles una educación. Hoy habría que hacer algo parecido. Desde aquí hay otros medios de colaborar, como las peregrinaciones, que además de servir para ayudar económicamente, tienen una función psicológica, que es demostrar a los cristianos de Jerusalén que no están solos.