Un sacerdote denuncia los abusos de curas en Cali
Aberraciones en la catedral
PD/AgenciasJueves, 23 de agosto 2007
El sacerdote Germán Robledo aseguró que colegas suyos en la Catedral de Cali incurren en actos de pederastia y de malos manejos económicos y administrativos. Robledo asegura que tiene varias grabaciones de jóvenes que confiesan haber recibido dinero del párroco de la Catedral de Cali, Fred Potes, por haber prestados sus servicios sexuales o en su defecto como proxenetas, toda vez que le llevaban al sacerdote otros muchachos con los cuales el Padre habría cometido pederastia.
“Son aberraciones que se presentan desde hace diez años”, advirtió Robledo en unas escandalosas declaraciones que ofreció.
“Los servicios sexuales son pagados con el dinero que donan los feligreses”, sostuvo el sacerdote, quien el pasado diciembre renunció a la Presidencia del Tribunal Eclesiástico de Cali, cargo que ejerció durante 23 años.
“El templo se convirtió en un centro, en un antro más bien de sodomía, no porque allí tengan lugar hechos de este tipo, sino porque allí acuden una serie de personajes supremamente peligrosos”, sostuvo el sacerdote.
Y agregó: “se conocen cerca de seis casos de sacerdotes que tienen concubinatos, tienen hijos y hasta denuncias por inasistencia alimentaria”.
“Se del caso de un joven que el día que recibió su orden de Sacerdote, su supuesta esposa daba a luz simultáneamente a un bebé”, sostuvo el Robledo.
De igual manera, asegura que otro párroco puso a su amante como secretaría de la parroquia en la cual él trabajaba, aunque en ninguno de los casos anteriores quiso revelar el nombre de dichos Sacerdotes, hasta que la Arquidiócesis no haga las respectivas investigaciones.
El sacerdote dijo que renunció al Tribunal Eclesiástico de Cali, mediante carta al arzobispo de la ciudad, Juan Francisco Sarasti, porque este jerarca no le ofreció respuestas a los informes que sobre la situación le había entregado previamente.
En respuesta al mensaje de dimisión, Robledo dijo que Sarasti le agradeció su preocupación por la disciplina eclesiástica, pero que también le expresó que era muy difícil demostrar la veracidad de las denuncias.