
Ante el silencio del arzobispo de Granada, monseñor Martínez
Vecinos de Albuñol recurrirán al Vaticano
RDMiércoles, 29 de agosto 2007
Cuenta R.I. en El Ideal que la mediación del Defensor del Pueblo no surte efecto por el momento pero los vecinos de Albuñol no se desaniman y están dispuestos a llevar su lucha para que vuelva su cura Gabriel Castillo hasta el mismísimo Vaticano. Ayer anunciaron que pedirán al Nuncio Apostólico audiencia en el Vaticano, después de que el arzobispo, Francisco Javier Martínez, no haya contestado aún a la carta del Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo.
Fuentes de la Oficina del Defensor confirmaron a Europa Press que continuarán aguardando alguna contestación para poder comunicársela a los vecinos con posterioridad. Chamizo envió el pasado 21 de agosto una carta al arzobispo de Granada en la que le solicitaba que concertara una cita con los vecinos de Albuñol, que demandan la vuelta del que fuera su párroco desde hace dos años.
Según informaron las citadas fuentes, en cuanto tenga una respuesta el Defensor la trasladará a los vecinos.
Pero mientras esperan, los albuñolenses enfrascados en la lucha por su cura no pierden el tiempo. La portavoz de los feligreses, Custodia Manzano, anunció que hoy mismo solicitarán a la Subdelegación del Gobierno la autorización preceptiva para retomar las manifestaciones después de que ella misma fuera denunciada por participar en protestas sin autorización en el mes de julio.
La multa, de 301 euros, la pagarán «de forma solidaria» entre todos los vecinos. Además, según explicó Manzano, los vecinos no descartan volver a comenzar una huelga de hambre puesto que la abandonaron en el momento en el que el Arzobispado decretó que no se celebrasen sacramentos en la parroquia mientras los vecinos continuaran con sus propuestas y esto, según señaló Manzano, «no ha cambiado, por lo que no han cumplido su palabra».
Todo tipo de reacciones
De forma paralela a la lucha de los vecinos, el polémico enfrentamiento entre Albuñol y el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, sigue generando todo tipo de reacciones y manifestaciones en el propio seno de la iglesia. Ayer mismo, el Movimiento por el Celibato Opcional (MOCEOP) criticó duramente el «autoritarismo eclesiástico» del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, por ordenar el traslado del párroco en contra de parte del pueblo.
Esta asociación, que busca el reconocimiento del celibato opcional en la Iglesia Católica, rechazó el traslado de un párroco que había sido «muy bien acogido por sus feligreses», especialmente, añadió, a raíz del «gesto evangélico» de abrir las puertas de su casa para acoger a inmigrantes sin vivienda.
La asociación, para quien hoy día no es normal que los feligreses «apoyen tanto a un cura», criticó la actitud del arzobispo de no recibir a los vecinos y de dejar sin párroco y por tanto sin sacramentos al municipio. También el teólogo Juan José Tamayo opinó sobre el tema. Para este teólogo el arzobispo sí se ajusta al Derecho Canónico cuando ha decidido dar traslado al párroco Gabriel Castillo, puesto que los feligreses se deben a sus órdenes ya que «detenta todo el poder y no hay otros grados intermedios».
Para el teólogo la situación que se ha vivido en Albuñol refleja la «falta de democracia que existe dentro de la Iglesia católica», que según manifestó, es «de las pocas instituciones que quedan en el mundo de carácter dictatorial». Tamayo señaló, además que la postura de los feligreses de Albuñol es «legítima» ya que están ejerciendo la función activa «que debe tener toda comunidad cristiana», sobre todo, apuntó, porque el sacerdote «estaba muy vinculado con ellos, por lo que es normal que consideren una injusticia el golpe de poder autoritario del Arzobispado».