17.05.09

José Luis de Jesús Miranda y Creciendo en gracia

Categorías: Creciendo en Gracia

“Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: “Yo soy el Cristo", y engañarán a muchos” Mateo 24,5

Desde que Lutero proclamó la libre interpretación de la Biblia han surgido todo tipo de movimientos sectarios interpretando la Biblia a su modo y predicando toda clase de doctrinas. En mi opinión, uno de los más sorprendentes es la secta “Creciendo en gracia” fundada y dirigida por José Luis de Jesús Miranda, quien en su currículo, tiene el de haber sido adicto a la heroína, delincuente, presidiario, predicador pentecostal y pastor bautista “plantador de iglesias” (lo cual él mismo reconoce en su “testimonio”).

 

Pero al parecer, su “fulgurante” carrera no iba a parar allí. Y es que ¿Qué pensarían ustedes si alguien que conocen se proclama a sí mismo la encarnación del apóstol Pablo (año 1998)?. Pero como ser apóstol tampoco fue suficiente terminó declarándose Jesucristo Hombre (año 2005) y por último como la bestia, y el anticristo (año 2007) e impulsando a sus seguidores a tatuarse la marca de la bestia (666).

Pero lo que más asombra no es que haya algún trasnochado predicando tonterías, sino que haya quien las crea. Conozco uno por ejemplo, que tiene años predicando unas “21 tesis de la verdadera doctrina cristiana” y solo ha podido convencer a su devota esposa y a uno que otro distraído. Este no es el caso del “Ministerio Internacional Creciendo en gracia” , quien comenzó como una pequeña comunidad evangélica y involucionó a una secta que comprende más de 300 congregaciones en 13 países del mundo, un canal de televisión que transmite 24 horas, más de 250 programas de radio y más de 100.000 seguidores que le alaban y proclaman como “El Rey de Reyes”, “La bestia” , “Jesucristo Hombre” , “El Papi” y pare de contar.

¿Cómo pudo haber tanta gente creído en este personaje que se autoproclama Jesucristo? Es algo difícil de creer. He creído oportuno hacer un resumen de las doctrinas que este grupo sectario predica y algunos de los argumentos que pueden ser utilizados si nos llegamos a encontrar con alguno de sus miembros

¿Jesús hecho hombre?

José Luis de Jesús Miranda narra que la noche del 17 de diciembre de 1973 tuvo una visión donde “pudo observar con claridad a dos hombres inmensos, vestidos de blanco, que rodeaban su cama… -El Rey de Reyes y Señor de Señores- dijeron los dos seres, al mismo tiempo-, vendrá esta noche a ungirte para el ministerio”

Luego de este anuncio dice que “una figura extraterrestre empezó a emerger de la luz… aquella criatura surrealista era Dios mismo…La criatura siguió flotando en dirección a él, hasta que se metió en su interior y se fusionó con su espíritu…A la mañana siguiente, José Luís De Jesús Miranda despertó en su misma cama, en su mismo cuarto,… ¡Pero él ya no era el mismo!…Jesucristo había regresado

Lo cierto es que esta versión alocada de la segunda venida de Cristo no coincide en absoluto con lo que Jesús y los mismos apóstoles predijeron en su momento.

“Entonces aparecerá el estandarte del Hijo del hombre, y se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y majestad grande” Mateo 24,30

“Díjole Jesús: Tú lo has dicho. Y yo os digo que un día veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo” Mateo 26,64

“Entonces verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes con gran poder y majestad” Marcos 13,26

“Jesús dijo: Yo soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo” Marcos 14,62

“… «Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo” Hechos 1,11

“Ved que viene en las nubes del cielo, y todo ojo le verá… ” Apocalipsis 1,7

“Esto os decimos como palabra del Señor: que nosotros, los vivos, los que quedamos para la venida del Señor, no nos anticiparemos a los que se durmieron, pues el mismo Señor, a una orden, a la voz del arcángel, al sonido de la trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los vivos, los que quedamos, junto con ellos, seremos arrebatados en las nubes, al encuentro del Señor en los aires, y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras”. 1 Tesalonicenses 4,15-18

Pero es que ¿Acaso todo ojo le ha visto descender del cielo al sonido de la trompeta de Dios? ¿Resucitaron los muertos y fue arrebatado alguien entre nubes al encuentro con el Señor?

¿Bestia, Anticristo, 666?

Si esto ya no fuera suficiente, el 21 de enero del 2007 en una predicación en vivo por Internet, luego de leer Apocalipsis 13, 16-18, reconoció ser La Bestia, el Anticristo, y mostró haberse tatuado el 666 en su brazo. Siguiendo su ejemplo sus seguidores se hicieron tatuar el 666, que señalan no es satánico porque, afirman, el mal y el pecado no existen. También se inscribieron las letras SSS (Seiscientos Sesenta y Seis), que significarían “Salvo Siempre Salvo”, en una interpretación literal del texto bíblico, aunque este se escribió originalmente en griego. A este respecto en su “testimonio” dice:

“Luego está el asunto del 666. Durante años este número ha sido el provocador de temores y perturbaciones. En el Apocalipsis, el apóstol Juan declara que el 666 es el número de su nombre. El «nombre» en el sentido bíblico de la palabra tiene que ver con varios aspectos relacionados a una persona. En ese caso, no es difícil imaginar que el «número de su nombre» bien podría revelar pistas acerca del lugar y la fecha en que aparecería esa «Bestia»”

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La razón evidente por lo que hasta ahora nadie se le había ocurrido asociarse con el Anticristo o la Bestia y mucho menos tatuarse el 666 es que en el Apocalipsis no se ve a estos precisamente como personajes benignos.

“«Hijos míos, esta es la última hora. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, ya han venido muchos anticristos, por lo cual nos damos cuenta que ya es la última hora. Ellos se salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros. Si hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado con nosotros». En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo y todos vosotros lo sabéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira viene de la verdad. ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”. 1 Juan 2,18-22

“Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia, y se postraron ante la Bestia diciendo: “¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?. Le fue dada una boca que profería grandezas y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante cuarenta y dos meses; y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios: para blasfemar de su nombre y de su morada y de los que moran en el cielo. Se le concedió hacer la guerra a los santos y vencerlos; se le concedió poderío sobre toda raza, pueblo, lengua y nación” Apocalipsis 13,4-7

Ilustrativo a este respecto todo el capítulo 14.

“ Un tercer ángel les siguió, diciendo con fuerte voz: “Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano, tendrá que beber también del vino del furor de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su ira. Será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos ángeles y delante del Cordero. Y la humareda de su tormento se eleva por los siglos de los siglos; no hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la Bestia y a su imagen, ni para el que acepta la marca de su nombre.” Apocalipsis 14,9-11

Se hace evidente en esos textos la diferencia entre la Bestia y el Cordero, aparte que las desagradables consecuencias de quienes se tatuaron la marca de la Bestia.

Más adelante los acontecimientos no acaban nada bien para la Bestia y para los que se pudieron su marca.

“Vi entonces a la Bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos reunidos para entablar combate contra el que iba montado en el caballo y contra su ejército.” Apocalipsis 19,19

Pero la Bestia fue capturada,, y con ella el falso profeta - el que había realizado al servicio de la Bestia los signos con que seducía a los que habían aceptado la marca de la Bestia y a los que adoraban su imagen - los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre” Apocalipsis 19,20

“Luego vi unos tronos, y se sentaron en ellos, y se les dio el poder de juzgar; vi también las almas de los que fueron decapitados por el testimonio de Jesús y la palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la Bestia ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente o en su mano; revivieron y reinaron con Cristo mil años” Apocalipsis 20,4

Y el diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia, y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. Apocalipsis 20,10

Es obvio que este señor no es Jesucristo, y aunque bien podría ser calificado de ser una “bestia”, no es tampoco la Bestia de la que hablan esos textos bíblicos, la cual se dice “Realiza grandes signos, hasta hacer bajar ante la gente fuego del cielo a la tierra; y seduce a los habitantes de la tierra con los signos que le ha sido concedido obrar” Apocalipsis 13,14. Este individuo simplemente nunca ha hecho nada. Cuando a este señor se le ha pedido algún signo o milagro ha respondido “El mayor milagro soy yo”

¿No existe el pecado?

En un conjunto de estudios bíblicos bastante escuetos que han publicado utilizan varios textos bíblicos descontextualizados para afirmar que el pecado fue eliminado y ya no existe. Entre ellos se puede contar Zacarías 3,9 “…y aquel mismo día quitaré de la tierra la iniquidad” , Jeremías 31,34 “…porque les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus pecados” , Hebreos 9,26 “Pero ahora una sola vez en la plenitud de los siglos se manifestó para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo” .

Esos textos hacen referencia al perdón del pecado, lo cual es muy distinto a la destrucción definitiva del pecado, que pecado existirá siempre que en este mundo podamos desobedecer a Dios.

Los textos de la Escritura que hacen referencia al pecado son muy abundantes como para comentarlos todos. Se podrían mencionar:

Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia. Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros.” 1 Juan 1,8-10

Si tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehena” Mateo 5,29

“Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.» ” Juan 8,7

“Pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están bajo el pecado, como dice la Escritura: No hay quien sea justo, ni siquiera uno solo” Romanos 3,10

“Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado” Santiago 4,17

“No habéis resistido todavía hasta llegar a la sangre en vuestra lucha contra el pecado” Hebreos 12,4

Los textos en los que Pablo dice que hemos muerto al pecado aluden a que la gracia nos da los medios para que este no nos domine, pero no indican que no podamos ya pecar y mucho menos que el pecado ha dejado de existir. Para ellos sin embargo, cuando San Pablo utiliza el término pecado, no lo hace para referirse a una desobediencia a Dios, sino simplemente a un “errar al blanco”, que por demás está decir es una afirmación completamente gratuita.

¿El Diablo ya no existe porque fue destruido?

Otra de sus afirmaciones es que el Diablo fue destruido y ya no existe, y para esto citan Hebreos 2,14 “Por tanto, así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo” . Pero la aniquilación de la que se habla aquí no es una destrucción literal, sino una referencia de la victoria de Cristo sobre Satanás por medio de su sacrificio. Las referencias al Diablo en la Escritura (no como un ser destruido) son también abundantes.

“Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo” Efesios 6,11

“Y a un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable, con todos, pronto a enseñar, sufrido, y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad, y volver al buen sentido, librándose de los lazos del Diablo que los tiene cautivos, rendidos a su voluntad” 2 Timoteo 2,24-26

“Someteos, pues, a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros” Santiago 4,7

“Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar” 1 Pedro 5,8

“No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” Apocalipsis 2,10

“Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él” Apocalipsis 12,9

“Por eso, regocijaos, cielos y los que en ellos habitáis. ¡Ay de la tierra y del mar! porque el Diablo ha bajado donde vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo.»” Apocalipsis 12,12

Otras doctrinas

Entre otras de sus disparatadas doctrinas están la de que Adán era el Diablo, acusan de anti-bíblica la doctrina de la Trinidad y se profesan modalistas (afirman que Dios fue manifestado en tres formas diferentes y no que en Dios hay Tres Personas divinas), creen en la preexistencias de las personas como ángeles, y algunas otras doctrinas disparatadas que no vale la pena ni mencionar.

¿Qué podemos hacer?

Si algo pone en evidencia estos acontecimientos es nuestra profunda ignorancia en materia religiosa y social. Ya es grave que cuando alguien de alguna otra religión cuestiona un católico y este muchas veces no sabe qué decir, se pone nervioso o incluso comienza a dudar de su fe, pero mucho más grave es que alguien pueda en pleno siglo XXI proclamarse Dios y termina arrastrando masas.

Es tiempo de despertar, comenzar a tomar en serio la propia fe. No podemos seguir siendo católicos de sofá. Hay que comenzar ahora a trabajar y evangelizar, porque millones son vulnerables a cualquier viento de doctrina y abandonan la Iglesia cada día. No hay que olvidar tampoco la apologética, tan olvidada hoy día en que todo el mundo está pendiente del ecumenismo, cuando este y la apologética son dos caras de una misma moneda.

Un poco de humor para finalizar…
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