De dónde viene eso de las competencias I

10.07.09 | 09:09. Archivado en Pedagógico, Asesoría, Alfredo Hernando

 

¿Qué profesor no ha oído hablar del concepto de competencias? Pero ¿de dónde viene esta nueva forma de trabajo en la educación?, ¿qué significa trabajar por competencias?, ¿cómo se refleja en nuestra Ley de Educación? y ¿hacia dónde nos conduce este modelo? Sigue con atención nuestro blog donde os propongo un sencillo itinerario teórico que dé respuesta a éstas y otras muchas preguntas sobre la última ola pedagógica del momento.

Si nos remontamos a los orígenes del término competencias debemos viajar al contexto empresarial donde aparecen autores como Parsons y Atkinson, quienes comenzaron a gestar este concepto. Posteriormente, en los años 60 y 70 el profesor de Psicología de la Universidad de Harvard, David McClelland, realiza una serie de estudios sobre los aspectos motivacionales, en relación con el éxito profesional. Es en 1973 cuando manifiesta que por sí solos, los expedientes académicos y los test de inteligencia no eran capaces de predecir con fiabilidad la adecuación de las personas a los puestos de trabajo y por tanto a la consecución del éxito profesional. Como consecuencia de tales conclusiones acuñó el término “competency/competencies”.

La corriente anglosajona en la gestión por competencias toma como punto de referencia el contenido del puesto de trabajo y su relación con la estrategia global de la compañía. Lo que nos lleva a señalar que las competencias están referidas a una situación de trabajo y, por tanto, es el campo de actuación de una empresa el que define las competencias de actuación necesarias para que dicha organización lleve a buen término sus fines y objetivos, y no el propio individuo. Definido el concepto de competencia como: un conjunto de comportamientos observables que están causalmente relacionados con un desempeño bueno o excelente en un trabajo concreto y en una organización concreta.

Se explican las competencias en dos grandes grupos expresados a partir del “modelo del iceberg”. En un primer grupo estarían las más fáciles de desarrollar y detectar, como las destrezas y conductas, y en un segundo grupo las menos fáciles de detectar y luego desarrollar, como los componentes afectivos y sociales, las actitudes y los valores

A nivel europeo, han sido varios los proyectos empresariales que desembocaron en el ámbito educativo hasta llegar a los conceptos de competencias comunicativas, cognitivas, afectivas y sociales. Cabría destacar cinco fundamentales para una mejor comprensión del término en el ámbito de la enseñanza del español como lengua extranjera: el Proyecto Tunnig, el Proyecto DeSeCo, la Agencia Eurydice, el Marco Común Europeo de referencia para las lenguas y la Cumbre de Lisboa en 2001. Pero todo esto ya es para otro día...

Alfredo Hernando
Asesor Pedagógico de Escuelas Católicas