Fotografía de archivo del sacerdote español
Mariano Arroyo Murino, cuyo cadáver fue encontrado con varias
puñaladas, quemaduras y las manos atadas en el Santuario
Nacional de Nuestra Señora de Regla de La Habana. /Efe
Primer asesinato en febrero
El cadáver del párroco de Regla, un pueblo de las afueras de La
Habana, Mariano Arroyo Merino, ha sido encontrado apuñalado y
quemado, siendo el
segundo sacerdote español asesinado este año en Cuba, según
confirman fuentes diplomáticas y religiosas.
El sacristán de Regla, Orlando Arocha, ha narrado que un vigilante
vio salir humo de la iglesia, entró, encontrando el cuerpo del
cura en su habitación, sobre un colchón quemado. Ha indicado que
lo levantó para sacarlo antes de darse cuenta de que estaba muerto
y manaba sangre. El sacerdote asesinado llevaba más de diez años
en Cuba y tenía previsto viajar a España, de vacaciones, el
próximo sábado, ha agregado Arocha, quien vio con vida al párroco
por última vez ayer domingo, cuando ofició dos misas.
Un comunicado emitido por el arzobispado católico de La Habana
dice que "los primeros informes indican que (...) fue asesinado".
Según un portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional (CCDHRN), no reconocida por el gobierno de
la isla, el cadáver del religioso presentaba varias puñaladas,
quemaduras y las manos atadas.
Hasta ahora no ha sido suministrada ninguna información oficial
sobre este suceso y el templo ha sido cerrado por los
investigadores. Patrullas de la policía y curiosos permanecen
frente al santuario de la Virgen de Regla, al otro lado de la
Bahía y el puerto de La Habana, donde varios vecinos alabaron la
labor del sacerdote español, que pertenecía a la diócesis de
Madrid, según fuentes diplomáticas.
En cuba desde
1997
Mariano Arroyo Merino nació el 20 de febrero de 1932 en Cabezón de
la Sal (Santander, norte de España), fue ordenado sacerdote en
1960 y estuvo como misionero en Chile de 1962 a 1968. Era
licenciado en Filosofía y Teología por la Universidad Pontificia
de Comillas y en Filosofía y Letras por la Complutense.
Llegó a La Habana en enero 1997 y en marzo siguiente el cardenal
Jaime Ortega, arzobispo de la capital cubana, le nombró párroco de
la iglesia de Nuestra Señora del Pilar. En diciembre de 2004 fue
designado rector y párroco del santuario de Regla, donde
desarrolló "un intenso trabajo pastoral" y desplegó "un particular
carisma hacia la religiosidad popular y el sincretismo religioso".

