14.07.09
¿Iglesia quemada?: esto ya va sonando...
El título de la noticia es bastante claro: “Intento de atentado con artefactos incendiarios contra una Iglesia de Majadahonda”.
Más que suficiente para entender ciertas cosas y ciertos movimientos políticos en contra de la Iglesia católica.
Parroquia de Santa Genoveva Torres, un peligro para la humanidad que fue la santa, como deben pensar. Tal era el lugar escogido por los malhechores.
Alguien empieza, por ejemplo, tratando de arrinconar la fe católica en las clases de los centros escolares ofreciendo, a la fuerza, un (imposible) contrapeso llamado Educación para la Ciudadanía; o, por ejemplo, implantando un sistema de divorcio que facilita, en mucho, tan drástica solución; o, también, se facilita mucho el aborto…
Otro ejemplo: se trata de legislar en el sentido de que desaparezcan los símbolos católicos de los centros públicos (véase, es un decir, un crucifijo) para ir arrinconando una sana religiosidad practicante.
Pues cuando el ambiente es el aquí descrito, es fácil imaginar que pueda haber cierto número de personas que crean que, en efecto, tales conciudadanos (católicos) no practican nada bueno y lo mejor sería, directamente, acabar con ellos.
¿Y quién siembra tales semillas de odio?
Bien sabemos la persona y las instituciones que están llevando a cabo la mayor (y sutil) limpieza religiosa para quedarse con sus conformidades de estanque podrido y comportamientos políticamente correctos aunque, en el fondo, profundamente laicistas y, al fin y al cabo, contrarios a toda verdad que no venga dibujada por el mundo y lo mundano.
Por su parte, el Observatorio Antidifamación Religiosa en un comunicado de prensa ha dicho lo que es, ciertamente, verdad:
En primer lugar, que “Este Observatorio también recuerda que desde aquí ya habíamos denunciado ese proceso social por el que se empieza ridiculizando una fe, luego a sus miembros y después se pasa al ataque verbal y luego físico. Parece que ya hemos llegado, lamentablemente, a esa fase”.
Y, además, algo que es muy importante no olvidar:
“Este hecho nos retrotrae, como ya hemos denunciado en otras ocasiones, a épocas pasadas de fatal memoria o a situaciones actuales parecidas de persecución religiosa en otras partes del mundo”
Todo esto forma parte de un proceso… hacia la fosa en la que caerá España si es que no lo remedia el sentido común.
Todo esto nos recuerda, demasiado, aquellos años en los que hermanos nuestros en la fe dieron su vida sin más razón que amar a Cristo, a su Iglesia y, así, al mundo.
Y me refiero a los que transcurrieron y en los que rigió la laicista ley republicana de los años 30 del siglo pasado.
Por eso, a mí, la verdad, esto de quemar una Iglesia me va sonando a algo… que no recuerdo ahora.
Vamos, que no quiero ni recordar.