12.08.09
¿Teme el laicismo a la Iglesia católica?
Estos chicos de “El País” son la monda. Cuando se empeñan en meter la pata lo hacen hasta el corvejón y son, además, especialistas en no sacarla, para nada, de la fosa en la que caen.
Del artículo (“¿Por qué la Iglesia teme a los diferentes?”) publicado por Juan Arias en el diario laicista y radical citado arriba, no sé, la verdad, qué destacar para decir lo que de él pienso. Todo es deleznable en lo escrito, con mala baba y, sobre todo, desconociendo la verdad de las cosas
Sin embargo, algo, lo peor, voy a destacar. Tres “perlas” serán suficientes:
1.-“A Roma le da miedo todos los distintos, los que disienten de las rígidas normas de conducta por ella trazadas. Teme a los diferentes sexuales: gays, lesbianas, transexuales, prostitutas; a los diferentes religiosos: ateos, agnósticos, animistas, protestantes, judíos o musulmanes”
Existe una extraña manía de creer que si no se está de acuerdo con los gays, las lesbianas, los transexuales… es que se piensa de una manera torticera.
Moralmente, tan bueno ha de ser defender una posición como la otra aunque no todo sea bueno, como se cree.
Sin embargo, la Iglesia católica entiende que determinadas conductas no son correctas ni suponen comportamientos a los que la naturaleza humana lleve. Y eso lo ha de defender Roma y todos los caminos, católicos, que llevan a Roma.
En cuanto a lo de las diversas posiciones religiosas o religiones no se puede decir que, precisamente, Benedicto XVI, sea una persona que no se preocupe por establecer un diálogo ecuménico o interreligioso. Decir tal cosa es desconocer la realidad.
Ahora bien… eso le importa poco a Juan Arias, a “El País” y a todos los embajadores del Mal.
Entonces ¿Qué extraño miedo tiene el laicismo a la Iglesia católica que les hace proferir tales cosas?
Quizá sea porque la Iglesia católica no es relativista ni hedonista ni mundana.
2.-“En lo relativo al celibato obligatorio para los sacerdotes, se trata de algo realmente absurdo históricamente ya que sabemos que no sólo Jesús, los apóstoles y los primeros Papas estaban casados, sino también los obispos en los primeros siglos del cristianismo”
¡Vaya! Ahora resulta que Jesucristo estaba casado. ¿Con quién?
A esta pregunta, seguro que Arias contestaría que con María Magdalena…
Y es que la lectura de ciertos libros produce malos sueños en sus lectores.
Entonces ¿Qué extraño miedo tiene el laicismo a la Iglesia católica que les hace proferir tales cosas?
Quizá sea porque la Iglesia católica no está con teorías ridículas que llenan los corazones de dudas y de simplezas.
3.-“Existe la locura del arte, la locura de la ciencia, la locura de la pasión amorosa (…) ¿Y la locura de la Iglesia? Desgraciadamente, la de la Iglesia oficial, la de la Iglesia de Roma, la de Benedicto XVI -no la de las periferias- sigue siendo más bien la locura del poder y de los anatemas. Aquel Jesús diferente, se ha quedado ya muy lejos de ella”.
Ahora resulta que la Iglesia católica, que Roma, que Benedicto XVI no están en sus cabales porque no siguen a aquel “Jesús diferente”.
Lo que pasa es que el Jesús que Arias, y otros, quieren no es el Jesús Hijo de Dios sino el Jesús que a ellos les gustaría manipular, que se adaptase a todo y que, sobre todo, renunciase a la Ley de Dios que, precisamente, vino a recordar.
Y, a pesar de todo (como es de imaginar) Juan Arias ya tiene experiencia en zaherir a Benedicto XVI
Y es que, como dijo el torero, lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible porque sería conveniente que más de uno respondiera a la pregunta que plantea este artículo.
Y, por favor, que no sea con ideología porque, aunque el temor sea libre, el laicismo no debería tenerlo de la Iglesia católica.
Debería tenerlo de sí mismo.
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Noticia de servicio espiritual
Entre el 14 y el 19 de agosto se celebrará en Paray-Le- Monial (Francia) el Festival Mariano Internacional.
En el marco del mismo, se tiene la intención de rezar los Misterios Gloriosos del Santo Rosario (en los 5 continentes) a las 5: 00 p. m. (o sea, a las 5 de la tarde) del próximo domingo 16 de agosto.
Invito a los lectores de este blog a que, si es posible y disponen del tiempo necesario, se incorporen al magno rezo del Santo Rosario (Misterios Gloriosos) a tal hora.