Cinco pueblos del Somontano protestan por el traslado de su párroco a la capital
13.08.09 | 18:50. Archivado en Curas

Cuenta Isabel Ara en Heraldo que los vecinos de Peralta de Alcofea, El Tormillo, Lagunarrota, Torres de Alcanadre y Lacuadrada se manifestarán el próximo 21 de agosto a las 18.00 ante el Obispado de Huesca para protestar por la marcha del que es su párroco desde hace 25 años, José María Arnal. Entre los cambios en la organización pastoral de la diócesis anunciados la pasada semana, el obispo de Huesca, Jesús Sanz, ha decidido que el próximo destino de Arnal sea la parroquia de La Encarnación, en la capital oscense.
Mientras, el hasta ahora párroco de Sariñena, José María Alonso, atenderá Peralta, Torres, Lagunarrota y El Tormillo, y Manuel Bibián continúa en Pertusa, Barbuñales, Laluenga y Laperdiguera, y se le encomienda además Lacuadrada.
La noticia ha causado gran revuelo en los cinco pueblos en los que presta servicio José María Arnal, que también imparte las clases de Religión en el CRA de Peralta. Según explicó Obdulia Gracia, alcaldesa del municipio de Peralta (que incluye también las localidades de El Tormillo y Lagunarrota), el párroco “es una persona muy querida, estamos todos los vecinos de acuerdo en que no queremos que lo trasladen, nunca ha habido tanta unanimidad para pedir algo”. “Él está al margen de esta movilización, pero está muy agradecido por el apoyo”, dijo.
Como muestra del gran cariño que sienten “niños, jóvenes y mayores” de estos pueblos por José María Arnal, Gracia comentó que los chavales que este año tienen que confirmarse ya han dicho que no recibirán el sacramento si él deja de ser párroco, y otro vecino que tenía previsto contraer matrimonio se replanteará su decisión si este no oficia la ceremonia.
Ante la avalancha de quejas por el traslado, el pasado lunes se celebró una reunión en Peralta a la que asistieron habitantes de todos los pueblos afectados -que suman unos 1.000 vecinos- para acordar medidas. “El salón se llenó y hubo gente que se quedó en la calle”, relató la primera edil de la localidad anfitriona del encuentro.
Se decidió convocar una manifestación y fue precisamente Obdulia Gracia la que presentó ante la Subdelegación del Gobierno el martes la solicitud de autorización para “una concentración pacífica” a las puertas del Obispado oscense, pero “a título personal, no como alcaldesa”, aclaró. Las autoridades concedieron el permiso ese mismo día, y de inmediato los organizadores del acto se pusieron manos a la obra.
De hecho, el martes un grupo de voluntarios ya comenzó a elaborar las pancartas que se exhibirán en la manifestación. Otro grupo se encargará de organizar una flota de autobuses que trasladen hasta Huesca a todos los vecinos que quieran participar en la protesta, explicó Gracia.
“No estamos en contra del sacerdote que tiene que venir, pero queremos que el obispo comprenda lo importante que es que en tiempos tan difíciles para la Iglesia a un párroco se le quiera tanto”, declaró la alcaldesa, quien se puso en contacto con el obispo para expresarle su postura.
Por su parte, el obispo de Huesca explicó ayer que los cambios “son los que habitualmente hacemos cada año”. En relación al caso concreto de Arnal, señaló que “podemos comprender que después de tantos años los pueblos sientan su marcha, pero esa no es razón para oponerse, siendo que hay muchas parroquias que cubrir”. En este sentido, recordó que “este año han muerto cinco curas que estaban en activo”.
Jesús Sanz dijo valorar “positivamente esas muestras de afecto hacia el párroco”, si bien dejó claro que ello “no puede condicionar la organización de la diócesis”. Respecto a cuándo se harán efectivas las modificaciones, señaló que “no hay una fecha concreta, pero empezarán a partir del 1 de septiembre”.