Blázquez: «A la mujer no se deben ofrecer facilidades para abortar ni exculpaciones»

Por Jesús Bastante
RD
Viernes, 14 de agosto 2009

El obispo de Bilbao y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, lanzó este mediodía un duro alegato contra la futura Ley del Aborto que prepara el Gobierno. En su homilía con motivo de la festividad de la Virgen de Begoña, Blázquez denunció que "es un salto muy grave pasar de considerar el aborto como delito despenalizado en algunos supuestos a pretender convertirlo en un derecho", y pidió que no se ofrezcan "facilidades para abortar".

En su homilía, el prelado mostró ciertas "preocupaciones que amenazan y oscurecen nuestra vida". "Estamos en una encrucijada delicada y decisiva", destacó Blázquez, quien añadió que "el respeto a la vida humana desde la concepción, el matrimonio y la familia, la educación, que son pilares de la sociedad, padecen hoy serios peligros y profundadas perturbaciones".

El obispo de Bilbao comenzó hablando del terrorismo, que "ha irrumpido de nuevo causando indignación, muerte y tristeza". En este sentido, aclaró que "siempre levantaré la voz condenando enérgicamente estas brutales acciones y exigiendo la desaparición de ETA".

"Debemos ser conscientes de que el arraigo social y las complicidades expresas o tácitas dan aliento al terrorismo. Por esto, es necesario deslegitimarlo también en sus motivaciones históricas y en sus objetivos. El terrorismo es en sí mismo inmoral; no puede tener cabida en una sociedad éticamente digna, respetuosa de la vida y de la justicia, convivente en la libertad y la paz", denunció el obispo de Bilbao.

En segundo término, Blázquez alertó de "la quiebra de la estabilidad matrimonial y el altísimo número de divorcios" y reivindicó "el cuidado y la defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, en todas las situaciones y circunstancias". Así, el vicepresidente del Episcopado insistió en que "nadie tiene derecho a arrogarse el poder de privar a un ser humano inocente e indefenso del derecho fundamental a la vida. Es un salto muy grave pasar de considerar el aborto como delito despenalizado en algunos supuestos a pretender convertirlo en un derecho. El aborto provocado, es decir, la eliminación directa y deliberada de un ser humano, no es un derecho, sino un abuso gravísimo, un fracaso y una fuente de sufrimientos. El derecho a la vida es primario e inalienable, fundado en la misma dignidad humana".

"A la mujer no se deben ofrecer facilidades para abortar ni exculpaciones, y tampoco rechazos sin misericordia, sino cercanía humana y eficaz ayuda", concluyó Blázquez, quien insistió en que "la aceptación social del aborto es una cuestión moral y cultural grave, que sirve de pábulo y de pretexto a las legislaciones abortistas. El derecho a la vida forma parte del núcleo de valores esenciales que son pilares básicos de la sociedad".