12.11.09

Elena Valenciano, socialista, se ha lucido

Permalink 00:32:08, por Eleuterio, 668 palabras
Categorías : General, Derechos Humanos
 

Hay muchas formas de decir las cosas. Algunas de ellas pueden ser, incluso, duras para quien no esté de acuerdo con las mismas pero para eso está la libertad de expresión.

Sin embargo, Elena Valenciano, diputada de la bancada socialista, que escribió en el diario laicista y proabortista “El País” un artículo cuyo título es, en sí mismo, deleznable: “Niñas: el aborto ‘no’ es un asesinato”, ha hecho algo bastante peor.

Yo creo que se ha manifestado como una auténtica incitadora al aborto.

Y, claro, lo que sigue es peor porque de un tal principio sólo puede derivarse un desarrollo infecto y un final nigérrimo, muy propio de su pensamiento socialista.

Todo en el artículo es deleznable y despreciable. No tiene, por tanto, nada que no se pueda definir como ruin e infecto. Nada de nada.

Por ejemplo:

Tampoco es una buena opción lanzar mensajes tan dramáticos como hipócritas ("La barriga es una zona libre de pena de muerte” o “Mamá, no me mates") que pretenden cargar sobre la conciencia de niñas y mujeres, la idea de que el aborto es un asesinato. No es verdad. Es tan sólo la verdad de los que consideran que hay vida en el mismo momento de la fecundación y anteponen el derecho del embrión al derecho de la madre, o que profesan una determinada fe o religión o filosofía”.

El texto no tiene desperdicio (aunque todo sea un puro desperdicio):

-Llama hipócritas a quienes defienden la vida del nasciturus.

-Atribuye culpabilidad a las personas citadas arriba sobre la conciencia de las mujeres embarazadas.

Pero lo que más muestra su interesada ignorancia es que ha llegado más allá de lo que hiciera la ministra Aído cuando dijo aquello de que, en realidad, no se podía llamar ser humano a un feto de 13 semanas. Elena Valenciano ha ido hasta el mismo infierno y sostiene que no hay vida en el momento de la fecundación. Punto pelota.

Si no hay vida en el momento de la fecundación ¿Cómo es posible que de lo que no hay pueda nacer un ser humano?

Semejante manifestación sólo puede hacerla quien desprecia la vida humana tanto, tanto, tanto, que es incapaz de reconocer que en el momento de la fecundación, en la fecundación misma, sólo puede haber vida.

Y, además, no se trata de anteponer el derecho del embrión al de la madre, como dice para mostrarse partidista y sectaria. Se trata de saber que son dos derechos distintos y que, por tanto, se han de respetar ambos. Pero antes que nada, antes que ninguno (como suele suceder en derecho) se ha de proteger a quien más desprotegido está que es, precisamente, el nasciturus.

Eso parece fácil de entender aunque Elena Valenciano parezca que no llega a captar tan fácil verdad.

También, cuando escribe que para abortar, lo mejor es acudir “al sistema sanitario, seguro y solvente” lo dice porque, sin duda, se mata bajo cobertura legal. Eso siempre tranquiliza a según qué personas.

Pero, cuando se pasa de largo varios pueblos es al equiparar el embarazo con el asesinato:

“¿Es, acaso, razonable mantener que las chicas no tengan capacidad para decidir abortar y sí para decidir ser madres -sin consultarlo, tampoco-?”

Aquí demuestra ser una persona que, con tal de salirse con la suya, manipula el lenguaje a su gusto pérfido y falso porque ¿Acaso es igual decidir tener un hijo a decidir matarlo?

Al fin y al cabo, !Qué poder tan grande tiene la señora Valenciano! Con su dedito puesto en el sitio correspondiente al “sí” va a favorecer, aún más, la muerte ajena. Y, además, lo justifica como si pudiera haber razón en tamaña barbaridad.

Es una pena que, sin embargo, sea el poder de las tinieblas el que ostente.