Sostuvo esa peculiar teoría en un encuentro de expertos sobre la Guerra Civil

El historiador José Andrés Gallego afirma que la Iglesia Católica en España se opuso al nazismo en parte por temor a la expansión del protestantismo

 

El historiador José Andrés Gallego sostiene que la Iglesia católica en España se opuso abiertamente al nazismo, en parte por temor a que pudiera aumentar la «influencia del protestantismo». Así lo indicó durante en una reunión de expertos sobre la postura adoptada por las diversas religiones durante la Guerra Civil. Gallego precisó que aunque el nazismo no tenía nada que ver con la religión reformada, los obispos católicos sospechaban que el triunfo de los nazis llevaría a una mayor expansión del protestantismo.

Publicado el 2009-11-15 09:54:00


 

(EFE/InfoCatólica) Investigadores del Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Suiza, Francia y España han participado en el tercer Coloquio internacional Compostela: religiones y Guerra Civil española en Europa , organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que terminó ayer en la capital.

El historiador José Andrés Gallego señaló que la jerarquía eclesiástica española «se opuso claramente al nazismo por el temor a la influencia protestante o del paganismo» que sospechaba que se albergaba detrás de esa ideología, inducido además por el «totalitarismo» dominante del régimen dictatorial de Francisco Franco, que «controlaba todos los aspectos de la vida».

Andrés Gallego, profesor del CSIC en el Instituto de Historia de Madrid y que ha llevado a cabo un riguroso estudio sobre «todos los casos de los obispos españoles» ante el nazismo y el antisemitismo, subrayó que «todos ellos, sin excepción, son contrarios, no hay ninguno favorable al nazismo».

Una forma de paganismo

Precisó que pese a que en principio el nazismo no tenía nada que ver con el protestantismo, la jerarquía católica desconfiaba en España de que tras de sí pudiera penetrar el protestantismo, y además veía una forma de paganismo en su «exaltación del cuerpo».

Añadió que entre los obispos solo hubo uno, el de León, que en 1939 mostró una clara actitud antisemita, pero apuntó que el caso contrario es el del obispo de Calahorra, Fidel García, que en 1941, «en el momento en que parecía que Hitler ganaba la guerra, escribió un texto de obligada lectura los domingos en todas las diócesis». En el documento, el obispo indicaba «dos males» que afectaban en ese momento a la sociedad: «El imperialismo de la materia, es decir el comunismo, y el imperialismo de la raza» aria, en alusión al hitlerismo, dijo el historiador.