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Servicio diario - 15 de noviembre de 2009

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Benedicto XVI pide despertar las conciencias para defender la vida
Al recibir al tercer grupo de obispos brasileños en visita ad limina

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- “Hablad al corazón de vuestro pueblo, despertad las conciencias, reunid las voluntades en un esfuerzo conjunto contra la creciente ola de violencia y menosprecio por el ser humano”, pidió el Papa este sábado en su discurso a los obispos de la Región Sur 1 de la Conferencia Episcopal de Brasil.

Dirigiéndose al tercer grupo de obispos brasileños presentes en el Vaticano para la visita “ad limina Apostolorum”, Benedicto XVI afirmó que el ser humano “de don de Dios acogido en la intimidad amorosa del matrimonio entre un hombre y una mujer, ha pasado a ser visto como mero producto humano”.

Contra esta visión distorsionada del ser humano, el Santo Padre destacó que “la convicción de la recta razón y la certeza de fe de que la vida del ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural, pertenece a Dios y no a los hombres, le confiere ese carácter sagrado y esa dignidad personal que suscita una única actitud legal y moral correcta, es decir, la del profundo respeto”.

“Nunca podemos desanimarnos en nuestra llamada a la conciencia -dijo-. No seríamos seguidores fieles de nuestro Divino Maestro, si no supiéramos en todas las situaciones, también en las más arduas, llevar nuestra esperanza”.

Y añadió: “Continuad trabajando por el triunfo de la causa de Dios, no con el ánimo triste de quien advierte sólo carencias y peligros, sino con la firme confianza de quien sabe poder contar con la victoria de Cristo”.

Refiriéndose a Brasil, Benedicto XVI destacó: “Vuestro pueblo abriga en el corazón un gran sentimiento religioso y nobles tradiciones, arraigadas en el cristianismo” que los obispos “procuráis mantener, defender, extender, profundizar, vivificar”.

“Al regocijarme vivamente con todo esto -aseguró-, os exhorto a proseguir esta obra de constante y metódica evangelización, conscientes de que la formación verdaderamente cristiana de la conciencia es decisiva para una profunda vida de fe y también para la madurez social y el verdadero y equilibrado bienestar de la comunidad humana”.

Sobre esta cuestión, el Papa indicó también que, “para merecer el título de comunidad, un grupo humano debe corresponder, en su organización y en sus objetivos, a las aspiraciones fundamentales del ser humano”.

“Por eso no es exagerado afirmar que una vida social auténtica empieza en la conciencia de cada uno”, declaró.

Y continuó: “Dado que la conciencia bien formada lleva a realizar el verdadero bien del hombre, la Iglesia, especificando cuál es este bien, ilumina al hombre y, a través de toda la vida cristiana, procura educar su conciencia”.

“La enseñanza de la Iglesia, debido a su origen -Dios-, a su contenido -la verdad- y a su punto de apoyo -la conciencia- encuentra un eco profundo y persuasivo en el corazón de cada persona, creyente o no creyente”, aseguró.

Y añadió: “la cuestión de la vida y de su defensa y promoción no es prerrogativa únicamente de los cristianos”, sino que “pertenece a cada conciencia humana que aspira a la verdad y vive atenta y aprehensiva a la suerte de la humanidad”.

Sobre la defensa de la vida y, tomando como referencia la encíclica “Caritas in veritate”, Benedicto XVI explicó que “hoy, un campo primario y crucial de lucha cultural entre el absolutismo de la técnica y la responsabilidad moral del hombre es el de la bioética, donde se juega radicalmente la propia posibilidad de un desarrollo humano integral”.

Los obispos de la Región Sur 1 de Brasil, la del Estado de São Paulo (donde se encuentra el Santuario de Nuestra Señora Aparecida) son el tercer grupo de obispos brasileños que realiza la visita “ad limina Apostolorum”, después de los de las regiones occidentales y los de la región Nordeste, recibidos por el Papa en Castel Gandolfo los pasados 8 y 17 de septiembre, respectivamente.

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El Papa va a la FAO a afirmar el derecho a la alimentación
Esencial para un desarrollo humano integral, explica el portavoz
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI visita este lunes la sede del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para reivindicar el derecho a la alimentación, esencial para un desarrollo humano integral, explica su portavoz.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha analizado en el editorial del último número de "Octava Dies", semanario del Centro Televisivo Vaticano, los motivos que han llevado al Santo Padre a participar en la cumbre mundial sobre seguridad alimentaria.

El portavoz recurre a una de las frases de la reciente encíclica "Caritas in veritate" (n.27) para ilustrar la intención del Papa: "Es necesario que madure una conciencia solidaria que considere la alimentación y el acceso al agua como derechos universales de todos los seres humanos, sin distinciones ni discriminaciones".

En ese documento, añade el padre Lombardi, el pontífice "subraya que el derecho a la alimentación es esencial para garantizar el primero de todos los derechos, el derecho a la vida. Sí, porque de hambre y de sed se muere, y si no se muere, se vive a mitad".

La cumbre de la FAO, recuerda el sacerdote, "tiene lugar en un escenario dramático que olvidamos frecuentemente".

"En el año 2000 la famosa Cumbre del Milenio había proclamado que el número de los hambrientos debería reducirse a la mitad, de los 800 millones de entonces a 400 millones en 2015. Sin embargo, en 2009 hemos llegado a mil doscientos millones. Una tragedia horrible, un impulso fortísimo a las migraciones, una amenaza gravísima para la paz".

"Es evidente que el camino principal para afrontar el problema es favorecer el desarrollo agrícola de los países más pobres, implicando lo más posible a las comunidades locales, es decir, colocando ‘a la persona humana en el centro del desarrollo'", sigue diciendo el portavoz citando la encíclica del Papa.

"Este es el interés de la comunidad mundial, de esa familia de pueblos que deberíamos ser. No debería ser difícil de comprender para los participantes en la Cumbre de Roma. Pero después habría que actuar en consecuencia. De lo contrario, las muertes por hambre seguirán aumentando", concluye.

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El Papa pide responsabilidad en la carretera
En la Jornada Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- El Papa pidió responsabilidad a las personas que viajan en carretera y rezó por las víctimas de los accidentes de tráfico.

Lo hizo este domingo, tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, con motivo de la Jornada Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, que se celebra hoy.

“Animo a todos los que recorren las carreteras del mundo a la prudencia, en el espíritu de responsabilidad por el don de la salud y de la vida propia y de los demás”, dijo.

También señaló que “rezamos por todos los que han muerto o han quedado heridos en accidentes en la carretera”.

Y añadió: “Así como encomendamos sus almas a la gracia amorosa del Dios Todopoderoso, invocamos también el consuelo para sus familias y seres queridos”.

En su saludo a los peregrinos de habla inglesa, afirmó que “por aquellos de vosotros que habéis viajado largas distancias para estar hoy aquí, rezo para que podáis tener un viaje de regreso seguro”.

Y concluyó: “El Señor proteja a los que viajan y bendiga a todos”.

La Jornada Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico se celebra desde 1993 bajo el auspicio de la Federación Europea de Víctimas de la Carretera y fue adoptada en 2005 por las Naciones Unidas.

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El Papa recibe al presidente de Serbia y al premier de la República Checa
El sábado en el Vaticano

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- El Papa recibió en audiencia este sábado al presidente de la República de Serbia, Boris Tadić, y al primer ministro de la República Checa, Jan Fischer.

Después de ser recibido junto a su séquito por Benedicto XVI, Tadić mantuvo un encuentro con el Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, que estaba acompañado por el Secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti.

“En los encuentros, desarrollados en un clima de gran cordialidad -señala un comunicado de la Oficina de Información de la Santa Sede-, se destacó el buen nivel de las relaciones bilaterales” entre la Santa Sede y Serbia.

“Concretamente -continúa el texto-, se han detenido en los principales desafíos regionales y en el camino de Serbia hacia la plena integración en la Unión Europea”.

En los encuentros, también se ha destacado “la contribución que la Iglesia católica desea ofrecer a la sociedad serbia y se han recordado los elementos idóneos para asegurar adecuadamente su presencia y actividad”.

“Se ha reconocido, además, el positivo diálogo con la Iglesia ortodoxa, también en la perspectiva de la conmemoración, en 2013, del Edicto de Milán, obra del emperador Constantino, nacido en Nis”, añade el comunicado.

Más tarde, aunque en la misma mañana del sábado, el primer ministro de la República Checa fue recibido por el Papa y mantuvo un encuentro con el cardenal Bertone y con monseñor Mamberti.

“Las cordiales conversaciones han permitido proseguir las conversaciones emprendidas durante el reciente viaje apostólico de Su Santidad Benedicto XVI a la República Checa”, indica la Oficina de Información de la Santa Sede en otro comunicado.

También “se han destacado las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y la República Checa y ha sido confirmada la común voluntad de proseguir el diálogo constructivo sobre temas bilaterales referentes a las relaciones entre la comunidad eclesial y la civil”, continúa el texto.

El encuentro ha permitido, finalmente, un “intercambio de puntos de vista sobre cuestiones de actualidad en las relaciones internacionales, en particular sobre la entrada en vigor del Tratado de Lisboa”.



 

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Mundo


Cardenal Kasper: "Ecumenismo no tiene nada que ver con sincretismo”
El diálogo sólo es posible “si ambas partes mantienen su identidad”
MINSK, domingo, 15 noviembre 2009 (ZENIT.org).- El diálogo ecuménico entre confesiones cristianas sólo es posible "si las partes mantienen su identidad" y consiguen "escucharse, cambiar la forma de pensar y los corazones", proceso que "no tiene nada que ver con el sincretismo religioso".

Así lo afirmó el pasado martes el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, durante una reunión con los miembros de la Conferencia de Obispos Católicos de Bielorrusia.

Según explicó, el ecumenismo "no nació ayer, sino durante la Última Cena, cuando Jesús proclamó: Ut unum sint - Que sean uno. Cristo fundó la Iglesia única. Las divisiones dentro de ella son las consecuencias del pecado".

"La aspiración a la unidad de los cristianos es ante todo una realidad espiritual, y de ahí que su corazón sea el ecumenismo espiritual", explicó el cardenal. El camino a la comunión, por tanto, pasa por la oración y la perseverancia. "La perseverancia debe ser, con todo, por las dos partes", advirtió.

"Necesitamos escuchar a otras personas, cambiar nuestra manera de pensar y nuestros corazones. Solo entonces estaremos en el verdadero ecumenismo".

Este proceso, advirtió, "no tiene nada que ver con el sincretismo, ya que el diálogo es posible mientras ambas partes mantengan su identidad".

"Nuestros enemigos hoy no son las demás confesiones, sino el secularismo y la falta de Dios. Por eso necesitamos responder juntos a los desafíos del presente", subrayó el cardenal Kasper.

El presidente del Consejo Pontificio afirmó que existen tres columnas de diálogo entre cristianos: el diálogo con la Iglesia ortodoxa, el diálogo con las comunidades protestantes y el diálogo con los nuevos movimientos religiosos.

Respecto al diálogo con los ortodoxos, el purpurado explicó que éste "está ya en su segunda fase, la del diálogo teológico. Después de una pausa que duró un par de años, el diálogo se retomó en 2005".

"En los últimos años se celebraron tres reuniones, en este contexto - en Belgrado, Rávena y Chipre. El último de ellos se dedicó a la cuestión de la primacía del Obispo de Roma en el primer milenio. Se han dado pequeños pasos, pero queda mucho por delante. Uno de los aspectos positivos es que ambas partes están dispuestas a continuar el diálogo iniciado".

En cuanto al diálogo con los protestantes, explicó, "se ha hecho mucho", pero "han aparecido muchos problemas ocasionados por el liberalismo en la esfera de la moralidad de las Iglesias protestantes".

En este sentido, afirmó que el diálogo con los anglicanos "es de especial importancia", y que la constitución apostólica "Anglicanorum Coetibus", "es una respuesta a la petición de los anglicanos, cuya comunidad hoy perdura gran división".


[Por Inma Álvarez]

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Obispo chino revela por qué se ha unido a la Asociación Patriótica
“Por el bien de la Iglesia”, afirma monseñor An Shuxin
PEKÍN,domingo, 15 noviembre 2009 (ZENIT.org).- "Me uní a la Asociación Patriótica por el bien de la diócesis y la urgente necesidad de evangelizar", afirma monseñor Francisco An Shuxin, obispo coadjutor de Baoding, China.

En declaraciones a AsiaNews, explica su decisión de unirse a la Iglesia oficial y su aceptación de un puesto en la Asociación Patriótica, tras pasar décadas escondido y diez años de cautividad en un lugar desconocido, en manos de la policía. 

Monseñor An tomó su decisión el pasado julio cuando se unió a la Asociación Católica Patriótica (ACP) y la Comisión Administrativa de la Iglesia Católica de la ciudad de Baoding. El obispo fue liberado de la prisión en julio de 2006 y en agosto de 2006 empezó a ejercer su ministerio en la Iglesia oficial. Hablando con AsiaNews por teléfono, monseñor An aclara que su incorporación a las dos organizaciones no implica firmar documentos sino sólo un acuerdo verbal.
 
Recientemente, algunos de sus sacerdotes han expresado su tristeza y el desconcierto al ver que mantiene puestos de gobierno en la diócesis en la actual situación.
 
La Asociación Patriótica es una organización cuyo ideal es construir una Iglesia independiente de la Santa Sede y el mismo Benedicto XVI, en su Carta a los Católicos Chinos, de junio de 2007, califica este objetivo como "incompatible con la doctrina católica".
 
El propósito de su incorporación a la ACP, a nivel de ciudad, dijo el prelado, era asumir un puesto para una mejor gestión de la diócesis de manera que la Iglesia local pueda  funcionar normalmente, de acuerdo con la política religiosa del país.

"Espero que la diócesis pueda evolucionar bien" y satisfacer su necesidad de evangelización, indicó el obispo.
 
Como obispo, espera poder actuar abiertamente, y estos puestos pueden ayudarle a gestionar mejor los asuntos de la Iglesia, tales como la restauración de las propiedades de la Iglesia, indicó. Además, dijo, la Santa Sede ha reconocido a muchos obispos del continente que tienen nombramientos de la ACP, señaló. Antes de unirse a la ACP, no se comunicó con la Santa Sede sobre este asunto, dijo.
 
Anteriormente, fuentes del Vaticano y de Baoding dijeron a AsiaNews que el obispo había sido animado a esta decisión por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que ha denegado categóricamente esta acusación (ver: http://www.zenit.org/article-33151?l=spanish).
 
AsiaNews preguntó a monseñor An si asistiría a la pospuesta Asamblea Nacional de la Conferencia de Representantes Católicos de China. En esta Asamblea se debería votar al presidente nacional de la Asociación Patriótica y al presidente del Consejo de Obispos (una especie de conferencia de obispos oficiales no reconocida por el Vaticano). Muchos obispos la boicotean porque la asamblea es "incompatible con la doctrina católica". La intención de la AP es asegurar que el candidato elegido sea obediente a su voluntad y, en la espera de plegar a los obispos a su control, sigue posponiendo, desde hace casi dos años, la fecha de la reunión.
 
El obispo An dijo que la asamblea es para alguien con títulos y él no es uno de ellos.
 
Sin embargo, muchos católicos y expertos en Iglesia en China están en desacuerdo con la decisión del obispo An de unirse a la AP, al margen de sus razones y consideraciones, ya que contraviene los principios que subyacen en la carta papal de 2007.

"Si es necesario, dejaré la ACP", responde el obispo An. 
 
El resentimiento hacia monseñor An aumentó también por el hecho de que el obispo ordinario de Baoding, monseñor Jaime Su Zhimin se encuentra desaparecido en manos de la policía desde 1996. Fue visto sólo por breve tiempo en un hospital en noviembre de 2003 y hasta hace pocos días no se sabía ni siquiera si estaba todavía vivo. Pero aún hoy no se sabe el lugar donde el y algunos sacerdotes arrestados están detenidos.
 
Algunos sacerdotes de Hebei, la región de Baoding, acusan a monseñor An de no haber tomado su decisión junto a monseñor Su. Subrayan que monseñor An debería haber emergido de la clandestinidad (y de la prisión) junto a monseñor Su. Pero monseñor An afirma: "No tengo ningún modo de verle. Está bajo arresto domiciliario muy estricto".
 
Para salvar la división entre los católicos de Baoding, algunos piensan que haría falta trabajar para liberar a monseñor Su Zhimin.

Anthony Lam, investigador del Centro de Estudios Espíritu Santo de Hong Kong, define "muy desafortunada" la decisión de monseñor An, sobre todo tras la publicación de la carta del Papa. Al mismo tiempo, afirma que la liberación de monseñor Su Zhimin podría restaurar la situación de ruptura en la diócesis de Baoding.
 
El padre Joseph, un sacerdote de Hebei es de la misma opinión. "[La liberación de] monseñor Su --afirma-- podría dar consuelo a la comunidad clandestina de Baoding y al mismo tiempo limpiar a monseñor An" de toda sospecha de "traición". El sacerdote, que pertenecía a la Iglesia clandestina, es ahora de la Iglesia oficial.
 
Subraya que "entre los católicos de Baoding es urgente el perdón mutuo y el diálogo. Las negociaciones entre China y el Vaticano son ciertamente importantes, pero son sólo un fenómeno externo [que dará sus frutos] a largo plazo. Pero en lo inmediato, China y el Vaticano debe ponerse de acuerdo sobre la liberación de monseñor Su Zhimin".
 
Respecto a las dificultades en las que se encuentra la diócesis, monseñor An afirma no haber causado él los problemas y no tener ningún medio para remediarlos. Señala que algunos sacerdotes no colaboran con él porque "no logran abandonar sus conceptos anticuados" para aceptar los "nuevos" y trabajar en la oficialidad. Sigue de todos modos abierto a toda colaboración y no "rechazará" a nadie que quiera volver.
 
"Las esperanzas de la Iglesia --afirma-- están basadas en los esfuerzos de los católicos locales en vivir la fe con una más profunda espiritualidad". "Todos los días rezo a Dios para que me guíe", concluye. Y pide a todos rezar por la diócesis de Baoding.
 
Por Zhen Yuan, traducido del inglés por Nieves San Martín

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Las universidades católicas y la fidelidad a la “Ex corde Ecclesiae”
Se realizará la semana entrante en Roma una asamblea sobre este tema
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 15 noviembre 2009 (ZENIT.org).- ¿Cómo pueden las universidades católicas mantener el diálogo entre el pluralismo, la sociedad post moderna y proponer a la vez los valores y el humanismo cristiano? ¿Cómo pueden estas instituciones inspirar iniciativas culturales, artísticas que vayan de la mano con el pensamiento del siglo XXI?

Estas y otras preguntas se discutirán en la XXIII Asamblea general de la federación Internacional de Universidades católicas, FIUC que se llevará a cabo en la Pontificia Universidad Gregoriana, del 16 al 20 de noviembre y cuyo tema será "Ex corde Ecclesiae frente a los desafíos del siglo XXI"

El evento fue presentado este viernes durante una rueda de prensa en la Santa Sede en la que participaron entre otros el subsecretario de la Congregación para la educación católica, monseñor Angelo Vincenzo Zani, y el padre Gianfranco Ghirlanda S.I, rector de la Pontificia Universidad Gregoriana.

La asamblea contará con la participación, entre otras personalidades, del arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), cardenal Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, el obispo de Nashijk en India, monseñor Felix Machado, el profesor Xavier Renders, de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) entre otros.

Inicialmente la asamblea había sido planeada para el pasado mes de julio en Honduras pero dada la situación política del país, ésta fue trasladada al mes de noviembre en Roma.

Durante este evento académico los participantes reflexionarán sobre los retos de las universidades católicas en su identidad como institución, la cual se ve constantemente amenazada por ciertas ideologías relativistas y por una progresiva secularización.

Identidad de las universidades católicas

La Federación Internacional de Universidades Católicas reúne 207 instituciones de este tipo en 56 países diferentes de los cinco continentes. Tiene como fines preservar la tradición intelectual católica, la educación integral de la persona y el servicio a la Iglesia.

La mayor contribución de dicha federación ha sido la preparación de la Constitución Apostólica, Ex corde Ecclesiae, aprobada y publicada por Juan Pablo II, en 1990.

Este documento pontificio afirma que para garantizar una presencia cristiana en el mundo universitario ante los grandes problemas de la sociedad y de la cultura, la universidad debe entender su misión como una inspiración cristiana, la reflexión de la conciencia humana, la fidelidad al mensaje cristiano y el compromiso institucional al servicio del Pueblo de Dios.

Durante su intervención de presentación este viernes, el rector de la Pontificia Universidad Gregoriana, padre Gianfranco Ghirlanda, S.I. Aseguró que la misión de las universidades católicas "no se dirige sólo a los fieles católicos" sino también a "cada hombre y cada mujer que quiera recibir una formación integral para el desarrollo de una personalidad libre y responsable".

Aseguró que, cuando las universidades carecen de una formación humana integral que busca el bien, la verdad y la sabiduría, "los estudios universitarios se reducen a una serie de nociones que dan un conocimiento superficial y a menudo distante de la realidad del hombre, del mundo que lo rodea y de las relaciones que establece en la construcción de la sociedad en la que vive".

Docentes, rectores e investigadores reflexionarán así durante cinco días temas como el diálogo interreligioso dentro de la universidad católica, la tradición intelectual cristiana, la responsabilidad social y política de estas instituciones.

Por Carmen Elena Villa

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Cristianos iraquíes: una larga historia, un futuro precario
Un documental lanza un grito de socorro al mundo
ARBIL, IRAK, domingo, 15 noviembre 2009 (ZENIT.org).- Un nuevo vídeo documental producido por católicos de Irak invita a tomar contacto con la historia, la cultura, los mártires y las luchas de una de las comunidades cristianas más antiguas.

Hank y Diane McCormick, una pareja de misioneros que trabaja en el norte de Irak, han contado a ZENIT que el primer episodio de este documental en cinco partes pueden verlo en línea en todo el mundo aquellos que quieran "encontrarse" con los católicos de Oriente Medio.

Este vídeo expone las historias de los mártires cristianos de aquella región así como las de los católicos - obispos, sacerdotes y laicos - que trabajan en colegios, hospitales y otros servicios. Incorpora escenas de la zona de los santos lugares, objetos antiguos, celebraciones litúrgicas y música local.

Diane, que ha trabajado en el proyecto como redactora, explicaba que era un esfuerzo conjunto de las Iglesias caldea, siria, maronita y latina, producido como un grito de socorro.

El mensaje de los católicos al mundo, afirmaba, es: "Ayuda, ayuda ahora que todavía hay un número grande de ritos que pueden sobrevivir".

Diane añadía: "Pueden ver el fin de su existencia dentro de los próximos 10 años".

"Su partida es una pérdida, incluso para los musulmanes; un Oriente sin cristianos no sería lo mismo. No puede pedir auxilio con más fuerza a la Iglesia universal".

Situación precaria

La introducción al vídeo informa de que la situación de la comunidad cristiana de la región, que se remonta en sus orígenes al apóstol Santo Tomás, es actualmente "precaria".

"Estos católicos no pueden quedarse en su tierra de 2000 años sin la ayuda de sus hermanos y hermanas católicos" de otros continentes, indica.

El vídeo, titulado "Una Puerta Abierta", ofrece "una mirada a las mentes y corazones de los católicos que viven en Irak".

Explica que su "naturaleza pacífica y su estatus de minoría demasiado pequeña para defenderse han hecho que los católicos iraquíes hayan sido objetivos y sufrido víctimas de guerra en guerra".

De esta forma, el número de cristianos en la región ha caído de 1,5 millones a cerca de 350.000, y sigue descendiendo.

Hank, que sirvió como cámara y traductor para el vídeo, explicaba a ZENIT que los líderes de la Iglesia abrigan la esperanza de que la gente vea este vídeo y "venga a ayudar".

Indicaba que se necesita ayuda para "construir industrias, levantar escuelas católicas, seminarios menores, hospitales y adoptar parroquias dentro de Irak, abriendo así la comunicación entre los iraquíes de dentro y el mundo de fuera".

"Los católicos en Oriente Medio ni son terroristas ni refugiados", explica el vídeo. "Son personas, individuos con una profunda fe, con una rica herencia y con valentía".

Mártir moderno

El primer episodio cuenta la historia del padre Ragheed Ganni, pastor de 34 años de Mosul, que recibió cuatro tiros en el corazón frente a su iglesia en el 2007.

En el vídeo, un compañero del sacerdote muestra el icono, atravesado por un agujero de bala, que llevaba el padre Ganni en su bolsillo cuando fue asesinado.

"La situación aquí es peor que en el infierno", había escrito el pastor en un e-mail a un antiguo profesor el día antes de morir.

En su honor, a unas 37 millas de donde murió, los católicos establecieron el Centro Médico Padre Ragheed Ganni, donde voluntarios trabajan distribuyendo medicinas gratuitas a cristianos y a musulmanes.

La doctora Ranna Enwya, que trabaja en la clínica, era muy amiga del padre Ganni. Contaba que el sacerdote siempre fue consciente de que podía perder la vida en cualquier momento y, aún así, siempre estaba trabajando, "siempre estaba alegre".

"Nos enseño cómo ser felices", afirmaba.

La doctora recordaba que el sacerdote solía rezar a Dios: "Incluso si pierdo mi vida, de acuerdo, porque será contigo y para ti".

Y concluía: "Me enseñó que sólo se vive una vez. Por lo que tengo que hacer que cada momento de mi vida sea útil a los demás. Y si es útil para los demás, me hará feliz".

Enwya trabaja junto al doctor Basman Gilal Marcos, un católico que, gracias a su labor en el centro médico, volvió a la práctica de su fe tras haberla dejado durante 20 años. Sirve a cientos de personas que vienen cada viernes y cada domingo por medicinas.

Hank explicaba que el impacto de los católicos en la zona viene de los colegios, hospitales y servicios que proporcionan. "Lo logran incluso en medio de la guerra", añadía.

El padre Rayan Atto, un sacerdote diocesano que dirige  el centro médico, cuenta en el vídeo cómo el padre Ganni ha estado intercediendo por el proyecto y ayudando con "muchos milagros".

Historias comprometedoras

A medida que el documental pasa a otros episodios, monseñor Jack Ishaak, deán del Babel College en Arbil-Ankowa, explica la rica herencia de los 2.000 años de historia de la comunidad y el papel actual de la religión en la vida diaria. Él y otros prelados exploran la liturgia caldea y sus antiguas raíces en los ritos judíos de Jerusalén.

El episodio tres revela cómo el éxito de la educación católica se traduce en "seguridad" para el futuro de los cristianos "que viven en medio de 25 millones de musulmanes".

El episodio final presenta testimonios de los católicos que han sido secuestrados o han sido víctimas del crimen y de la persecución religiosa, y sus propias explicaciones de "por qué quieren permanecer en su patria de dos mil años".

Se llama a la comunidad mundial a que ayude proporcionando oportunidades que "permitan a los cristianos cambiar su estatus de refugiados".

Hank observaba que este proyecto es "una respuesta a la llamada al ecumenismo de la Iglesia y a la llamada del Santo Padre a ayudar a los cristianos de Oriente Medio".

"Debido a las guerras y a la violencia civil", decía, "que constantemente se muestran en las noticias, es necesario que la gente - especialmente los católicos - vean la imagen del norte de Irak, y vean y escuchen las historias de los católicos en acción".

El padre Jean Abou Khalife, fundador y director de TV Charity, un apostolado de los Misioneros Libaneses Maronitas, asumió la responsabilidad de producir el vídeo.

La Iglesia católica caldea, a través del Seminario Caldeo de San Pedro en Arbil, se encargó del contenido y de la dirección.

La agenda

Diane explicaba que el vídeo ha sido "un esfuerzo de cooperación entre las Iglesias" que esperan que "promoverá la agenda" del Sínodo de los Obispos de 2010 para Oriente Medio "mediante medios no profesionales".

Contaba a ZENIT que el mensaje del documental, presentado por el arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, "refleja los principales puntos a debatir en el sínodo".

El arzobispo caldeo se centraba en la necesidad de que la Iglesia local pase de centrarse en el pasado a prepararse para el futuro, dedicarse a identificar su vocación y misión en el norte de Irak hoy.

Esto no es algo que los iraquíes puedan hacer solos, observaba, pero será posible en comunión con la Iglesia universal.

Hank afirmaba: "Nuestra labor es despertar la conciencia en Occidente de las dimensiones del problema, y luego generar el apoyo para construir escuelas, hospitales, clínicas y más".

"Los católicos iraquíes forman una clase profesional. Tienen iniciativa, habilidades, y el deseo de tener éxito. Pero la guerra les ha desplazado y desempleado en una economía que no absorber sus números".

"Tiene que haber inversión desde fuera. La Iglesia utilizará el sínodo para hacer su parte. Y nosotros debemos hacer la nuestra, que es cooperar, donar, y sacrificarnos para ayudar a que la comunidad católica sobreviva en Irak".

La primera parte del vídeo está actualmente disponible para verse en línea pero, cuando se completen los demás episodios, para finales de este mes, se producirá un DVD para distribuirlo.

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En la red:

Para ver online la primera parte de Una Puerta Abierta: www.charityandjustice.org

TV Charity: www.tvcharity.org

Para pedir un DVD: anopendoor@tvcharity.org

Por Genevieve Pollock



 

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Los obispos de Uruguay quieren una Iglesia en estado permanente de misión
Culmina la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal
FLORIDA, domingo, 15 noviembre 2009 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Uruguay celebró su segunda Asamblea Plenaria anual en la Casa "Jesús Buen Pastor" de Florida, del 4 al 11 de noviembre.
 


La reunión comenzó con un retiro orientado por monseñor Raúl Scarrone, obispo emérito de Florida, en relación al año sacerdotal, sobre el tema "Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote".
 
Con motivo de la 15ª edición del Festival "Uruguay le canta a la Virgen de los Treinta y Tres" realizado esa noche en la Catedral de Florida, se envió un saludo en nombre de la Conferencia Episcopal a los organizadores de este evento.

Como es tradicional, esta reunión del Episcopado del mes de noviembre coincide con la celebración de la Peregrinación Nacional al Santuario de la Patrona del Uruguay, la Virgen de los Treinta y Tres, que tuvo lugar el domingo 8, con la intención especial de rezar para ser una Iglesia que "viva en estado permanente de Misión".

Uno de los grandes temas que concitó la atención de los obispos durante la reunión fue la organización de la Asamblea General del CELAM prevista para el año 2011 y que tendrá a Uruguay como sede.

Los obispos, junto a los vicarios pastorales de las diez diócesis y al presidente de la Conferencia de Religiosos del Uruguay, recibieron al sociólogo César Aguiar, quien presentó algunas claves para interpretar el resultado electoral pasado y los posibles horizontes de futuro, y planteó algunos temas que ameritan un particular interés de la Iglesia y, especialmente, una presencia activa de los laicos.
 
Los temas afrontados fueron: Familia: el problema de la renuncia a la fecundidad,  la paternidad responsable y los diferentes tipos de hogar; Educación: la necesidad de combinar libertad, inclusión, formación técnica, formación en valores y acceso a la modernidad; Calidad de vida en sus diversas dimensiones: la pobreza, la miseria, el envejecimiento, la convivencia ciudadana, la participación en la vida colectiva; Nuevas formas de cultura masiva: la sociedad del espectáculo, los estimulantes, el ateísmo hedonista, las cuestiones de la identidad cultural; Trabajo: la productividad, el camino hacia una sociedad próspera y justa, la ética de la producción y del consumo.
 
En relación al momento electoral los obispos reiteraron los criterios ya manifestados en su documento emitido en abril, en especial el respeto mutuo que debe prevalecer en estos tiempos: "Siendo muy importante el discernimiento comunitario, sin embargo, la Iglesia no realiza una propuesta política de tipo partidario, ni avala ninguna en especial. A partir de la reflexión y discernimiento que realizamos en Iglesia, corresponde a cada cristiano el deber ineludible de tomar en conciencia sus propias decisiones político-partidarias". "La comunidad eclesial es plural en lo político-partidario, por lo que el respeto y enriquecimiento mutuo deben ser el modo específico de encarar este tema. Por lo mismo, ningún cristiano puede reivindicar su postura como la única evangélica".
 
Con el nuncio apostólico, el arzobispo Anselmo Pecorari, los obispos mantuvieron un rico intercambio en el cual destacaron tres temas de interés para la Iglesia en el Uruguay: fortalecer la formación de los seminaristas y el acompañamiento a los sacerdotes más jóvenes; renovar la atención a los jóvenes, particularmente en los centros educativos católicos; promover la participación de los fieles laicos no sólo hacia dentro de la Iglesia, sino sobre todo en la sociedad.
 
La reunión con monseñor Octavio Ruiz, arzobispo vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, estuvo dedicada principalmente a aspectos de la formación de los futuros sacerdotes. Se subrayó especialmente la necesidad de atender la formación humana, espiritual, intelectual y pastoral de los candidatos al sacerdocio.
 
En su homilía en la Misa de la Pereginación Nacional, el visitante invitó a la oración por el Uruguay en este particular momento político: "Como lo hicieron en su momento los Treinta y Tres Orientales, también hoy ponemos ante la pequeña imagen de la Virgen Inmaculada, los destinos de esta querida nación uruguaya. A ella le pedimos que guíe a sus gobernantes para que cumplan su deber de servir a su patria, buscando en todo momento el bien para sus conciudadanos, y trabajen con ahínco por lograr, juntamente con ellos, el desarrollo integral de la sociedad con rectitud, justicia y equidad. Así mismo le pedimos que interceda ante su Hijo para que Uruguay viva siempre en paz".
 
En esa Misa se empleó la nueva traducción del Misal que se utilizará en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, más adaptada al habla de la región.
 
Los obispos recibieron al capellán nacional de la Pastoral Scout Luis Fariello, quien concluye su tarea, y al coordinador nacional de esa Pastoral, Rubén Barboza. La Conferencia agradeció al padre Fariello el servicio prestado desde 1996 en esa área, y nombró al nuevo capellán Ricardo Citadini ofm conv.

También recibieron a los formadores del Seminario Interdiocesano, quienes plantearon algunas propuestas para la formación de los futuros sacerdotes.

Así como a dos miembros de la Comisión directiva del Hogar Sacerdotal, institución que vela por el bienestar de los sacerdotes retirados, enfermos o imposibilitados, quienes presentaron un proyecto de Salud Integral para los sacerdotes.
 
El lunes 9 se procedió a la elección de las nuevas autoridades de la CEU para el trienio 2010-2012. El Consejo Permanente tiene por presidente monseñor Carlos Collazzi; por vicepresidente, monseñor monseñor Rodolfo Wirz; secretario general, monseñor Heriberto Bodeant.
 
Para implementar las acentuaciones de las Orientaciones Pastorales resultantes de la reunión de los obispos con los vicarios, se eligió como coordinador nacional de Pastoral a monseñor Heriberto Bodeant, y a los presidentes e integrantes de los diferentes sectores.

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“Es un milagro que la Iglesia católica exista en Bosnia-Herzegovina”
Testimonio del periodista Jesús García
BARCELONA, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- El periodista español Jesús García, tras haber realizado una amplia investigación en Bosnia-Herzegovina, asegura que "es un milagro que allí la Iglesia católica siga existiendo", por la persecución que sufrieron los fieles durante la guerra posterior al desmembramiento de Yugoslavia, entre 1992 y 1995.
 


Según este periodista, los medios de comunicación occidentales no contaron la persecución a los católicos que sufrió ese país en aquel periodo. García lo expuso en un acto organizado por la asociación "Ayuda a la Iglesia Necesitada" (AIN) el pasado jueves 12 de noviembre en la Universidad Abat Oliba CEU en Barcelona.

Jesús García ha visitado Bosnia-Herzegovina para cubrir una campaña informativa con AIN. A pesar de que estuvo ante muchas iglesias destruidas, cementerios de católicos e incluso una Virgen quemada, explicó que lo que más le impresionó fueron los testimonios de las personas que le contaron lo que vivieron.

Ilustrando su experiencia con fotografías, recordó con especial cariño y compromiso una de las frases que les dijo el obispo de Banja Luka: "Contadle a todo el mundo lo que habéis visto". Y lo que vieron fue "un testimonio vivo de martirio cristiano, en pleno siglo XXI". En este país balcánico el número de fieles se ha reducido de 150.000 católicos a 35.000.

En Banja Luka hubo "limpieza étnica" contra los católicos, denuncia García.

Este periodista afirmó que "el colectivo cristiano está muy perseguido a día de hoy, es el más perseguido de la tierra, más que el negro, el homosexual, el femenino, el judío o el musulmán".

Al finalizar la conferencia se inauguró la exposición fotográfica "Cristianos perseguidos", que permanecerá varias semanas en el vestíbulo de esta Universidad, con el objetivo de dar voz a los cristianos que han sido perseguidos, "un caso que no interesa a los medios de comunicación", aseguró Ariadna Blanco, delegada de AIN en Cataluña y Baleares, que también intervino en el acto.

Blanco aseguró que "actualmente hay 300 millones de cristianos perseguidos", y que "miles de personas están arriesgando y entregando su vida". Señaló, con especial énfasis, que las dos características básicas de esta Iglesia perseguida son "la soledad y la fe", fe que lleva a estos católicos a rezar por sus enemigos, pues esto es lo que les distingue de las demás religiones: "el amor absoluto".

Por Nerea Rodríguez del Cuerpo

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Partido de fútbol entre sacerdotes de Venezuela y Colombia por la paz
Involucradas dos diócesis fronterizas
BOGOTÁ, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- En la mañana de este lunes, en el Estadio General Santander, el clero de la diócesis venezolana de San Cristóbal y el clero de la diócesis colombiana de Cúcuta, jugarán un partido amistoso de fútbol como manifestación pública de hermandad.
 


 "Porque en esta zona de frontera somos amigos de la paz y por encima de cualquier inconveniente somos una sola familia", es el lema de la jornada deportiva.

El partido tiene lugar después de repetidas crisis entre los dos gobiernos de los dos países.

La entrada será gratis y se sugiere a todos los espectadores ir de blanco, signo de pureza y de los corazones que aman la paz, para los cuales es inconcebible cualquier confrontación armada, explica el Departamento de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia.

El obispo de la diócesis de Cúcuta y administrador apostólico de Nueva Pamplona, monseñor Jaime Prieto Amaya, aclaró que el partido busca "propiciar un punto de encuentro donde colombianos y venezolanos, como pueblos hermanos, podamos compartir la oración y el deporte, y en un ambiente festivo reiterar al mundo que aquí somos hermanos, que nada ni nadie podrá separarnos del amor que sentimos los unos por los otros".

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Análisis


Un termómetro de la fiebre de la libertad religiosa en el mundo
El departamento de estado norteamericano publica su análisis anual
ROMA, domingo, 15 noviembre 2009 (ZENIT.org).- Casi completamente ignorado por los medios, el departamento de estado norteamericano ha hecho público el 26 de octubre su último informa anual sobre libertad religiosa. El Informe Anual 2009 sobre Libertad Religiosa Internacional se ocupa del año que terminó el 30 de junio de 2009, y analiza 198 países y territorios.

Antes de entrar en los detalles de cada país, la introducción del informe explica por qué el gobierno de Estados Unidos considera importante defender la libertad religiosa.

La libertad religiosa es un derecho de nacimiento de todas las personas, sin importar su fe o la falta de la misma", establece.

La introducción también trae a juego el concepto de bien común. "De forma equilibrada, la libertad tiende a encauzar las convicciones y pasiones de la fe en actos de servicio y en un compromiso positivo en la escena pública", afirma el texto.

Desde una perspectiva más política, el departamento de estado sostiene que, cuando las organizaciones e ideas religiosas se suprimen, se tiende entonces a ir hacia su radicalización, que a su vez puede fomentar el separatismo o la insurrección.

A nivel internacional, el informe mantiene que si los gobiernos manipulan la religión o marginan a grupos, esto sólo ayuda a los grupos radicales que, a su vez, serán una amenaza para la seguridad mundial.

"Los ambientes de sólida libertad religiosa fomentan, por otro lado, la armonía y dan pie a voces de moderación que rechazan abiertamente a los extremistas en base a argumentos religiosos", concluye la introducción.

Violaciones "significativas"

Una sección del informe trata aquellos países en los que las violaciones de la libertad religiosa han sido "significativas". Entre estos se encuentra Afganistán. El informe observa cómo la constitución establece que el Islam es la "religión del estado" y que "ninguna ley puede ser contraria a las creencias y disposiciones de la religión sagrada del Islam".

El departamento de estado comentaba que los grupos minoritarios no musulmanes, entre los que se incluyen cristianos, hindúes y sijs, siguen enfrentándose a incidentes de discriminación y persecución. Otro problema es el de la conversión. Muchos ciudadanos, observaba el informe, entienden que la conversión como algo que contraviene los principios del Islam y la ley islámica

En Egipto el informe observa que, mientras que la Constitución prevé la libertad de creencias y la práctica de ritos religiosos, en la práctica el gobierno impone restricciones a estos derechos. De hecho, según el departamento de estado, el respeto a la libertad religiosa por parte de las autoridades ha disminuido algo durante el periodo analizado en el informe.

Esto se ha debido principalmente a la falta de investigación y procesamiento de los autores de la violencia sectaria. Esta práctica, añadía el informe, ha contribuido a un clima de impunidad que ha animado a la repetición de los asaltos.

Los cristianos y los miembros de la fe wahabita se enfrentan a discriminación personal y colectiva en muchas áreas, afirmaba el informe. Un ejemplo era el de un tribunal que sentenció a un sacerdote copto a cinco años de trabajos forzados por oficiar en una boda entre un copto y un convertido del Islam que se alegó que presentaba una documentación falsa.

En Pakistán, el informe no modera sus palabras y afirma: "La legislación discriminatoria y la falta de actuaciones del gobierno contra las fuerzas sociales hostiles a quienes practican una creencia religiosa diferente han fomentado la intolerancia religiosa, los actos de violencia, y la intimidación contra las minorías religiosas".

En general, se ha extendido la discriminación contra las minorías religiosas, y los grupos extremistas y los individuos apuntan contras las reuniones religiosas.

El informe señala a Irán e Irak como países problemáticos cuando se trata de libertad religiosa. En el primero observa que, a pesar de las garantías constitucionales, en la práctica los que no son musulmanes chiíes se enfrentan a una sustancial discriminación.

También se mencionaba al presidente Mahmoud Ahmadinejad, por su "virulenta campaña de antisemitismo", que incluía cuestionar la existencia y el alcance del Holocausto.

Asimismo, el gobierno ha hecho cumplir la prohibición de proselitismo para algunos grupos cristianos supervisando de cerca sus actividades, cerrando algunas iglesias, y arrestando a los cristianos conversos.

En Irak, la existencia de garantías constitucionales se ha visto viciada por la violencia de los terroristas y de las bandas criminales que restringen el ejercicio de la religión y plantean una significativa amenaza a las vulnerables minorías religiosas del país, establecía el informe.

"Muy pocos de los autores de las violencias cometidas contra los cristianos y otras minorías religiosas del país han sido castigados", observaba el departamento de estado.

Ataques en Asia

El informe también se ocupa de la India, donde ha habido numerosos incidentes de violencia contra los cristianos. El departamento de estado comentaba que algunos gobiernos estatales y locales han impuesto límites a la libertad religiosa.

Los extremistas religiosos han cometido numerosos atentados terroristas por todo el país durante el periodo analizado en el informe. El departamento de estado mencionaba la violencia que estalló en Orissa, en agosto de 2008, cuando, según estadísticas del gobierno, 40 personas murieron y 134 fueron heridas.

Según algunas cifras independientes, se estima que 3.200 refugiados permanecen en campos, por debajo de los 24.000 del periodo inmediato a la violencia, observaba el informe.

En Birmania, según el informe, el gobierno sigue infiltrándose y supervisando las actividades de prácticamente todas las organizaciones, incluyendo las religiosas. Además, las autoridades han restringido sistemáticamente los esfuerzos del clero budista por promover los derechos humanos y la libertad política.

Las restricciones a los cristianos y a otras minorías no budistas también han continuado por todo el país, añadía el informe.

En Vietnam, el informe opinaba que, aunque el respeto por la libertad religiosa ha seguido mejorando en algunos aspectos, quedan todavía problemas significativos. Así, durante el año pasado, el gobierno otorgó reconocimiento nacional a cinco denominaciones protestantes y a algunas religiones más.

Pero ha habido reclamaciones de propiedad sin resolver prácticamente de todos los grupos religiosos, algunas han dado como resultado una protesta católica a gran escala que fue reprimida por la fuerza.

El departamento de estado tiene duras palabras cuando se trata de China. El informe comentaba que, durante el periodo de 12 meses examinado, los funcionarios chinos han seguido sometiendo a pesquisas e interfiriendo en algunos casos las actividades de los grupos religiosos y espirituales.

Asimismo, en algunas zonas los funcionarios del gobierno han violado los derechos de los miembros de grupos protestantes y católicos, de musulmanes uigures, budistas tibetanos y miembros del Falun Gong, no registrados.

Las autores se han opuesto también de forma contundente a la profesión de lealtad al liderazgo religioso fuera del país, especialmente al Papa y al Dalai Lama, observaba el informe. La represión de China de la libertad religiosa sigue siendo dura en las zonas del Tíbet y en la Región Autónoma Xinjiang Uigur, indicaba el informe.

Preocupación en Estados Unidos

En un comunicado de prensa hecho público el mismo día que el informe, la Comisión sobre Libertad Religiosa de Estados Unidos (USCIRF) animaba "a la pronta designación de ‘países de especial preocupación' (CPCs), así como a la puesta en práctica de políticas dirigidas a estos países".

La declaración explicaba que se exige, por la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998, que un país que ha violado gravemente la libertad religiosa sea designado como "país de especial preocupación", y se exige al gobierno de Estados Unidos que actúe, desde la negociación de un acuerdo bilateral hasta sanciones.

USCIRF explicaba que quiere que 13 países - Birmania, Eritrea, Irán, Irak, Nigeria, Corea del Norte, Pakistán, China, Arabia Saudí, Sudán, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam - sean designados como Países de Especial Preocupación.

El comunicado de prensa también indicaba que USCIRF recomendaba acciones más contundentes contra ocho países actualmente en la lista de CPCs del departamento de estado: Birmania, Eritrea, Irán, Corea del Norte, China, Arabia Saudí, Sudán y Uzbekistán.

Benedicto XVI presenta el derecho a la libertad religiosa

Benedicto XVI trataba recientemente el tema de la libertad religiosa, cuando se dirigió al nuevo embajador de Irán ante la Santa Sede. En su discurso del 29 de octubre el Santo Padre afirmaba que: "Entre los derechos universales, la libertad religiosa y la libertad de conciencia ocupan un lugar esencia, debido que son la fuente de las demás libertades".

Es interesante que tanto la Iglesia católica como una institución laica como el departamento de estado coincidan en que la libertad religiosa es un derecho vita e importante para la comunidad internacional. Razón de más para renovar los esfuerzos por salvaguardar un derecho tan fundamental que en muchos países está amenazado.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

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Angelus


El poder de la Palabra explicado por Benedicto XVI
Durante el rezo del Ángelus

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- El Papa explicó este domingo antes del rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro cuál es el poder de la Palabra de Cristo.

“Aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto forman parte del Reino de Dios -indicó, haciendo referencia al Evangelio de Marcos-, es decir, viven bajo su señorío”.

Y continuó: “Permanecen en el mundo, pero ya no son del mundo; llevan en sí una semilla de eternidad, un principio de transformación que se manifiesta ya ahora en una vida buena, animada por la caridad, y al final producirá la resurrección de la carne”.

Después de esta explicación, Benedicto XVI destacó que “la Virgen María es el signo vivo de esta verdad”.

“Su corazón ha sido “tierra buena” que ha acogido con plena disponibilidad la Palabra de Dios, de manera que toda su existencia, transformada según la imagen del Hijo, ha sido introducida en la eternidad”, afirmó.

“Siguiendo a Cristo en el camino de la cruz -aseguró-, podemos llegar también nosotros a la gloria de la resurrección”.

El Santo Padre destacó que “todo lo creado está marcado por la finitud, incluso los elementos divinizados de las antiguas mitologías: no hay ninguna confusión entre lo creado y el Creador, sino una diferencia clara”.

“Con esa clara distinción -añadió-, Jesús afirma que sus palabras “no pasarán”, es decir, están en la parte de Dios y por lo tanto son eternas”.

“Aunque pronunciadas en lo concreto de su existencia terrena, son palabras proféticas por excelencia”, explicó.

Al comenzar su intervención, asomado a la ventana de su estudio, el Papa recordó que hemos llegado a las dos últimas semanas del Año litúrgico.

En este sentido, señaló que “estamos invitados a recordar el tiempo que pasa, no para lamentarnos sino para apreciar todas las novedades”.

“Vivimos cada instante de nuestra vida bajo la mirada de Cristo -recordó-. Al hacernos el don de su vida, ha cumplido todo. ¡Él es nuestra esperanza, porque cada día él introduce nuestra historia en la eternidad!”

En su saludo a los peregrinos de lengua alemana, indicó que “en Dios encontramos la verdadera libertad y la alegría duradera” y que Cristo “nos enseña cómo debemos amar a Dios y al prójimo”.

Dirigiéndose a un grupo de peregrinos húngaros, les alentó a ser capaces de vivir la buena nueva del Evangelio en una sociedad secularizada.

Tuvo un recuerdo para las personas que celebraban este domingo en Ivrea, en Piamonte, el Día de Acción de Gracias.

"Con gusto me uno espiritualmente a los que están agradecidos al Señor por los frutos de la tierra y del trabajo del hombre, renovando la invitación apremiante al respeto del entorno natural, recurso precioso confiado a nuestra responsabilidad", dijo.

También dirigió unas palabras a un grupo de peregrinos de Holanda, entre ellos el cardenal Adrianus Simonis y algunos prelados y autoridades civiles que celebraban este domingo al Santo Patrón Willibrordo.

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Benedicto XVI: “Jesús introduce nuestra historia en la eternidad”
Intervención con motivo del Ángelus

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso pronunciado por el Papa hoy durante el rezo del Ángelus, con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

* * *

 



 



 

¡Queridos hermanos y hermanas!

Hemos llegado a las dos últimas semanas del año litúrgico. ¡Agradecemos al Señor que nos haya concedido cumplir, una vez más, este camino de fe -antiguo y siempre nuevo- en la gran familia espiritual de la Iglesia! Es un don inestimable, que nos permite vivir en la historia el misterio de Cristo, acogiendo en los surcos de nuestra existencia personal y comunitaria la semilla de la Palabra de Dios, semilla de eternidad que transforma desde dentro este mundo y lo abre al Reino de los Cielos. En el itinerario de las Lecturas bíblicas dominicales nos ha acompañado el Evangelio de san Marcos, que hoy presenta una parte del discurso de Jesús sobre el fin de los tiempos. En este discurso, hay una frase que llama la atención por su claridad sintética: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mc 13,31). Detengámonos un momento a reflexionar sobre esta profecía de Cristo.

La expresión “el cielo y la tierra” es frecuente en la Biblia para indicar todo el universo, el cosmos entero. Jesús declara que todo eso está destinado a “pasar”. No sólo la tierra, sino también el cielo, que aquí se entiende precisamente en sentido cósmico, no como sinónimo de Dios. La Sagrada Escritura no conoce ambigüedad: todo lo creado está marcado por la finitud, incluso los elementos divinizados de las antiguas mitologías: no hay ninguna confusión entre lo creado y el Creados, sino una diferencia clara. Con esa clara distinción, Jesús afirma que sus palabras “no pasarán”, es decir, están en la parte de Dios y por lo tanto son eternas. Aunque pronunciadas en lo concreto de su existencia terrena, son palabras proféticas por excelencia, como afirma en otro lugar Jesús dirigiéndose al Padre del cielo: “Las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti y han creído que tú me has enviado” (Jn 17, 8). En una célebre parábola, Cristo se compara con el sembrador y explica que la semilla es la Palabra (cf. Mc 4,14): aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto (cf. Mc 4,20) forman parte del Reino de Dios, es decir viven bajo su señorío; permanecen en el mundo, pero ya no son del mundo; llevan en sí una semilla de eternidad, un principio de transformación que se manifiesta ya ahora en una vida buena, animada por la caridad, y al final producirá la resurrección de la carne. Ése es el poder de la Palabra de Cristo.

Queridos amigos, la Virgen María es el signo vivo de esta verdad. Su corazón ha sido “tierra buena” que ha acogido con plena disponibilidad la Palabra de Dios, de manera que toda su existencia, transformada según la imagen del Hijo, ha sido introducida en la eternidad, alma y cuerpo, anticipando la vocación eterna de todo ser humano. Ahora, en la oración, hagamos nuestra su respuesta al Ángel: “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38), para que, siguiendo a Cristo sobre el camino de la cruz, podamos llegar también nosotros a la gloria de la resurrección.

[Después del Ángelus, dijo:]

Dirijo en primer lugar un cordial saludo a los participantes de la Asamblea Plenaria de la Comisión Episcopal Europea para los Medios de Comunicación, cuyos trabajos se han desarrollado estos días en el Vaticano. Queridísimos, habéis debatido sobre la cultura de internet y la comunicación en la Iglesia. Os agradezco vuestra cualificada contribución sobre este tema de gran actualidad.

Deseo también recordar que hoy tiene lugar en Ivrea, en Piamonte, la celebración nacional de la Giornata del Ringraziamento [Día de Acción de gracias]. Con gusto me uno espiritualmente a los que están agradecidos al Señor por los frutos de la tierra y del trabajo del hombre, renovando la invitación apremiante al respeto del entorno natural, recurso precioso confiado a nuestra responsabilidad.

[En francés, dijo:]

Os acojo con alegría, para la oración del Ángelus, queridos peregrinos francófonos. En este fin de Año litúrgico que se aproxima, estamos invitados a recordar el tiempo que pasa no para lamentarnos sino para apreciar todas las novedades. En el Evangelio de hoy, Jesús nos dice que es inútil interrogarse sobre el fin de los tiempos. Vivimos cada instante de nuestra vida bajo la mirada de Cristo. Al hacernos el don de su vida, ha cumplido todo. ¡Él es nuestra esperanza, porque cada día él introduce nuestra historia en la eternidad! ¡Que Dios os bendiga con todos aquellos que amáis! ¡Feliz domingo!

[En inglés, dijo:]

Saludo cordialmente a los visitantes de habla inglesa que están hoy aquí. Durante este mes de noviembre, recordamos especialmente las Almas del Purgatorio. Recientemente rezamos por los que perdieron sus vidas en la guerra, y en esta Jornada Mundial de Recuerdo por las Víctimas de los Accidentes de Tráfico, rezamos por todos los que han muerto o han quedado heridos en accidentes en la carretera. Así como encomendamos sus almas a la gracia amorosa del Dios Todopoderoso, invocamos también el consuelo para sus familias y seres queridos. Por aquellos de vosotros que habéis viajado largas distancias para estar hoy aquí, rezo para que podáis tener un viaje de regreso seguro. Que Dios os bendiga a todos, y a vuestras familias y amigos.

[En alemán, dijo:]

Dirijo un alegre saludo a los hermanos y hermanas de lengua alemana. En Dios encontramos la verdadera libertad y la alegría duradera. Vivir según la voluntad de Dios libera, y permite servir fielmente en la perfecta alegría (véase Oración del día). Esto es lo que queremos renovar en el corazón mientras miramos a Cristo. Él nos enseña cómo debemos amar a Dios y al prójimo. Jesucristo es el camino a la verdadera, la venturosa vida. Os deseo a todos un bendecido domingo.

[En español, dijo:]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular a los fieles provenientes de Colombia, y a quienes se unen a ella a través de la radio y la televisión. Que la contemplación del misterio de Cristo y la meditación asidua de la Palabra de Dios acreciente en nosotros el deseo de servirle para que, a ejemplo de la Virgen María, fundemos nuestra vida sobre la roca firme de la fe y aceptemos con prontitud la voluntad amorosa de Dios. Muchas gracias y feliz domingo !

[En húngaro, dijo:]

Saludo con afecto al grupo de fieles de la Parroquia de San László, de Budapest. Queridísimos, renacidos en el bautismo sed capaces de vivir la buena nueva del Evangelio en una sociedad secularizada.

[En polaco, dijo:]

Saludo cordialmente a los polacos. Hoy se conmemora la Jornada Mundial de Recuerdo por las Víctimas de los Accidentes de Tráfico. Confío a la misericordia de Dios a los difuntos. Animo a todos los que recorren las carreteras del mundo a la prudencia, en el espíritu de responsabilidad por el don de la salud y de la vida propia y de los demás. El Señor proteja a los que viajan y bendiga a todos.

[En italiano, dijo:]

Hoy están presentes aquí en la Plaza también el cardenal Adrianus Simonis con algunos prelados, autoridades civiles y fieles de Holanda, que, celebrando en este día al Santo Patrón Willibrordo, recuerda su presencia aquí en Roma en la Iglesia nacional de los Santos Miguel y Magno de los Frisones. Exhorto a todos a ser siempre piedras vivas de la Iglesia de Cristo y a intensificar los vínculos de comunión con la Sede del Apóstol Pedro.

Por último saludo con afecto a los peregrinos de lengua italiana, en particular a los fieles procedentes de Trieste, Cingoli y Pizzo de Calabria. Pueda, queridos hermanos, la parada ante la tumba de san Pedro reforzar en cada uno la fe y el testimonio evangélico. A todos auguro un buen domingo.



 

[Traducción del original plurilingüe por Patricia Navas

©Libreria Editrice Vaticana]



 

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Informe Especial


Un hacker y un agente del Interpol en el Vaticano
Ambos coinciden en que la Iglesia es un objetivo de ataque cibernético
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 15 noviembre 2009 (ZENIT.org).- Un joven hacker suizo y un policía de la Interpol, al encontrarse en el Vaticano, divergieron en muchas cuestiones, pero en una estuvieron de acuerdo: las páginas web e incluso los ordenadores de representantes católicos son como un caramelo para los piratas cibernéticos.

Del representante de las fuerzas del orden es posible dar el nombre, Dimitrios P. Angelopoulos, responsable de la oficina para el crimen cibernético en Europa, África y Oriente Medio en la secretaría general de la Interpol.

Del hacker, por obvias razones, no es posible revelar su identidad. Se trata de un joven de 17 años, que este viernes fue presentado a los miembros de la Comisión Episcopal Europea Europea para los Medios de Comunicación, en la Antigua Aula del Sínodo en el Vaticano, con el apelativo de "Petit frère Bruno" (hermanito Bruno).

Con una camiseta de color negro en la que podía leerse "Quelle connerie la guerre" (Que tontada la guerra), el joven hacker, que ha tenido algunos problemas con la ley, aceptó la invitación de los prelados para ayudarles a penetrar en la mentalidad de esos jóvenes para quienes la informática se convierte en un medio para reivindicar una libertad de información que en ocasiones acaba en libertinaje.



 

Advertencia de un "ciber policía"

A su lado, le escuchaba, sin sonreír el agente griego Angelopoulos, quien con su intervención confirmó los numerosos peligros que hoy día experimentan los internautas, en particular si son un sacerdote u obispo, o si dirigen un sitio católico.

Tras el encuentro, ZENIT le preguntó Angelopoulos quiénes son los grupos más interesados en atacar al sitio vaticano, y sin acabar la pregunta nos interrumpió para aclarar: "El Vaticano no es el único objetivo, el objetivo puede ser todo sitio católico, o incluso el ordenador de un monasterio o de un sacerdote conectado en Internet".

El agente explicó que para él sería muy fácil penetrar en el ordenador de un párroco perdido en Polonia y descubrir información confidencial o que puede ser manipulada por quienes quieren atacar a la Iglesia.

"De hecho --reconoce-- bastaría ir a Facebook y analizar la información que algún sacerdote presenta en su perfil. ¡Hay que ser muy prudentes!".

Como buen investigador, Angelopoulos se pregunta cuáles son los motivos que mueven a los piratas cibernéticos. "Dos", responde. "El interés político y el económico".

"Los ataques a los objetivos católicos se deben al primer motivo", sigue diciendo en la conversación tras su encuentro con los obispos.

"¿Y quiénes pueden tener motivos políticos contra la Iglesia?", le preguntamos. "Muchos", reconoce. "Por ejemplo, los fundamentalistas islámicos, que tienen muy buenos equipos de ataque cibernético".

Pero entonces si los ataques a la Iglesia pueden venir de cualquier ordenador conectado a la red, como afirma el agente de la Interpol, entonces todos los religiosos acabarán paranoicos.

"Por este motivo --aclara el agente--, he propuesto el que podamos dar un curso en el Vaticano sobre todos los sistemas de conexión. Puede ayudar mucho".



 

Los motivos de los hackers

Por su parte Petit frère Bruno comenzó su conversación con ZENIT bromeando: "prometo no organizar ningún ataque contra la página web de la Santa Sede".

El joven suizo, que vive para la informática desde que tenía seis años, reconoció que el policía no se equivocaba al alertar a los obispos y sacerdotes sobre los peligros que corren.

"Para muchos hackers podría ser una gran victoria simplemente desfigurar el sitio vaticano poniendo una fotografía de Osama Bin Laden", explica.

Aclara que hay tres tipos de hackers.

El "white hat hacker" (el hacker de sombrero blanco), que actúa únicamente por sus propios ideales, en particular la libertad de información, pero que no buscan hacer daño, aunque esto no significa que sean legales, dado que en ocasiones violan leyes.

El "grey hat hacker" (de sombrero gris) es aquel que dice actuar como los precedentes por motivos humanistas, pero si en una de sus penetraciones ilegales de algún sitio puede robar dinero o información, cae en la tentación.

Por último, están los "black hat hackers" (los del sombrero negro), también llamados "crackers" cuyo objetivo es generalmente criminal.

Hoy Petit frère Bruno a sus 17 años ha montado una empresa de informática y trabaja para empresas que quieren verificar sus sistemas de seguridad.

"Ya no me interesa penetrar en sitios de gobiernos, ejércitos o partidos políticos", reconoce, considerando que en el futuro puede ganar bastante dinero con el mercado electrónico.

Los consejos del hacker y el policía a los obispos fueron los mismos: "sentido común" y "muchísima prudencia", siempre que uno está conectado.

Por Jesús Colina

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Documentación


Benedicto XVI: “Una vida social auténtica empieza en la conciencia”
Audiencia a obispos brasileños en visita ad limina

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa pronunció este sábado, al recibir a los obispos de la Región Sur 1 de la Conferencia Episcopal de Brasil, presentes en el Vaticano para la visita "ad limina Apostolorum".



 

******



 

Señor Cardenal,

Queridos arzobispos y obispos de Brasil,

En medio de la visita que estáis cumpliendo ad limina Apostolorum, os habéis reunido hoy para subir a la Casa del Sucesor de Pedro, que con los brazos abiertos os acoge a todos vosotros, estimados Pastores de la Región Sur 1, en el Estado de São Paulo. Allí se encuentra el importante centro de acogida y evangelización que es el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, donde tuve la alegría de estar en mayo de 2007 para la inauguración de la Quinta Conferencia del Episcopado Latino-Americano y del Caribe. Hago votos para que la semilla entonces lanzada pueda dar válidos frutos para el bien espiritual y también social de las poblaciones de ese prometedor Continente, de la querida Nación brasileña y de vuestro Estado Federal. Ellos “tienen derecho a una vida plena, propia de los hijos de Dios, con condiciones más humanas: libres de la amenaza del hambre y de toda forma de violencia [Discurso inaugural (13/V/2007), n.4]. Una vez más, deseo agradecer todo lo que se realizó con tan gran generosidad y renovar mi cordial saludo a vosotros y a vuestras diócesis, recordando de modo especial a los sacerdotes, los consagrados y consagradas y los fieles laicos que os ayudan en la obra de la evangelización y la animación cristiana de la sociedad.

Vuestro pueblo abriga en el corazón un gran sentimiento religioso y nobles tradiciones, arraigadas en el cristianismo, que se expresan en sentidas y genuinas manifestaciones religiosas y civiles. Se trata de un patrimonio rico en valores que vosotros -como muestran los relatores, y don Nelson refería en el amable saludo que en vuestro nombre acaba de dirigirme- procuráis mantener, defender, extender, profundizar, vivificar. Al regocijarme vivamente con todo esto, os exhorto a proseguir esta obra de constante y metódica evangelización, conscientes de que la formación verdaderamente cristiana de la conciencia es decisiva para una profunda vida de fe y también para la madurez social y el verdadero y equilibrado bienestar de la comunidad humana.

En efecto, para merecer el título de comunidad, un grupo humano debe corresponder, en su organización y en sus objetivos, a las aspiraciones fundamentales del ser humano. Por eso no es exagerado afirmar que una vida social auténtica empieza en la conciencia de cada uno. Dado que la conciencia bien formada lleva a realizar el verdadero bien del hombre, la Iglesia, especificando cuál es este bien, ilumina al hombre y, a través de toda la vida cristiana, procura educar su conciencia. La enseñanza de la Iglesia, debido a su origen -Dios-, a su contenido -la verdad- y a su punto de apoyo -la conciencia- encuentra un eco profundo y persuasivo en el corazón de cada persona, creyente o no creyente. Concretamente, “la cuestión de la vida y de su defensa y promoción no es prerrogativa únicamente de los cristianos. Incuso si recibe una luz y fuerza extraordinaria de fe, ésa pertenece a cada conciencia humana que aspira a la verdad y vive atenta y aprehensiva a la suerte de la humanidad. (···) El “pueblo de la vida” se alegra de poder compartir su compromiso con muchos otros, de manera que sea cada vez más numeroso el “pueblo por la vida”, y la nueva cultura del amor y de la solidaridad pueda crecer para el verdadero bien de la ciudad de los hombres” [Enc. Evangelium vitæ (25/III/1995), 101].

Venerables Hermanos, hablad al corazón de vuestro pueblo, despertad las conciencias, reunid las voluntades en un esfuerzo conjunto contra la creciente ola de violencia y menosprecio por el ser humano. Éste, de don de Dios acogido en la intimidad amorosa del matrimonio entre un hombre y una mujer, ha pasado a ser visto como mero producto humano. “Hoy, un campo primario y crucial de lucha cultural entre el absolutismo de la técnica y la responsabilidad moral del hombre es el de la bioética, donde se juega radicalmente la propia posibilidad de un desarrollo humano integral. Se trata de un ámbito delicadísimo y decisivo, donde irrumpe, con dramática intensidad, la cuestión fundamental de saber si el hombre se produce por sí mismo o depende de Dios. Los descubrimientos científicos en este campo y las posibilidades de intervención técnica parecen tan avanzados que imponen una elección entre estas dos concepciones: la de la razón abierta a la trascendencia o la de la razón cerrada en la inmanencia” [Enc. Caritas in veritate (29/VI/2009), 74].

Job, de modo provocativo, llama a los seres irracionales a dar su propio testimonio: “Interroga a las bestias, que te instruyan, a las aves del cielo, que te informen. Te instruirán los reptiles de la tierra, te enseñarán los peces del mar. Pues entre todos ellos, ¿quién ignora que la mano de Dios ha hecho esto? Él, que tiene en su mano el alma de todo ser viviente y el soplo de toda carne de hombre” (Job 12, 7-10). La convicción de la recta razón y la certeza de fe de que la vida del ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural, pertenece a Dios y no a los hombres, le confiere ese carácter sagrado y esa dignidad personal que suscita una única actitud legal y moral correcta, esto es, la del profundo respeto. Porque el Señor de la vida dijo: “A todos y a cada uno reclamaré el alma humana (···) porque a imagen de Dios hizo Él al hombre” (Gen. 9, 5.6).

Mis queridos y venerables Hermanos, nunca podemos desanimarnos en nuestra llamada a la conciencia. No seríamos seguidores fieles de nuestro Divino Maestro, si no supiéramos en todas las situaciones, también en las más arduas, llevar nuestra esperanza “contra toda esperanza” (Rom 4,18). Continuad trabajando por el triunfo de la causa de Dios, no con el ánimo triste de quien advierte sólo carencias y peligros, sino con la firme confianza de quien sabe poder contar con la victoria de Cristo. Unida al Señor de modo inefable está María, plenamente conforme con su Hijo, vencedor del pecado y de la muerte. Por la intercesión de Nuestra Señora Aparecida, imploro de Dios luz, consuelo, fuerza, intensidad de propósitos y logros para vosotros y vuestros más directos colaboradores, al mismo tiempo que de corazón os concedo, extensiva a todos los fieles de cada comunidad diocesana, una particular Bendición Apostólica.



 

[Traducción del original portugués por Patricia Navas

©Libreria Editrice Vaticana]



 

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Conferencia inaugural del Congreo Mundial Provida 2009
Jutta Burggraf: Dar vida también a los responsables del aborto
ZARAGOZA, domingo 15 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).-Publicamos la conferencia inaugural del Congreso Mundial Provida del año 2009, que pronunció el 6 de noviembre en Zaragoza la profesora de Teología Dogmática y de Ecumenismo de la Universidad de Navarra Jutta Burggraf, con el título "Defender la vida con eficacia. La personalidad del defensor".

*****

DEFENDER LA VIDA CON EFICACIA

La personalidad del “defensor”

Una de las preguntas centrales, alrededor de las que giran mis pensamientos desde hace algún tiempo, son las siguientes: ¿Cómo ayudar a quienes parecen despreciar la vida? ¿Cómo orientar a las personas que, frente a situaciones límite, han elegido una salida que supone una tragedia: han optado por el aborto o la eutanasia?

REFLEXIONES INTRODUCTORIAS

Recuerdo a una escritora alemana, Karin Struck. Fuimos amigas en la última época de su vida. Si ella no hubiera sufrido una muerte prematura (2006), seguramente estaría hoy entre nosotros, en este gran Congreso por la vida.

Durante muchos años, Karin fue una novelista famosa. En sus tiempos de universitaria, militó en el partido comunista; después, propagó el amor libre y la homosexualidad. Decidió vivir sola con sus cuatro hijos, sin marido ni novios.

Un día abortó a su quinto hijo. Aunque no practicaba ninguna religión y vivía ajena a los tradicionales códigos éticos, quedó profundamente asustada del acto que había cometido. Con su sensibilidad de artista, expresó su angustia en un libro titulado “Ich seh mein Kind im Traum” (“Veo a mi hijo en los sueños”, 1992).

A raíz de la publicación de ese libro, su vida cambió radicalmente. Las grandes editoriales le cerraron las puertas, y también las revistas importantes, la radio y la televisión rechazaron sus colaboraciones habituales. Karin quedó completamente marginada, eliminada de la mirada del gran público. Y tomó conciencia, cada vez más profunda, del grado de enfermedad de nuestras sociedades.

Fue una mujer radical y valiente. Cuando se dio cuenta de que estaba financiando –indirectamente– miles de abortos, por el mero hecho de pagar la seguridad social, se dio de baja en ella, junto con sus cuatro hijos. Pero pocas semanas más tarde, tuvo un accidente gravísimo con su hijo pequeño en el coche: tanto ella como el niño quedaron en coma, precisaban de varias intervenciones quirúrgicas y de largos períodos en el hospital. Desde el punto de vista de su situación económica, esto significaba que Karin había caído en la indigencia.

Sin embargo, ella no estaba sola. Los grupos pro vida –de Alemania, Suiza y Austria– y muchas personas singulares que la habían conocido a través de su libro contra el aborto formaron una red de ayuda para Karin. Le socorrieron tanto material, como espiritualmente; le dieron fuerza para replantear su vida desde los cimientos, y ánimo para salir adelante. En una de sus últimas cartas, Karin me contó: “Ahora limpio las casas de otras familias y, en algún momento, espero terminar mis estudios. Ya no soy famosa, ni quiero serlo. Por fin, estoy en paz”.

Me gustaría que mirásemos juntos a estas personas que ayudaron a Karin. Le dieron la ayuda económica, tan necesaria en una situación precaria. Pero le regalaron mucho más: le transmitieron una nueva alegría, una nueva esperanza en su situación dolorosa. Se puede decir que despertaban y defendían su vida de un modo integral.

En lo que sigue, no me refiero, por tanto, a lo que digan los “defensores de la vida” –que somos todos nosotros– a los grupos de presión o a algunos políticos. Tampoco me refiero a los panfletos que escriben, ni a las manifestaciones que organizan. Sólo quiero reflexionar con ustedes sobre nuestro comportamiento diario frente a personas concretas “del otro bando”: personas que han abortado o quieren hacerlo, que han pedido la eutanasia o quieren hacerlo.

Algunos de los “defensores” están organizados en asociaciones, otros no. Ordinariamente, no hace falta pertenecer a un grupo para defender la vida, aunque muchas veces sea oportuno. Sin embargo, no debemos olvidar que la potencia de un grupo depende de la personalidad de cada uno de sus miembros. Por eso, es tan importante empezar por nosotros mismos, si queremos defender la vida con eficacia.

I. ALGUNAS ACTITUDES CONVENIENTES

Todos somos muy distintos los unos de los otros, y también las circunstancias en las que nos encontramos. Es bueno, además, que las diferentes personas tengamos diferentes maneras de actuar. Sin embargo, podemos destacar algunos rasgos comunes que, de un modo u otro, debería desarrollar cada “defensor”.

1. Fortaleza

Hace falta una buena dosis de valentía y de fortaleza para trabajar a favor de la vida en nuestra era de las dictaduras ocultas o manifiestas. Les voy a contar unos hechos que lo muestran con toda claridad.

Cuando cayó el Muro de Berlín, Alemania Oriental fue, de repente, un Estado libre, en el que regían nuevas leyes. Entonces, se abrieron los archivos de la policía secreta, y se descubrieron –entre miles de otros asuntos vergonzosos– algunos hechos especialmente considerables, que apenas fueron dados a conocer a los ciudadanos. La policía secreta de la Alemania comunista había estado muy pendiente de la destrucción de la moral pública y privada en Alemania Occidental. Empleó métodos muy precisos para frenar la defensa de la dignidad humana, del matrimonio y de la familia. Así, por ejemplo, cada vez que alguien se pronunciaba a favor de la vida –en la televisión, en la radio o en algún periódico–, recibía severas críticas en casi todos los medios. Era llamado “fascista”, intolerante y arrogante; fue despreciado, ridiculizado y –finalmente– callado. Muchas de las críticas llegaron con un nombre falso de Alemania comunista.

Si estamos dispuestos a trabajar a favor de la vida, necesitamos un corazón libre y fuerte. Tenemos que llegar a ser cada vez más independientes de los juicios de los otros. Un auténtico “defensor” acepta serenamente ser tomado por loco. En realidad, es más sano que una persona considerada “normal” en razón de su buena adaptación en nuestra sociedad, porque no renuncia a su capacidad de pensar por cuenta propia, ni a su espontaneidad; sigue, a pesar de los obstáculos, su propia luz interior, y se opone a todo lo que empequeñece al hombre, le masifica o cosifica, le manipula y engaña.

Antes de la despenalización de la eutanasia en los Países Bajos (1-IV-2002), ya era costumbre, en muchos hospitales, “hacer desaparecer” a los enfermos terminales clandestinamente, cuando a alguien le parecía oportuno. En esos tiempos, la madre de Piet, un conocido mío, estaba muriendo de una enfermedad dolorosa. En sus últimos días sufría enormemente y, estando toda la familia reunida en su habitación, el médico jefe entró, miró a la gente, llamó a Piet y le dijo en el pasillo: “Mira, yo daría ahora una inyección a tu madre, para provocarle una buena muerte. Pero sé que tú tienes otras convicciones. Por eso, necesito tu consentimiento; no quiero tener líos”. Piet no dio el permiso, y el médico no pudo aplicar la eutanasia. La madre sufrió una larga agonía. “Fue traumático –me comentó Piet después–. Ves morir a tu madre y no puedes ayudarla. Y, por encima de eso, toda la familia te echa la culpa por sus sufrimientos, y te reprocha la dureza de tu corazón”.

Realmente, hay situaciones sumamente duras. Existe el peligro de tambalearse, y es posible que caigamos, si no tenemos convicciones fuertes, muy personalizadas y arraigadas en una visión completa de la existencia.

2. Humildad

El “defensor de la vida” está dispuesto a oponerse –contra viento y marea– al mal en nuestro mundo. Por esta causa, vale la pena perder el prestigio social y gastar hasta las últimas energías.

Sin embargo, tenemos que reconocer que todos somos débiles y podemos cansarnos. Todos participamos en el mal. Durante la II Guerra Mundial, el escritor trapense Thomas Merton afirmó con contrición, desde América: “Que cada uno reconozca su propia gran culpa, ya que todos somos, de algún modo, culpables de esta guerra... Nosotros somos un árbol del cual Hitler es uno de sus frutos, y todos le alimentamos”.

Según uno de sus biógrafos, Merton sabía muy bien “que el pecado, el mal y la violencia que veía en el mundo, era el mismo pecado, el mismo mal y la misma violencia que había descubierto en su propio corazón… La impureza del mundo era un espejo de la impureza en su propio interior”. En la soledad y en el silencio, Merton tomó conciencia de que en él vivía la humanidad entera, con toda su miseria, pero también con su anhelo de amor: encontró el mundo en su propio territorio.

Estas experiencias nos invitan a mirar hondamente la condición humana, y a hacer menos radicales nuestros juicios sobre situaciones complejas. No hay sólo dos colores, el blanco y el negro: el mundo no está lleno de pecadores, por una parte, y de mártires que mueren cantando, por otra.

Este hecho lo ilustró Juan Pablo II en su visita al campo de concentración, en Auschwitz. Cuando el papa entró en ese lugar de espanto, donde habían muerto muchos de sus amigos y compañeros de la infancia, no dio ningún sermón, ninguna amonestación. Comenzó a rezar la oración del “Yo confieso” pidiendo perdón a Dios por sus propios pecados.

Todos estamos profunda y personalmente involucrados en los acontecimientos de nuestro mundo. Si aceptamos humildemente este hecho y miramos al centro más íntimo de nuestro ser, podemos mejorar, al menos, una pequeña porción de la sociedad, de la que formamos parte. Y entonces podemos ver, con ojos más limpios, que, aparte de todos los errores, hay mucho bueno y bello en los demás.

Se cuenta que el general Robert Lee habló, en alguna reunión, en los términos más elogiosos sobre algún oficial bajo su mando. Otro militar que estaba presente quedó atónito: “General –le dijo– ¿no sabe que el hombre del que habla con tanta admiración es uno de sus peores enemigos, que no pierde ocasión de denigrarle?” “Sí –respondió el general Lee–. Pero me pidieron mi opinión de él, no la opinión que él tiene de mí”.

Sólo cuando luchamos por ser sinceramente humildes, existe la posibilidad de que otra persona nos abra su corazón. A veces conviene hablar primero de nuestras propias faltas, de los propios errores. El sabio chino Laotse dijo hace 25 siglos: “La razón por la cual los ríos y los mares reciben el homenaje de cien torrentes de la montaña es que se mantienen por debajo de ellos. Así son capaces de reinar sobre todos los torrentes de la montaña”. De modo parecido tendría que actuar quien quiere transmitir una verdad: debe colocarse debajo de los hombres. Así, los otros no sienten su peso, y no toman sus palabras como insulto.

Aparte de ello, cada hombre es, realmente, superior a nosotros en varios aspectos. En este sentido, podemos aprender de todos.

3. Saber escuchar

Una de las consecuencias inmediatas de la humildad es la capacidad de acoger y escuchar al otro. A veces, se necesita mucho carácter y dominio de sí mismo para no exasperarse inmediatamente. Sin embargo, el enfado y los reproches son inútiles, porque ponen a la otra persona a la defensiva y, por lo común, hacen que trate de justificarse. Herir al otro con críticas punzantes, no sólo no corrige, sino que agrava la situación. Las heridas pueden crear resentimientos que, a veces, perduran décadas y siguen ardiendo hasta la muerte.

Cuando alguien se equivoca, quizá lo admita para sus adentros. Y si le sabemos llevar, con suavidad y con tacto, quizá lo admita también ante nosotros. Pero no ocurre así cuando tratamos de convencerle a toda costa de que no tiene razón.

El secreto para actuar con tranquilidad consiste en no identificar a la persona con su obra. Todo ser humano es más grande que su culpa. Un ejemplo elocuente nos da Albert Camus, que se dirige en una carta pública a los nazis, y habla de los crímenes cometidos en Francia: “Y a pesar de ustedes, les seguiré llamando hombres… Nos esforzamos en respetar en ustedes lo que ustedes no respetaban en los demás”. Cada persona está por encima de sus peores errores.

Casi todos hablamos demasiado, cuando tratamos de atraer a los demás a nuestro modo de pensar. Primero tiene que hablar la otra persona. Ella sabe más que nosotros acerca de sus problemas, de sus luchas y sus sufrimientos. Es preciso crear un clima en el que puede hablar sin medir sus palabras, puede mostrar sus debilidades sin temor alguno a que se le censure.

Estamos llamados a empeñarnos en el difícil arte de ir al fondo con los demás, de no quedarnos en lo que dicen, sino llegar a lo que quieren decir, de no oír solamente palabras, sino mensajes. Con frecuencia, conviene asumir la función de papelera o de cubo de basura. Tal vez la escasez de estos “oyentes papelera” sea la causa de una soledad angustiosa de tantas personas: están llenas de sentimientos destructivos y de experiencias horribles, que no pueden compartir con nadie.

Si nos vemos en desacuerdo con la persona que habla, podemos estar de interrumpirla. Pero es mejor no hacerlo; así no la ayudamos. Ella no nos prestará atención, mientras tenga todavía una cantidad de ideas y vivencias propias que reclaman expresión. Lo primero no es dar consejos, sino estar al lado del otro.

Tenemos que escuchar, tranquilamente, hasta el final. La palabra que se queda dentro de una persona puede ser la decisiva. Y justamente esta palabra tiene que salir. Por eso –advierte Guardini–, hemos de ejercitarnos para “ver, escuchar, sentir cómo, detrás de un sentimiento que se muestra, detrás de un pensamiento que se expresa, hay mucho más que permanece oculto; y cuando lo que ha estado oculto es finalmente conocido, puede ser que detrás de ello exista todavía más”.

Los mejores conversadores no son los que hablan bien, sino las personas que se interesan por lo que dicen los demás.

4. Comprensión

Recuerdo a una adolescente desesperada que se había quedado embarazada y sufría fuertes presiones para abortar. Durante varias semanas, había buscado ayuda, pero no sabía a quién dirigirse. Cuando hablé con ella, le pregunté por qué no había dicho nada a su amiga que colaboraba fervorosamente en una asociación pro vida. “Imposible –me respondió–. No puedo hablar con ella sobre estos temas. Sería un escándalo para ella. Nuestra amistad acabaría”. Pero, cuando alguien ha caído en las profundidades del dolor, ¿no es precisamente el amigo, la amiga, quien debe luchar por él y con él? “Sé solidario con los otros, sobre todo cuando sean culpables”, reza un proverbio francés.

En un momento de desaliento, de fracaso o de angustia, es tremendamente importante encontrar a una persona que comprenda, que no riña, que no clasifique fríamente, sino que sea capaz de compartir los sentimientos –tantas veces contradictorios–, que se encuentran en el corazón humano. Hay momentos en los que cada hombre –incluso el más cruel asesino– necesita consuelo y alivio. El criminal americano Crowley, condenado a la silla eléctrica por matar a mucha gente, escribió poco antes de su muerte: “Tengo bajo la ropa un corazón fatigado, un corazón bueno: un corazón que a nadie haría daño”.

¿Sabemos lo que ese hombre ha vivido? ¿Conocemos las manipulaciones y presiones a las que estaba expuesto desde su infancia, su vacío interior, su aburrimiento? ¿Qué ha provocado su desesperación y su odio? Hay una razón oculta por la que cada persona piensa y procede como lo hace. Si descubrimos esa razón, tendremos la llave de sus acciones, y quizá la de su personalidad.

En medio de un mundo lleno de situaciones terribles, estamos llamados a descubrir la posibilidad de una compasión. El gran escritor británico Graham Greene afirma: “Si conociéramos las cosas hasta el fondo, tendríamos compasión hasta con las estrellas”.

No me refiero, por supuesto, al ejercicio de la justicia pública; no se trata de saldar un castigo. Hablo sencillamente de la actitud de una persona concreta frente a otra, que se ha hecho culpable. En la vida diaria, no nos compete condenar a otros, ni juzgar sobre sus intenciones. Cuando estos actos se realizan “en la calle”, a menudo no están exentos de una gran dosis de morbo farisaico. Además, inician un nuevo ciclo de violencia y de opresión. La única liberación verdadera es aquella que toca el corazón y mueve a cambiarlo, con la gracia de Dios.

Un comentario mordaz o cínico no ayuda nada, sino que hunde al otro todavía más en la miseria. En cambio, si éste nota un verdadero interés, una auténtica preocupación por su persona y situación, puede ser que reaccione favorablemente. La comprensión tiene un efecto sanante.

Es preciso comprender que cada uno necesita más amor del que “merece”; cada uno es más vulnerable de lo que parece. Y hasta la persona más violenta puede arrepentirse de sus faltas, puede cambiar y crecer mientras viva. “No hay pecador sin futuro, ni santo sin pasado”, dice la sabiduría popular.

Comprender es tener la firme convicción de que cada persona, independientemente de todo el mal que haya hecho, es un ser humano capaz de hacer el bien. Nadie está totalmente corrompido; en cada uno brilla una luz. Al comprender, decimos a alguien: “No, tú no eres así. ¡Sé quien eres! En realidad eres mucho mejor”. Queremos todo el bien posible para el otro, su pleno desarrollo, su dicha profunda, y nos esforzamos por quererlo desde el fondo del corazón, con gran sinceridad.

Existen, realmente, estas personas que saben dar cariño y esperanza a los demás. Su presencia engendra una sensación de bienestar. Los otros saben que están en buenas manos, cuando están con ellas; saben que son estimados y queridos, a pesar de todos sus fallos. Pueden dejar sus cargas, descansar y descubrir valores que, quizá, nunca hayan conocido.

II. SER CAPAZ PARA LA AMISTAD

Si deseamos que otro se desprenda, realmente, del error, de la equivocación, de la fealdad o de la maldad, y que se abra a nuevos conocimientos, es preciso entrar en una relación amistosa con él. Se acepta un consejo cuando hay confianza. Se sigue a un amigo y a nadie más.

La amistad proporciona un nuevo brillo a nuestra existencia y hace más amable nuestra vida. Goethe lo expresa de un modo poético: “Nuestro mundo parece muy vacío –afirma–, si lo imaginamos sólo lleno de montañas, ríos y ciudades. Pero sabemos que aquí o allá hay alguien que está en sintonía con nosotros, alguien con quien seguimos viviendo, aunque sea en silencio. Esto, y solamente esto, hace que la tierra sea un jardín habitable”.

Precisamente ante la masificación y el anonimato, tan característicos de nuestra época, necesitamos lugares cálidos, espacios en los que podamos sentirnos como en casa. Donde hay amigos, surge la experiencia de la confianza, la experiencia del hogar. Para muchos contemporáneos, la amistad es su hogar y su patria en medio de una tierra sin patria y sin hogar.

Quien tiene amigos de otros partidos políticos, otras profesiones, religiones y nacionalidades, es una persona dichosa. Se le abre un mar sin orillas. Tratando y queriendo a la gente más variada, se amplía su mente y se ensancha su corazón. Recibe mucho y entrega mucho. Es quien mejor puede orientar a los que parecen estar en una situación sin salida.

Por supuesto, la amistad no se puede forzar. Es un don de lo alto. Pero podemos capacitarnos para recibir este don.

1. Una condición imprescindible

Para aventurarme en la vida del otro, debo estar en paz conmigo mismo. Debo llevarme bien conmigo mismo y llegar a ser, de alguna manera, “mi propio amigo”.

Conozco a una mujer que ha abortado varias veces y –después de un espectacular cambio mental– trabajaba agresivamente a favor de la vida. En una ocasión, ella me confesó: “Francamente, me odio. Y odio a todas las mujeres que abortan. Si una persona ha realizado este crimen, sólo le quedan dos caminos: luchar vehemente en pro o en contra de la vida, para callar la voz de su conciencia”.

Sin embargo, no defendemos la vida, en primer lugar, para solucionar problemas personales, sino para ayudar a los demás. No podremos hacerlo con eficacia, si no transmitimos nada más que nuestro caos interior, ahogando a los otros con nuestros sentimientos amargos y nocivos. Huirán de nosotros para protegerse.

Si no estoy a gusto conmigo mismo, no estoy a gusto en ningún lugar. Si no me he encontrado a mí, no puedo realizar un verdadero encuentro con ninguna otra persona. Si no estoy en armonía conmigo, no puedo sembrar paz a mi alrededor.

Cabe también una tercera posibilidad para los que han experimentado el aborto: pueden defender la vida serenamente, si han llegado a ser “su propio amigo”. Pero, ¿cómo es posible esto? La amistad reclama una actitud de profunda sinceridad. No se puede construir sobre una mentira. Así, para ser “mi amigo”, necesito comportarme con rectitud interior. No debo reprimir las grandes cuestiones que se plantean, con mayor o menor frecuencia, en mi interior. Tengo que ordenar mi propia alma, dirigirla hacia el bien y buscar el sentido completo de mi existencia.

Si una persona se ha reconciliado con Dios y con ella misma, tiene la oportunidad de dar al mundo su propio testimonio con especial convicción. Es una tarea hermosa, una ocasión para desagraviar y, por supuesto, también es un tratamiento para curar las propias heridas cada vez más hondamente.

2. El valor de la amabilidad

Hay dos formas de mostrar nuestra fuerza en una conversación: podemos empujar al otro hacia abajo, o tirarle hacia arriba; podemos actuar de un modo destructivo o de un modo constructivo.

Un lenguaje ofensivo, unas palabras sarcásticas, cierta arrogancia, brusquedad, prepotencia y reproches son ejemplos para una conversación destructiva; producen resistencias y, en ocasiones, rebeliones abiertas.

No hacen falta habilidades para pisar al otro. Cualquiera puede hacerlo. Se hiere, a veces, todavía más con la frialdad que con el enfado. Pero el precio es alto. Si discutimos, nos enfrentamos y contradecimos, creamos distancias. Si nos dejamos llevar por la agitación interior, terminamos ofendiendo. Alguna vez, podremos lograr algún triunfo. Pero será una victoria vacía. Una persona forzada contra su voluntad no cambia de opinión. No sale del círculo vicioso en el que se encuentra y, con frecuencia, tiende a sabotear los esfuerzos de quien la frustra.

Es verdad, la coacción puede evitar, en ocasiones, un mal. Puede evitar, por ejemplo, la muerte de inocentes. Pero no es un medio adecuado para conducir a una persona hacia el bien. Un cambio violento, normalmente, no es profundo ni duradero. No se puede forzar a nadie a ser bueno.

Los chinos dicen: “Quien pisa con suavidad, va lejos”. Lo mismo expresa la famosa fábula del sol y del viento. Ambos discutieron acerca de cuál era más fuerte, y el viento dijo: “¿Ves aquel chico envuelto en una capa? Te apuesto a que le haré quitar la capa más rápido que tú”. Comenzó a soplar, con una fuerza enorme, hasta ser casi un ciclón. Pero cuanto más soplaba, tanto más el chico se envolvía en su capa. Por fin, el viento se calmó y se declaró vencido. Entonces salió el sol y sonrió benignamente sobre el chico. No pasó mucho tiempo hasta que éste, acalorado, se quitó la capa.

Realmente, la suavidad es más poderosa que la furia. Sólo a través del corazón podemos llegar a la razón de otra persona. Si ella nos rechaza, no podemos hacer nada. Pero si nota que la queremos de verdad, que es especial e importante para nosotros, y que deseamos que sea plenamente feliz, entonces se abre la posibilidad de una relación amistosa, en la que –como ya hemos visto– cada uno escucha al otro y cada uno aprende del otro.

La amistad surge y se acrecienta cuando rompemos las imágenes que nos hemos hecho de otra persona. Es una experiencia muy íntima, que necesita tiempo, calma y mucha sensibilidad.

El que ama, da algo de sí mismo, de su propia vida, de lo que está vivo en él. Comparte sus alegrías y sus penas, sus ilusiones y desilusiones, sus experiencias y proyectos, sus reflexiones y, no en último lugar, la verdad que ha encontrado; en una palabra: se da a sí mismo. En este ambiente no es difícil hablar de todo, también de las propias faltas, aunque sean muy graves.

3. Transmitir la verdad

Para elevar al otro hacia una comunicación constructiva, conviene que profundicemos en la relación positiva que ya existe entre nosotros. Es importante ver lo bueno en el otro, porque todos tendemos a comportarnos según las expectativas de los demás. En este sentido, aconseja la sabiduría popular: “Si quieres que los otros sean buenos, trátales como si ya lo fuesen”.

Tendríamos que hablar siempre con un sello personal. Cuando los otros escuchan frases trilladas, hay quien deja de escuchar. No deberíamos olvidar que las palabras –y hasta los mejores ejemplos– se desgastan con el uso excesivo. Dado que los argumentos a favor de la vida se utilizan con frecuencia y en tantos contextos, puede ser que dejen de causar impresión. Necesitamos una fidelidad creativa a principios comunes.

Quien quiere al otro de verdad, no palia ni encubre el mal que éste haya hecho. Intentará transmitir las exigencias éticas con toda claridad, adaptadas a las circunstancias de cada caso. No buscará compromisos falsos, porque sabe que ellos no pueden llevar a nadie a una paz estable. “No es honesto eludir principios éticos elementales –afirman Natalia Horstmann y Enrique Sueiro–. Hay cosas buenas y cosas malas, y su bondad o maldad es independiente de consensos. El tabaco no mata porque lo diga la cajetilla…; ni la violencia machista es aberrante porque la condene el Gobierno. Son realidades dañinas en sí mismas, lo diga quien lo diga o aunque no lo diga nadie”.

El otro tiene derecho a conocer toda la verdad, aun allí donde a primera vista puede resultarle amarga. Por esto, tenemos la obligación grave de hacerle partícipe de la luz que tenemos, probablemente por la generosidad de otros.

Asimismo, para ganar en sinceridad en cualquier relación humana, es conveniente y necesario dar a conocer la propia identidad. El otro quiere saber quién soy yo, tal como yo quiero saber quién es él. Si reprimimos las diferencias y nos acostumbramos a callarlo todo, tal vez podamos gozar durante algún tiempo de una armonía aparente. Pero en el fondo, no nos aceptaríamos mutuamente tal como somos en realidad, y nuestra relación se tornaría cada vez más superficial, más decepcionante, hasta que, antes o después, se rompería.

Si creamos un ambiente de confusión, no ayudamos a nadie. Por esto es preciso exponer la verdad tan clara e íntegramente como sea posible. Cuando actuamos de esta manera, no obstaculizamos la amistad sino, muy al contrario, la fomentamos, si guardamos la delicadeza y el respeto. “No aceptéis como verdad nada que carezca de amor. Y no aceptéis como amor nada que carezca de verdad. El uno sin lo otro se convierte en una mentira destructora”. Estas palabras, inspiradas en la filósofa Edith Stein, me parecen especialmente aptas para la defensa de la vida. Toda verdad mezclada con veneno se vuelve, sin más, falsa.

4. Ayudar a salir de las dificultades

Según Sócrates, no conviene enseñar nada a nadie. El gran maestro conducía a sus contemporáneos sabiamente a verdades que ellos mismos encontraban. Su método refleja un conocimiento hondo del corazón humano. Muchas veces, realmente, estamos más convencidos de las verdades que hemos descubierto por cuenta propia, que de aquellas que otros nos sirven en bandeja de plata.

En la psicología se habla –análogamente– de la “intención robada”: si quiero hacer algo –incluso con mucho afán–, y otra persona me dice que debo hacer justamente esto, puede ser que disminuyan mis ganas. Me siento un mandado, no el protagonista de la obra. A nadie le agrada recibir órdenes sobre cosas que ha decidido hacer.

Así, conviene apelar a los motivos más nobles del otro y ayudarle a que él mismo quiera realizar el bien o arrepentirse del mal. Él mismo puede y debe decidirse a salir del pozo en el que ha caído. En la proximidad de un amigo, esto es posible. Junto al amigo, una persona puede entrar en relación con su auténtico yo; puede percibir lo sincero y lo verdadero en su propio corazón. Puede sentirse como envuelto en el aire de la montaña, gracias al cual puede respirar de forma diferente a como lo hace normalmente; y ese aire le lleva a entrar en contacto con lo más sublime y elevado que hay en él.

Nuestra tarea consiste, sobre todo, en poner al otro en relación con sus sentimientos más íntimos y auténticos, y en incitarle a expresar los silenciosos impulsos de su corazón. Podemos asegurarle nuestra cercanía, echarle una mano y transmitir la creencia firme de que el camino hacia la salvación es viable.

Un buen amigo da ánimo, luz y esperanza, aunque la noche sea oscura. Ayuda al otro a salir de una depresión, después de una gran caída. Le da valor para levantarse, y fuerza para asumir la propia culpa –con todas sus consecuencias–. Y, no en último lugar, le despierta la ilusión de decidirse, nuevamente, por la vida. Un proverbio japonés afirma: “Con un amigo a mi lado no hay ningún camino que sea demasiado largo”.

NOTA FINAL

El amor a la vida se expresa, muchas veces, en la valentía, en la fortaleza y en la justicia. Y se muestra, al mismo tiempo, en la humildad, en la escucha y en la compasión. Siempre defiende la verdad y, en el mejor de los casos, llega a construir una auténtica amistad.

Queremos dar la vida a todos, tanto a los que están en peligro material de perderla, como a los que están en peligro espiritual de robarla. Todos necesitan nuestra solicitud, y no debemos olvidar que aquel que hace el mal se daña aún más que aquel que lo sufre.

Por esto, hemos puesto nuestra mirada en las víctimas quizá todavía más destrozadas que los niños que no nacerán, o los ancianos que mueren antes de tiempo. Queremos dar vida también a los responsables del aborto y de la eutanasia. Queremos ofrecerles nuestra ayuda para salir de su error y revisar sus actitudes. Con ello, tenemos muy claro que “la verdad no se impone sino por la fuerza de la misma verdad”.

Si un “defensor” se acostumbra a descubrir el núcleo bueno de todos los hombres, y a realizar un encuentro con quien ha actuado mal, entonces aumentará incluso su propia vida. En el trato sincero con los demás crece su vitalidad. Se le ocurren más ideas, relucen más valores. El “defensor” se hace, sobre todo, cada vez más capaz de amar, más apto para orientar. Adquirirá, en medio de un mundo caótico, sabiduría para comprender, paciencia para luchar, y una alegría inexpresable, que es fruto del empeño de conducir a otros desde la oscuridad a la luz. Su estilo de vida se resume en el famoso lema de Antonio Machado: “Pensar alto, sentir hondo, hablar claro”.

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