El temor al rechazo popular hace rectificar al Ministerio de Defensa
El Corpus, el Ejército, la Chacón y los votos de Barreda
El presidente de Castilla-La Mancha ha sido víctima colateral del veto a los honores al Santísimo
Periodista Digital, 03 de junio de 2010 a las 11:57

La celebración del Corpus de Toledo, festividad de honda raigambre religiosa, social y cultural cuya fama traspasa fronteras, ha sido precedida por una agria polémica provocada por el Ministerio de Defensa, que dirige la señora Chacón.
A tenor de la reforma del Reglamento de Honores Militares, que el Consejo de Ministros aprobó el mismo día que el tijeretazo social, el ceremonial militar que acompaña a la exposición del Santísimo ha sido alterado, de modo que la unidad del Ejército no puede interpretar el Himno Nacional ni presentar armas, como ha sido tradición inveterada.
Ni que decir tiene que los toledanos han reaccionado con viveza ante lo que supone una degradación del protagonismo militar y, por tanto, una merma de la solemnidad con la que el pueblo manchego viene celebrando el Corpus desde hace varios siglos. Y que esa reacción ha asustado a José María Barreda, bastante atribulado ya por las encuestas que pronostican que será derrotado por la María Dolores de Cospedal en la próximas elecciones autonómicas.
Pensando en su piel y en su carrera, Barreda tiró de teléfono, explicó convulso la faena que le hacían y logró que la ministra de defensa "rectificara". Le ayudó en la tarea el alcalde toledano, quien también podría haber salido del affaire como "víctima colateral" del celo iconoclasta de Chacón y sus "boys".
La ministra dio marcha atrás y permitió que este jueves la capital toledana honrase la Custodia de acuerdo a la tradición, que reserva un presencia especial al Ejército e incorpora el Himno Nacional al momento de mayor solemnidad.Pero que la ministra haya rectificado ante la presión de un alto dirigente de su partido sólo demuestra la arbitrariedad y el sectarismo con los que ha legislado y con los que toma sus decisiones políticas.
¿Habría hecho lo mismo si el alcalde de la ciudad y el presidente autonómico hubieran sido del PP?
Más aún, ¿podrá acogerse el Cristo de la Legión, también afectado por la reforma, al gracioso indulto de la señora ministra? Como era de prever, en otras ciudades españolas donde se festeja el Corpus ha cundido la alarma, entre ellas Burgos, que festeja el célebre Curpillos, en el que se procesiona al Santísimo y se conmemora la victoria de las Navas de Tolosa en 1212.
Y lo mismo cabe decir de la ciudad de Granada.
Aunque los dirigentes socialistas con poca memoria histórica crean que éstas son costumbres franquistas, la imbricación de las manifestaciones religiosas con el Ejército forma parte sustancial de la historia de España, en especial tras la prolongada guerra entre los reinos cristianos y musulmanes que culminó en 1492.
Ignorar, o peor aún, despreciar este legado amparándose en un laicismo radical supone una falta de respeto a los ciudadanos, un insulto a sus tradiciones y una agresión a sus sentimientos religiosos.
Con su ideología partidista, Chacón no sólo desaira al 80% de los españoles, que se confiesa católico; también aleja al Ejército del pueblo.
Lejos de estimular la imbricación de nuestros militares con los ciudadanos, especialmente en los momentos más solemnes de la colectividad, el Gobierno socialista se empeña en alejarlos, aislarlos y despojarlos de su herencia religiosa y cultural, como si fueran simples mercenarios.
Si al Ejército se le prohíbe ahora participar activamente en aquellas solemnidades religiosas que unen a todo el pueblo desde hace siglos, no pasará mucho tiempo hasta que se le excluya de ellas incluso físicamente.
Que toda esta polémica absurda se haya producido en vísperas de la visita del presidente Zapatero al Papa Benedicto XVI revela el dogmatismo laicista de la ministra Chacón.
RAJOY Y COSPEDAL EN UN BALCÓN
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, y la secretaria general y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, presenciaron la procesión del Corpus Christi de Toledo desde los balcones de la céntrica Plaza de Zocodover.
La procesión del Corpus de Toledo sale de la catedral tras la celebración de la misa en el rito hispano-mozárabe, para recorrer las calles más céntricas de la ciudad hasta la plaza de Zocodover, donde el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, se dirigió a los fieles.
LA "EMPANADA" DE LA MINISTRA CHACÓN
Es una de las más rendidas admiradoras de Zapatero y da la impresión de seguir sus pasos hasta en la proclividad a la chapuza y la improvisación.
No se puede llegar a otra conclusión, si se analiza con detalle lo chusco, enrevesado y contradictorio que es el reglamento elaborado por la ministra Chacón.
A la vez que se eliminan los honores militares al Santísimo, se imponen estos para los presidentes de comunidades autónomas.
Por tanto y de haber seguido este jueves las cosas su curso en Toledo, a Barreda deberían rendírsele honores según el reglamento, donde se subraya que «los honores serán rendidos por una compañía o unidad equivalente con Bandera».
La enseña nacional no podía estar presente en el acto dado que su protagonista, la Custodia, ya no recibe honores, así que sin ella en la formación no se hubiera honrado a la autoridad competente.
El siguiente problema, un embrollo singular, surgirías cuando el Santísimo saliera de la catedral.
La prohibición de rendir honores hace que los militares no puedan tocar el himno nacional, como se ha hecho siempre hasta ahora, a la salida de la procesión.
En su lugar, por orden del alcalde, es la banda municipal la que debía interpretar el himno.
Ante esas notas, los militares deberían presentar el arma y cuadrarse, pero si lo hacen, al fin y al cabo, estarían rindiendo, en parte, los honores que prohíbe el reglamento.
La solución sería mantenerse firmes sin saludo ni arma presentada, pero eso supondría una «falta de respeto» al himno nacional.
De chiste, si no fuera para llorar