Saludó a un anciano líder sufí de 89 años, que le esperaba sentado a su puerta

El Gran Muftí de Chipre planta al Papa

El líder musulmán le pidió al Papa que rece por él y el Pontífice le dijo que sí

Redacción, 05 de junio de 2010 a las 18:42


 

"Benedicto XVI se mostró disponible para una reunión, pero el Gran Muftí, la máxima autoridad islámica chipriota, que vive en el Norte, no se presentó. Vino, en cambio, un anciano líder sufí que cruzó esta tarde la línea verde que divide, también en Nicosia, la república turcochipriota del resto del país". Esta es la explicación oficial, dada por Federico Lombardi, del plantó dado al Papa por la máxima autoridad musulmana chipriota.

Benedicto XVI se reunió hoy unos minutos con un líder musulmán sufí de Chipre, con el que se abrazó de manera fraternal, intercambiaron regalos, hicieron comentarios sobre sus avanzadas edades (el religioso musulmán 89 años y el Pontífice 83) y se pidieron mutuamente rezar uno por el otro.

El hecho ocurrió cuando el Papa se dirigía desde la nunciatura a la cercana iglesia de la Santa Cruz, en la llamada "línea verde" de Nicosia (zona bajo control de las Naciones Unidas y que separa el norte ocupado por los turcos de la República de Chipre), para oficiar una misa.

Cuando caminaba en procesión, el Papa se encontró con el jeque Mohamed Nazim Al Haquami, que estaba sentado en una silla en una acera de la calle y se dirigió hacia él.

Según el portavoz vaticano, Federico Lombardi, el encuentro se desarrolló en un ambiente de cordialidad y el religioso musulmán pidió perdón al Papa por estar sentado, "pero es que soy muy viejo", le dijo, a lo que Benedicto XVI respondió que él también es un anciano.

El líder musulmán le pidió al Papa que rece por él y el Pontífice le dijo que sí, pero que rezara también por él, por lo que al final quedaron en que uno lo haría por el otro.

Nazim Al Haquami le contó que vive en la parte dominada por los turcos (la septentrional) y que quería verle, como hizo con Juan Pablo II, a quien saludó en un encuentro interreligioso.

El musulmán regaló al Papa un bastón y una placa en la que estaba escrita la palabra "paz" en árabe.

El Papa, por su parte, le entregó la medalla de su pontificado y las cuentas con las que se reza a Alá.

Este ha sido, hasta ahora, el único encuentro del Pontífice con un dirigente musulmán de Chipre, dentro de su visita a esta isla mediterránea por invitación de la Iglesia ortodoxa chipriota y el Gobierno.

El Vaticano no descartaba un eventual encuentro del Papa con el mufti (máximo jefe espiritual) de los musulmanes que viven en la isla, de mayoría ortodoxa. (RD/Agencias)