6.06.10

Lucas 9, 11b-17: Comieron todos y se saciaron
11b y curaba a los que tenían necesidad de ser curados.
12 Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: «Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado.»
13 El les dijo: «Dadles vosotros de comer.» Pero ellos respondieron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.»
14 Pues había como 5.000 hombres. El dijo a sus discípulos: «Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta.»
15 Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos.
16 Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente.
17 Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos.COMENTARIO
Gozar sin saciarse
1.-Era de esperar que Jesús, en su vida llamada pública, no dejara de llevar a cabo la labor para la que había venido: sanar al enfermo, de cuerpo y de espíritu.
2.-El texto de hoy es más que conocido por todo porque la multiplicación de los panes y de los peces, creo yo, no tiene secreto, en su conocimiento, para ningún cristiano.
3.-Los apóstoles, aquellos hombres que humanamente hablando actuaban como lo que eran, proceden como era de esperar de ellos: quieren que Jesús les diga a los que le siguen que, al fin y al cabo, sigan su camino.
4.-Jesús, sin embargo, tiene algo preparado que, es más que seguro esto, ni siquiera imaginaban aquellos que le seguían de más de cerca: iba a hacerles ver el poder de la oración.
5.-Jesús les pone una tarea difícil: dar de comer a aquellas personas que esperaban, del Mesías, lo mejor. Pero ellos se sienten imposibilitados porque, humanamente, nada podían hacer y eso era lo que le plantean al Maestro.
6.-Jesús procede de una forma que debía servir, además, de ejemplo para aquellos que, como sus primeros discípulos, le seguían: ora y, orando, consigue de de Su Padre Dios, el milagro que, no por extraordinario nos parece menos posible.
7.-Dice el texto de san Lucas que Jesús “levantó los ojos al cielo” y que pronunció sobre ellos la bendición”. Son, éstos, dos gestos muy importantes porque, en primer lugar, se dirige a Dios y luego, evoca, en sobre los panes y los peces, las palabras sagradas al efecto apropiadas.
8.-Aquellas personas que presenciaron la multiplicación de los panes y de los peces se saciaron de comida del hombre pero, por decirlo así, gozaron, hasta más allá de tal ingesta, con el hecho extraordinario llevado a cabo por Jesús. Por decirlo de otra manera, gozaron sin saciarse porque, como era de esperar, querían mucho más del Maestro.
9.-Incluso sobró de lo que multiplicó el Mesías: doce canastos.
Aunque, quizá, tal número doce pueda tener un significado simbólico, la verdad es que bien puede referirse a que, el pan del cielo espiritual está ahí para todo el mundo que quiera acercarse a Dios para demandarlo o pedirlo. Siempre tiene, el Creador, Amor más que suficiente para satisfacer el corazón del creyente.
PRECES
Por todos aquellos que piden, a lo mejor, sin confianza.
Roguemos al Señor.
Por todos aquellos que prefieren no gozar con el alimento divino.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a gozar, con confianza, del alimento divino.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalem
Eleuterio Fernández Guzmán