10.06.10

Cómo no ser católico y parecerlo

A las 12:01 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe
 

A las cosas que pasan hay que llamarlas por su nombre y a las personas que forman parte de las cosas que pasan hay que ponerle el apellido que les corresponde para que nadie se lleve a engaño ni haya equivocaciones malsanas.

El individuo que hoy traigo a InfoCatólica tiene nombre y apellidos, cargo en Universidad y en grupo de teólogos. Es más que conocido por demostrar, por activa y por pasiva, que de católico tiene lo mismo que yo de de budista.

Me dirán que está bautizado y que eso ya le concede la posibilidad decir que católico es. Y eso es bien cierto.

Sin embargo, Jesucristo, quien se supone que es su Maestro, dijo, por ejemplo, lo siguiente (Mt 7:21):

No todo el que me diga: “Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial”.

Por ejemplo, cuando un católico dice Sin embargo, la práctica política parece ir en dirección contraria, al dejar incólumes los privilegios de la Iglesia católica e incluso profundizar todavía más las diferencias en las materias antes indicadas” es que, la verdad, no reconoce que lo que él llama “privilegios de la Iglesia católica” no son, sino, realidades que no pueden ser preteridas por quien gobierna.

Eso no es cumplir la voluntad de Dios sino, precisamente, todo lo contrario.

Dice, también, Tamayo, preguntándose, si es que “no hay voluntad de caminar hacia el Estado laico”. Efectivamente, no la hay porque lo que están formando es un estado laicista en el que siente reconocido, en su laicismo católico, el teólogo de la Asociación Juan XXIII. Laico les parece muy poco porque las personas sectarias no pueden soportar que lo religioso tenga importancia; también las que forman parte de sectas religiosas como ciertos grupos de teólogos siniestros.

Ante lo que aquí decimos bien puede responder Tamayo lo que también recoge Mateo en su evangelio (Mt 7: 23- 23)

Muchos me dirán aquel Día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: ‘¡Jamás os conocí; “apartaos de mí, agentes de iniquidad!’

Y es que estuvo acertado Jesucristo cuando nos recomendó algo que, para un creyente, resulta esencial: (Mt 7: 15-20)

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis

¿Cuáles son los frutos de Juan José Tamayo?

Pues son bastante fáciles de conocer: posicionamiento contrario a la Iglesia católica, apoyo de doctrina no católica, segar la hierba bajo los pies de la Esposa de Cristo, zaherir a la jerarquía eclesiástica y falsear la realidad de las cosas y, en general, estar con todo lo que sea siniestro o izquierdoso porque le gusta, le parece bien y es lo suyo.

No deberían olvidar, personas como Tamayo lo que supone el fuego eterno… si es que, en realidad, cree.

Eleuterio Fernández Guzmán