El Papa saluda en la audiencia del miércoles a Mons Iceta y a un grupo de sacerdotes y seminaristas Bilbaínos

 

21:00 (01-09-2010)

“Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de la Diócesis de Bilbao, acompañado por el Obispo electo, Monseñor Mario Iceta”, así se ha dirigido el Papa Benedeicto XVI en la audiencia general de este miércoles refiriéndose a la peregrinación de treinta sacerdotes, seminaristas y jóvenes con inquietud vocacional que, acompañados por Mons. Mario Iceta, está realizando estos días una peregrinación a Roma´. Tras la audiencia Mons. Iceta y el rector del seminario de Bilbao pudieron saludar al Papa y departir unos momentos con él.


La Gaceta de la Iglesia / Agencia SIC. 2 de septiembre.  El Papa ha dedicado en esta ocasión su catequesis a santa Hildegarda de Bingen, na Santa de la Edad Media que amó a Cristo y sirvió a la Iglesia en un tiempo en que, como hoy, está herida por los pecados “de sus sacerdotes y de sus laicos”.
El Papa ha presidido la Audiencia General desde el exterior del palacio Apostólico de su residencia de verano, sentado debajo mismo del pórtico de la puerta de entrada. Dirigiéndose a los fieles en español, el Santo Padre ha invitado al final de la Audiencia a los jóvenes a comprometerse por la paz y la justicia en el mundo. “No quedaréis defraudados”, ha dicho.
Según ha difundido Radio Vaticano, el Pontífice ha hablado de santa Hildegarda como modelo ante litteram de aquel genio femenino que Juan Pablo II celebró cumplidamente en su carta apostólica ‘Mulieris Dignitatem’ sobre la dignidad y vocación de la mujer con ocasión del año mariano, es decir, mujeres, ha dicho Benedicto XVI, que “edificaron la Iglesia, a veces incluso sufragando, atendiendo ellas mismas, como hizo Hildegarda, las necesidades, más urgentes y graves que su jerarquía, era incapaz de atender”.
Benedicto XVI ha dicho que esta religiosa alemana desarrolló un “papel precioso” en la vida de la Iglesia y se distinguió sobre todo por dos aspectos: como superiora del monasterio de san Disibodo, donde entró de muy joven, y como mística, capaz de vivir con humildad y sentido de sumisión el extraordinario don de las visiones interiores.
Benedico XVI ha destacado los frutos que produjo en su papel de superiora del monasterio claustral:
Sus dotes de mujer culta, espiritualmente elevada y capaz de afrontar con competencia los aspectos organizativos de la vida claustral, el estilo con el que ejercitaba el ministerio de la autoridad es ejemplar para cualquier comunidad religiosa: ello suscitaba una santa emulación en la práctica del bien. Tanto es así, que la madre y sus hijas competían entre sí en estimarse y en servirse unas a otras, como resulta de testimonios de la época
“Como sucede siempre en la vida de los verdaderos místicos –ha afirmado el Papa- también Hildegarda quiso someterse a la autoridad de personas sapientes para discernir el origen de sus visiones, temiendo de que fueran fruto de ilusiones y que no vinieran de Dios”. Y lo hizo dirigiéndose a una de las máximas personalidades de la Iglesia de su tiempo, San Bernardo de Claraval, que la animó a que prosiguiera en su camino místico y sobrenatural.
Los saludos en español de Benedicto XVI, en su audiencia general de este miércoles, han tenido un matiz especial. Entre los peregrinos que acudieron al Palacio Apostólico de Castelgandolfo estaba también Mons. Iceta, nombrado por el Papa hace muy pocos días – el pasado 24 de agosto – nuevo Obispo de la diócesis española de Bilbao, que recibió el saludo del Santo Padre:
Benedicto XVI ha alentado a los jóvenes a que, reanudando sus actividades acostumbradas después de las vacaciones, «difundan con su testimonio la luz de Dios en todos los ambientes». A los queridos enfermos, les deseó que «encuentren apoyo en Jesús, que prosigue su obra de redención en la vida de cada hombre». Y a los queridos recién casados los invitó a «impregnarse en el amor de Cristo, para que el amor que los une sea cada vez más firme y duradero».