ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 5 de septiembre de 2010

Santa Sede

La propuesta “a contra corriente” del Papa: jóvenes arraigados y edificados

Los cristianos deben ser una “fuerza” “pacífica de cambio”; según el Papa

La Santa Sede se ha movilizado contra la lapidación de la mujer iraní

El Papa nombra a monseñor Lingua nuncio en Jordania y en Irak

Dios llora en la tierra

El único obispo de Gambia

Mundo

Sacerdote francés, nuevo maestro de la Orden de los dominicos

Un docu-drama reconstruye el impacto de Gaudalupe en la historia

Análisis

California enciende la batalla por el “matrimonio” del mismo sexo

Angelus

Benedicto XVI: “La estabilidad interior se basa en la relación con Dios”

Documentación

León XIII, según Benedicto XVI


Santa Sede


La propuesta “a contra corriente” del Papa: jóvenes arraigados y edificados
Benedicto XVI explica su Mensaje para la JMJ durante el rezo del Ángelus


 

CASTEL GANDOLFO, domingo 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El mensaje de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Madrid en 2011 es “decididamente una propuesta a contra corriente”, destacó el Papa este domingo durante el rezo del Ángelus en Castel Gandolfo, después de su visita apostólica a Carpineto Romano.

“¿Quién, de hecho, propone hoy a los jóvenes estar 'arraigados' y 'edificados'?”, preguntó, y constató que “más bien se exalta la incertidumbre, la movilidad, la volatilidad... aspectos todos ellos que reflejan una cultura indecisa en lo que se refiere a los valores de fondo, a los principios en base a los cuales orientar y regular la propia vida”.

Ante numerosos peregrinos llegados de distintos lugares del mundo a Castel Gandolfo para el rezo de la oración mariana, Benedicto XVI destacó que, para ayudar en el recorrido del descubrimiento del sentido de la vida que toda persona está llamada a realizar, ha querido evocar las imágenes del árbol y de la casa.

“El joven, de hecho, es como un árbol en crecimiento: para desarrollarse bien necesita raíces profundas, que, en caso de tormentas de viento, lo tengan bien plantado en el suelo”, explicó.

Y añadió: “Así también la imagen del edificio en construcción recuerda la exigencia de fundamentos válidos, para que la casa sea sólida y segura”.

El Pontífice quiso explicar brevemente el Mensaje que ha dirigido a los jóvenes para la próxima JMJ, que tiene como lema Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe (cf. Col 2,7).

Indicó que el corazón de ese Mensaje se encuentra en las expresiones “en Cristo” y “en la fe”, y que “la plena madurez de la persona, su estabilidad interior, tienen su fundamento en la relación con Dios, relación que pasa a través del encuentro con Jesucristo” .

“Una relación de profunda confianza, de auténtica amistad con Jesús puede dar a un joven lo que necesita para afrontar bien la vida: serenidad y luz interior, capacidad para pensar de manera positiva, gran ánimo hacia los demás, disponibilidad para pagar personalmente por el bien, la justicia y la verdad”, dijo.

También destacó como aspecto “muy importante” que “para convertirse en creyente, el joven se nutre de la fe de la Iglesia”.

“Si ningún hombre es una isla, tanto menos lo es el cristiano, que descubre en la Iglesia la belleza de la fe compartida y testimoniada junto a los demás en la fraternidad y en el servicio de la caridad”, aclaró.

El Obispo de Roma confesó que pide a Dios que “muchos jóvenes puedan encontrarse en la capital de España, para acoger en sus corazones a Cristo, que los llama a confiar en Él y a amar cada vez más a la Iglesia”.

Dirigiéndose en francés a los estudiantes y profesores que en estos días reanudan sus clases y vuelven a sus colegios y universidades, les invitó a “invocar cada día al Espíritu Santo, el Maestro de la inteligencia y del verdadero saber”.

“Él abrirá entonces vuestros corazones al conocimiento de Dios -aseguró-. Os arraigará también en su Hijo Jesucristo y os guardará firmes en la fe”.

Finalmente, en referencia a su visita apostólica, esta misma mañana, a Carpineto Romano, localidad natal del Papa León XIII, Benedicto XVI pidió “que el magisterio social del Papa León continúe inspirando los esfuerzos de los fieles para construir una sociedad justa arraigada en las enseñanzas de Cristo”.


 

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Los cristianos deben ser una “fuerza” “pacífica de cambio”; según el Papa
Visita pastoral a la localidad natal del Papa León XIII

CARPINETO ROMANO, domingo, 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Los cristianos, movidos por su fe y amor a Dios, deben ser una "fuerza benéfica y pacífica" de cambio, aseguró Benedicto XVI este domingo al visitar Carpineto Romano, pueblo natal del Papa León XIII (1810-1903).

La visita apostólica a esta localidad de menos de cinco mil habitantes, situada a ochenta kilómetros de Roma, tenía por objetivo recordar el bicentenario del nacimiento de ese obispo de Roma, cuyo nombre de pila era Vincenzo Gioacchino Pecci, y que, entre otras cosas, ha pasado a la historia por ser el gran pionero de la doctrina social de la Iglesia con su encíclica "Rerum novarum" (1891)

El acto central de la visita fue la celebración eucarística, en la plaza principal, engarzada entre casas y montañas, llena de miles de fieles.

Durante la homilía, recogió el legado de aquel Papa subrayando que "en la realidad histórica, los cristianos, actuando como ciudadanos individualmente o de manera asociada, constituyen una fuerza benéfica y pacífica de cambio profundo, favoreciendo el desarrollo de las posibilidades propias de la misma realidad".

"Esta es la forma de presencia y de acción en el mundo propuesta por la doctrina social de la Iglesia, que busca siempre la maduración de las conciencias como condición de tansformaciones válidas y duraderas", aseguró.

Dios, ante todo

Para entender el Magisterio de León XIII, añadió, es necesario comprender que está profundamente ligado a la primacía de Dios.

Seguir a Cristo es "comprometedor" y no puede depender de "entusiasmos y oportunismos".

Debe ser "una decisión ponderada, tomada tras haberse preguntado en conciencia: ¿quién es Jesús para mí?".

"Esto es siempre la base de todo para todo cristiano, incluido el Papa", añadió. Por este motivo, "sin la oración, es decir, sin la unión interior con Dios, no podemos hacer nada, como dijo claramente Jesús a sus discípulos en la Última Cena".

"Me gusta considerar todos estos elementos como dimensiones de una realidad única: el amor de Dios y de Cristo, ante el cual no hay que anteponer nada. Y esta primera y principal cualidad de Vincenzo Gioacchino Pecci la asimiló aquí, en su pueblo natal, de sus padres, de su parroquia".

Pero hay también otro aspecto que deriva siempre del primado de Dios y de Cristo y forma parte de la "acción pública de todo pastor de la Iglesia": "Todo pastor no está llamado a transmitir al pueblo de Dios verdades abstractas, sino una 'sabiduría', es decir, un mensaje que conjuga fe y vida, verdad y realidad concreta".

"El Papa León XIII, con la asistencia del Espíritu Santo, fue capaz de hacer esto en uno de los períodos históricos más difíciles par a la Iglesia, siendo fiel a la tradición y, al mismo tiempo, afrontando las grandes cuestiones abiertas".

 

En este sentido, Benedicto XVI recordó la contribución que León XIII ofreció al "camino de la civilización": "La nueva fraternidad cristiana supera la separación entre esclavos y libres, e desencadena en la historia un principio de promoción de la persona que llevará a la abolición de la esclavitud, así como a superar otras barreras que todavía existen".

Precisamente León XIII dedicó a la esclavitud su encíclica Catholicae Ecclesiae, de 1890 y desde esta luz se entiende su magisterio social "hecho famosísimo e insuperable por la encíclica 'Rerum Novarum'".

 

Un Papa anciano que rejuveneció a la Iglesia

"En una época de áspero anticlericalismo y de encendidas manifestaciones contra el Papa, León XIII supo guiar y apoyar a los católicos por el camino de una participación constructiva, rica de contenidos, firme en los principios y capaz de apertura. Un Papa muy anciano, pero sabio y de amplias miras, pudo introducir en el siglo XX a una Iglesia rejuvenecida, con la actitud adecuada para afrontar los nuevos desafíos".

 

Llegó a la sede de pedro en 1878, tras la unificación de Italia y la anexión de los Estados Pontificios, motivo por el cual León XII "era todavía un Papa política y físicamente 'prisionero' en el Vaticano, pero en realidad, su magisterio representaba a una Iglesia capaz de afrontar sin complejos las grandes cuestiones contemporáneas".

Benedicto XVI viajó a Carpineto Romano en helicóptero procedente de la residencia pontificia de Castel Gandolfo, adonde regresó a mediodía para dirigir la oración mariana del Ángelus.

Al despedirse, el Papa dejó este consejo a los habitantes de Carpineto Romano: "amaos como Cristo os ha amado y con este amor sed sal y luz del mundo. De este modo, seréis fieles a la herencia de vuestro grande y venerado paisano, el Papa León XIII. ¡Y que también lo sea toda la Iglesia!".

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La Santa Sede se ha movilizado contra la lapidación de la mujer iraní
Reitera la condena moral de la pena de muerte

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha condenado moralmente y se ha movilizado para detener la lapidación de la mujer iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani, condenada por adulterio, cuya ejecución podría ser inminente.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha ofrecido este comentario después de que el hijo, Sajjad Ghaderzadeh, lanzara un llamamiento al Papa Benedicto XVI para que intervenga para detener la ejecución.

El portavoz vaticano aseguró en una declaración oral a los periodistas este domingo que "la Santa Sede sigue el caso con atención y participación".

"La posición de la Iglesia, contraria a la pena de muerte, es conocida y la lapidación es una forma particularmente brutal", añade.

"Cuando se le pide a la Santa Sede de manera apropiada que intervenga en cuestiones humanitarias ante otros países, como ha sucedido muchas veces en el pasado, lo hace pero no de forma pública, sino a través de los canales diplomáticos propios", concluye.

La mujer fue condenada a lapidación por adulterio y complicidad en la muerte de su marido en 2006. Su hijo considera que sólo la movilización internacional podría salvarle de la lapidación.

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El Papa nombra a monseñor Lingua nuncio en Jordania y en Irak
Sustituye a monseñor Chullikatt

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI nombró nuncio apostólico en Jordania y en Irak a monseñor Giorgio Lingua, hasta ahora consejero de nunciatura.

Al mismo tiempo, lo ha elevado a la sede titular de Tuscania, con dignidad de arzobispo, informó este sábado la Oficina de Información de la Santa Sede.

Monseñor Lingua nació el 23 de marzo de 1960 en Fossano (Cuneo), donde fue incardinado al recibir la ordenación sacerdotal, el 10 de noviembre de 1984.

Se licenció en Derecho Canónico y conoce el francés, el español y el inglés. Entró al servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1992.

Ha prestado servicio en las representaciones pontificias en Costa de Marfil y en los Estados Unidos, en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado y en las nunciaturas apostólicas en Italia y en Serbia.

Monseñor Lingua sustituye en el cargo a monseñor Francis Assisi Chullikatt, nombrado el pasado 17 de julio observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas.

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Dios llora en la tierra


El único obispo de Gambia
Entrevista con el misionero irlandés, monseñor Robert Ellison
BANJUL, Gambia, domingo, 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- La Iglesia en Gambia está preparada para ser autosuficiente, con un buen número de sacerdotes y religiosos nativos, pero todavía necesita encontrar una financiación adecuada, afirma el obispo de la única diócesis del país, Banjul.

Monseñor Robert Ellison es el pastor de toda la nación e Gambia, que está enclavada dentro de Senegal, con una población casi totalmente musulmana, en un 90%. Ahora bien, esa es una de las razones por las que la Iglesia local tiene mucho que ofrecer al mundo, afirma el obispo: es un ejemplo de cómo dos grandes religiones viven una junto a otra en espíritu de respeto y entendimiento.

En esta entrevista, monseñor Ellison habla sobre su país misionero y revela cómo descubrió su vocación a evangelizar.

--Usted es el único obispo de Gambia y también es misionero. ¿Hay en ello una contradicción?

--Monseñor Ellison: No, porque he sido misionero en Gambia desde los años setenta. Cuando llegué a Gambia en 1979, justo después de mi ordenación, había 22 misioneros espiritanos irlandeses. Soy misionero de la Congregación del Espíritu Santo; nos llamamos "espiritanos" para abreviar y soy miembro de la provincia irlandesa de los espiritanos. Había pues 22 espiritanos irlandeses, en aquella época no había sacerdotes gambianos. Los primeros sacerdotes gambianos de la era moderna, como los llamamos, fueron ordenados en 1985. Hubo dos antes, si nos remontamos a la primera parte del siglo XX. Uno ellos murió pronto por las fiebres y el otro de modo natural más tarde.

--Usted es ahora obispo en Gambia y pertenece a los padres espiritanos. Siempre han estado en Gambia. ¿Por qué?

--Monseñor Ellison: No había otros sacerdotes como decía; no ha habido otras congregaciones probablemente porque Gambia es un país muy pequeño. Sólo hay una diócesis y la mayoría de la gente es musulmana. Hay entre 40.000 y 50.000 católicos en todo el país.

--¿Fue su congregación la primera en llegar a Gambia para evangelizar?

--Monseñor Ellison: Sí, así es. Llegamos allí en 1849, tres años antes de que nuestro fundador muriera en 1852. Los hombres que llegaron primero fueron de Francia porque fuimos fundados en Francia, pero a principios del siglo XX los misioneros irlandeses comenzaron a llegar, porque la provincia fue fundada en Irlanda desde Francia para salir al paso a las necesidades de los países de habla inglesa en África occidental. Nuestro fundador --el carisma de nuestro fundador o su orientación general o visión de lo que quería que nuestras congregaciones hicieran-- se implicó en la labor de evangelización especialmente de los esclavos que eran liberados de las Indias occidentales y de América con la abolición de la esclavitud; la abolición activa del comercio de esclavos tuvo lugar en 1837, él comenzó nuestra congregación en 1845 y los primeros misioneros llegaron en 1849. Así fue cómo se implicaron los espiritanos con la labor en Gambia.

--¿Había usted oído hablar de Gambia antes de ser enviado allí?

--Monseñor Ellison: ¡Oh! Sí, sí. Nací en Dublín, Irlanda, en Blackrock, una ciudad a seis millas al sur de la capital y fui a la escuela primaria y secundaria que los espiritanos tenían en Irlanda. Así que desde los seis años de edad, comencé a sumergirme en lo que los espiritanos estaban haciendo no sólo como educadores en Irlanda sino también como misioneros en África.

--¿Es por eso que decidió usted hacerse misionero?

--Monseñor Ellison: A la edad de seis años no pensaba en nada parecido, pero me impresionaron los sacerdotes que enseñaban --en aquellos días había algunos profesores laicos pero la mayoría eran sacerdotes--, algunos de los cuales habían vuelto de misiones y algunos estaban en aquella época en Gambia. Así que por aquella época al terminar la escuela en Blackrock College, Williamstown, condado de Dublín, a la edad de 17 años mi mente tenía bastante claro lo que yo quería ser.

--¿Mirando atrás lo volvería a hacer de nuevo?

--Monseñor Ellison: Seguramente que sí, pero no me gustaría volver a pasar de nuevo por todo.

--¿Ha sido usted capaz de ser un verdadero misionero en Gambia?

--Monseñor Ellison: He tenido muchas y diversas experiencia de misión en Gambia. Cuando llegué, el obispo de aquella época, el primer obispo espiritano irlandés, monseñor Maloney, me pidió que fuera a nuestro instituto en Gambia, el Instituto de San Agustín. Los comparábamos con el Blackrock College en Dublín. Era un instituto pero que muy bien llevado y disciplinado. Así que enseñé allí durante un año. Luego tuve la experiencia de la parroquia de la catedral. Allí estuve al principio pero dos o tres años después me enviaron a Roma para seguir un curso sobre el Islam. Fue la primera vez que se daba en inglés este curso en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos. En aquella época sólo había cuatro estudiantes. Yo era uno de ellos, una hermana franciscana de Pakistán, un sacerdote de Tanzania, y un sacerdote de Nigeria. Así que nos dieron un trato especial.

--¿Cómo le ayudó esto cuando volvió a Gambia, que es en un 90% musulmana?

--Monseñor Ellison: Sentí que me era más fácil y más cómodo encontrarme con la gente porque sabía que quizá ellos no sabían tanto de mí, como yo de ellos, sobre su propia religión,. Sabía que había algunas cosas que ellos intentaban vivir cada día. Pienso en algunas cosas, pero supongo que las más obvias que se pueden experimentar como visitante o como misionero en el país son las prácticas de la fe musulmana. No puedes vivir en un país musulmán como Gambia sin saber que se levantan a las 5:30 o a las 6 por la llamada del muecín, el hombre que llama a la gente para la oración de la mañana antes del alba; no puedes seguir durmiendo.

--¿Le ayuda esto en su propia vida de oración?

--Monseñor Ellison: Exacto, me ha quitado las palabras de la boca. Es un recordatorio inmediato de que, al menos como sacerdote, debo ser fiel a los cinco momentos del día en que se supone que un sacerdote debe rezar el Oficio Divino o Liturgia de las Horas como lo llamamos. Y he sentido que aquí había una oportunidad para animar e inspirar a nuestros propios católicos y a nuestros cristianos: tus hermanos y hermanas musulmanes, la mayoría de ellos son muy fieles a sus oraciones, así que hay lugar allí para apender, no en un sentido de competición, sino como un respaldo para que des culto a Dios de la misma forma.

--¿La Iglesia católica tiene la posibilidad de evangelizar en Gambia?

--Monseñor Ellison: Si usted dice evangelizar, sí estamos evangelizando todo el tiempo, pero sin hacer proselitismo, y creo que tenemos que ser claros en esto. Los musulmanes en Gambia, generalmente, son gente muy pacífica. Son musulmanes moderados. Quieren paz. Respetan lo que estamos haciendo, pero hay limitaciones y hay límites. Una vez o dos hemos abierto misiones en diversas partes de las zonas rurales con el ánimo de evangelizar a los jóvenes a través de nuestras instituciones educativas.

--¿Qué sucede?

--Monseñor Ellison: En estas escuelas secundarias para chicos o chicas en ocasiones hemos podido conseguir el permiso para bautizarlos, pero tan pronto como abandonan el colegio y vuelven a su propia aldea y a sus comunidades, ellos volverían casi automáticamente a su fe musulmana, a causa de la presión social. Esto no significa que todos estos muchachos que están bautizados dejen de seguir su fe cristiana, pero sí la mayoría.

--¿Siente usted, siendo misionero, que es un sufrimiento el no poder evangelizar a esta gente?

--Monseñor Ellison: No, creo que evangelizar - proclamar la buena noticia del Evangelio - es mucho más que simplemente esperar incorporar más seguidores a nuestra propia institución católica y algunos pueden no estar totalmente de acuerdo con ello, pero creo que la meta o propósito principal de Jesús en su labor de predicar el Evangelio fue convertir a la gente en su corazón antes que nada. Mire el número de personas, las multitudes a las que habló, pero se nos dice que al final de su vida terrena había unos 120 discípulos. Debe haber hablado a miles. Muchos de ellos le siguieron. Querían escuchar lo que decía, pero no se convirtieron formalmente en sus discípulos. Creo que lo más importante que la Iglesia católica puede hacer en situaciones como ésta es, ante todo, respetar los valores religiosos de una religión como el Islam; intentar animarles a ser fieles a sus propios valores y dar testimonio de esos valores a través de nuestras propias vidas, de nuestra propia fe. Los valores del amor, la compasión, el perdón, la comprensión y el respeto mutuo. Deje el resto a Dios y al Espíritu Santo.

--Usted es obispo desde hace dos años. Eso significa que usted puede ser un ejemplo de verdad. ¿Cómo lo hace?

--Monseñor Ellison: Bien, no creo que actúo de modo diferente como obispo que como lo hacía siendo sacerdote, excepto que ahora, como pastor principal de la diócesis en cuanto concierne a los sacerdotes, a las religiosas y a los laicos, debo intentar animarlos e inspirarlos a trabajar de acuerdo a estas directrices. Creo que es la verdadera visión, diría una importante parte de la visión de nuestra misión en un país como Gambia: ser fieles a nuestra propia fe en Cristo y dejar que el testimonio hable. Algunos vienen para pedirnos el bautismo, algunos que son adultos, no muchos pero nosotros no forzamos el tema.

--Gambia es muy pequeña y está rodeada por Senegal con una población católica mayor, cerca del 6%. ¿Qué relación hay entre los católicos de Gambia y los de Senegal?

--Monseñor Ellison: Diría que las relaciones informales ordinarias entre familias, tribus y personas de dos países porque las personas de los dos países son grupos étnicos idénticos, a ambos lados de la frontera. Lo único que ha dividido a los dos países es que uno fue colonizado por los franceses y el otro por los británicos, y esto ha causado una pequeña barrera de división, pero las familias están plenamente integradas a ambos lados de la frontera y cruza mucho tráfico.

--¿Qué porcentaje de católicos y musulmanes hay en estas tribus?

--Monseñor Ellison: En Gambia, el mayor grupo es el de los mandingos (mandinkas). Los mandingos son una tribu muy pobre originaria de la Guinea portuguesa - Guinea-Bissau. Emigraron hacia Gambia porque pensaban que habría más oportunidades para cultivar, hacer negocios o para la vida en general. Ahora se han convertido en el grupo mayoritario en nuestra Iglesia. Beben vino de palma, que no está permitido por los musulmanes, y comen cerdo por lo que los musulmanes no les animan a hacerse musulmanes.

--¿Qué relación se da entre la Iglesia católica de Senegal y la de Gambia?

--Monseñor Ellison: Las relaciones han mejorado mucho, diría, en los últimos 10 ó 20 años, porque conforme más jóvenes gambianos se han hecho sacerdotes, estos sacerdotes se relacionan de modo más natural unos con otros y con más facilidad que los antiguos misioneros irlandeses, debido al lenguaje, porque el lenguaje era una barrera importante en aquella época. La mayoría de los antiguos misioneros a cada lado de la frontera, si eran franceses no hablaban inglés, o si eran irlandeses no hablaban francés. Pero ahora los sacerdotes gambianos hablan la lengua de los sacerdotes senegaleses en general, y no hay problemas de lenguaje y, por supuesto, se mezclan más fácilmente. Desde que soy obispo, me he encontrado con numerosas invitaciones de los obispos senegaleses para celebrar mi ordenación, porque hablo francés... o más bien porque me manejo en francés.

--¿Desearía usted que algún día un sacerdote gambiano ocupara su lugar?

--Monseñor Ellison: Por supuesto. No es una cuestión de querer; simplemente será así. No hay duda. Habría dicho que hace dos o tres años había expectativas de que el obispo que se nombrara hubiera sido un sacerdote gambiano, pero de alguna forma el Espíritu Santo sopló y el Santo Padre pensó de otro modo.

--¿Qué puede ofrecer la Iglesia en Gambia a la Iglesia católica universal?

--Monseñor Ellison: Preferiría modificar ligeramente la pregunta: no sólo a la Iglesia católica universal. Creo que Gambia es un país muy, muy pequeño, pero tiene algo maravilloso que exportar. No puedo encontrar el término apropiado.

--¿Cuál es?

--Monseñor Ellison: Es el espíritu de las dos mayores religiones, el cristianismo y el islam que viven uno al lado del otro en espíritu de respeto y entendimiento. Usted conoce el mundo en que vivimos tan roto, tan dividido, y con tanto conflicto especialmente en el mundo cristiano y musulmán, por lo que Gambia tiene algo de qué dar testimonio; es un ejemplo vivo de que es posible. Mucho de ello se debe a la naturaleza del pueblo de Gambia. Son gentes amantes de la paz. Se llaman a sí mismos la costa sonriente de África Occidental y hay mucha verdad en ello.

--¿Cuáles son los desafíos para usted y para la Iglesia católica en Gambia?

--Monseñor Ellison: El gran desafío que existe en este momento es su historia, porque estamos avanzando casi completamente hacia una auténtica Iglesia local o particular. Los sacerdotes y las religiosas gambianos abundan. Los catequistas siempre han sido gambianos. La Iglesia en Gambia debe ahora comenzar a afrontar la necesidad de una independencia cada vez mayor. Ya ha logrado esta independencia en su maravilloso y joven personal. Carece de independencia en términos económicos y de financiación. En el año 1990 cerca de 20 sacerdotes de la diócesis eran extranjeros, la mayor parte de ellos misioneros irlandeses y había cinco sacerdotes gambianos, todos jóvenes.

--¿Cuál es ahora la situación?

--Monseñor Ellison: Hoy hay casi 20 sacerdotes gambianos y hay cuatro o cinco misioneros irlandeses cercanos a la edad de jubilación. Así que ha habido todo un cambio en 15 años. Era también más fácil para el misionero de aquella época, de hace 15 años, lograr financiación en Europa tanto a nivel personal como a nivel oficial; eso ya no es así. Por lo que si vamos a mantener nuestras estructuras, los compromisos y aportaciones más importantes a la educación del país --jardines de infancia, escuelas primaras y secundarias e institutos--, tenemos el personal y el entusiasmo pero la financiación se vuelve un problema para sostener y mantener las estructuras que tenemos. Y la agencias de ayuda de la así llamada Europa cristiana son muy reticentes a dar dinero si creen que va a ir a las necesidades de evangelización y creo que esto es muy triste. No puedes hablar de evangelizar sin también hacer labor de desarrollo y labor educativa. Sería una comprensión muy intolerante de la evangelización. Nadie puede hablar de una labor estrictamente de desarrollo si la labor de desarrollo no es integral por lo que has de intentar no sólo ayudar al cuerpo o a las necesidades materiales de la comunidad sino también a los valores como la honestidad, la justicia, el perdón, el entendimiento que ayude a la gente a vivir en paz. Buena parte de la labor de desarrollo en África no ha funcionado como debería porque no hay paz en muchos de estos países. Y no habrá paz hasta que se respeten los valores religiosos.



 

Esta entrevista fue realizada por Marie-Pauline Meyer para "Dios llora en la Tierra", un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Más información en www.ain-es.orgwww.aischile.cl 



 

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Mundo


Sacerdote francés, nuevo maestro de la Orden de los dominicos
El padre Bruno Cadoré, reconocido experto en bioética
ROMA, domingo, 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El sacerdote francés Bruno Cadoré ha sido elegido maestro de la Orden de Predicadores (dominicos), este domingo, en el capítulo general que se inauguró el 31 de agosto pasado. Se convierte en el sucesor número 86 de santo Domingo de Guzmán.

Bruno Cadoré, nacido en 1954 (su madre era francesa y su padre de la isla de la Martinica), antes de entrar en la Orden, era un prestigioso médico investigador en Estrasburgo, habiendo presentado una tesis sobre leucemia en 1979. Hizo sus prácticas médicas en Haití, experiencia que le marcaría de manera decisiva en su vida.

Especializado en ética biomédica, ha sido director del Centro de Ética Medica del Instituto Católico de Lille, en Francia, antes de ser elegido prior provincial de la provincia dominicana de Francia, en 2001. Durante su actividad en el Instituto Católico de Lille ha producido cuarenta publicaciones médicas.

Ordenado sacerdote en 1986, se licenció en teología moral en 1992.

Desde el año 2008, es miembro del Consejo Nacional francés del Sida.

 Ha sido presidente de la IEOP (Conferencia de Provinciales de Europa), lo que le ha permitido tener un conocimiento directo no sólo de la provincia de Francia y de la Orden en Europa, sino también de los cinco vicariatos de la provincia, desde el norte de Europa al África ecuatorial y el mundo árabe (Irak, Egipto y Argelia).

El padre Cadoré, que sustituye al sacerdote argentino Carlos Azpiroz Costa, elegido el 14 de julio de 2001, es superior de más de 6.000 dominicos.



 

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Un docu-drama reconstruye el impacto de Gaudalupe en la historia
“1531: la historia que aún no termina”, producción de Mediaquest, dirigida por Antonio Peláez 

MÉXICO, domingo, 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El 8 de septiembre se presentará un documental escenificado (docu-drama) de carácter histórico-religioso que ofrece una reconstrucción del impacto que tuvieron en la historia las apariciones de la Virgen de Guadalupe a san Juan Juan Diego.

"1531: la historia que aún no termina" es una producción de Mediaquest  (www.mediaquest.com.mx), dirigida por Antonio Peláez. 

El docu-drama se centra en el periodo histórico inmediatamente posterior a la conquista española, en el contexto del evento que configuró la fisonomía cultural y religiosa de la incipiente nación mexicana: la aparición de la Virgen María, a la que se identificó con el nombre de Guadalupe.

"Con el documental 1531 pretendemos presentar simplemente lo que sucedió, buscando aportar algo para motivar a buscar una experiencia personal y particular con Dios y la Santísima Virgen María de Guadalupe", asegura Antonio Peláez en declaraciones a ZENIT.

"1531 busca comunicar el mensaje Guadalupano de esperanza y unidad entre todos los pueblos, un mensaje que dignifica al ser humano y lo invita a no tener miedo ante la muerte y la enfermedad", añade el director.

A cinco siglos de distancia, el documental repasa ese gran evento que la ciencia no ha logrado explicar y cuya evidencia (el ayate original donde quedó plasmada la imagen de María de Guadalupe) recibe anualmente al mayor número de peregrinos a un santuario mariano, a nivel mundial.

"El milagro es siempre un acontecimiento ordenado, planeado y producido por Dios para ayudar al hombre a conseguir su destino eterno", dice Peláez.

"Ante aquellos problemas infranqueables que existían para la Evangelización de América, el acontecimiento Guadalupano fue una respuesta del amor de Dios frente a una necesidad dramática de antagonismo sin esperanza de solución entre dos pueblos que no se aceptaban ni comprendían, pero tenían puesta su mirada en Dios", aclara el director.

El estudio de producción de cine y televisión Mediaquest, con más de 25 años de experiencia en el mundo del entretenimiento, ha trabajado con Disney ChannelMGMMVS y Televisa, entre otros, y ha realizado programas monotemáticos para la UNESCO.

Para conocer más acerca de "1531, la historia que aún no termina" se puede escribir a contacto@1531.mx

También se puede ingresar en el portal  creado para difundir la iniciativa y colaborar con la promoción e impulso del proyecto: http://1531.com.mx.

Desde ese portal se puede ver el tráiler (http://www.youtube.com/watch?v=_jtdD4eT2ME y http://www.youtube.com/watch?v=egMKbaQKD1s&feature=related) y pasos concretos sobre cómo apoyarlo. El docu-drama también está siendo promovido en redes sociales como Facebook.

 

Con información de Jorge Enrique Mújica, LC 

 



 

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Análisis


California enciende la batalla por el “matrimonio” del mismo sexo
La sentencia de un juez provoca oposición tanto en los que se oponen como en los que son favorables
ROMA, domingo, 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- La decisión de un juez federal a principios de mes de agosto de invalidar la Proposición 8 de California ha dado pie a un mordaz debate sobre el tema de los matrimonios del mismo sexo.

El juez Vaughn R. Walker sentenció que la votación por mayoría a favor de definir el matrimonio como una relación entre personas de sexos opuestos era una violación del derecho constitucional del estado a una protección igualitaria.

Todavía tiene vigencia la prohibición, a causa de una sentencia de un tribunal de tres de jueces del Tribunal de Apelación del Noveno Circuito de Estados Unidos que ordenaba no cambiar la actual situación hasta escuchar los argumentos sobre la apelación, lo que se ha fijado para diciembre. Lo más probable es que el caso llegue hasta el Tribunal Supremo.

No obstante, no está claro si los defensores de la Proposición 8 tienen capacidad legal para apelar. Las autoridades del estado de California se han negado a apelar y el tribunal de apelación tendrá que decidir primero sobre si realmente existe esta capacidad.

La decisión del juez Walker atrajo duras críticas debido a lo que muchos consideran una falta de objetividad. Incluso antes de la invalidación, Austin Ruse apuntaba, en un artículo en la página web Catholic Thing Web, muchos elementos preocupantes sobre cómo se ha llevado adelante el caso.

En su artículo del 16 de julio, Ruse recordaba a los lectores que el Tribunal Supremo había dado pasos para evitar que el juicio se televisara. Walker había querido un "juicio show", sostenía Ruse. De hecho, cuatro testigos expertos del caso de la Proposición 8 se echaron para atrás, temiendo represalias si testificaban. Antes de esto ha habido números casos de acciones hostiles por parte de activistas homosexuales hacia quienes han hecho donaciones para la campaña de la Proposición 8.

Tras la sentencia, la Iglesia criticó la decisión de modo inmediato. "El matrimonio entre un hombre y una mujer es el fundamento de cualquier sociedad", declaraba el 4 de agosto el cardenal Francis George, presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, en una declaración conjunta con el arzobispo Joseph Kurtz, presidente del comité creado para defender el matrimonio.

"El mal uso de la ley para cambiar la naturaleza del matrimonio mina el bien común", afirmaban. "Es trágico que un juez federal rechace la voluntad clara y expresada de la gente de apoyar la institución del matrimonio. Ningún tribunal de derecho civil tiene la autoridad de entrar en áreas de la experiencia humana que la naturaleza misma ha definido", añadían.

Fuera de control

La decisión también recibió la condena de los que están a favor del matrimonio del mismo sexo. "Cuando un juez de California descubre que las parejas del mismo sexo tienen derecho a casarse, da alas a la extendida idea de que los tribunales están fuera de control y que la Constitución quiere decir lo que un juez quiere que diga", afirmaba Steve Chapman el 8 de agosto en el Chicago Tribune.

Chapman se declaraba a favor del matrimonio del mismo sexo e incluso de la poligamia, pero estos cambios deberían venir de las instituciones elegidas y no de los tribunales. "Gracias al juez Walker, el debate ya no será sobre si los gays merecen protección de la ley, un debate que ya estaban ganando", comentaba Chapman. "Es más sobre si se debería confiar en los procesos democráticos para resolver la cuestión", concluía.

John Yoo, profesor de derecho en la Universidad de California, Berkeley, también partidario del matrimonio del mismo sexo, lamentaba la decisión del juez Walker en un artículo publicado el 12 de agosto en el Wall Street Journal. Recordaba como en su discurso sobre el Estado de la Unión del pasado enero Barack Obama atacaba a los jueces del Tribunal Supremo por una sentencia impopular sobre la financiación de campañas. El presidente pedía después al congreso que invalidase la decisión del tribunal, restaurando así el derecho constitucional planteado.

Según el juez Walker, el género ya no forma parte esencial del matrimonio y cualquier oposición contraria es simplemente irracional, observaba Yoo. Pero la Constitución no atribuye a los tribunales federales la misión de corregir todos los problemas de la nación o de implicarse en ingeniería social, argumentaba Yoo.

La introducción de modo prematuro del matrimonio homosexual por medios judiciales sólo garantizará décadas de conflicto, como ocurrió con el aborto cuando el Tribunal Supremo en la sentencia de 1873 de Roe contra Wade, apuntaba.

Juez político

Tim Wildmon, presidente de la American Family Association, acusaba al juez Walker de hacer una declaración política en su sentencia. Escribiendo en las páginas de opinión del Los Angeles Times el 13 de agosto, Wildmon hacía referencia al argumento de que restringir el matrimonio a los heterosexuales es igual que prohibir en el pasado a personas de razas diferentes que se casaran.

En respuesta a esto, Wildmon citaba una declaración sin fecha de Colin L. Powell, que decía: "El color de la piel es una característica benigna y no de comportamiento. La orientación sexual es quizá la característica más profunda del comportamiento humano. La comparación de las dos es un argumento de conveniencia pero inválido".

En cuanto a la afirmación del juez Walker de que la oposición al matrimonio del mismo sexo se basa únicamente en consideraciones religiosas o morales, Wildmon argumentaba que es claramente un caso de un juez que impone sus opiniones meramente personales. Es un caso claro de tiranía judicial, algo contra lo que habían advertido los padres fundadores.

La acusación contra los defensores del matrimonio heterosexual de que les motivan prejuicios religiosos es muy común. Una respuesta útil a esto se halla en el segundo libro de una serie titulada "Why vs Why", en la que puntos de vista opuestos sobre algunos temas se presentan en libros en forma de debate. En el segundo, titulado "Gay Marriage" y publicado en mayo por el editor australiano Pantera Press, Bill Muehlenberg adoptaba la postura en contra del matrimonio homosexual.

Argumentos razonables

Muehlenberg, secretario del Family Council de Victoria, planteaba una serie de razones, ninguna de ellas basada en argumentos religiosos.

1. Niega lo que es el matrimonio. El matrimonio no es sólo una construcción social, sino un universal cultural. El matrimonio es la base para la formación de la familia y no es simplemente una forma de legitimación del sexo. Los biólogos evolucionistas reconocen que el vínculo macho-hembra en parejas duraderas fue el paso crítico de la evolución humana y es algo incorporado a nosotros por la naturaleza.

2. El porcentaje de homosexuales que quieren casarse es muy pequeño y en los lugares en que se ha legalizado han sido relativamente pocos los matrimonios homosexuales. Es legal en Holanda desde el 2001 y sólo el 4% de los homosexuales se casaron durante los cinco años posteriores a su legalización.

3. Aquí hay otra agenda. Una meta fundamental del lobby homosexual es la aceptación completa social y pública. Ser capaz de casarse es como tener el sello de aprobación de los gobiernos y de la sociedad. También cambia la institución de la familia y redefine esencialmente el matrimonio.

4. No todas las relaciones son iguales. Las relaciones homosexuales son mucho más inestables y promiscuas que las heterosexuales. Las investigaciones han encontrado también que entre las parejas casadas homosexuales el índice de divorcio es mucho más alto que en las parejas heterosexuales.

5. Las proclamas de discriminación y negación de derechos son falsas. La gente tiene derecho a los beneficios del matrimonio si cumple sus requisitos. Los miembros de una familia y los menores no pueden casarse, tampoco los homosexuales. Los bienes sociales se niegan a toda una serie de personas y así es cómo funciona la vida. Las sociedades discriminan a favor de las uniones heterosexuales por los beneficios sociales que se derivan de ellas. Los homosexuales intentan reescribir las reglas para lograr todos los beneficios, mientras evitan las obligaciones.

6. Los argumentos utilizados para justificar la legalización del matrimonio homosexual, podrían utilizarse para legalizar el incesto la poligamia o cualquier combinación sexual.

7. Esto no es bueno para los niños. En la mayoría de los casos a un niño le irá mejor con una madre y un padre. Los niños necesitan modelos mientras crecen. Se debería dar prioridad a los niños, y no utilizarlos como si fueran balones políticos.

Estos argumentos, ampliamente documentados en el libro, muestran claramente lo verdaderamente equivocada que es la sentencia del juez Walker.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado



 

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Angelus


Benedicto XVI: “La estabilidad interior se basa en la relación con Dios”
Presentación del Mensaje para la JMJ 2011 durante el rezo del Ángelus

CASTEL GANDOLFO, domingo, 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que dirigió Benedicto XVI este domingo a mediodía al rezar la oración mariana del Ángelus junto a los peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo, después de su visita apostólica a Carpineto Romano.



 

* * *



 



 

¡Queridos hermanos y hermanas!

¡Pido en primer lugar perdón por el retraso! He vuelto en este momento de Carpineto Romano, donde, hace 200 años, nació el Papa León XIII, Vincenzo Gioacchino Pecci. Agradezco al Señor haber podido, en este importante aniversario, celebrar la Eucaristía entre sus conciudadanos. Ahora deseo en cambio presentar brevemente mi Mensaje -publicado en los pasados días- dirigido a los jóvenes del mundo para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid dentro de poco menos de un año.

El tema que he escogido para este Mensaje retoma una expresión de la Carta a los Colosenses del apóstol Pablo: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (2,7). ¡Es decididamente una propuesta a contra corriente! ¿Quién, de hecho, propone hoy a los jóvenes estar “arraigados” y “edificados”? Más bien se exalta la incertidumbre, la movilidad, la volatilidad... aspectos todos ellos que reflejan una cultura indecisa en lo que se refiere a los valores de fondo, a los principios en base a los cuales orientar y regular la propia vida. En realidad, yo mismo, por mi experiencia y por los contactos que tengo con los jóvenes, sé bien que toda generación, más aún, toda persona individual está llamada a realizar de nuevo el recorrido de descubrimiento del sentido de la vida. Y es precisamente por esto que he querido volver a proponer un mensaje que, según el estilo bíblico, evoca las imágenes del árbol y de la casa. El joven, de hecho, es como un árbol en crecimiento: para desarrollarse bien necesita raíces profundas, que, en caso de tormentas de viento, lo tengan bien plantado en el suelo. Así también la imagen del edificio en construcción recuerda la exigencia de fundamentos válidos, para que la casa sea sólida y segura.

Y aquí está el corazón del Mensaje: en las expresiones “en Cristo” y “en la fe”. La plena madurez de la persona, su estabilidad interior, se basan en la relación con Dios, relación que pasa a través del encuentro con Jesucristo. Una relación de profunda confianza, de auténtica amistad con Jesús puede dar a un joven lo que necesita para afrontar bien la vida: serenidad y luz interior, capacidad para pensar de manera positiva, gran ánimo hacia los demás, disponibilidad para pagar personalmente por el bien, la justicia y la verdad. Un último aspecto, muy importante: para convertirse en creyente, el joven se nutre de la fe de la Iglesia: si ningún hombre es una isla, tanto menos lo es el cristiano, que descubre en la Iglesia la belleza de la fe compartida y testimoniada junto a los demás en la fraternidad y en el servicio de la caridad.

Este Mensaje mío a los jóvenes lleva la fecha del 6 de agosto, Fiesta de la Transfiguración del Señor. ¡Que la luz del Rostro de Cristo pueda resplandecer en el corazón de todo joven! Y que la Virgen María acompañe con su protección el camino de las comunidades y de los grupos juveniles hacia el gran Encuentro de Madrid 2011.

[Después del Ángelus, el Papa saludó a los peregrinos en varias lenguas. En francés, dijo:]

Queridos hermanos y queridas hermanas,

Acojo con alegría a los peregrinos francófonos venidos para la oración del Angelus. Éste es el tiempo de la vuelta al colegio, así como de la vuelta a la universidad. Queridos alumnos, estudiantes y profesores, os invito a invocar cada día al Espíritu Santo, el Maestro de la inteligencia y del verdadero saber. Él abrirá entonces vuestros corazones al conocimiento de Dios. Os arraigará también en su Hijo Jesucristo y os guardará firmes en la fe. Que la Virgen María, Trono de la Sabiduría, interceda por vosotros. ¡Feliz peregrinación y feliz domingo a todos!

[En inglés, dijo:]

Acabando de llegar de Carpineto Romano, el lugar de nacimiento de mi Predecesor, el Papa León XII, agradezco a todos los peregrinos de habla inglesa y a los visitantes presentes en esta oración del Angelus prayer. Que el magisterio social del Papa León continúe inspirando los esfuerzos de los fieles para construir una sociedad justa arraigada en las enseñanzas de Cristo. Sobre vosotros y vuestros seres queridos, invoco abundantes bendiciones del Dios Todopoderoso.

[En español, dijo:]

Al saludar con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana, quisiera invitar a todos a leer el Mensaje que he firmado en estos días con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Madrid, en el mes de agosto del próximo año. Pido a Dios que, animados por las palabras del Apóstol Pablo: "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe" (cf. Col 2,7), muchos jóvenes puedan encontrarse en la capital de España, para acoger en sus corazones a Cristo, que los llama a confiar en Él y a amar cada vez más a la Iglesia. Suplico a la Santísima Virgen María, Madre y Reina de los jóvenes, que acompañe el camino de preparación a este gran evento. Feliz domingo.


[Traducción del original italiano por Patricia Navas
©Libreria Editrice Vaticana]

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Documentación


León XIII, según Benedicto XVI
Homilía en la misa en Carpineto Romano

CARPINETO ROMANO, domingo 5 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la homilía pronunciada hoy por el Papa en la Misa celebrada en el pueblo natal de León XIII, Carpineto Romano, que hoy visitó con motivo del bicentenario del nacimiento de este papa.

 



 

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¡Queridos hermanos y hermanas!

Primero de todo, ¡permitidme expresar la alegría de encontrarme entre vosotros en Carpineto Romano, tras las huellas de mis amados predecesores Pablo VI y Juan Pablo II! Y feliz es también la circunstancia que me ha llamado aquí: el bicentenario del nacimiento del Papa León XIII, Vincenzo Gioacchino Pecci, acaecido el 2 de marzo de 1810 en este bello país. ¡Os doy las gracias a todos por vuestra acogida! En particular, saludo con reconocimiento al Obispo de Anagni-Alatri, Mons. Lorenzo Loppa, y el Alcalde de Carpineto, que me han dado la bienvenida al inicio de la celebración, así como a las demás Autoridades presentes. Un pensamiento especial dirijo a los jóvenes, en particular a los que han completado la peregrinación diocesana. Mi visita, por desgracia, es muy breve y concentrada exclusivamente en esta celebración eucarística; pero aquí nosotros encontramos todo: la Palabra y el Pan de vida, que alimentan la fe, la esperanza y la caridad; y renovamos el vínculo de comunión que hace de nosotros la única Iglesia del Señor Jesucristo.

Hemos escuchado la Palabra de Dios, y es espontáneo acogerla, en esta circunstancia, volviendo a pensar en la figura del Papa León XIII y en la herencia que nos ha dejado. El tema principal que emerge de la lectura bíblica es el del primado de Dios y de Cristo. En el pasaje evangélico, extraído de san Lucas, Jesús mismo declara con franqueza tres condiciones necesarias para ser sus discípulos: Amarle más que a nadie y más que a la misma vida; llevar la propia cruz y seguirlo; y renunciar a todas las posesiones. Jesús ve una gran multitud que lo sigue junto a sus discípulos, y con todos quiere ser claro: seguirlo es comprometido, no puede depender de entusiasmos ni de oportunismos; debe ser una decisión ponderada, tomada después de preguntarse en conciencia: ¿quién es Jesús para mí? ¿Es verdaderamente “el Señor”, ocupa el primer lugar, como el Sol en torno al cual giran todos los planetas? Y la primera lectura, del Libro de la Sabiduría, nos sugiere indirectamente el primer motivo de este primado absoluto de Jesucristo: en Él encuentran respuesta las preguntas del hombre de toda época que busca la verdad sobre Dios y sobre sí mismo. Dios está más allá de nuestro alcance, y sus designios son inescrutables. Pero Él mismo ha querido revelarse, en la creación y sobre todo en la historia de la salvación, hasta que en Cristo se ha manifestado plenamente a sí mismo y su voluntad. Aun permaneciendo siempre verdadero que “a Dios nadie le ha visto jamás” (Jn 1,18), ahora nosotros conocemos su “nombre”, su “rostro”, y también su querer, porque nos lo ha revelado Jesús, que es la Sabiduría de Dios hecha hombre. “Así -escribe el Autor sagrado de la primera Lectura- aprendieron los hombres lo que a ti te agrada y gracias a la Sabiduría se salvaron” (Sb, 9,18).

Este punto fundamental de la Palabra de Dios hace pensar en dos aspectos de la vida y del ministerio de vuestro venerado Conciudadano que hoy conmemoramos, el Sumo Pontífice León XIII. En primer lugar, cabe señalar que él fue hombre de gran fe y de profunda devoción. Esto sigue siendo siempre la base de todo, para todo cristiano, incluido el Papa. Sin la oración, es decir, sin la unión interior con Dios, no podemos hacer nada, como dice claramente Jesús a sus discípulos durante la Última Cena (cfr Jn 15,5). Las palabras y los actos del Papa Pecci transparentaban su íntima religiosidad; y esto ha encontrado correspondencia también en su Magisterio: entre sus muy numerosas Encíclicas y Cartas Apostólicas, como el hilo en una serie, están las de carácter propiamente espiritual, dedicadas sobre todo al incremento de la devoción mariana, especialmente mediante el santo Rosario. Se trata de una verdadera y propia “catequesis”, que marca desde el principio hasta el final los 25 años de su Pontificado. Pero encontramos también los Documentos sobre Cristo Redentor, sobre el Espíritu Santo, sobre la consagración al Sagrado Corazón, sobre la devoción a san José, sobre san Francisco de Asís. A la Familia franciscana León XIII estuvo particularmente ligado, y él mismo pertenecía a la Tercera Orden. Todos estos diversos elementos me gusta considerarlos como facetas de una única realidad: el amor de Dios y de Cristo, al que no se antepone absolutamente nada. Y esta primera y principal cualidad de Vincenzo Gioacchino Pecci la asimiló aquí, en su País natal, de sus padres, de su parroquia.

Pero hay también un segundo aspecto, que se deriva siempre del primado de Dios y de Cristo y se encuentra en la acción pública de todo Pastor de la Iglesia, en particular de todo Sumo Pontífice, con las características propias de la personalidad de cada uno. Diría que precisamente el concepto de “sabiduría cristiana”, que ya ha surgido a partir de la primera lectura y del Evangelio, nos ofrece la síntesis de esta configuración según León XIII -no es casualidad que sea también el incipit de una Encíclica suya. Todo Pastor está llamado a transmitir al Pueblo de Dios no verdades abstractas, sino una “sabiduría”, es decir un mensaje que conjuga fe y vida, verdad y realidad concreta. El Papa León XIII, con la asistencia del Espíritu Santo, es capaz de hacer esto en un uno de los periodos históricos más difíciles para la Iglesia, permaneciendo fiel a la tradición y, al mismo tiempo, midiéndose con las grandes cuestiones abiertas. Y lo logró precisamente sobre la base de la “sabiduría cristiana”, basada en las Sagradas Escrituras, en el inmenso patrimonio teológico y espiritual de la Iglesia Católica y también en la sólida y límpida filosofía de santo Tomás de Aquino, que él apreció en sumo grado y promovió en toda la Iglesia.

En este punto, tras haber considerado el fundamento, es decir, la fe y la vida espiritual, y por tanto el marco general del mensaje de León XIII, puedo mencionar su magisterio social, hecho famoso e imperecedero por la Encíclica Rerum novarum, pero rico en otras muchas intervenciones que constituyen un cuerpo orgánico, el primer núcleo de la doctrina social de la Iglesia. Tomemos el ejemplo de la Carta a Filemón de san Pablo, que felizmente la Liturgia nos hace leer precisamente hoy. Es el texto más breve de todo el epistolario paulino. Durante un periodo de encarcelamiento, el Apóstol ha transmitido la fe a Onésimo, un esclavo originario de Colosas huido del patrón Filemón, rico habitante de esa ciudad, convertido en cristiano junto a sus familiares gracias a la predicación de Pablo. Ahora el Apóstol escribe a Filemón invitándole a acoger a Onésimo ya no como esclavo, sino como hermano en Cristo. La nueva fraternidad cristiana supera la separación entre esclavos y libres, y desencadena en la historia un principio de promoción de la persona que llevará a la abolición de la esclavitud, pero también a sobrepasar otras barreras que todavía existen. El Papa León XIII dedicó precisamente al tema de la esclavitud la Encíclica Catholicae Ecclesiae, del 1890.

De esta particular experiencia de san Pablo con Onésimo, puede partir una amplia reflexión sobre el impulso de promoción humana aportado por el Cristianismo en el camino de la civilización, y también sobre el método y el estilo de esa aportación, conforme a las imágenes evangélicas de la semilla y la levadura: en el interior de la realidad histórica los cristianos, actuando como ciudadanos individuales, o de manera asociada, constituyen una fuerza beneficiosa y pacífica de cambio profundo, favoreciendo el desarrollo de las capacidades internas en la realidad misma. Es ésta la forma de presencia y de acción en el mundo propuesta por la doctrina social de la Iglesia, que apunta siempre a la madurez de las conciencias como condición de válidas y duraderas transformaciones.

Debemos ahora preguntarnos: ¿en qué contexto nació, hace dos siglos, quien se convertiría, 68 años después, en el Papa León XIII? Europa sufría entonces la gran tormenta Napoleónica, seguida de la Revolución Francesa. La Iglesia y numerosas expresiones de la cultura cristiana se ponían radicalmente en discusión (piénsese, por ejemplo, en el hecho de contar los años ya no desde el nacimiento de Cristo, sino desde el inicio de la nueva era revolucionaria, o de quitar los nombres de los Santos del calendario, de las calles, de los pueblos...). Las poblaciones del campo no eran ciertamente favorables a estos trastornos, y permanecían ligadas a las tradiciones religiosas. La vida cotidiana era dura y difícil: las condiciones sanitarias y alimentarias muy pobres. Mientras tanto, se iba desarrollando la industria y con ella el movimiento obrero, cada vez más organizado políticamente. El magisterio de la Iglesia, en su más alto nivel, fue empujado y ayudado por las reflexiones y por las experiencias locales a elaborar una interpretación global y con perspectiva de la nueva sociedad y de su bien común. Así, cuando, en 1878, fue elegido al solio pontificio, León XIII se sintió llamado a llevarla a cabo, a la luz de su extenso conocimiento de alcance internacional, pero también de tantas iniciativas realizadas “sobre el terreno” por parte de comunidades cristianas y de hombres y mujeres de la Iglesia.

Fueron de hecho docenas y docenas los Santos y Beatos que, desde finales del siglo XVIII hasta principios del XX, buscaron y experimentaron, con la creatividad de la caridad, múltiples caminos para llevar el mensaje evangélico al interior de las nuevas realidades sociales. Fueron sin duda estas iniciativas, con los sacrificios y las reflexiones de estos hombres y mujeres las que prepararon el terreno de la Rerum novarum y de los demás Documentos sociales del Papa Pecci. Ya desde el tiempo en el que era Nuncio Apostólico en Bélgica, él había comprendido que la cuestión social se podía afrontar de manera positiva y eficaz con el diálogo y la mediación. En una época de áspero anticlericalismo y de encendidas manifestaciones contra el Papa, León XIII supo guiar y sostener a los católicos en el camino de una participación constructiva, rica de contenidos, firme en los principios y con capacidad de apertura. Inmediatamente después de la Rerum novarum se verificó en Italia y en otros Países una auténtica explosión de iniciativas: asociaciones, cajas rurales y artesanas, periódicos,... un vasto “movimiento” que tenía en el siervo de Dios Giuseppe Toniolo el luminoso animador. Un Papa muy anciano, pero sabio y con visión de futuro, podría así introducir en el siglo XX a una Iglesia rejuvenecida, con la actitud correcta para afrontar los nuevos desafíos. Era un Papa todavía política y físicamente “prisionero” en el Vaticano, pero en realidad, con su Magisterio, representaba a una Iglesia capaz de afrontar sin complejos las grandes cuestiones de la contemporaneidad.

Queridos amigos de Carpineto Romano, no tenemos tiempo para profundizar en estas cuestiones. La Eucaristía que estamos celebrando, el Sacramento del Amor, nos atrae a lo esencial: la caridad, el amor de Cristo que renueva a los hombres y al mundo; esto es lo esencial, y lo vemos bien, casi lo percibimos en las expresiones de san Pablo en la Carta a Filemón. En esta breve nota, de hecho, se siente toda la dulzura y al mismo tiempo el poder revolucionario del Evangelio; se advierte el estilo discreto y a la vez irresistible de la caridad, que, como he escrito en mi Encíclica social, Caritas in veritate, “es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad” (n. 1). Con alegría y con afecto, os dejo por tanto el mandamiento antiguo y siempre nuevo: amaos como Cristo nos ha amado, y con este amor sed sal y luz del mundo. Así seréis fieles a la herencia de vuestro gran y venerado Conciudadano, el Papa León XIII. ¡Y así sea en toda la Iglesia! Amén. ¡Queridos hermanos y hermanas!

[Traducción del original italiano por Patricia Navas

©Libreria Editrice Vaticana]

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