ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 15 de septiembre de 2010

El Papa en Gran Bretaña

Una anglicana toca a las puertas de Roma

Santa Sede

Llamamiento del Papa a la paz en India, Afganistán y Paquistán

Las consagradas muestran lo que es la Iglesia, bella y pura, dice el Papa

El Papa confía a los enfermos a la Virgen de los Dolores

Bosnia y Herzegovina: asistencia religiosa en las Fuerzas armadas

El Papa eleva a la dignidad episcopal al español Carrasco de Paula

Mundo

Un períodico y una revista se unen para promover las vocaciones misioneras

Todo sobre la Doctrina Social de la Iglesia en español

India: El obispo de Orissa denuncia conversiones forzadas

Manos Unidas, premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2010

Análisis

La ideología de la teoría de género en África (III)

Documentación

Benedicto XVI: santa Clara de Asís, esposa de Cristo


El Papa en Gran Bretaña


Una anglicana toca a las puertas de Roma
Deborah Gyapong analiza el viaje de Benedicto XVI al Reino Unido
OTTAWA, martes 14 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- En vísperas de la visita de Benedicto XVI, Deborah Gyapong, quien forma parte de la Comunión Anglicana Tradicional (TAC, por sus siglas en inglés), realidad que ha pedido la comunión plena con la Iglesia católica, analiza en esta larga entrevista concedida a ZENIT el impacto que tendrá la visita papal al Reino Unido, que comienza este jueves.

Periodista y escritora, Deborah Gyapong cubre cuestiones de política y religión desde Canadá para diferentes medios de comunicación. En el año 2005, su libro "The Defilers" ganó el premio a la Mejor Novela Cristiana en Canadá.

--¿Cómo ve la visita de Benedicto XVI al Reino Unido? ¿Qué impacto puede tener para el diálogo con las Iglesias anglicanas?

--Deborah Gyapong: Cuando se anunció la publicación de la constitución apostólica "Anglicanorum Coetibus", en octubre de 2009, algunos la tacharon de "caza furtiva" o compararon esta decisión del Papa con un despliegue de tanques en el jardín arzobispo de Canterbury. Pero, como han insistido el Papa y otros en la Curia Romana, con esta propuesta no hacía más que responder a las repetidas peticiones, no sólo por nuestra parte, sino por parte de otros grupos anglicanos, como Forward in Faith, y otros, incluyendo a muchas personas invididuales. "Anglicanorum Coetibus" no hace referencia a la TAC, sino a grupos de anglicanos y a los futuros ordinariatos personales para anglicanos que podrían ser una manera para reunir a aquellos anglicanos que experimentan la necesidad del ministerio de Pedro y que esperan conservar una belleza litúrgica anglicana y otros aspectos de nuestro patrimonio. Pero la constitución apostólica no buscaba dar un paso atrás en las relaciones ecuménicas con la Iglesia Anglicana de Canterbury, que representa a millones de personas en el mundo. La Iglesia católica y la Iglesia anglicana siguen compartiendo muchos proyectos, especialmente en su esfuerzo por ayudar a los pobres. Esto continuará, así como las buenas relaciones que se han edificado con el pasar de los años.

--Muchos medios de comunicación británicos han criticado la visita del Papa y anuncian manifestaciones. Usted, ¿está preocupada?

--Deborah Gyapong: No estoy preocupada ni muchos menos por las críticas de los medios británicos a la visita del Papa. Creo que la mala prensa de algunos medios de comunicación es un signo de que la visita del Santo Padre será una poderosa obra de Dios. He podido ver este mismo esquema en el pasado. Antes de la Jornada Mundial de la Juventud de 2002, en Toronto, se dio un constante repique negativo de tambor entre los medios: "los jóvenes no vendrán"..., "el Papa es viejo y ha perdido gancho"..., se arrojaba todo lo que se podía contra Juan Pablo II y la Iglesia. Pero cuando Juan Pablo II pisó el suelo canadiense, los medios de comunicación quedaron sorprendidos por el impacto de este frágil anciano, así como de los cientos de miles de jóvenes que vinieron desde muy lejos para escucharle. Algunos exponentes de los medios de comunicación confesaron que quedaron profundamente conmovidos por la presencia de ese hombre santo. La cobertura de la Jornada Mundial de la Juventud fue bella, respetuosa y ofreció una increíble oportunidad de nueva evangelización a través de los medios de comunicación no religiosos. Lo mismo sucedió antes de la Jornada Mundial de Colonia, la primera de Benedicto XVI, pues todos anunciaban que sería un fracaso, según ellos no tenía entre los jóvenes el carisma de Juan Pablo II. Pues bien, no fue un fracaso, sino todo lo contrario. Fue un gran éxito. Lo mismo puede decirse de Sydney. Antes de que el Papa visitara Estados Unidos, buena parte de la cobertura era muy negativa, sacando a relucir las heridas de los abusos sexuales de los sacerdotes y centrándose en problemas. Acabó siendo una visita increíble, con gente que viajó en coche desde Florida y otras ciudades del país sólo para verle pasar en el papamóvil por la Quinta Avenida o en otros lugares. Creo que también en Gran Bretaña se dará mucha curiosidad y voluntad de rendir homenaje a este hombre grande y santo, el Papa Benedicto XVI, teólogo respetado por cristianos de todas las confesiones.

--¿Cómo cree que será el encuentro del Papa con el arzobispo Rowan Williams, primado de Comunión Anglicana?

--Deborah Gyapong: Estoy segura de que saldrá muy bien. El arzobispo de Canterbury es un teólogo respetado y, por lo que sé, un hombre de oración. Ha sido un período muy difícil para la Comunión Anglicana, pues algunos de sus responsables han asumido una dirección más liberal y otros se han hecho más evangélico-protestantes, mientras que otros permanecen en su orientación anglo-católica. Han tenido encuentros cordiales en el pasado y confío en que éste también lo será.

--Desde hace años, ustedes han pedido al Papa ser acogidos por Roma en plena comunión. ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo hace falta? ¿Qué respuestas han recibido?

--Deborah Gyapong: Cuando fue fundada la Comunión Anglicana Tradicional (TAC), a inicios de los noventa, reagrupando a varias iglesias que querían "continuar siendo anglicanas" en el mundo, hizo de la unidad de los cristianos parte de su misión. El concepto "continuar" siendo anglicanos hace referencia a aquellos anglicanos que sentían que no podían permanecer en la Comunión Anglicana de Canterbury después de varios sínodos anglicanos que comenzaron a aprobar la ordenación de las mujeres en los años setenta. Su concepción era que, en una religión revelada, tú no puedes cambiar un sacramento de origen divino, como las órdenes sagradas, con un acto democrático, y no puedes dejar que las últimas modas de las ciencias sociales acaben con la Escritura y la Tradición. Ahora bien, "continuar" siendo anglicanos, sin el ministerio del Papa, sería convertirse en una "sopa de letras", un acrónimo de iglesias divididas por conflictos personales, o que no están de acuerdo en lo que significa ser anglicano. La TAC es el único grupo de los que quieren seguir siendo anglicanos que ha visto cómo el ministerio del Papa, el ministerio de Pedro, es esencial no sólo como signo de unidad de los cristianos, sino también como una autoridad jurídica necesaria para asegurar que la fe, tal y como fue recibida de los testigos de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pueda transmitirse de manera intacta de generación en generación. Algunos de los obispos de la TAC han añorado la unidad de los cristianos desde que eran anglicanos en la Comunión de Canterbury. El obispo Robert Mercer, ahora retirado y residente en el Reino Unido, participó en la Comisión Internacional Anglicano-Católica (ARCIC, por sus siglas en inglés) en los años ochenta, cuando era obispo de Matabeleland, en Zimbabue. Pero el deseo de unidad se remonta a fechas anteriores todavía. En los años sesenta, se extendió una gran esperanza, en tiempos del Papa Pablo VI y del arzobispo de Canterbury Michael Ramsay, de poder resanar la escisión de manera que las "iglesias hermanas" pudieran quedar "unidas, no absorbidas". Pero esta esperanza de Mercer se hizo añicos cuando la Iglesia anglicana comenzó a separarse de lo que había compartido con la Iglesia católica y la Ortodoxia. Abandonó la Iglesia anglicana y se convirtió en obispo de la Iglesia Católico Anglicana de Canadá, que forma parte de la TAC. Oficialmente las primeras conversaciones sobre la unidad de la TAC con la Iglesia católica tuvieron lugar a inicios de los años noventa. El entonces arzobispo primado Louis Falk participó en ellas, con la presencia el actual primado, el arzobispo John Hepworth de Australia, y un sacerdote anglicano, que fungía como consejero o experto. La respuesta, en resumidas cuentas, fue ésta: ustedes tienen que crecer, no ordenen a demasiados obispos, y cultiven las buenas relaciones con los obispos católicos locales. Estos encuentros informales buscaban fundamentalmente consejo sobre cómo era la mejor manera de proceder. La TAC continuó creciendo y haciendo lo que se le pidió, y a continuación buscó consejo sobre cómo presentar una petición formal [para entrar en comunión con Roma, ndt.]. El arzobispo Hepworth participó en los diferentes sínodos de la TAC celebrados en el mundo para asegurarse de que contaba con el apoyo de los obispos, del clero y de los laicos para presentar su petición formal. Se envió una carta al Papa pidiendo su consejo. El Santo Padre respondió afirmando que se debería presentar una petición formal a la Congregación para la Doctrina de la Fe. En octubre de 2007, el colegio de los obispos de la TAC tuvo un encuentro en Portsmouth, Inglaterra, y redactó la petición formal para entrar en comunión con la Sede de Pedro.

--¿Creen ustedes en lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica? ¿Qué es para ustedes la Eucaristía?


--Deborah Gyapong: Nuestros obispos firmaron el Catecismo de la Iglesia Católica en el altar, el 5 de octubre de 2007 en la Iglesia de Santa Ágata en Portsmouth, Inglaterra, para decir que "aceptamos que la expresión y aplicación más completa y auténtica de la fe católica en este momento se encuentra en el Catecismo de la Iglesia Católica y en su Compendio, que hemos firmado juntos con esta carta como testimonio de la fe que queremos enseñar y conservar".

Soy periodista, no teóloga, y no puedo decir que comprendo todo el alcance de lo que aparece en el Catecismo de la Iglesia Católica. Pero he podido ver que no puedo seguir siendo un pequeño papa en mi propia mente, optando y decidiendo por mí misma las doctrinas que creo y las que descartaré. Buena parte de mi formación fue evangélica protestante, y poco a poco he podido ver que antes de comprender lo que debía creer es mejor seguir el consejo de san Anselmo de Canterbury y decir: "Creo para poder comprender". De este modo, decidí abrazar la autoridad del Magisterio de la Iglesia Católica en lo que creo. Una fe apostólica es crucial para encontrar nuestra libertad en Cristo y la libertad para vivir como se debe. No soy teóloga, y no puedo explicar el misterio de la Eucaristía, pero yo creo que Jesús está totalmente presente, en su cuerpo, mente, alma y divinidad en el Santísimo Sacramento, y que nos alimenta y nos limpia y nos envía unidos a Él para ser sus manos, sus pies, su voz para proclamar su amor y la Buena Nueva de las salvación a un mundo roto.

--¿Cómo es la reacción de otras comunidades anglicanas a la constitución apostólica "Anglicanorum Coetibus" que les permite entrar en plena comunión con el Papa?

--Deborah Gyapong: Creo que en un primer momento los números de los anglicanos que se unen a los ordinariatos [para anglicanos en plena comunión con el Papa, ndr.] parecerán más bien pequeños. La TAC, comparada con la Comunión Anglicana, es pequeña. Mucha gente de Forward in Faith, que es bastante grande, en el Reino Unido, pero pequeña en los Estados Unidos, Australia y otros países, tendrá que dejar sueldos seguros, derechos musicales, hermosas casas y a sus laicos de quienes se sienten pastores si deciden dejar la Comunión Anglicana. Se da un enorme punto de interrogación y un echarse a la mar. Muchos anglicanos se encuentran en un proceso de discernimiento difícil en estos momentos. Algunos adoptan la actitud de "esperar y ver" para comprender si realmente serán capaces de mantener su identidad anglicana al convertirse en miembros a pleno título de la Iglesia católica. Pero creo que los primeros ordinariatos serán como granos de mostaza que crecerán, haciéndose cada vez más atractivos no sólo para los anglicanos sino para todos los cristianos que saben que una bella liturgia rezada con sentido ayuda a toda la comunidad a profundizar en el misterio del sacrificio único y para siempre de Jesucristo. Los ordinariatos serán parte de la renovación litúrgica que el Santo Padre desea y al mismo tiempo la belleza litúrgica se unirá a una fe católica abrazada con todo el corazón, a la enseñanza del catecismo por parte de obispos y sacerdotes que creen en lo que dice, sin cruzar los dedos a sus espaldas, o reduciendo la Palabra sobrenatural de Dios a una metáfora.

Por Serena Sartini

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Santa Sede


Llamamiento del Papa a la paz en India, Afganistán y Paquistán
Pide que “el respeto a la libertad religiosa prevalezca sobre la violencia”
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI hizo un llamamiento hoy, al término de la audiencia general, por la paz en Asia suroriental, y especialmente en India, Paquistán y Agfanistán.

El Papa afirmó seguir “con preocupación los acontecimientos que han tenido lugar en estos días en varias regiones de Asia meridional, especialmente en India, en Paquistán y en Afganistán”, en referencia a los episodios de violencia registrados en estos países en las últimas horas.

“Rezo por las víctimas y pido que el respeto de la libertad religiosa y la lógica de la reconciliación y de la paz prevalezcan sobre el odio y sobre la violencia”, añadió el Pontífice.

Entre los peregrinos, unas siete mil personas, se encontraban un grupo de  católicos procedentes de Irán de rito caldeo de la archidiócesis de Urmia, así como peregrinos de los Emiratos Árabes Unidos.

Como informó ZENIT ayer, durante el fin de semana se han producido fuertes enfrentamientos y ataques anticristianos en Cachemira y el Punjab, en Paquistán y en Afganistán, además de protestas en otros países islámicos.

La causa de esta ola de violencia fue la polémica creada por el reverendo norteamericano Terry Jones con una campaña a favor de quemar el Corán, como protesta ante la construcción de una mezquita cerca de la Ground Zero de Manhattan.

A pesar de que la campaña se ha retirado antes de que tuviese lugar, sin embargo, las informaciones, difundidas por algunas cadenas iraníes de supuestas profanaciones del Corán en algunos lugares de Estados Unidos, ha provocado en los últimos días una oleada de violencia en Cachemira y el Punjab, una región de India mayoritariamente islámica, que es objeto desde hace décadas de fuertes tensiones entre India y Paquistán.

La reacción de las fuerzas de seguridad indias al intento de quemar varias escuelas por parte de muchedumbres de exaltados provocó 18 muertos y cerca de 80 heridos. La zona está sometida al toque de queda.

En Kabul, capital de Afganistán, otro país fuertemente inestable, miles de personas se han manifestado con gritos contra los cristianos y contra América. Según muchos analistas, la violencia sería atizada por los islamistas radicales, con fines políticos.

En declaraciones a Radio Vaticano, el portavoz de los obispos indios, padre Babu Joseph, afirmó que la intervención del Papa “ha llamado la atención sobre algo muy importante y significativo, en cuanto a lo que está sucediendo en el Sur de Asia, en particular respecto a la libertad religiosa”.

Concretamente, señaló, en el caso de las escuelas quemadas en Cachemira, subrayó que “se trata de la primera vez que esto sucede en el área, que hasta ahora había sido siempre una zona relativamente pacífica en términos de armonía religiosa entre musulmanes y cristianos”.

Además, subrayó que estas escuelas “están dirigidas a ayudar a la gente” y que “el 95% de sus alumnos son niños musulmanes”.

La religión, subrayó, “es y debe ser un medio para unir a las personas, para traer mayor cohesión, armonía y paz a la sociedad”

“Cuando la religión es politizada, cuando se usa para fines políticos, el resultado es la división y la polarización social y por tanto la consiguiente violencia y destrucción de la vida y de las propiedades, algo a lo que hemos podido asistir en las últimas décadas en esta parte del mundo”, subrayó el portavoz episcopal.

 



 

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Las consagradas muestran lo que es la Iglesia, bella y pura, dice el Papa
Propone el ejemplo de otra mujer, santa Clara de Asís
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Tras la catequesis de las dos últimas semanas sobre Hildegarda de Bingen, el Papa Benedicto XVI quiso proponer, en la catequesis durante la audiencia general de hoy, el ejemplo de otra mujer de la Edad Media, santa Clara de Asís.

“Su testimonio nos muestra cómo toda la Iglesia es deudora a mujeres valientes y ricas de fe como ella, capaces de dar un decisivo impulso para la renovación de la Iglesia”, subrayó el Papa, destacando también que “en los siglos medievales, el papel de las mujeres no era secundario, sino considerable”.

Esta santa, “una de las más amadas”, fue contemporánea de san Francisco de Asís, a quien le unió una fuerte amistad y una común experiencia de fe.

“Son los santos los que cambian el mundo a mejor, lo transforman de forma duradera, inyectándole las energías que sólo el amor inspirado por el Evangelio puede suscitar. ¡Los santos son los grandes benefactores de la humanidad!”, afirmó el Papa.

Clara, enfrentándose a su familia, se unió a los frailes menores de san Francisco y pronunció los votos de su consagración en 1211. Tras ello, vivió hasta su muerte, con un grupo de seguidoras, en el convento de clausura de san Damián.

“Como Clara y sus compañeras, innumerables mujeres en el transcurso de la historia han sido fascinadas por el amor por Cristo que, en la belleza de su Divina Persona, llena sus corazones. Y la Iglesia entera, por medio de la vocación nupcial mística de las vírgenes consagradas, muestra lo que será para siempre: la Esposa bella y pura de Cristo”, afirmó el Papa.

De hecho, la santa fue la “pobre y humilde virgen esposa de Cristo”, afirmó Benedicto XVI, recogiendo algunas de las frases amorosas de la santa a Cristo, en una de las cuatro cartas que envió a santa Inés de Praga.

Otro de los rasgos de la santa, explicó el Papa, fue su amistad con san Francisco: “La amistad es uno de los sentimientos humanos nobles y elevados que la Gracia divina purifica y transfigura”, afirmó, recordando el ejemplo de otros santos.

El tercer aspecto que Benedicto XVI puso de relieve fue la radicalidad de la pobreza asociada a la confianza total en la Providencia divina de Clara de Asís.

De hecho, ésta obtuvo del papa el llamado Privilegium Paupertatis, que les permitía, cosa novedosa en aquella época, no poseer ninguna propiedad material.

“Se trataba de una excepción verdaderamente extraordinaria respecto al derecho canónico vigente y las autoridades eclesiásticas de aquel tiempo lo concedieron apreciando los frutos de santidad evangélica que reconocían en la forma de vivir de Clara y de sus hermanas”, explicó.

En el convento de san Damián Clara “practicó de modo heroico las virtudes que deberían distinguir a cada cristiano: la humildad, el espíritu de piedad y de penitencia, la caridad”, sometiéndose “a tareas humildísimas”.

“Su fe en la presencia real de la Eucaristía era tan grande que en dos ocasiones se comprobó un hecho prodigioso. Solo con la ostensión del Santísimo Sacramento, alejó a los soldados mercenarios sarracenos, que estaban a punto de agredir el convento de san Damián y de devastar la ciudad de Asís”, destacó el Papa.

El Papa concluyó afirmando que las clarisas “llevan a cabo un precioso papel en la Iglesia con su oración y con su obra”.



 

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El Papa confía a los enfermos a la Virgen de los Dolores
También a los jóvenes y a los recién casados
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI quiso dedicar, en su acostumbrado saludo a los enfermos, los jóvenes y los recién casados al término de la Audiencia General, la memoria litúrgica que hoy celebra la Iglesia, la Virgen de los Dolores.

La Beata Virgen María de los Dolores “permaneció con fe junto a la cruz de su Hijo”, afirmó el Papa. Por ello, se dirigió a los enfermos, deseándoles que puedan “encontrar en María consuelo y apoyo para aprender del Señor Crucificado el valor salvífico del sufrimiento”.

También se dirigió a los jóvenes, exhortándoles a “no tener miedo de permanecer también vosotros como María junto a la Cruz”.

“El Señor os infundirá el valor para superar todo obstáculo en vuestra existencia cotidiana”, les aseguró.

Por último se dirigió a los recién casados, a quienes animó a “dirigirse con confianza en los momentos de dificultad a la Virgen de los Dolores, que os ayudará a afrontarlos con su intercesión maternal”.

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Bosnia y Herzegovina: asistencia religiosa en las Fuerzas armadas
Intercambio en el Vaticano de los instrumentos de ratificación del acuerdo
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- La Sala de los Tratados del Palacio Apostólico vaticano acogió este martes la ceremonia para el intercambio de los instrumentos de ratificación del acuerdo entre la Santa Sede y Bosnia y Herzegovina firmado en Sarajevo el 8 de abril de 2010 sobre la asistencia religiosa a los fieles católicos miembros de las Fuerzas Armadas de Bosnia y Herzegovina.

Estaban presentes, entre otros, por parte vaticana el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y el secretario para las relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti.

En representación de Bosnia y Herzegovina, asistieron el ministro de Asuntos Exteriores, Sven Alkalaj, los ministros para los Derechos Humanos y los Refugiados, de Justicia y de Defensa, y la embajadora ante la Santa Sede, Jasna Krivošić Prpić.

Según informó Radio Vaticano, monseñor Mamberti confirmó las “óptimas relaciones entre la Santa Sede y Bosnia y Herzegovina, establecidas desde el principio”.

El prelado auspició que en esta delicada fase de la historia del país, “el acuerdo también beneficie la imagen del país en el ámbito internacional, presentando Bosnia y Herzegovina como un país en el que -a pesar de las dificultades- se mira con respeto a las Iglesias y a las comunidades religiosas, dando la relevancia justa a los principios democráticos reconocidos en el ámbito internacional, y, en particular, al principio de libertad religiosa”.

Monseñor Mamberti también expresó la esperanza de que “esto pueda ayudar también en el proceso de integración europea y euro-atlántica, que se encuentra en el centro del debate político de estos meses”.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Bosnia y Herzegovina destacó que “la libertad religiosa es un derecho humano fundamental y, con la estipulación y la entrada en vigor de este acuerdo, se crea la posibilidad de que este derecho sea verdaderamente y totalmente respetado”.

El ministro se mostró convencido de “que el alto nivel de la cooperación hasta ahora logrado y la mutua amistad continuarán y crecerán por el bien de todos”.



 

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El Papa eleva a la dignidad episcopal al español Carrasco de Paula
Presidente de la Academia Pontificia para la Vida
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI elevó a la dignidad episcopal al presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Ignacio Carrasco de Paula.

El Papa asignó a este sacerdote español de la prelatura del Opus Dei la sede titular episcopal de Tapso, informó este miércoles la Oficina de Información de la Santa Sede.

Monseñor Carrasco de Paula fue nombrado presidente de la Academia Pontificia para la Vida el pasado 30 de junio y fue director del Instituto de Bioética de la Universidad del Sagrado Corazón de Roma, que dirige el policlínico Gemelli.

Benedicto XVI también elevó a la dignidad episcopal al rector de la Universidad Pontificia Lateranense, don Enrico dal Covolo, SDB, asignándole la sede titular episcopal de Eraclea.

Dal Covolo es profesor de literatura cristiana antigua, y especialista en los Padres de la Iglesia. Desde 2002, es consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y forma parte del Comité Pontificio de Ciencias Históricas.

Por otra parte, el Pontífice aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Kalemie-Kirungu (en la República Democrática del Congo), presentada por monseñor Dominique Kimpinde por razones de edad.

Finalmente aceptó también la renuncia al oficio de obispo auxiliar de la archidiócesis brasileña de São Luís do Maranhão, presentada, también por razones de edad, por monseñor Geraldo Dantas de Andrade, SCI.



 

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Mundo


Un períodico y una revista se unen para promover las vocaciones misioneras
Acuerdo entre Almas y El Observador en México
QUERÉTARO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).-  En la edición de esta semana del periódico El Observador (www.elobservadorenlinea.com)  comenzó a circular encartada la revista Almas, el mensuario de mayor tirada de la Iglesia católica en México, con una tirada de 585 mil ejemplares.

Buscando fortalecer la presencia de ambas publicaciones entre los fieles, se ha hecho un convenio para distribuir la revista misionera Almas junto con  El Observador.  Hace unas semanas los directores de este periódico, Jaime Septién y Maité Urquiza, se reunieron con el superior general de los misioneros de Guadalupe, el padre Juan José Ángel Luna Erreguerena, MG, para acordar una alianza entre El Observador y la revista Almas. Fruto de este encuentro es que los lectores de este periódico recibirán cada mes la publicación.

En el encuentro de lanzamiento se comentó por parte del superior de los misioneros de Guadalupe que "este tipo de alianzas es poco común, una revista y un periódico católicos se unen para impulsar la sensibilidad, el sentido y las vocaciones misioneras".

Almas es la revista oficial del Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras, fundado el 7 de octubre de 1949, y tiene como finalidad difundir las actividades del mismo y promover el espíritu misionero entre los fieles de México.

Consta de 32 páginas más forros, se imprime en selección de color, y es de distribución nacional. Los artículos son escritos por sacerdotes Misioneros de Guadalupe (MG), sacerdotes diocesanos asociados (MA), Seminaristas, Misioneros Laicos Asociados (MLA) y otros colaboradores.

Las secciones incluyen citas de los recientes documentos o discursos del Santo Padre, las intenciones generales y misioneras de la Iglesia para cada mes, cartas y testimonios de nuestros lectores, una sección para niños, la presentación curricular de los padres misioneros de Guadalupe, oraciones y reflexiones bíblicas, así como información útil para nuestros bienhechores y lectores.

La finalidad de la revista es transmitir un mensaje de amor cristiano, presentar las vivencias de personas ejemplares, y así despertar en los corazones cristianos el sentido misionero de nuestra fe y mantener vivo el amor por las Misiones y por los millones de personas que no conocen a Dios. De esta forma colaboramos en la salvación de esos millones de almas y en la extensión del Reino de Dios.

Muchos misioneros de Guadalupe comentan que pensaron en su vocación y decidieron ser misioneros al leer Almas, y desde sus misiones en Asia, África y América ahora colaboran con artículos.

Para refrendar este trabajar en común entre Almas El Observador, los padres Gabriel Casillas Orta y Jacinto Perez Rivera ofrecieron capacitación a los trabajadores del periódico, la cual terminó con una emotiva misa, donde el director de El Observador, agradeció su presencia y refrendó la alianza entre el instituto religioso y el periódico.

"Desde ahora nuestros lectores podrán contar con información sobre las misiones y la labor realizada por esta congregación mexicana, todo ello creará una mayor conciencia sobre nuestra responsabilidad y sentido misionero", explicó el director de El Observador, Jaime Septién.

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Todo sobre la Doctrina Social de la Iglesia en español
El sitio del Observatorio Cardenal Van Thuan llega al mundo hispano
VERONA, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El sitio web especializado en Doctrina Social de la Iglesia, Observatorio Cardenal Van Thuan, ha lanzado hoy su versión en español, acompañada de unas palabras de su presidente, monseñor Giampaolo Crepaldi, arzobispo de Trieste, Italia. Monseñor Crepaldi subraya la ampliación del horizonte de este sitio a todo el mundo hispanohablante.

A la versión en italiano e inglés del Observatorio Cardenal Van Thuan, se añade ahora esta versión que permitirá que el sitio “sea leído y recibido por tantas personas hispanohablantes que se interesan en la Doctrina social de la Iglesia”, subraya monseñor Crepaldi.

“Pienso sobre todo –añade- en los países de Latinoamérica y del Caribe, donde el interés por la Doctrina Social de la Iglesia es muy difundido y en donde existen varia instituciones culturales, además de tantas experiencias pastorales de gran empeño que en la Doctrina Social se inspiran”.

El arzobispo Crepaldi confiesa que, al hacer este anuncio, su pensamiento “va también a las mujeres y a los hombres que en los países de lengua española están empeñados, a diversos niveles, por la justicia y la paz” quienes “podrán encontrar una ayuda útil y sostenible en la producción que hace el Observatorio”.

Con este “nuevo e importante paso”, el Observatorio “amplía el propio horizonte y da cuerpo a su vocación universal de proporcionar un servicio de carácter internacional”, subraya sy presidente.

Este paso completa un recorrido de ampliación de las relaciones internacionales que el Observatorio viene realizando desde hace un tiempo.

El año pasado, se constituyó la Cardenal Van Thuân International Network, en colaboración con algunos centros de estudio sobre la Doctrina Social de la Iglesia en España y Perú.

El “Boletín de Doctrina Social de la Iglesia” del Observatorio esta siendo publicado, además de en Italia, en España y en Latinoamérica.

El presidente anuncia que está por salir, entre otras, la “Segunda relación sobre la Doctrina Social de la Iglesia en el mundo”, que el Observatorio ha redactado en colaboración con cuatro institutos de investigación, europeos y latinoamericanos.

En el sitio se pueden encontrar documentos, informaciones, reflexiones, profundizaciones, recensiones, notas de acontecimientos relativos a la Doctrina Social de la Iglesia en el mundo.

Este espacio en la red se actualiza y alimenta diariamente. Es posible inscribirse gratuitamente a la Newsletter, que es enviada en tres idiomas: italiano, inglés y español.

“Quien está interesado en la Doctrina Social de la Iglesia encuentra en nuestro sitio cuanto le sirve para un trabajo consciente  al servicio  de la justicia y de la paz, entendida en sentido cristiano”, afirma monseñor Crepaldi.

Y concluye que el titular del Observatorio, el cardenal vietnamita Van Thuân, en proceso de beatificación, “habría estado muy contento de esta nueva expansión. El tenía muchos amigos en los países de habla española, donde había dado vida y tantas obras de esperanza. Él nos acompaña desde el Cielo”.

Para saber más: www.vanthuanobservatory.org.

Por Nieves San Martín



 

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India: El obispo de Orissa denuncia conversiones forzadas
En decenas de aldeas, los católicos son obligados a pasarse al hinduísmo
BHUBANESHWAR, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- En el estado oriental de Orissa, India, siguen dándose numerosos casos de conversiones forzadas de los católicos al hinduísmo, según denunció el arzobispo de Cuttack al entrevistarse este martes con Naveen Pattnaik, primer ministro de la región.

Monseñor Raphael Cheenath, arzobispo de Cuttack-Bhubaneshwar, subrayó que en más de diez aldeas del distrito de Kandhamal, escenarios de violencia contra los cristianos en 2008, estos son obligados a convertirse para poder conservar sus casas, según informaba este martes AsiaNews. En otras 27 aldeas, los prófugos a causa de la violencia anticristiana se ven obligados a vivir en alojamientos improvisados, subrayó el prelado.

“Estos hechos –afirmó monseñor Cheenath- violan la ley de libertad religiosa que el gobierno de Orissa prometió aplicar con vigor. El estado se define laico y no debería cerrar los ojos frente a esta violencia”.

El obispo de Cuttack subrayó que los prófugos tienen derecho a regresar a sus propias aldeas y el gobierno local debe garantizarles condiciones adecuadas de seguridad.

Durante el encuentro con el primer ministro, monseñor Cheenath denunció también los escasos resarcimientos obtenidos por las víctimas para reconstruir sus casas y la imposibilidad para muchos cristianos de recuperar su propia tierra.

Mientras el gobierno local ha destinado fondos para cuatro mil viviendas dañadas, según datos de la Iglesia y de ONG serían siete mil las casas a reconstruir.

El ministro Pattnaik prometió verificar el informe del arzobispo y se dijo dispuesto a revisar los datos sobre compensaciones y sobre el número de casas dañadas.

Entre diciembre de 2007 y agosto de 2008, en el distrito de Kandhamal, los extremistas hindúes asesinaron a 93 personas y quemaron y saquearon más de 6.500 casas, destruyeron más de 350 iglesias y 45 escuelas.

Debido a la persecución, más de 50.000 personas huyeron al bosque. En septiembre de 2009, el gobierno cerró los campos de prófugos para transmitir sensación de normalidad. Pero, una vez retornadas a sus aldeas, centenares de familias han sido obligadas a refugiarse de nuevo en el bosque debido al ostracismo con que han sido condenadas por la comunidad hindú. Hasta ahora, gran parte de los autores de estos crímenes están en libertad y quienes debían testificar en el tribunal de Kandhamal han sido obligados a callar con amenazas y discriminación.

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Manos Unidas, premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2010
El dinero recibido se destinará a Haití
OVIEDO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).-  Manos Unidas ha sido galardonada este miércoles con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2010, según ha hecho público esta mañana la Fundación Príncipe de Asturias.

El Jurado de estos premios, que constituyen un evento de primer orden en España, reunido en Oviedo, ha decidido conceder el premio a Manos Unidas, pues "a lo largo de su medio siglo de existencia, viene prestando su apoyo generoso y entregado a la lucha contra la pobreza y en favor de la educación para el desarrollo en más de sesenta países y, además, por su contribución, en los últimos años, en proyectos específicos cuya meta es combatir el hambre y reducir la mortalidad materna en el mundo".

La presidenta de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta, miembro del Consejo Pontificio "Cor Unum", agradeció "de corazón" a todos los que colaboran y trabajan para mejorar la calidad de vida de quienes viven "situaciones injustas" y aseguró que el premio es "un honor, una responsabilidad y un estímulo" para seguir trabajando donde haya "una persona que pase hambre".

Manos Unidas destinará los fondos íntegros del Premio Príncipe de Asturias a la Concordia 2010, dotado con 50.000 euros, a un proyecto en Haití, según ha anunciado este miércoles el delegado de la organización en Zaragoza y miembro de la Comisión permanente, Pepe Valero en rueda de prensa en Madrid tras conocerse el fallo del jurado.

Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia de España para la ayuda, promoción y desarrollo en los países más desfavorecidos. Es a su vez una Organización no Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), de voluntarios, católica, seglar, sin ánimo de lucro y de carácter benéfico que, desde 1960, lucha contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y las causas que lo producen.

El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia se concede a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la Humanidad.

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Análisis


La ideología de la teoría de género en África (III)
Por monseñor Tony Anatrella
ROMA, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Occidente intenta imponer a África una ideología de género contraria a su cultura, con el pretexto de ayudas y subvenciones. Un tema que preocupa a los obispos africanos, y sobre el que monseñor Anatrella trató el pasado mes de julio.

Monseñor Tony Anatrella es psicoanalista y especialista en psiquiatría social. Consultor del Consejo Pontificio para la Familia y del Consejo Pontificio para la Salud, es también miembro de la Comisión Internacional de Investigación sobre Medjugorje de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y asesora y enseña en París en el IPC y en el Collège des Bernardins.

Fue invitado a dar una conferencia sobre el tema: "La Caritas in Veritate y la teoría de género" a los obispos africanos reunidos en Accra (Ghana) para la plenaria del SCEAM, celebrada del 26 de julio hasta el 2 de agosto de 2010.

Sobre este tema concedió también esta entrevista a ZENIT, que por su densidad y extensión ofrecemos en cuatro partes (la primera se publicó el lunes 13, y la segunda, el martes 14 de septiembre).

-¿Cómo se está expandiendo la ideología de género en África?

Monseñor Tony Anatrella: Occidente produce ideas que son nuevas patologías sociales y trata de exportarlas a África, aunque los africanos no quieren, a pesar de la financiación que se les ofrece en salud, educación, pareja y familia a cambio de la difusión de los conceptos de "género" en este continente. Algunos grupos cristianos están atrapados en el juego de las subvenciones en la medida en que propagan esta ideología en sesiones de formación organizadas por las Cáritas dirigidas a los sacerdotes, religiosos y religiosas. Algunos obispos me han dicho que ellos han rechazado y se han negado a disponer de fondos para sus escuelas y centros de salud porque no querían ser instrumentalizados por las agencias de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales.

Del mismo modo, los responsables políticos de varios países africanos soportan cada vez menos la acción común de las diversas cancillerías europeas, a través de sus embajadas, que intervienen de forma acosadora para favorecer el reconocimiento casi matrimonial de las relaciones entre personas del mismo sexo. Para los africanos, los occidentales comenten un disparate al querer imponerles un estilo de vida que es contraria a la realidad de que sólo un hombre y una mujer forman una pareja, se casan, conciben, adoptan y educan a los niños. La orientación sexual es un factor determinante de la personalidad que el sujeto puede asumir más o menos, es su problema. Pero no es una referencia a partir de la cual la sociedad se organiza en materia conyugal y familiar. Es precisamente por esta razón por lo que Francia no reconoce el matrimonio o adopción de niños por personas del mismo sexo. No hay discriminación para afirmar que el interés superior del niño es el de poder crecer entre un hombre y una mujer. Incluso sería discriminatorio privarle de la unión uno y otra en el corazón de la vida conyugal de sus padres que dan en sí mismos y de verdad, nacimiento a una familia. El interés superior del niño no reside en roderarle afectivamente de personas que se ocupan de él, sino vivir en las mismas condiciones de la filiación que solo pueden compartir un hombre y una mujer. El resto es una falsificación de la conyugalidad y de la filiación con efectos dañinos sobre los individuos y la sociedad.

En la ideología de género, se nos querría devolver a una naturaleza indeterminada y maleable según las fantasías de cada uno. El psicoanálisis nos ha enseñado lo que los antiguos ya sabían, que la fantasía no está destinada a hacerse realidad. Es simplemente una obligación hecha a la representación instintiva de trabajar sobre sí misma. El clima social, y la política educativa de la época actual, no facilitan esta operación porque valoran el infantilismo, la impulsividad y el permanente paso a la acción.

-¿Se tiene el sentimiento de que la teoría de género rechaza la diferencia sexual, la cual es por tanto uno de los fundamentos de toda sociedad?

Monseñor Tony Anatrella: Sí, está en la negación de la diferencia sexual y esta transgresión de lo real es insoportable para los africanos quienes, en el mejor de los casos, tienen el sentido del hombre y la mujer y la familia, cuando no están sometidos a concepciones de desigualdad y de dominación del hombre sobre la mujer. Esta negación se debe a que, al haberse creado esta ideología a partir de personalidades transexuales que ya no aceptan su cuerpo sexuado sino un cuerpo de fantasía perteneciente al otro sexo, los primeros teóricos han concluido que la identidad sexual no está de verdad inscrita en el cuerpo, sino en la psique. O dicho de otra forma, el verdadero sexo es la fantasía. Estamos en plena hemorragia psíquica. Un caso particular y extremo se ha convertido en una generalidad. Así ha nacido una ideología psicologizadora en cuyo nombre la política está llamada a hacer leyes a partir de los intereses subjetivos de cada uno, que dividen a la sociedad.

El movimiento feminista y las lesbianas y los gays han aprovechado para dar legitimidad "científica" a su estilo de vida y sus reivindicaciones. La orientación sexual sustituye a la identidad sexual. Se ha desarrollado toda una trayectoria de compasión en torno a estas cuestiones, a causa de la pandemia del Sida, y la ideología, uniendo los sentimientos y la negación de la humanidad, se ha impuesto hasta el punto de convertirse en la norma a partir de la cual se redefinen el hombre, la mujer, la pareja, el matrimonio, la familia y la filiación. Esta dinámica ha necesitado más de cuarenta años para crear nuevos paradigmas y suceder al marxismo.

Así que en lugar de tratar de unir en la complementariedad estableciendo una relación entre las diferencias sexuales del hombre y la mujer, esta ideología (y las leyes hechas en su nombre) separa y opone cada vez más tratando de mantenerse en la indiferencia y, de hecho, en la confusión de los pensamientos....

La teoría de género no deja de oponer al hombre contra la mujer hasta la reivindicación de un poder femenino a través de la autonomía de las mujeres, que excluye al hombre de la procreación humana y de la vida familiar. Manifiesta una profunda falta de madurez intelectual en el sentido de que el fin de la madurez humana no es la autonomía, aunque este paso es necesario en el momento de la adolescencia para que el sujeto tome posesión de sí mismo, sino la interdependencia entre el hombre y la mujer. Esto facilita su relación de cooperación, la complementariedad y los roles de acuerdo a las cualidades, las habilidades y las simbologías de cada sexo. No es cierto que todas las funciones puedan ser realizadas indistintamente por hombres y mujeres y que esto no tenga consecuencias en las personas y en los vínculos sociales. Es suficiente con observar a los niños y a los adolescentes en el ámbito escolar.

El compartir a medias entre el hombre y la mujer no debe confundirse con la similitud y, en este sentido, la escuela mixta ha fracasado. En vez de fomentar una mejor relación entre el uno y el otro, implica la identificación una identificación femenina con la psicología masculina y la necesidad, entre los post-adolescentes treintañeros, de reunirse en grupos de personas del mismo sexo: masculino o femenino. Queda por descubrir que la relación, la atracción hacia el otros y la relación del hombre y la mujer no se basan sino en el reconocimiento íntimo de su distinción. Por el contrario, la teoría de género sugiere que no hay distinción. Hay sin embargo una psicología masculina distinta de la psicología femenina, con intereses y necesidades que son diferentes entre sí. Al perder el sentido de esta gran diferencia entre los sexos, también se pierde el sentido de otras diferencias cuando queremos hacerlas valer. Lo que es una farsa, porque lo que se busca es la similitud.

-Uno de los aspectos de la teoría de género que usted ha analizado ampliamente en sus libros y que también ha precisado en otras recientes entrevistas, ¿es la de oponer el hombre a la mujer? ¿Cómo aborda la encíclica esta cuestión?

Monseñor Tony Anatrella: El riesgo y el peligro de la teoría de género consiste precisamente en que, en nombre de artificios intelectuales, divide y separa realidades humanas que están destinadas a unirse. Adoptar medidas legislativas, por ejemplo, para modificar el idioma para aceptar mejor la oposición del hombre y la mujer, y fomentar el matrimonio y la adopción de niños por personas del mismo sexo aunque sean contradictorio, es este tipo de situación paradójica.

El Santo Padre subraya, con razón en su razonamiento, que el hombre no puede reducirse a un mero dato cultural, como sostiene la teoría de género. En concreto, destaca el riesgo de separar la cultura de la naturaleza humana. "El eclecticismo y el nivelamiento cultural tienen en común que separan la cultura de la naturaleza humana. Por lo tanto, las culturas ya no pueden encontrar su medida en una naturaleza que los trasciende, y terminan reduciendo al hombre a un mero dato cultural. Cuando esto sucede, la humanidad corre nuevos riesgos de esclavitud y de manipulación "(n. 26). En concreto, la raza humana se destruirá a menos que se reencuentre y se vea a través de la alteridad en la que se basa la "apertura a la vida que es fundamental para el desarrollo" integral (n. 28). Una alteridad que tiene su origen en la alteridad de Dios uno y trino, como el Papa dijo: "Sólo el encuentro con Dios permite no solo " ver al otro como otro ", sino reconocer en él la imagen de Dios, ayudando así a descubrirse realmente unos a otros y desarrollar un amor que se convierte en solicitud de uno hacia el otro” (n. 11).

En la teoría de género estamos en las antípodas del sentido de la alteridad, para instalarnos en la similitud, vista desde una visión medible de la paridad en todo punto entre el hombre y la mujer. Esta ya no actúa para volver a cuestionar una necesaria igualdad entre el hombre y la mujer. La Iglesia, a imagen de Cristo, fue la primera institución que apoyó la igualdad entre hombres y mujeres contra todos los modelos sociales concretos que iban en contra de esta dignidad. Luchó durante casi dos siglos para que se aceptara el matrimonio de libre elección de los esposos contra los matrimonios forzados y arreglados por las familias, la responsabilidad conyugal y parental compartida entre uno y otra y la centralidad de la expresión sexual en la vida de la pareja. Todavía le daría muchos ejemplos que han sido olvidados en la historia de las ideas para hacer justicia a la Iglesia en cuanto a la promoción de la mujer.

Sin embargo, lo que se está reproduciendo no tiene nada que ver con la igualdad entre hombres y mujeres. La paridad ha sido un pretexto para introducir un poder femenino que tiende a excluir al hombre, en particular en la esfera del matrimonio y la procreación. Una actitud que consiste en devaluar el matrimonio en beneficio de la convivencia, de la unión civil, de la célula monoparental, poniendo a todos en el mismo plano. Una confusión adicional perjudicial para el vínculo y la cohesión social que resulta fragmentada. Entonces usted se sorprenderá por el creciente número de sencillos y la dificultad para muchos de saber estar en pareja y de elaborar una relación conyugal según las etapas de la propia vida de la pareja.

Por este motivo el Santo Padre recuerda que el matrimonio no es otra cosa que la alianza comprometida sólo entre un hombre y una mujer, y sería poco razonable e injusto atribuir sus características a situaciones relacionales que son de una u otra naturaleza. El Papa subraya con razón que "los Estados están obligados a aplicar políticas que promuevan la centralidad y la integridad de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, primera y vital célula de la sociedad, teniendo en sus aspectos económicos y fiscales con respeto a su naturaleza relacional "(n. 44). En otras palabras, los Estados se equivocan al extender los derechos inherentes al matrimonio a situaciones como la cohabitación, el pacto civil y los dúos homosexuales que no tienen las mismas propiedades ni las mismas virtudes. Así, se fractura la antropología en vez de tener una visión unitiva.

[Entrevista realizada por Anita S Bourdin, traducida del francés por Inma Álvarez]

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Documentación


Benedicto XVI: santa Clara de Asís, esposa de Cristo
Hoy en la audiencia general
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la catequesis que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a los peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano para la audiencia general, tras la cual el Pontífice regresó a Castel Gandolfo.

* * * * *

Queridos hermanos y hermanas,

una de las santas más amadas es sin duda santa Clara de Asís, vivida en el siglo XIII, contemporánea de san Francisco. Su testimonio nos muestra cómo toda la Iglesia es deudora a mujeres valientes y ricas de fe como ella, capaces de dar un decisivo impulso para la renovación de la Iglesia.

¿Quién era por tanto Clara de Asís? Para responder a esta pregunta poseemos fuentes seguras: no sólo las antiguas biografías, como la de Tomás de Celano, sino también las Actas del proceso de canonización promovido por el Papa sólo pocos meses después de la muerte de Clara, y que contiene los testimonios de aquellos que vivieron junto a ella durante mucho tiempo.

Nacida en 1193, Clara pertenecía a una familia aristocrática y rica. Renunció a la nobleza y a la riqueza para vivir pobre y humilde, adoptando la forma de vida que Francisco de Asís proponía. Aunque sus parientes, como sucedía entonces, estaban proyectando un matrimonio con algún personaje de importancia, Clara, a los 18 años, con un gesto audaz inspirado por el profundo dese de seguir a Cristo y por la admiración por Francisco, dejó la casa paterna y, en compañía de una amiga suya, Bona di Guelfuccio, alcanzó secretamente a los frailes menores en la pequeña iglesia de la Porciúncula. Era la tarde del Domingo de Ramos de 1211. Ante la conmoción general, se realizó un gesto altamente simbólico: mientras sus compañeros tenían en la mano antorchas encendidas, Francisco le cortó el cabello y Clara vistió un basto hábito penitencial. Desde aquel momento se había convertido en la virgen esposa de Cristo, humilde y pobre, y se consagraba a Él totalmente. Como Clara y sus compañeras, innumerables mujeres en el transcurso de la historia han sido fascinadas por el amor por Cristo que, en la belleza de su Divina Persona, llena sus corazones. Y la Iglesia entera, por medio de la vocación nupcial mística de las vírgenes consagradas, muestra lo que será para siempre: la Esposa bella y pura de Cristo.

En una de las cuatro cartas que Clara envió a santa Inés de Praga, la hija del rey de Bohemia, que quiso seguir sus huellas, habla de Cristo, su amado Esposo, con expresiones nupciales, que pueden sorprender, pero que conmueven: “Amándolo, sois casta, tocándolo, seréis más pura, dejándoos poseer por él sois virgen. Su poder es más fuerte, su generosidad más elevada, su aspecto más bello, el amor más suave y toda gracia más fina. Ahora estáis estrechada entre sus brazos por él, que ha adornado vuestro pecho de piedras preciosas... y os ha coronado con una corona de oro marcada con el signo de la santidad” (Carta primera: FF, 2862).

Sobre todo al principio de su experiencia religiosa, Clara tuvo en Francisco de Asís no sólo un maestro cuyas enseñanzas seguir, sino también un amigo fraterno. La amistad entre estos dos santos constituye un aspecto muy bello e importante. De hecho, cuando dos almas puras e inflamadas por el mismo amor por Dios se encuentran, sacan de su amistad recíproca un estímulo fortísimo para recorrer la vía de la perfección. La amistad es uno de los sentimientos humanos nobles y elevados que la Gracia divina purifica y transfigura. Como san Francisco y santa Clara, también otros santos vivieron una profunda amistad en el camino hacia la perfección cristiana, como san Francisco de Sales y santa Juana Francisca de Chantal. Y es precisamente san Francisco de Sales quien escribe: “Es hermoso poder amar en la tierra como se ama en el cielo, y aprender a quererse en este mundo como haremos eternamente en el otro. No hablo aquí del simple amor de caridad, porque éste debemos tenerlo por todos los hombres; hablo de la amistad espiritual, en el ámbito de la cual, dos, tres o más personas se intercambian la devoción, los afectos espirituales, y llegan a ser realmente un solo espíritu” (Introducción a la vida devota III, 19).

Tras haber transcurrido un periodo de algunos meses en otras comunidades monásticas, resistiendo a las presiones de sus familiares que al principio no aprobaban su elección, Clara se estableció con sus primeras compañeras en la iglesia de san Damián, donde los frailes menores habían preparado un pequeño convento para ellas. En ese monasterio vivió durante más de cuarenta años hasta su muerte, que tuvo lugar en 1253. Nos ha llegado una descripción de primera mano de cómo vivían estas mujeres en aquellos años, en los inicios del movimiento franciscano. Se trata del informe lleno de admiración de un obispo flamenco de visita en Italia, Santiago de Vitry, el cual afirma haber encontrado un gran número de hombres y mujeres, de toda clase social, que “dejando todo por Cristo, huían del mundo. Se llamaban frailes menores y hermanas menores y son tenidos en gran consideración por el señor Papa y por los cardenales… Las mujeres... moran juntas en diversos hospicios no lejanos de las ciudades. No reciben nada, sino que viven del trabajo de sus propias manos. Y les duele y les turba profundamente porque son honradas más de lo que quisieran, por clérigos y laicos” (Carta de octubre de 1216: FF, 2205.2207).

Santiago de Vitry había captado con perspicacia un rasgo característico de la espiritualidad franciscana a la que Clara fue muy sensible: la radicalidad de la pobreza asociada a la confianza total en la Providencia divina. Por este motivo, ella actuó con gran determinación, obteniendo del papa Gregorio IX o, probablemente, ya del papa Inocencio III, el llamado Privilegium Paupertatis (cfr FF, 3279). En base a éste, Clara y sus compañeras de san Damián no podían poseer ninguna propiedad material. Se trataba de una excepción verdaderamente extraordinaria respecto al derecho canónico vigente y las autoridades eclesiásticas de aquel tiempo lo concedieron apreciando los frutos de santidad evangélica que reconocían en la forma de vivir de Clara y de sus hermanas. Esto demuestra también que en los siglos medievales, el papel de las mujeres no era secundario, sino considerable. A propósito de esto, es oportuno recordar que Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que compuso una Regla escrita, sometida a la aprobación del Papa, para que el carisma de Francisco de Asís se conservara en todas las comunidades femeninas que se iban estableciendo en gran número ya en sus tiempos, y que deseaban inspirarse en el ejemplo de Francisco y de Clara.

En el convento de san Damián Clara practicó de modo heroico las virtudes que deberían distinguir a cada cristiano: la humildad, el espíritu de piedad y de penitencia, la caridad. Aún siendo la superiora, ella quería servir en primera persona a las hermanas enfermas, sometiéndose también a tareas humildísimas: la caridad, de hecho, supera toda resistencia y el que ama realiza todo sacrificio con alegría. Su fe en la presencia real de la Eucaristía era tan grande que en dos ocasiones se comprobó un hecho prodigioso. Solo con la ostensión del Santísimo Sacramento, alejó a los soldados mercenarios sarracenos, que estaban a punto de agredir el convento de san Damián y de devastar la ciudad de Asís.

También estos episodios, como otros milagros, de los que se conservaba memorial, empujaron al papa Alejandro IV a canonizarla sólo dos años después de su muerte, en 1255, trazando un elogio de ella en la Bula de canonización en la que leemos: “Cuán vívida es la fuerza de esta luz y cuán fuerte es la claridad de esta fuente luminosa. En verdad, esta luz estaba encerrada en el escondite de la vida claustral, y fuera irradiaba resplandores luminosos; se recogía en un pequeño monasterio, y fuera se expandía por todo el vasto mundo. Se custodiaba dentro y se difundía fuera. Clara de hecho se escondía; pero su vida se revelaba a todos. Clara callaba, pero su fama gritaba” (FF, 3284). Y es precisamente así, queridos amigos: son los santos los que cambian el mundo a mejor, lo transforman de forma duradera, inyectándole las energías que sólo el amor inspirado por el Evangelio puede suscitar. ¡Los santos son los grandes benefactores de la humanidad!

La espiritualidad de santa Clara, la síntesis de su propuesta de santidad está recogida en la cuarta carta a santa Inés de Praga. Santa Clara utiliza una imagen muy difundida en la Edad Media, de ascendencias patrísticas, el espejo. E invita a su amiga de Praga a mirarse en ese espejo de perfección de toda virtud que es el mismo Señor. Escribe: “Feliz ciertamente aquella a la que se le concede gozar de esta sagrada unión, para adherirse con lo profundo del corazón [a Cristo], a aquel cuya belleza admiran incesantemente todas las beatas multitudes de los cielos, cuyo afecto apasiona, cuya contemplación restaura, cuya benignidad sacia, cuya suavidad colma, cuyo recuerdo resplandece suavemente, a cuyo perfume los muertos volverán a la vida y cuya visión gloriosa hará bienaventurados a todos los ciudadanos de la Jerusalén celeste. Y dado que él es esplendor de la gloria, candor de la luz eterna y espejo sin mancha, mira cada día este espejo, oh reina esposa de Jesucristo, y escruta en él continuamente tu rostro, para que puedas adornarte así toda por dentro y por fuera... en este espejo resplandecen la bienaventurada pobreza, la santa humildad y la inefable caridad” (Carta cuarta: FF, 2901-2903).

Agradecidos a Dios que nos da a los santos que hablan a nuestro corazón y nos ofrecen un ejemplo de vida cristiana a imitar, quisiera concluir con las mismas palabras de bendición que santa Clara compuso para sus hermanas y que aún hoy las Clarisas, que llevan a cabo un precioso papel en la Iglesia con su oración y con su obra, custodian con gran devoción. Son expresiones de las que surge toda la ternura de su maternidad espiritual: “Os bendigo en mi vida y después de mi muerte, como puedo y más de cuanto puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias bendice y bendecirá en el cielo y en la tierra a sus hijos e hijas, y con las cuales un padre y una espiritual bendice y bendecirá a sus hijos y a sus hijas espirituales. Amen” (FF, 2856).

[Tras los saludos]

Deseo ahora saludar con particular afecto a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Hagamos hoy memoria de la Beata Virgen María de los Dolores, que con fe permaneció junto a la cruz de su Hijo. Queridos jóvenes, no tengáis miedo de permanecer también vosotros como María junto a la Cruz. El Señor os infundirá el valor para superar todo obstáculo en vuestra existencia cotidiana. Y que vosotros, queridos enfermos, podáis encontrar en María consuelo y apoyo para aprender del Señor Crucificado el valor salvífico del sufrimiento. Vosotros, queridos recién casados, dirigíos con confianza en los momentos de dificultad a la Virgen de los Dolores, que os ayudará a afrontarlos con su intercesión maternal.

[Llamamiento]

Sigo con preocupación los acontecimientos que han tenido lugar en estos días en varias regiones de Asia meridional, especialmente en India, en Paquistán y en Afganistán. Rezo por las víctimas y pido que el respeto de la libertad religiosa y la lógica de la reconciliación y de la paz prevalezcan sobre el odio y sobre la violencia.

[Traducción del original en italiano por Inma Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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