16.09.10

Había estado (V).

A las 2:40 PM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General

(Escrito por Norberto)

Ambrósyos (el que es inmortal) Amyntas (rey de Galacia de quien descendía) Rutilus (rubio pelirrojo), ése era el nombre de quien había ganado el corazón de Ana, y ésta, a su vez había prendado al hombretón gálata, ambos, con el paso de los años, ratificaron que la pasión de juventud iba por el camino adecuado, no sin pruebas, dificultades y contratiempos – los abortos de Ana que casi se cobran su vida – Ambrosyós demostró la entereza de ser un hombre de los pies a la cabeza, un celta de verdad, fiel, honrado, comprometido, de palabra. Ana ponía el encanto y la dulzura, la picardía femenina, y tenía 17 años después encandilado al gálata, a sus suegros los tenía más que ganados y hablaban maravillas de él a quienes en, su círculo judío, comentaban sutilmente, y sin sutileza, acerca del “matrimonio imposible”.

Era un tipo de 6 pies y 2 palmos (≈ 1,95 m.), y unas 215 libras de peso (≈ 97,5 Kg.), atlético, sin un gramo de grasa, de pelo ensortijado que dejaba tapar las orejas y una pequeña melena que ocultaba el cuello aunque no tan larga como sus lejanos antepasados, barba y bigote poblado algo más claros que el pelo; brazos y piernas musculados, piel blanca, y metalúrgico de profesión, aunque sus ancestros eran nobles y formaron parte de la tetrarquía gobernante de los trocmii, con su capital en Tavium, su tribu celta que junto a los tectosages - capital en Ancyra (Ankara) - y los tolistobogii - capital en Pessinus (Pesinunte) - habían aposentado en la parte central de Anatolia, aunque él había nacido en Tarso; su familia se había ido desplazando hacia el sur, dado que la profesión tradicional de metalúrgicos, precisaba de metales para su labor y en Tavium escaseaban frecuentemente, así pues, se desplazaron a la costa, donde importantes centros comerciales permitían el aprovisionamiento de materia prima, y, el cumplimiento de los encargos.

Su clan, como todos los galatai, había asimilado el corpus culturae grecorromano, hablaban pues el koiné, también el latín necesario para sus asuntos oficiales con el Imperio Romano, Galacia era una provincia desde el 25 a.d.C., pero la lengua materna gálata no se había perdido en las familias, San Jerónimo dejó constancia en sus escritos de que la lengua de los gálatas resultaba parecido al dialecto galo de Tréveris, así pues, el acento era notorio.

Nunca abusó de su fuerza física, incluso de niño, siempre tuvo como norma que la fuerza era para el trabajo, o para salvar a los demás; apenas contaba 12 años cuando observó que su vecinito Saúl Paulus Tarsiensis, de 4 años, persiguiendo a una paloma, iba derecho a un terraplén, a modo de balcón, sin protección, sobre el río Cidno que fluía a cauce pleno, soltó los metales forjados que llevaba y corrió hacia él, apenas pudo cogerlo en el aire cuando se precipitaba al vacío, se hubiera ahogado, su madre contempló la escena, haciendo llegar a los padres de Ambrósyos su reconocimiento, el niño no olvidaría lo sucedido.

Eulogio, su hijo, había heredado el cuerpo de su padre, aunque algo más bajo, a sus 15 años medía 6 pies y 1 palmo (≈1,87 m.), el porte al andar, sus ademanes, sus ojos azules y su modo de expresarse, aunque sin el acento del padre, dado que ambos decidieron que le hablarían en griego; sin embargo su pelo, encrespado era negro, su tez morena y sus rasgos, inequívocamente recordaban a su madre, respecto a su educación el padre le enseñó gálata, que practicaba con sus abuelos paternos en Tarso, y su madre le enseñó hebreo, y , naturalmente, le educó en la fe de Abraham, Isaac y Jacob, totalmente de acuerdo ambos cónyuges.