Benedicto XVI reclama ante representantes del mundo político, social y cultural británico la "contribución vital de la religión" al debate nacional
Mundo
Sábado, 18 de Septiembre de 2010 01:00

El Papa recordó este viernes los representantes del mundo político, social, académico, cultural y empresarial británico, que la religión "no es un problema que los legisladores deban solucionar, sino una contribución vital al debate nacional".

 

En Westminster Hall, lugar emblemático donde fue juzgado y condenado santo Tomás Moro por oponerse al rey Enrique VIII expresó su preocupación por “la creciente marginación de la religión, especialmente del cristianismo”, y reclamó un diálogo entre la fe y la razón.


“El dilema que afrontó Moro en aquellos tiempos difíciles, la perenne cuestión de la relación entre lo que se debe al César y lo que se debe a Dios, me ofrece la oportunidad de reflexionar brevemente con ustedes sobre el lugar apropiado de las creencias religiosas en el proceso político”, dijo el Papa a los presentes.

 

El Pontífice reconoció y mostró su estima por el papel que el parlamentarismo inglés ha tenido en la instauración de la democracia y añadió que “si los principios éticos que sostienen el proceso democrático no se rigen por nada más sólido que el mero consenso social, entonces este proceso se presenta evidentemente frágil. Aquí reside el verdadero desafío para la democracia”, afirmó el Papa.