Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 170

22 de Sep. 2010

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: SILO Y EL MOVIMIENTO HUMANISTA

 

1. Fallece a los 72 años Silo, el fundador del Movimiento Humanista.

2. Las cenizas de Silo se esparcirán en los parques de la secta en todo el mundo.

3. Silo: la leyenda del hombre en la montaña.

4. La última iniciativa humanista: la Marcha Mundial por la Paz.

5. El Partido Humanista protagonizó una polémica en los años 80 en España.

6. El Partido Humanista y su polémica electoral en España después del año 2000.

7. El siloísmo, un movimiento contracultural entre lo esotérico y lo político.

8. El Movimiento Humanista, una secta acusada por los ex-adeptos.

9. Ficha de La Comunidad.

 

 

1. Fallece a los 72 años Silo, el fundador del Movimiento Humanista.

FUENTE: Varios medios

 

 

Mario Luis Rodríguez Cobo -más conocido como Silo- fundador del Movimiento Humanista, murió el pasado 16 de septiembre por la noche en Mendoza, donde había nacido 72 años atrás. Padecía una enfermedad renal de la que no pudo recuperarse. Sus cenizas serán esparcidas en parques de las decenas de países por los que extendió su prédica, según explica el diario Clarín.

La secretaria general del Partido Humanista, el frente político del Movimiento, Bernardita Zalisñak, afirmó: “Se abre paso hacia la luz el ser más bondadoso que hemos conocido. Estaba muy enfermo pero tengo entendido que había rechazado hacerse diálisis”. La dirigente agregó que “Silo ha dedicado su vida a inculcar la solidaridad, la no violencia y la no discriminación. Es un ser inmortal. Ha fallecido su cuerpo pero su espíritu y su alma crecen hacia la luz”.

Misteriosa como esta afirmación de una de sus discípulas fue la vida de Silo, que despertó curiosidad en algunos y adhesiones fervorosas, en otros. Pero también fue perseguido por la dictadura de Onganía y su movimiento reprimido por José López Rega y la última dictadura. A los 31 años (en 1969) fundó en el paraje mendocino de Punta de Vacas, ante unos 500 seguidores, el Movimiento. Oportunidad en la que dio el discurso “La curación del sufrimiento” que los humanistas consideran el acto inicial de su movimiento.

Fuera de su prédica pacifista resultan difíciles de asir las ideas de Silo. Una muestra son las declaraciones de Zalisñak y el correo electrónico difundido por sus seguidores: “Pidamos por su bienestar allá donde estemos, en su tránsito hacia la luz. Paz en el corazón, luz en el entendimiento”. El Movimiento Humanista y la prédica de Silo se extendieron a más de 100 países y entre otros libros escribió: Manual del Poder Joven, La Mirada Interna, Humanizar la Tierra, Contribuciones al Pensamiento, Mitos, Raíces Universales, Diccionario del Nuevo Humanismo y Habla Silo.

Además del Partido Humanista, integran el Movimiento las siguientes organizaciones: La Comunidad para el Desarrollo Humano, la Convergencia de las Culturas, Mundo sin Guerras y sin Violencia y el Centro Mundial de Estudios Humanistas. A partir de La Comunidad surgió en 1984, con el advenimiento de la democracia, la rama política del movimiento de Silo, que tomó el naranja como color de identidad. El no pago de la deuda externa y la abolición del servicio militar obligatorio fueron sus consignas de batalla.

Presentó fórmulas presidenciales -en ocasiones íntegramente formada por mujeres- con escaso éxito y tuvo sus mejores momentos en los 90, aliado a fuerzas de izquierda y centroizquierda, como el ascendente Frente Grande de Chacho Álvarez. Aunque dirigentes de esos espacios miraban a los humanistas con desconfianza, los integraron a sus listas. Silo siempre preservó su figura de las lides políticas, pero en varias oportunidades participó de reuniones e incluso de actos de campaña. Aliados de esa época recuerdan su amabilidad y el extraño carisma que siempre lo distinguió.

El diario La Nación explica que su última aparición pública había sido el 2 de enero pasado, en una marcha por la paz y la no violencia que concluyó en Mendoza. Silo había nacido el 6 de enero de 1938 en Mendoza, desde donde lanzó en 1969 el Movimiento Humanista, cuya doctrina procura la refundación de la nación humana mediante el desarrolllo personal y la transformación social. Promovió la solidaridad y los principios de la no violencia y la no discriminación.

El escritor y humanista afianzó su compromiso con la izquierda y con las posiciones anarquistas a partir del golpe militar de 1976. Su liderazgo se extendió por el mundo, principalmente entre sectores identificados con el pensamiento de izquierda y en muchos países derivó en expresiones políticas, como el Partido Humanista, creado en la Argentina en 1984, presente hoy en 30 países.

Impulsado por los dirigentes Luis Ammann, Alejo Croce y Luis Milani, el Partido Humanista surgió en la institución social y cultural La Comunidad para el Desarrollo Humano, reconocida por las Naciones Unidas. Al poco tiempo se sumaron Lía Méndez, Roberto Kohanoff, y Nélida Rey, entre otros dirigentes. En sintonía con la prédica de su inspirador, el Partido Humanista apostó al compromiso personal de sus militantes para atender los problemas sociales. Identificado con el color naranja, sólo en 1999, en vísperas de las elecciones, realizó su primer acto público, en el que hablaron Lía Méndez y Silo.

En la Argentina, el Partido Humanista creó recientemente una corriente sindical, que participa en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). En la última década, Silo delegó la conducción del Movimiento Humanista en una asamblea.

Una figura polémica

"Se abre paso hacia la luz el ser más bondadoso que hemos conocido", dijo a la prensa la secretaria general del partido, Bernardita Zalisñal, al confirmar la muerte del dirigente, que tenía 72 años y sufría una grave afección renal. Según leemos en la agencia ANSA, Silo murió en su casa de Chacras de Coria, a 17 kilómetros de Mendoza, junto a su mujer, Ana Luisa, uno de sus hijos y amigos, que esperaban el desenlace pues estaba muy enfermo de los riñones pero había rechazado someterse a diálisis.

Como señala el diario argentino Perfil, su figura siempre generó polémica entre quienes confiaban ciegamente en su mensaje, y quienes lo consideraban un hábil manipulador. Lo cierto es que Silo murió a los 72 años y eso servirá, seguramente, para afianzar el mito entre sus seguidores.

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2. Las cenizas de Silo se esparcirán en los parques de la secta en todo el mundo.

FUENTE: Varios medios

 

 

Es habitual que la muerte de un líder espiritual provoque en sus seguidores expresiones de angustia, llanto y dolor. Pero Mario Luis Rodríguez Cobo, más conocido como Silo, se despidió ayer del mundo material con la misma filosofía con la que vivió y fundó el movimiento humanista. Y por eso, tanto sus familiares como los que adhieren a su doctrina optaron por levantar las banderas del amor, la paz y la alegría para darle el último adiós. Aunque la mayoría prefirió decir un hasta pronto. Lo cuenta Analía Boggia en el diario Uno.

El 16 de septiembre a las 23 horas, el Negro Silo dejó su osamenta y emprendió viaje. Esa es la manera que eligieron las cerca de 200 personas que se acercaron a la sede del siloísmo en Mendoza para definir el fallecimiento del líder filosófico, político y espiritual que llevó su mensaje de no violencia hasta los lugares más inhóspitos del planeta. Sus restos permanecieron en ese local céntrico hasta el 18 de septiembre, desde donde partieron hacia Córdoba para ser cremados.

El rito de despedida terminará la primera semana de enero, cuando sus familiares y seguidores esparzan sus cenizas por el predio de Punta de Vacas en donde Silo habló por primera vez en el '69. La ceremonia tendrá un correlato en los 22 parques restantes que el humanismo tiene en todo el mundo. Rodríguez falleció en su casa de Chacras de Coria (Luján) por una afección renal que padecía desde hacía varios años. Sin embargo, fuera de la dieta sin sal que cumplía a rajatabla, nunca quiso acceder a ningún tratamiento para evitar la muerte, según confiaron sus afectos más cercanos.

Los seguidores y amigos de diferentes partes del país y de Chile comenzaron a llegar a Mendoza para saludar a Ana Luisa Cremaschi y Federico Rodríguez (29), viuda e hijo menor del fundador del humanismo, respectivamente. Mientras, Alejandro Rodríguez (33), hijo mayor de Silo, se encontraba de viaje por Sudamérica en el momento de la muerte de su padre. Al ser consultada, la compañera de Silo por más de 47 años dijo que “el legado que queda es una conducta, una forma de vivir y el mensaje que está en sus libros”.

Muchos de los seguidores que se acercaron a celebrar el bienestar del espíritu de su líder filosófico lo acompañaban desde aquella histórica jornada del 4 de mayo del '69 en Punta de Vacas. “En esos años impulsábamos lo que en aquel momento parecía una utopía, que apuntaba a cambiar el mundo y erradicar la violencia”, recordó la mendocina Tania Germ. El velatorio de Silo también convocó a hermanos chilenos que quisieron saludar a sus afectos.

“Acá no hay tristeza. Usamos este cuerpo para movernos en este tiempo y en este espacio. Nada más”, afirmó sonriente Tomás Hirsch, líder del Partido Humanista en Chile. Mientras, Patricio Ascui, quien también reside en Santiago de Chile, resaltó que “la persona que llevó un mensaje de no violencia a todo el mundo siempre vivió en el mismo lugar”.

En los Parques humanistas de todo el mundo

Según leemos en Mendoza Online, la muerte de Mario Rodríguez Cobo, Silo, trajo un profundo dolor a todos sus seguidores. El líder espiritual fue un ferviente propulsor de ideas pacíficas y humanistas, que traspasaron las fronteras nacionales. Por este motivo, sus fieles seguidores esparcirán sus cenizas en los principales “Parques de Estudio y Reflexión” de todo el mundo. Entre ellos, están el parque histórico de Punta de Vacas, donde comenzó el movimiento humanista propulsado por Silo.

Otros países como Chile, Brasil, España, EE.UU., Hungría, India y Colombia, entre otros, también contienen estos parques reflexivos, que también serán destinatarios de las cenizas del difunto líder pacifista, según confirmó a Mendoza Online Emilia Sanicovich, vocera siloísta desde hace más de 30 años. Por otro lado, se realizó una ceremonia central en una de las “salitas del mensaje de Silo”, ubicada en la esquina de Primitivo de la Reta y Don Bosco de Ciudad.

Sanicovich comentó además que ese rito contendría el contenido de la ceremonia de “Muerte”, incluida en el libro “El mensaje de Silo”. Según explicó la vocera siloísta, dicho ritual: “Plantea el tema de la trascendencia. Como registrar la vida separada del cuerpo, después de la muerte. Y cómo conectar la vida misma con otros tiempos y espacios”. Sanicovich contó también, que asistiría a la ceremonia gente de otros lugares del país y de sus fronteras, para despedir los restos de este filósofo espiritual que supo transmitir sus ideas a millones de personas.

Político chileno acude a la despedida

Tomas Hirsch, candidato a la presidencia de Chile en 1999 y 2005, se trasladó a la provincia para dar el último adiós terrenal a Silo. "Me avisaron y a los 20 minutos ya estaba viajando a Mendoza", manifestó el referente del Partido Humanista. A las repercusiones que generó alrededor del mundo la muerte de Mario Rodríguez Cobo, se sumó la visita de un referente político y social chileno, Tomas Hirsch, quien formó parte de la ceremonia para despedir a Silo.

Hijo de inmigrantes judío-alemanes que escaparon del nazismo, Hirsch se reconoció siloísta desde los 15 años, cuando comenzaba a delinear su filosofía política. "A partir de mi identificación con él, aprendí que la violencia no es el único medio de acción política", sostuvo el ex candidato a presidente de Chile. Hirsch destacó que el principal valor que difundió Silo fue el del ser humano como valor central. "No se lo puede definir. Él era una especie de luchador-pensador-revolucionario", evaluó.

Además de formar parte de la carrera a la presidencia chilena en dos ocasiones, Hirsch presenta un currículum muy interesante. Fue uno de los principales detractores de la dictadura pinochetista y, luego de integrar el Movimiento por Elecciones Libres, asumió como embajador en Nueva Zelanda.

Cientos de personas se presentaron en la sede siloísta de Primitivo de la Reta y Don Bosco para participar de la despedida a Mario Rodríguez Cobo. Allí se encontraban familiares, amigos, seguidores y periodistas, entre otros actores. Si bien reinaba la tristeza, algunos rostros exhibían una mueca de felicidad al recordar a Silo. "El mensaje que dejó es éste. Mirá la gente que hay y te vas a dar cuenta", manifestó su esposa ante la consulta de los medios.

Mendocino universal

Los lectores de Mendoza Online eligieron a Silo como uno de los mendocinos con mayor conocimiento en el mundo. Lo votaron junto a Quino, el autor de Mafalda. Así resultó de un extenso sondeo realizado por este diario hace un año. Silo fue elegido el año pasado por los lectores de MDZ como uno de los "mendocinos más universales". Lo colocaron en el segundo lugar de una lista que encabeza Joaquín Lavado, Quino, el autor de Mafalda.

Desconocido para muchos mendocinos, Silo logró convencer a más de un millón de personas en todo el mundo con sus ideas, generando un movimiento espiritual de alcance global y vertientes políticas de gran inserción en muchos países. Su acto más monumental fue la movilización alrededor de los cinco continentes que se conoció como "la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia", que nació en Nueva Zelanda y que concluyó, con su palabra, el 2 de enero pasado en Punta de Vacas, Mendoza.

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3. Silo: la leyenda del hombre en la montaña.

FUENTE: Mendoza Online

 

 

“El hombre en la montaña: a Silo no le hizo falta morir para ser una leyenda”. Así titulaba estos días el diario Mendoza Online un artículo firmado por Jorge Fernández Rojas, que correspondía a una crónica publicada en abril de 2004 por la revista Rumbos en vísperas ante un nuevo aniversario de la primera arenga del filósofo mendocino dada en Punta de Vacas. El fallecimiento del hombre será para sus seguidores sólo un tránsito transformador del "Negro" que ha dejado su obra como legado. Aquí en esta nota, su historia pública. Sus principios y su particular manera de difundir su pensamiento que actualmente cuenta con 1,5 millones de adherentes diseminados por más de 30 países de los cinco continentes.

“Si has venido a escuchar a un hombre de quien se supone se transmite la sabiduría, has equivocado el camino porque la real sabiduría no se transmite por medio de libros ni de arengas; la real sabiduría está en el fondo de tu conciencia como el amor verdadero está en el fondo de tu corazón”, fueron las primeras palabras públicas de Mario Rodríguez Cobos al bajar de los cerros tapizados desparejamente con nieve del otoño de 1969. Era época de régimen militar del dictador, con aires de emperador, Juan Carlos Onganía.

Rodríguez Cobos habló de cómo curar el sufrimiento humano, aquella arenga cumplirá el 4 de mayo 35 años y ese día la voz de con tono profético retornará a la montaña, se espera que esta vez sean 5.000 personas que lo escuchen en ese lugar. “El día era radiante, la gente esperaba curiosa y divertida. Los nidos de ametralladoras emplazados alrededor del acto, no alcanzaban a tener la ‘realidad’ psicológica que algunos hubieran deseado. Mis emociones eran muy positivas”, recuerda por estos días aquel acontecimiento el mentor del Movimiento Humanista que ahora tiene 66 años, y ya tenía adeptos en varios países para ese entonces.

Hay varias explicaciones sobre el origen del seudónimo con el que hizo trascender su pensamiento a través de sus escritos, la más difundida es la que dice que se lo ganó durante su adolescencia por ser alto y delgado “como un silo”. Su postulados cruzaron los continentes a partir de la década del ’60 en manos de sus seguidores que viajaron, especialmente a Europa, perseguidos por sistemas autoritarios que se instalaron en Latinoamérica fogoneados por la política internacional norteamericana salida de la cabeza Henry Kissinger.

En ese cuadro histórico la dictadura militar argentina había prohibido cualquier acto público en las ciudades. Por eso se eligió el paraje desolado de Punta de Vacas, en los límites de Chile y Argentina con el monte Aconcagua a la vista. En su primera aparición Silo presentó en forma poética su explicación sobre la fuerte distinción entre el conocimiento más importante para la vida, es decir “la real sabiduría”, con el conocimiento de libros, o de leyes universales. “Es una cuestión de experiencia personal, íntima. El conocimiento más importante para la vida está referido a la comprensión del sufrimiento y su superación”, confirma el escritor de 66 años y que armó un escenario espectacular ese 4 de mayo de 1969.

La expectativa generada previamente hizo que la fuerzas de seguridad montaran operativos los meses previos en los cuales cayeron muchos seguidores de la “secta de Silo”. Incluso el 24 de abril de ese año el Diario Los Andes publicó un aviso que decía: “Silo, ‘La curación del sufrimiento’. Domingo 4 de mayo al mediodía. Pasajes: Las Heras 551- Turismo La Cumbre”. De aquel domingo sólo quedaron los recordatorios de los 200 siloístas y curiosos que llegaron al lugar a escuchar “al maestro que bajaba de la montaña”.

Silo en el mundo

Rodríguez Cobos, 30 años después, con todo el caudal recogido de tres décadas de prédicas y con una bibliografía sólida que se encuentra en muchas librerías del mundo, y traducida a cinco idiomas y otros tantos dialectos, volvió a la montaña para proclamar “el fracaso del mensaje”. Esa vez, el 4 de mayo de 1999, fueron 1.500 los concurrentes y se enclavó un monolito cilíndrico de acero inoxidable para dejar sentado el acontecimiento.

Está claro que pasó mucha agua bajo el puente del siloísmo, y fiel a su estilo, siempre buscó sorprender como desde los tiempos previos a su aparición pública. De hecho durante los primeros meses del ’69 ya se observaron pintadas con la palabra Silo que causó mucha curiosidad, expectativa y un gran revuelo donde la “secta” se volvió tema obligado en la agenda pública y generó los comentarios más variados de la época.

Semejante repercusión tuvo continuidad con otros hitos en la historia del siloísmo. Las distintas expresiones del Nuevo Humanismo, tal la denominación que eligió el pensador para su corriente, fueron políticas y sociales. El primer antecedente político fue el recordado Poder Joven que se extendió rápidamente entre las comunidades más activas de Europa y encontró eco especialmente en Francia. Más tarde con el advenimiento de la democracia en Argentina reaparecerían esos ideales con el Partido Humanista muy cerca de los verdes ecologistas.

Aunque estas herramientas no tuvieron relevancia dentro del espectro político. “Por las componendas propias de la política el PH siempre ha decidido permanecer independiente de estas trenzas porque cuando participó en los primeros frentes fuimos traicionados”, señala Juan Carlos Benenati, amigo personal de Silo y cofundador del movimiento.

Los humanistas irrumpieron en el paisaje político y aún hoy se destacan por sus llamativas pintadas callejeras donde domina el color naranja identificatorio del movimiento desde el primer acto en Punta de Vacas. Sus mensajes son directos y contra todo lo que aparece como establecido. “En el cuarto oscuro los jefes no te ven”, “No a la cerdocracia”, y “Minga al fondo”, son las consignas más recordadas.

Sin embargo los críticos que han observado la vida política de los humanistas le achacan la falta de vocación de poder, incluso tienen presente situaciones particulares y novedosas, por ejemplo: los militantes en épocas preelectorales han salido a la calle para relevar los reclamos de los transeúntes; o en pleno menenismo propusieron el boicot mediante el voto en blanco, aunque presentaba candidatos.

La última “locura” electoral fue en 1999 y la llevó adelante de José Luis Montenegro, un referente humanista de Guaymallén. Al hombre se le ocurrió convocar a través de un aviso clasificado a aspirantes a candidatos con la sola condición que fueran “decentes”, esta idea resonó en todo el país, a través de la prensa y fue reproducida en otros distritos del país. Como se ve los humanistas siempre han demostrado en el formato de sus expresiones una dosis de sorpresa y originalidad. Pero quizá en el plano social y educativo los resultados han sido más contundentes y tangibles.

Muchos de los emisarios humanistas que trabajan en misión en países emergentes como los africanos, han encontrado campo fértil para aplicar sus programas de ayuda humanitaria y  de organización social siempre apuntalados en la impronta del siloísmo un tarea sustentada con sesiones de “trabajo interno” entre los habitantes que adhieren en esos territorios.

Por eso más allá de la actividad política otros organismos salidos de la cabeza de Silo han perdurado en el tiempo como La Comunidad para el Desarrollo Humano, una ONG internacional dedicada a los estudios y a la enseñanza de métodos de reflexión para la propagación de la no-violencia. La Comunidad quizá sea una de las organizaciones más emblemáticas del siloísmo nacida en la década del ’70 aunque sus documentos fueron publicados en enero de 1981. Sus integrantes fueron perseguidos y varios de ellos terminaron bajo el fuego de las bandas paramilitares nucleadas en la Triple A durante el gobierno de Isabel Perón, y comandadas por el nefasto López Rega

Silo en la montaña

Ahora Silo se ha retirado como integrante del Movimiento Humanista y se desafilió del Partido Humanista. ¿Y ahora qué? se preguntaron los siloístas desprevenidos. El pensador ya pergeñó una nueva forma de expresar su impronta con lo que ha llamado “El mensaje”. Una manifestación reflexiva y simple adecuado a estos tiempos vertiginosos y que ayudan a entender y sortear los escollos cotidianos con cuestionamientos profundos.

Justamente el próximo 4 de mayo de 2004 volvió al sitio de la convocatoria original dirá el mensaje. “Este mundo está por estallar y no hay forma de acabar con la violencia”, dijo hace 35 años. El  Mensaje dado en julio de 2002, consta de tres partes: el Libro, la Experiencia y el Camino. El Libro es conocido como “La Mirada Interna”. La Experiencia está planteada a través de ocho ceremonias capaces de producir inspiración espiritual y cambios positivos en la vida diaria. El Camino es un conjunto de reflexiones y sugerencias sobre la vida personal, interpersonal y social.

“Es necesario consagrar la resistencia justa contra toda forma de violencia física, económica, racial,  religiosa, sexual, psicológica y moral, aprender a resistir la violencia que hay dentro y fuera de uno”, es una de las propuestas de Silo. “El Mensaje de Silo es el medio para conectar con lo Profundo, con la manifestación de lo Sagrado en el interior de nosotros mismos; es la expresión de una nueva espiritualidad que está naciendo”, aseguran muchos de los que profesan la doctrina de este mendocino que vive en Chacras de Coria con Ana Luisa Cremaschi hace más de treinta años.

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4. La última iniciativa humanista: la Marcha Mundial por la Paz.

FUENTE: Varios medios

 

 

En los años 2008 y 2009, el boletín Info-RIES se hizo eco de la denuncia efectuada por RedUNE, una plataforma española que aglutina a diversos colectivos y personas que se dedican a informar y ayudar en torno al fenómeno sectario como manipulación mental, sobre la denominada “Marcha Mundial por la Paz”, organizada en diversos países por la secta Humanista, también llamada La Comunidad. Reproducimos el texto, firmado por su presidente Juantxo Domínguez, a continuación.

RedUNE, asociación española para la Prevención de la Manipulación Sectaria presente en todas las Comunidades Autónomas, informa a los Medios de Comunicación, a las Instituciones Públicas, así como al mundo asociativo, que detrás de la denominada "Marcha Mundial por la Paz" está la secta La Comunidad. Esta entidad es la columna vertebral de lo que se conoce en España como el Movimiento Humanista, o de otra forma legal (Partido Humanista). Igualmente están registrados a nivel autonómico con otras denominaciones para confundir y difuminar su verdadero origen y función.

No es ninguna casualidad que el fundador de la supuesta ONG "Mundo sin Guerras", Rafael de la Rubia, sea igualmente alto dirigente en España del Movimiento Humanista. Esta entidad está siendo utilizada como procedimiento de captación de personas y grupos para adoctrinarles en su actividad sectaria. Es un recurso más para penetrar en el mundo asociativo con una causa aparentemente "humanista". Pero el único fin que persigue es la utilización indebida de causas solidarias para realizar proselitismo de la secta La Comunidad, y de su líder internacional Mario Luis Rodríguez Cobo, más conocido como "Silo". El origen de todo este engendro está en Mendoza (Argentina).

Hay que recordar que esta entidad fue la promotora de la confusión en el ámbito político de la creación por su parte del denominado grupo "Los Verdes Ecologistas". Dicha denominación originó en su momento gran confusión en el electorado, y posteriormente los Tribunales no les permitieron utilizar dicha denominación, pues Los Verdes, presentes en España y a nivel internacional, consiguieron que este proceder político no fuera utilizado para captar a personas con el fin fundamental de engrosar adeptos al movimiento sectario.

También hay que informar que esta entidad está tipificada como grupo de manipulación psicológica y totalitaria por instituciones internacionales, entre ellas los Parlamentos de Bélgica, Francia y Alemania. Lo peor de todo es que por medio de sus diversas pantallas legales consiguen subvenciones institucionales, acreditaciones para "sus causas" de personas reconocidas en el ámbito musical, de las letras y de la sociedad en general, que ellos lo utilizan como método de promoción y apertura hacia otros medios.

Es por ello que desde la Asociación RedUNE para la prevención de la manipulación sectaria, instamos a los medios de comunicación, instituciones públicas y mundo asociativo, a informarse de cuál es el fundamento del Movimiento Humanista, y no dar alegremente acreditaciones a personas y grupos totalmente ligados con dicha entidad.

En este sentido cada vez vemos más necesario y urgente la constitución en España, al igual que en otros países europeos, de un Observatorio de Nuevos Cultos y Grupos de Riesgo. Esta propuesta recientemente nuestra asociación la presento al Presidente de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, el Sr. Álvaro Cuesta. España, a diferencia de otros países europeos, aún no ha realizado ninguna propuesta de prevención del sectarismo, llevamos más de veinte años de retraso en este sentido.

Un ayuntamiento se desmarca de la iniciativa

Después de la denuncia anterior, el Ayuntamiento de Paiporta se ha “desmarcado” de forma preventiva de la iniciativa ‘Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia’ tras averiguar que “podría tratarse de una iniciativa surgida de la secta internacional ‘La Comunidad’, que opera bajo la denominación de ‘Mundo sin guerras’ y ‘Movimiento humanista’. Lo contaba el medio digital Horta Noticias.

El Pleno se adhirió a esta iniciativa en octubre de 2009, a propuesta de Compromís, para ayudar en la labor de concienciación sobre un mundo sin violencia, justo y sostenible, tal como se despre de los objetivos de la Marcha. Sin embargo, la Asociación para la Prevención de la Manipulación Sectaria (REDUNE) ha advertido al Consistorio del cariz sectario de la organización de este evento planetario. El presidente de la Red, Juantxo Domínguez, ha explicado que “actualmente han suscrito muchas entidades, artistas y responsables políticos, sin saberlo”.

Por ello, el Ayuntamiento de Paiporta ha querido “hacerse eco de esta información para trasladarla a los medios de comunicación y facilitar su difusión, para evitar que más personas e instituciones se vean perjudicadas al apoyar una iniciativa que, de confirmarse tal extremo, apelaría maquiavélicamente y sin escrúpulos a la buena fe de la gente y a la voluntad de las instituciones”, explica el alcalde, Vicente Ibor.

Además, Ibor ha “lamentado profundamente que la edil de Compromís, Isabel Martín, propusiera la iniciativa de forma precipitada y a la ligera, lo que supondría un abuso, por ignorancia o falta de transparencia, para el resto de partidos que apoyamos sin fisuras una iniciativa por la paz”.

A este respecto, Isabel Martínez ha explicado que la Marcha “se desarrolla desde muchas organizaciones de todo el mundo, y a la que se adhieren otras tantas”, por lo que el desmarque “no es lógico cuando esta grave acusación no está confirmada y afecta a tanta gente”. En este sentido ha explicado que una acusación de este tipo supondría “poner en duda a todas las organizaciones que la apoyan, como Amnistía Internacional o los Premios Nobel, cuando aquí lo importante es la reivindicación de la paz”.

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5. El Partido Humanista protagonizó una polémica en los años 80 en España.

FUENTE: Varios medios – Hemerosectas

 

 

En los años 80, en plena efervescencia de la preocupación social por el fenómeno de las sectas, el Partido Humanista, presentado a las elecciones en la joven democracia española, fue objeto de polémica por su vinculación directa con La Comunidad. Eran los primeros pasos públicos del siloísmo en España, y la prensa se hizo eco de este tema. Reproducimos algunos de los principales artículos de aquel tiempo, obtenidos de la base de datos de la web Hemerosectas, ya desaparecida.

El Partido Humanista, una piel para la secta La Comunidad

Según explicaba Juan G. Ibáñez en el diario madrileño El País (18/06/86), la presencia del Partido Humanista en Izquierda Unida suscita en otros grupos políticos de la coalición una clara preocupación, aunque inconfesada públicamente, sobre su verdadera naturaleza. Diversos documentos humanistas señalan que "es algo más que un partido", en lo que parece una referencia a La Comunidad, la asociación cultural con características de secta, de la que nació el partido en 1984 y cuya jerarquía, ceremonias -incluso de matrimonio- y liturgias -hay miembros que son ordenados- han continuado practicándose en la organización política, según aseguran varios ex militantes. 

La conversión de La Comunidad en Partido Humanista, realizada en España en 1984, no deja lugar a dudas, por cuanto es sugerida en diversos documentos internos, incluso con sentencias tan coloristas como "todos los huevos, en la misma canasta", así como por las coincidentes versiones de miembros de la secta que se transformaron en militantes políticos. Al pergeñar la organización partidista, sus diseñadores afirmaron expresamente que debía tener la especificidad propia de los grupos políticos clásicos, pero ya, precisaron: .además, queremos seguir creciendo estructuralmente (en presumible alusión a La Comunidad). Es decir, crecer estructuralmente", insistían, "y simultáneamente formar la piel que nos cubra: el Partido Humanista".

Rafael de la Rubia, presidente de La Comunidad desde su fundación, en 1980, hasta 1984, en que asumió la secretaría general de Partido Humanista, ha admitido a este periódico que "mucha gente de La Comunidad se pasó al partido", pero niega que la asociación cultural se haya "reconvertido directamente en organización política". Tras señalar que ya no pertenece a La Comunidad y que ésta mantiene "una existencia aparte", relacionó la aparición del Partido Humanista en España con "la ineficacia real del pacifismo y la necesidad de que las tesis pacifistas estuviesen representadas dentro de los mecanismos institucionales de poder".

Uno de los jóvenes que abandonó el Partido Humanista en enero de 1985, tras haber ingresado en La Comunidad en diciembre de 1983, recuerda que a menudo, antes de salir a la calle para intentar captar adeptos o participar en alguna de las campañas del partido, practicaban en la sede una "experiencia guiada" -ejercicio de autocontrol mental habitual en La Comunidad- para 1lenarte de energía y así trabajar con más entusiasmo", dice. Reunidos en una habitación a oscuras, en silencio y con los párpados cerrados, los asistentes escuchaban a un guía la lectura, repleta de enfatizaciones y pausas, de un texto alegórico, a cuyo término cada oyente hacía una interpretación en voz alta.

Este tipo de actividades concluía habitualmente, al igual que otras reuniones, con una recomendación, en la que cada participante asumía personalmente el compromiso de atraer al partido -como antes a La Comunidad- a un determinado número de personas. La incorporación de nuevos afiliados, al igual que en La Comunidad, constituía una plataforma para ascender en el partido; pero si en el plazo previsto no era alcanzado el objetivo, quien lo había asumido se sentía en el compromiso de compensarlo pagando las cuotas que ellos habrían aportado.

Según varios antiguos humanistas, quien dirige este tipo de reuniones genera un ambiente de presión psicológica, porque "si no te comprometes tanto como él quiere, te dicen que 'así no vas a durar aquí mucho', que no tienes sentido del servicio o que 'no te mojas'" "Y eso", agrega M. L. M., de 20 años, "no deja de ser una forma de violencia, cuando ellos dicen que su metodología es la no-violencia". En otras circunstancias, como las de abandono del grupo y rebelión frente a sus prácticas por parte de alguno de sus miembros, la sutil presión ha llegado a transformarse en amenazas verbales más inquietantes, según otro antiguo integrante de la organización.

J. L. N. R., de 24 años, asegura que "dentro del Partido Humanista han continuado las experiencias guiadas", la jerarquía de miembros propia de La Comunidad - primer magisterio, magisterio, aceptado, orden, escuela, activo y adherente, de mayor a menor- e incluso la celebración de alguna ceremonia de matrimonio y bautizo, realizados -entre cirios y vestimentas de gala- según un preceptivo Libro de ceremonial. En el ritual del bautizo, todos los asistentes se comprometen a hacerse cargo del recién nacido en caso de que a sus padres les sucediese algo.

Estos actos siguen una auténtica liturgia, al igual que el de ordenación de los miembros denominados escuela, según la versión de dos testigos presenciales. A la ceremonia de ingreso en la categoría de orden sólo pueden asistir quienes pertenecen a ella o a otras superiores, y en el curso de la misma, el aspirante se acuesta en el suelo, en posición semejante a la de los seminaristas que son ordenados sacerdotes. Al final, los aspirantes -casi siempre dos, en una pretensión de hermanación- reciben el Libro de ceremonial, el caduceo -una barra de bronce que simboliza el equilibrio que emana de su dueño- y un paño rectangular de color naranja, con el que se pretende representar el entorno mundano.

Varios ex miembros del Partido Humanista y de La Comunidad han comentado a El País su experiencia de que el funcionamiento y las actividades de ambos grupos generaban en ellos una progresiva restricción de su vida privada y una creciente dependencia de la organización. Un estudiante de 23 años, R. F. M., recuerda: "jugaba todas las semanas al fútbol y me decían que era mejor que hiciera experiencias guiadas, que así también podía bajar kilos". Otros antiguos integrantes de las dos asociaciones han coincidido en señalar que su trabajo humanista les mantenía alejados de sus casas a altas horas de la noche, incluso hasta bien entrada la madrugada. Ello revertía en frecuentes discusiones con sus padres y, más de una vez, en el abandono del domicilio familiar para iniciar una convivencia con otras personas del grupo.

Estos enfrentamientos en el seno de las familias han hecho que varios padres hayan acudido a la asociación Pro Juventud -integrada por parientes de jóvenes víctimas de sectas- para denunciar el control mental de que son objeto sus hijos, si bien, al ser advertidos de la necesidad de llevar a cabo un esforzado proceso de reinserción familiar, han declinado por lo general su solicitud de ayuda.

Abandono de Izquierda Unida

“El Partido Humanista abandonará la Izquierda Unida a petición de sus socios de coalición”, era el titular del artículo publicado por el mismo autor en el diario El País (14/07/86). En él explicaba que el Partido Humanista, nacido en 1984 de la secta La Comunidad y cuyo secretario general es Rafael de la Rubia, dejará Izquierda Unida a invitación de sus socios de coalición, presumiblemente tras el verano, según han reconocido dirigentes de los principales partidos integrantes de IU. Éstos acordaron el pasado viernes que Enrique Curiel, vicesecretario general del PCE; Ramón Tamames, presidente de la Federación Progresista, y Nicolás Sartorius, vicesecretario general del PCE, se alternen, por este orden, como portavoces de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados.

Los principales representantes políticos de la coalición electoral reconocen que la presencia del Partido Humanista en IU no sólo no ha contribuido a sumar votos sino que los ha restado. Ya el pasado día 7, en su informe ante el comité central del PCE, su secretario general, Gerardo Iglesias había reconocido explícitamente que junto a las disputas surgidas en la elaboración de las listas electorales, "el flanco Partido Humanista-carlistas ha venido a deteriorar que IU apareciera como un movimiento político de sólidas raíces sociales y culturales, favoreciendo la imagen de componenda circunstancial".

Ahora, tras la reunión celebrada a finales de la semana pasada, los principales dirigentes de IU reconocen que en el PH existen prácticas anómalas en una organización política e incluso adoptan una actitud exculpatoria de su responsabilidad en la aceptación de los humanistas como socio electoral. Un representante de la coalición ha afirmado que el propio Partido Humanista se ha mostrado dispuesto a abandonar Izquierda Unida, tras reconocer que su presencia ha sido perjudicial para la coalición. Esta medida no será tomada de inmediato para evitar una apariencia de crisis que les asemeje a las dificultades que atraviesa otros grupos políticos, pero consistirá muy probablemente en la exclusión de este partido con vistas a las elecciones municipales y autonómicas.

La polémica del voto “verde”

Años más tarde, el diario El País (18/10/89) informaba de que cuatro formaciones 'verdes' concurren a los comicios con listas en varias circunscripciones. La división del voto preocupa a todos ellos. Los Verdes-Lista Verde, que defienden ser los verdaderos representantes del movimiento ecologista, reparten carteles con el lema "No te equivoques". Alternativa Verda-Moviment Ecologista de Catalunya (AV-MEC), Los Verdes Ecologistas y el Partido Verde son las otras opciones. Sus programas no se ciñen a la defensa del medio ambiente, y abarcan temas polémicos, como las drogas o el servicio militar. A estas candidaturas se suma en Valencia el Movimiento Verde.

Jesús González, portavoz de Los Verdes, asegura que Los Verdes Ecologistas han reconocido ser el brazo electoral de la secta La Comunidad de Silo, incluida en el informe sobre sectas de la diputada Pilar Salarrullana. "Utilizan la campaña electoral para extenderse", dice. Pilar Salarrullana, actualmente en el CDS tras la disolución de la Democracia Cristiana, confirma esta tesis: "La Comunidad es una secta argentina fundada por Silo que usa dos tapaderas en todo el mundo: el Partido Humanista y Los Verdes Ecologistas. Es una organización muy piramidal, un grupo parafascista".

Félix Herrera, portavoz de la mesa confederal de Los Verdes Ecologistas, se defiende: "Nunca hemos negado nuestro origen: surgimos de la secretaría de asuntos sociales de La Comunidad. Trabajábamos allí un grupo de gente que nos dedicábamos al tema ecológico y que queríamos entrar en política, por ello formamos Los Verdes Ecologistas. Nos legalizamos a finales de 1987. Ahora no tenemos ninguna vinculación".

Herrera asegura que es sospechosa la campaña de Los Verdes en las anteriores elecciones, "basada en la difamación, y no en la exposición de su programa. Son contaminantes, pretenden el monopolio". Paloma Manzano, portavoz de los Verdes Ecologistas, reconoce que hay un antecedente en La Comunidad: "Evidentemente, hay una base, un tronco común con esa asociación".

Félix Herrera, portavoz de la mesa confederal de Los Verdes Ecologistas y número uno de la lista por Madrid, explica la filosofía de su organización: "Defendemos la ecología social. Dado que la ecología es la relación del ser humano con el medio que le rodea, es evidente que no se trata sólo de la relación con la naturaleza, sino también con la economía y la política".

Miembros de pleno derecho de la Internacional Verde, Los Verdes Ecologistas, que concurren a las elecciones en 44 circunscripciones, se definen en sus publicaciones como "la respuesta de la vida amenazada" y añaden: "No convocamos a las mentalidades políticas, sino al ciudadano, al vecino, al valiente y al enamorado de la vida".

Las cartas al director (1)

Los medios de comunicación españoles también se hicieron eco en los años 80 de las reacciones a favor y en contra del Partido Humanista. Vamos a ver dos ejemplos. La primera carta, publicada por El País (24/05/86), estaba firmada por José Jordá, de Madrid. 

Mucha gente se pregunta intrigada de dónde ha salido ese fantasmagoneo grupo que con el nombre de Partido Humanista se ha integrado en las filas de Izquierda Unida. Por nuestra parte, no podemos sino manifestar nuestro asombro de que formaciones tan respetables como PCE, Federación Progresista, PCPE, etcétera, hayan caído en la trampa, asociándose a tan pintoresco partido. Por si alguien lo ignora, les recordaré que el citado PH está integrado por los adeptos de la secta llamada La Comunidad, cuyos miembros, por cierto, alardeaban hasta hace poco de no hacer política con su ideología.

LA Comunidad fue fundada en 1977 por el visionario argentino Silo (Mario Rodríguez Cobo), que en 1969 se había rodeado de un círculo de iluminados en Punta de Vaca (Argentina). Más tarde se afilia en Nápoles a la escuela esotérica Tathagata, donde en el curso de rituales mágicos recibe el nombre iniciático de Silo. Funda después el grupo ocultista Cronos y junto a los llamados Doce Apóstoles; se retira a tina finca de la selva, donde es detenido por las autoridades argentinas y disuelto su núcleo.

Sus seguidores le etiquetan como mártir (sólo estuvo detenido 11 días) y aseguran de él que es de origen extraterrestre y que viene a la Tierra como mesías. Partidarios suyos en Chile, bajo el nombre de Movimiento de la Religión Interior y pertenecientes a la alta burguesía, colaboraron durante el Gobierno del presidente Allende con las bandas fascistas que luchaban contra la democracia golpeando en las calles a los líderes obreros. Pinochet no les agradeció sus favores, pues fueron también disueltos por su policía.

Es en Corfú (Grecia) donde Silo funda La Comunidad reestructurando a sus partidarios, ordenándoles que "vayan a por el poder en todo el planeta, humanizando la Tierra". Su doctrina es una extraña mezcla de ocultismo, creencia en los extraterrestres, anarquismo religioso e ingenua concepción autogestionaria de la economía. No nos extraña que Santiago Carrillo, con mayor madurez política, no haya deseado contaminarse, vinculándose a IU, y que el PSOE se frote las manos. Con partidos tan exóticos a su izquierda no corre ningún peligro.

Las cartas al director (2)

La segunda carta es una de las muchas que escribieron los representantes oficiales del Partido Humanista en los medios de comunicación, saliendo al paso de las acusaciones públicas. Reproducimos una carta de Antonio Elegido González Quevedo, por aquel entonces secretario general del Partido Humanista, y publicada en el semanario Tribuna (30/01/89).

En relación con informaciones aparecidas con respecto al Partido Humanista, quisiera exponer con claridad cuál es su funcionamiento. Hemos participado, desde nuestra fundación, en las movilizaciones más importantes. La mejor prueba fueron las manifestaciones anti OTAN donde nuestra presencia fue notable. El Partido Humanista es el único partido español que celebra anualmente elecciones internas en las que todos los afiliados votan directamente a todos los niveles de representación, incluido el secretario general.

A primeros de enero hemos celebrado nuestra Primera Internacional en Florencia, a donde han acudido delegaciones de 30 países. Entre los invitados estaban la CNT española y delegaciones de la Unión Soviética, Yugoslavia y de todas las fuerzas políticas italianas. Pocas personas saben, además, el importante papel jugado por el Partido Humanista en el plebiscito chileno, pues fue él quien, en contra de la primera opinión de la Oposición, recogió las adhesiones necesarias para poder configurarse legalmente y hacer campaña por el NO. La postura fue después ampliamente seguida y el resultado final fue la derrota de Pinochet.

Militantes humanistas han sido encarcelados en aquel país, pero eso no ha impedido a políticos españoles acusarnos de colaborar con el régimen. ¿Verdad, señor Carrillo? Nuestro partido está formado por jóvenes, un sector que «huye» de la política. ¿Puede la democracia española permitir que un partido de jóvenes desaparezca?

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6. El Partido Humanista y su polémica electoral en España después del año 2000.

FUENTE: Varios medios

 

 

En torno a los procesos electorales, en algunas ciudades españolas hubo polémica en torno a las candidaturas del Movimiento Humanista en forma de partido político. Traemos aquí algunas muestras de las apariciones de este tema en la prensa del año 2003.

En el diario asturiano El Comercio (23/02/03) se explicaba que las paredes del centro de Avilés se encuentran empapeladas desde el pasado jueves por una serie de carteles fotocopiados donde se reclama voluntarios «dispuestos a participar en campañas de salud y educación, creación de sociales, búsqueda de recursos, viajes» para proyectos en África y Sudamérica. Figura un número de móvil y el nombre de una persona: Jesús.

Jesús es un joven malagueño y que el pasado jueves llegó a Avilés. Hoy domingo regresará a su ciudad natal después de tres días buscando simpatizantes para colaborar en el proyecto del Movimiento Humanista. «El ser humano es el eje de la vida. Defendemos la no violencia. Buscamos un cambio social y personal a nivel global», son algunas de sus ideas. El Movimiento Humanista se expresa en diferentes formas. Los Centros de Cultura son los que, explica Jesús, buscan financiar proyectos de desarrollo en países del Tercer Mundo, a poder ser de simpatizantes humanistas. El Partido Humanista es su vertiente política, que aspira a presentarse en las próximas elecciones autonómicas y municipales.

Hasta aquí todo puede parecer correcto. Pero el Partido Humanista no es sino una derivación de La Comunidad, un movimiento fundado formalmente en 1975 por el psiquiatra argentino Mario Rodríguez, aunque él prefería que lo llamasen 'Silo, el mesías de los Andes'.

Su doctrina se extendió por todo el mundo y, en 1986, el Partido Humanista participaba en la fundación de Izquierda Unida. Al poco tiempo era expulsado de la coalición por sus comportamientos sectarios, según se denunciaba desde la propia coalición de izquierdas. A raíz de esa expulsión, cambiaron su nombre por Plataforma Humanista-Futuro Verde y, más tarde, por Los Verdes Ecologistas, abriendo un enfrentamiento con Los Verdes. En 1988, la Comisión Parlamentaria que investigaba las actividades de las sectas en España catalogaba a La Comunidad y Los Verdes Ecologistas como «secta peligrosa y destructiva».

Ayer, Jesús se sorprendía ante estas afirmaciones. «El Partido Humanista nunca estuvo en Izquierda Unida», comentaba, «sí estuvimos en la Plataforma contra la OTAN, pero nunca estuvimos en Izquierda Unida». También rechazaba las acusaciones de movimiento sectario. «Con García Candau como director de Radio Televisión Española, 'Informe Semanal' emitió un reportaje donde acusaba al Partido Humanista de ser una secta. Fuimos a juicio y ganamos, obligando a rectificar a 'Informe Semanal' que tuvo que aclarar que el Partido Humanista no era una secta sino un movimiento social».

«No somos una secta», aseguraba Jesús, «buscamos gente sensible que quiera hacer un cambio social y personal en su vida». Actualmente no cuentan con organizaciones estables en Asturias, pero Jesús asegura que están presentes en La Coruña, Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, País Vasco y Zaragoza.

Entrevista a un candidato

El Diario de Navarra (16/05/03) publicaba la entrevista a un vizcaíno de 37 años residente en Bilbao, que encabeza la lista presentada por los humanistas. No conoce bien la capital navarra, pero dice que cuenta con buenos asesores. José Manuel Vázquez Ríos nació hace treinta y siete años en la población vizcaína de Baracaldo. Vive actualmente en Bilbao, donde trabaja como diseñador gráfico. Es casado y padre de una hija. Forma parte de la formación cuya lista encabeza, el Partido Humanista, desde que fue legalizada en nuestro país, hace ahora diecinueve años.

- ¿Tiene usted idea de dónde está la calle Marcelo Celayeta?

- No.

- ¿Y el parque de la Taconera?

- Tampoco sabría decirle.

- Y, sin embargo, aspira a ser el alcalde de los pamploneses.

- Lo que ocurre es que conozco cosas más importantes de Pamplona. Tengo muchos amigos aquí porque llevo varios años visitando asiduamente la ciudad y conozco los problemas de los ciudadanos, que no son muy diferentes de los de otras ciudades. Las personas están cada vez más aisladas y eso provoca sufrimiento. Lo que manda ahora mismo en la capital navarra o en Bilbao es el dinero. Por otro lado, nuestro partido suele trabajar en equipo, de modo que si lográsemos un concejal recurriríamos a técnicos y especialistas de la formación que sí conocen los problemas concretos de la ciudad. Nunca tomaría decisiones sobre cuestiones que ignoro.

- ¿Y qué es lo que está en disposición de ofrecerles a sus electores?

- Mire, nuestro programa consta de unos pocos puntos. Pretendemos, ante todo, que se hable de las personas, que es lo más importante, y que deje de aludirse al dinero como máximo valor. Proponemos igualmente una ley de responsabilidad política, de acuerdo a la cual las promesas de un político deben ser un contrato. Defendemos también la creación de una banca municipal que preste dinero sin intereses para el desarrollo de empresas cooperativas. Asimismo, hemos redactado una ley de propiedad participada de los trabajadores para que los empleados puedan compartir la gestión de compañías en crisis.

- Parece un programa concebido para unas elecciones generales.

- Es que somos partidarios de una descentralización total del poder y de que se dote a los municipios de máximas competencias.

- ¿Y cree usted que van a ser capaces de conseguir un concejal?

- Más que nada, nos presentamos para que la gente conozca el punto de vista humanista. No queremos dejar en manos de los políticos tradicionales decisiones que nos afectan a todos. Además, confiamos en lograr un representante para las próximas elecciones. Nuestro objetivo no es tanto conseguir puestos públicos como organizar a la gente en foros vecinales.

- En varias ocasiones, se ha incluido a su partido en listados de sectas destructivas.

- Es cierto que en dos o tres ocasiones se nos ha incluido en esas nóminas, pero hay una explicación. Fue un humanista quien destapó el caso Filesa y, a partir de ese momento, comenzó a tachársenos de secta. Vista la situación, lo denunciamos y nos sacaron por orden judicial de esas listas. O no estamos ya o no deberíamos estar. Los medios de comunicación que nos habían acusado de ello fueron obligados a rectificar. Si lo fuéramos, no dudaríamos en admitirlo, pero hay datos que acreditan que no es cierto.

Propuestas electorales

Una ley que permita destituir a los políticos que no cumplen sus promesas. Ésta es la principal propuesta del Partido Humanista (PH) cara a los comicios del domingo, según el diario Sur (23/05/03). «Desde hace años venimos trabajando para conseguir que se apruebe una ley de responsabilidad política que permita a los ciudadanos despedir a aquellos políticos que no cumplen con los proyectos anunciados», comentó José Sobrino, candidato a la Alcaldía de Málaga por el PH.

La candidatura humanista también aboga por dar un mayor protagonismo a los ciudadanos. Así, plantea la celebración de foros vecinales en los que los malagueños «puedan expresarse cada día y no sólo cada cuatro años», de forma que sean los propios vecinos los que elijan a los concejales de cada distrito. En materia de salud, el PH propone un servicio público gratuito y de calidad. «Estamos contentos con que haya centros de salud, pero lo que no se puede permitir es que no estén al servicio de todos, sin distinciones sociales ni económicas», subrayó.

Salud para todos, y también trabajo. El Partido Humanista aboga por la creación de empresas participadas por los propios trabajadores. «De esta forma, los empresarios y los empleados compartirían la gestión, la administración y los beneficios de la sociedad». Las próximas elecciones municipales serán las primeras a las que José Sobrino concurrirá como candidato a la Alcaldía. Sin embargo, ya formó parte de la lista del PH en los comicios de 1999, partido del que es militante desde el año 1989.

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7. El siloísmo, un movimiento contracultural entre lo esotérico y lo político.

FUENTE: Artículo de investigación

 

 

Reproducimos a continuación, por su extensión y su interés, el largo artículo de investigación firmado por Patrick Barr-Melej, y titulado “Revolución y liberación del ser: Apuntes sobre el origen e ideología de un movimiento contracultural esotérico durante el gobierno de Salvador Allende, 1970-1973”. En él explica la génesis y la historia del siloísmo. Está publicado en L'idée de Révolution en Amérique latine du 19e au 20e siècle. Paris, 26-27 Janvier 2007, un dossier a cargo de Eugénia Palieraki y Marianne González Alemán.

Según sus enemigos, el discurso formativo y revelador de Silo (Mario Rodríguez Cobos) pronunciado en Mayo de 1969 entre las montañas, las malezas y el polvo de Punta de Vacas en las afueras de Mendoza, Argentina, fue un “sermón de la montaña.” Con la policía observando atentamente a la distancia, decenas de jóvenes chilenos y argentinos escucharon a Silo compartir su pensamiento sobre el placer, el deseo, el sufrimiento humano y la violencia de la “moral filistea.” Silo habló de un concepto de “revolución”—la “revolución total”—que estremeció a varios intereses culturales, sociales y políticos en Chile durante la época de la Unidad Popular. Este discurso, titulado “La curación del sufrimiento,” fue la oración fundamental—la forma más crítica de articulación—que definió e inspiró una especie esotérica de contracultura. Es decir, Silo desarrolló una noción de “revolución” netamente heterodoxo.

Mientras que un régimen derechista estrangulaba la esfera pública argentina durante las décadas 1960 y 1970, el siloísmo apareció principalmente en Santiago y en sus cercanías, involucrando a jóvenes chilenos de varias capas sociales: miembros de una generación emergente y en pleno desarrollo en un ambiente político democrático, pluralista y obviamente turbulento. Unidos por su aspiración colectiva de realizar otro modo de ser a través de la transformación interna y sicológica, e inspirados por figuras tales como Herbert Marcuse y Georges Gurdjieff, los siloístas—la gran mayoría de ellos entre 15 y 25 años de edad—pusieron a prueba los límites conceptuales y las definiciones “oficiales” de “la liberación,” “el socialismo” y “la revolución” cuando respondieron a la llamada de Silo para la curación del sufrimiento.

Lo hicieron bajo circunstancias difíciles y asumiendo ciertos riesgos, ya que enfrentaron a los poderes policiales del Estado y del conjunto de medios de comunicación durante la “vía chilena al socialismo.” Este artículo breve ofrece algunas reflexiones sobre el siloísmo, el ser, la revolución total, la noción de la “dialéctica generacional,” y el socialismo en Chile, con el objetivo de identificar el siloísmo como una corriente contracultural con una expresión orgánica—el grupo llamado Poder Joven—y con un espacio prominente en los conflictos sociales, culturales y políticos entre 1970 y 1973.

Las décadas de 1960 y 1970 marcaron un período de ambiciones extraordinarias en Chile y en el mundo entero—una época de utopías imaginadas y de una multitud de aspiraciones. Metas que antes se veían imposibles o poco plausibles (la exploración del espacio, por ejemplo) se volvieron posibles. Dentro este contexto, miles de jóvenes en Berkeley (el campus principal de la Universidad de California), la Ciudad de México, París y también Santiago, engendraron corrientes contraculturales caracterizadas por un concepto de “revolución” basada en la idea de “generación”—no de clase—y con ciertas características claves: un discurso y la práctica de la liberación sexual, la reconceptualización del género y de las relaciones entre hombre y mujer (y hombre y hombre…), el consumo de (y la contribución a) una cultura material peculiar, la experimentación con drogas, demandas de democratización política y cultural, y la oposición a todo tipo de guerra. Tales jóvenes declararon su enajenación y expresaron con fuerza una sensibilidad revolucionaria y anti-hegemónica basada en el deseo de liberación, varias formas de colectivismo y el desafío directo al sistema de “los viejos.”

En Santiago, los hippies de clase media y alta circulaban a lo largo de la Avenida Providencia, en los cafés y las tiendas, mientras que los hippies de la clase trabajadora se juntaban en el Parque Forestal y en otros espacios de las comunas del centro y sur de la capital. A pesar de sus diferencias en términos de nivel social, raza y origen geográfico, los hippies chilenos escuchaban la música de Aguaturbia, Los Blops, Los Picapiedras y varios más. Leían las mismas revistas—Ritmo, por ejemplo—y adoptaban los mismos cortes de pelo. Vivían sumamente pendientes o interesados en las novedades de las contraculturas extranjeras que llevaban a Chile (a través de la industria cultural globalizadora) modos de vestir, música, nuevas palabras y, en general, una onda netamente “hippie.”

Los hippies engendraron una cultura identificable a través de normas de consumo más que cualquier otra cosa. Así eran los hippies chilensis, quienes deseaban adoptar y reproducir los modos de ser y la sociabilidad de los hippies de los Estados Unidos. En este sentido, el estreno de la película “Woodstock” en los cines de Santiago en septiembre de 1970 funcionó como un refuerzo para los hippies criollos que buscaban otra manera de ser. Aunque las voces derechistas, izquierdistas, y centristas lanzaron a los hippies y al Poder Joven las mismas acusaciones, condenaciones y epítetos, los hippies y los siloístas eran diferentes en aspectos claves pero tal vez no obvios para el chileno común de la época. En efecto, el siloísmo rechazó varias sensibilidades que todos entendían como típicamente “hippie” (reales o simplemente construidas), como por ejemplo el uso de drogas.

Por lo tanto, la contracultura chilena (siloísmo incluido) de las décadas de 1960 y 1970 se puede caracterizar como un conglomerado de corrientes que coincidieron en rechazar las convenciones de la sociedad, la cultura y la política en la forma en que éstas eran definidas y defendidas por las instituciones y las voces que representaron a casi todos los demás sectores de la sociedad chilena. La contracultura careció de un espacio político “oficial.” Sin embargo, sus seguidores y participantes impulsaron el desarrollo de conversaciones y debates en la esfera pública sobre varios temas importantes, tales como la marihuana y la liberación sexual, en el contexto de una sociedad con una base cultural netamente conservadora y en un país cuya estructura política estaba fracturada y polarizada.

En su entrevista de 1971 con la revista Ramona, Silo acusó a “los cerdos” de haber identificado su oración de Punta de Vacas como un “sermón de la montaña” con el propósito evidente de darle un tono mesiánico que no era ni buscado ni merecido. En realidad, Silo continua, “Lo que importaba era hablar de la gente joven. Imagínate un pelotudo como yo se va a la montaña y dice cosas. Entonces los cerdos se asustaron. Es lógico. Porque veinte días después se produjo ‘el cordobazo.’ Nosotros lo olíamos, sabes,” agregó Silo.

Más aún, al comentar las violentas manifestaciones de estudiantes y trabajadores que sacudieron a Córdoba en mayo del 69, Silo hizo un comentario avizorando un movimiento social de mayor significación, al que calificó como una “revolución contra todo lo que hay” y una “verdadera revolución” basada en la “liberación personal” y liderada por la juventud. ¿De qué exactamente hablaba Silo, quien era dueño de una pequeña industria de pasta de aceitunas (para sándwiches) y un negocio de lubricante de frenos? ¿Qué tipo de revolución deseaba? ¿Qué significaba “revolución personal“? ¿Qué papel tenía la imaginación dialéctica en el pensamiento siloísta?

La oración “La curación del sufrimiento” sólo duró quince o quizás veinte minutos, pero expuso las ideas fundamentales del movimiento siloísta y del Poder Joven. Silo empezó con una declaración breve y sencilla: “Si has venido a escuchar a un hombre de quien se supone se transmite la sabiduría, has equivocado el camino porque la real sabiduría no se transmite por medio de los libros ni de arengas; la sabiduría está en el fondo de tu conciencia como el amor verdadero está en el fondo de tu corazón.” Su discurso continuó con un análisis de las causas de diversos tipos de violencia (física, sicológica y económica) —todos el resultado del peligroso poder del deseo y del sufrimiento interno del ser humano.

Silo explicó: “Ese tipo de sufrimiento, que es estrictamente de tu mente, retrocede frente a la fe, frente a la alegría de vivir, frente al amor…Sufres porque temes perder lo que tienes, o por lo que ya has perdido, o por lo que te desesperas por alcanzar…Todos estos son sufrimientos propios de tu mente; todos ellos delatan la violencia interna, la violencia que hay en tu mente. Fíjate que esa violencia siempre deriva del deseo. Cuanto más violento es un hombre, más groseros son sus deseos.”

La liberación interna, o sea, la liberación personal y sicológica, se manifiesta a través de la negación del deseo—el rechazo de la idea y del acto de desear algo—y el deseo está directamente relacionado con la violencia, afirmó Silo. Así, el sufrimiento interno produce el sufrimiento externo y, así, por ejemplo, la “violencia económica” surge a raíz de un deseo bruto (el deseo de acumular dinero, de controlar alguien más, etcétera). La conclusión de Silo es la siguiente: “No hay política que pueda solucionar este afán de violencia enloquecido. No hay partido ni movimiento en el planeta que pueda acabar con la violencia. No hay falsas salidas para la violencia del mundo. Me dicen que la gente joven en distintas latitudes está buscando falsas puertas para salir de la violencia y el sufrimiento interno. Busca la droga cómo solución. No busques falsas puertas para acabar con la violencia.” En lugar de esas ‘falsas puertas’, para Silo la solución se encuentra en la transformación interna del ser—la transmutación de sí mismo—que destruye el deseo y establece las condiciones ideales para la paz, el amor y el fin de todas formas de sufrimiento.

Tal como fue expresada por Silo en Punta de Vacas, la psicología del cambio expone una síntesis intelectual basada fuertemente en el pensamiento de Marcuse, Gurdjieff y otras figuras, tales como Wilhelm Reich y Erich Fromm. El amalgama ideológica del siloísmo y del Poder Joven es fascinante pero lamentablemente no tenemos espacio en este artículo para un ejercicio de recopilación. Sin embargo, es importante recordar que los trabajos seminales de Marcuse, Gurdjieff, Reich, Fromm y otros pensadores centrales en el panteón intelectual siloísta tienen que ver—de una manera u otra—con la realización de “la vida vivida” (a través de la liberación sexual, el rechazo del poder autoritario, etcétera).

Durante la época de Unidad Popular, los siloístas elaboraron lo que llamaron “La Escuela de Liberación” a través de una serie de libros escritos por un tal “H. Van Doren”—una persona que en realidad nunca existió. La prensa siempre identificó a Bruno von Ehremberg, una figura conspicua del movimiento, como el verdadero “Van Doren” pero fueron varios los siloístas y Silo que dieron forma a las fuentes siloístas más claves: Manual del Poder Joven, Silo y la liberación, y Exordio del Poder Joven, todas las cuales aparecieron en Santiago en 1971 publicadas por una imprenta establecida y financiada por los propios siloístas: Editorial Transmutación. Para los siloístas, Chile durante la época de Allende fue un ambiente a la vez permisivo e inhóspito, y Poder Joven chocó con el Estado y otros intereses políticos, sociales, y culturales a raíz de su discurso de lucha generacional.

Manual del Poder Joven constituye un mapa ideológico para cualquier persona interesada en unirse al siloísmo y además revela las ideas básicas rechazadas por quienes trataban de resistir lo que “Van Doren” identificaba como la “revolución total.” El libro critica toda manifestación de la vida política y burguesa, y plantea que los modos e instituciones revolucionarios de la izquierda organizada no son verdaderamente revolucionarios porque no insisten que la transformación de sí mismo y la eliminación del deseo deben ocurrir antes de cualquier revolución “externa.”

Es más, la revolución violenta es limitada e ideológicamente estrecha, y surge siempre sin justificación—lo cual llevó a Silo a llamar “pendejos” a los miembros del MIR (Movimiento de la Izquierda Revolucionaria) y del VOP (Vanguardia Organizada del Pueblo). Para los siloístas solo la transformación interna (que se traduce en un impacto externo) tendría un efecto verdaderamente revolucionario y libertador. Según “Van Doren,” sólo los jóvenes poseen el espíritu, el potencial y “la capacidad creativa” para realizar nuevas maneras de pensar y de vivir, y deberían actuar sin ser cooptados por ningún régimen o movimiento estructurado y opresivo, es decir, un Estado, un partido político, un sindicato, o un movimiento revolucionario—todo lo que sea basado fundamentalmente en relaciones verticales.

El eje del Manual del Poder Joven es el concepto de “socialismo libertario,” que los siloístas tomaron de varias fuentes, incluyendo el utopismo socialista francés, el anarquismo argentino, y las ideas de Marcuse y Fromm. Los miembros del Poder Joven imaginaron una sociedad socialista donde “la producción sea el correlato material de la solidaridad y donde cada cual produzca según su posibilidad, recibiendo según su necesidad. No según la necesidad que el Estado quiera fijar. Es querer un mundo socialista sin Estado. Quererse libre no es quererse simplemente en un mundo socialista en el que autoritarismo de unos reemplace al de la etapa anterior.”

Más aun, “Van Doren” agrega, “Quererse libre es por lo consiguiente: quererse en un mundo socialista, no autoritario, no burocrático, no partidario, sino paradisíaco.” Además, el Manual del Poder Joven plantea que “el momento histórico en que las nuevas generaciones viven se devela casi espontáneamente a sus ojos, por la confrontación con las generaciones instaladas, por las posteriores que recién surgen y por el medio socio-económico en que les toca alienarse.” Además, los siloístas plantearon que la transformación social, político, económico y cultural sería el resultado de una “dialéctica generacional”—una noción influida obviamente por Hegel pero bastante diferente de la dialéctica marxista.

Aquí, es necesario detenernos un momento para considerar la siguiente pregunta: ¿No es cierto que muchos jóvenes chilenos que no eran siloístas también rechazaron las estructuras y normas de la sociedad de sus padres? Los hippies son un ejemplo interesante. ¿Qué dijeron los siloístas de los hippies? “Van Doren” ciertamente tuvo algo que decir sobre la onda hippie chilensis. Los siloístas negaron el rol de las drogas en la exploración de uno mismo y además rechazaron la promiscuidad sexual de la comunidad hippie.

Más aun, los integrantes del Poder Joven sostuvieron que el hippismo no significaba una ruptura en la sociedad burguesa sino su reforzamiento, debido a que el hippismo no rechazaba el materialismo del mundo capitalista y por lo tanto debilitaba la formación de verdaderas formas de oposición al sistema. Es decir, el hippismo era un factor que contribuía a la falta de la participación de los jóvenes en movimientos realmente anti-burgueses y anti-establishment (tal como el Poder Joven, según los siloístas).

El Manual del Poder Joven explica que las enfermedades sociales típicamente “hippies” (el uso recreativo de las drogas y el “amor libre”) producen una conciencia falsa entre la juventud (aquí se ve la influencia de Gurdjieff), o sea, una liberación falsa que es una substitución trágica para la transformación auténtica del ser y una falsedad que niega el impacto social de tal transformación. El hippie está dormido y soñando, viviendo una vida sin realidad (aquí y otra vez, la influencia de Gurdjieff es notable).

Así, la liberación sexual sólo por la liberación sexual (y no como un componente de la liberación total) carece profundidad y tiene poco que ver con la verdadera transformación del ser. En términos más explícitos, “Van Doren” afirmó que la exploración libre de la sexualidad, si no es parte de la liberación total del ser, no tiene sentido y por lo tanto produce “toda la pornografía” asociada. Sin embargo, el Poder Joven no descartó el significado de la liberación sexual, la cual fue aceptada y practicada por los integrantes del movimiento—hombres y mujeres.

Según lo observado, los siloístas asociaron la conciencia falsa con el sueño. La noción de soñar—algo que se ve en las escrituras de Gurdjieff—es un tema importante del libro Silo y la liberación, una recopilación de oraciones de Silo junto a comentarios de “Van Doren.” El texto empieza con un problema central y obvio: algunas personas se despiertan del sueño por sí mismas y después enseñan a otros como despertar de la conciencia falsa. Sin admitir que quizás existía una jerarquía en la comunidad siloísta, “Van Doren” dice que “existen dificultades para responder a la pregunta de cómo es posible que algunos hombres posean conocimientos de estadios superiores si desde el comienzo se afirma que mecánicamente o por simple evolución nadie llega a tal desarrollo.”

El libro sigue con una parábola presentada por Silo en Valparaíso en 1969 que demuestra las preocupaciones siloístas acerca el “sueño” y la conciencia falsa: “Existió un hombre muy poderoso que tuvo gran cantidad de ovejas. A fin de impedir su escape levantó un cerco. Sin embargo, algunas rompían la prisión y lograban fugar. Para evitar esto, el hombre poderoso trajo perros que las vigilaban noche y día. A pesar de todo, algunas podían huir y otras eran muertas por los perros guardianes que destrozaban su carne y su piel con feroces dentelladas. Entusiasmados con esto, penetraban al redil continuando la matanza.

Vio el hombre poderoso que el cerco era frágil para contenerlas y los cuidadores peligrosos. Mandó entonces en busca de un mago. Este durmió a todas las ovejas y les hizo soñar que eran libres. Al despertar, siguieron creyendo que obraban voluntariamente y ya no abandonaron a su amo. De este modo, el hombre poderoso retiró el cerco y los cuidadores, bastando tomar las ovejas a su gusto cuando necesitaba de carne y de piel. La oveja es el espíritu del ser humano. El hombre poderoso es aquél que quiere manipularlo. El cerco, los perros y el mago son los ayudantes del opresor. Cercar el espíritu es separarlo del mundo por la ignorancia. Rodearlo con cuidadores es mantenerlo en la docilidad por la violencia y la fuerza, infundiéndole el temor. Finalmente, adormecerlo es degradar el espíritu con persuasión y con bellas falsedades”.

Esta parábola se puede aplicar al proceso hegemónico en una sociedad y a todas relaciones de poder que niegan la liberación y la vida vivida. Más aún, es importante notar aquí que los conceptos de “sueño” y “despertar” exponen un elemento (y un problema) central en el pensamiento siloísta: si un individuo se despierta espontáneamente y después logra el despertar de los demás, pareciera ser que el sujeto revolucionario es el individuo especial que se despierta sí mismo—sin ninguna ayuda—y después despierta a los demás. En definitiva, el asunto esencial es ¿quién es o quienes son el sujeto revolucionario para el siloísmo? ¿Es el sujeto revolucionario del socialismo libertario cualquier joven que logra la transformación de sí mismo? ¿O es el sujeto revolucionario el individuo especial (Silo) que se despierta y después despierta los demás? En otras palabras, ¿existía una jerarquía en el pensamiento siloísta?

Sin duda, los marxistas que gobernaban Chile a comienzos de los 70s hubieran interpretado la parábola de Silo como un ataque contra la “vía chilena al socialismo”—y eso habría sido correcto a juzgar por las opiniones sobre la izquierda que hay en el Manual de Poder Joven. De hecho, hay mucho en el pensamiento siloísta (y en sus fuentes intelectuales, como Marcuse, entre otros) que los partidarios de la Unidad Popular encontraron antisocial, antirrevolucionario, inmoral y simplemente subversivo.

Asimismo, si uno acepta la moraleja de la parábola de Silo, si uno adopta las definiciones de “liberación,” “revolución total” y “socialismo libertario” difundidos por el Poder Joven, y si uno se pone de acuerdo con el discurso siloísta de lucha generacional, la Unidad Popular toma la forma de una decepción coercitiva. Es decir, se transforma en una elite de la generación autoritaria basada en estructuras jerárquicas (partidos políticos, sindicatos, etcétera) y en conocimientos incompletos de “liberación,” “revolución” y “socialismo.” Además, este razonamiento concluye necesariamente que la “vía chilena al socialismo” tiene poco que ver con la liberación del ser y más que ver con el poder del Estado (liderado por un mago) y de una generación predominante que construyen una conciencia falsa entre los ciudadanos (las ovejas).

Los siloístas plantearon que ningún sistema de gobierno lograría la liberación completa de la humanidad si no estaba estrechamente ligado a las transformaciones internas de los individuos partícipes de un movimiento liberador. Es decir, desde ese punto de vista, el gobierno marxista era un fracaso porque no tenía líderes y seguidores que habían realizado la curación del sufrimiento y la negación del deseo a través de la transformación interna. Lo que resultó, pues, fue la imposibilidad de destruir la violencia económica (que era la meta del socialismo libertario) o cualquier otro tipo de violencia identificada por Silo en su oración de Punta de Vacas.

En relación a lo anterior, es decidor constatar que los choques de Poder Joven contra el poder del Estado durante la “vía chilena al socialismo” fueron pocos pero recibieron mucha atención en la prensa santiaguina. El escrutinio público aumentó al mismo tiempo que diversos sectores político-sociales identificaron razones para proceder a la persecución y extirpación del siloísmo. De hecho, la ferocidad con que los anti-siloístas atacaron a los siloístas sorprendió a los participantes del Poder Joven, especialmente después la detención de seis siloístas (incluyendo a Bruno Von Ehremberg) en la primavera de 1971. Los seis fueron acusados de haber engañado a mujeres jóvenes para inducirlas a tomar parte en orgías de marihuana y sexo, según la prensa.

En Septiembre del 71, la Brigada Contra el Vicio allanó varias casas del barrio alto de Santiago y tomó presos a seis siloístas: Von Ehremberg (de 33 años), Carlos Eugenio Palma Ariztía (25) y su hermano Andrés Palma Ariztía, Pía Figueroa Edwards (18), María Eliana Astaburuaga (19) y María Constanza Raquel Díaz de Valdés (20). Cinco de los presos comparecieron en una sala del Sexto Juzgado del Crimen (Díaz de Valdés fue liberada) debido a que al menos catorce padres de familia habían denunciado a los siloístas por actos de secuestro y engaño. Según los padres, los miembros del Poder Joven habían convencido a sus hijos a irse de sus casas para participar en el movimiento, fumar pitos y hacer el amor libremente. En palabras de El Mercurio, los adolescentes se escaparon de sus hogares para “seguir el movimiento seudo-espiritual liderado por un argentino con el seudónimo ‘Silo.’”

La Corte Suprema chilena, después de recibir las solicitudes de los abogados que representaban a los padres de familia, nombró un ministro en vista para investigar al Poder Joven—, el cual era, según El Siglo, “un movimiento de pervertidos” que “infiltraba” el país y amenazaba la juventud. No obstante, los siloístas fueron “liberados” casi de inmediato porque no existía evidencia específica de que hubieran secuestrado o engañado a las jóvenes. Es cierto que algunas jóvenes se fueron de sus hogares y entre ellas había un grupo que participó en el Poder Joven. Pero todas las jóvenes supuestamente “desaparecidas” regresaron sin daño alguno y sus padres no continuaron las denuncias oficiales porque—según la prensa—no querían que los detalles del caso llegaran a ser de conocimiento público. Muy probablemente a los padres no les gustaba la idea que la información de prensa pudiera contener datos que vincularan a sus hijas con prácticas de experimentación sexual.

Es importante entender que tanto la prensa allendista como la prensa derechista usaron un discurso similar para describir y atacar a los siloístas, y que esos dos bloques ideológicos pusieron mucha atención en el aspecto sexual del caso. Quiero referirme a la izquierda brevemente porque su tratamiento del tema y de los siloístas en septiembre del 71 muestra los límites de la definición de “liberación” por parte del gobierno. Lo que realmente preocupaba a los dirigentes del gobierno de la Unidad Popular es la posición siloísta y la del Poder Joven en cuanto a que la liberación sexual no tenía nada que ver con el género y que el socialismo libertario nada tenía que ver con clase.

Es decir, la liberación sexual imaginada por los siloístas era para todos—hombres y mujeres—quienes buscaban la transformación del ser, la liberación interna y la “revolución total.” Incluso, el concepto de la transformación del ser refleja el humanismo totalizante que ponía en duda todas las estructuras y categorías sociales, políticas, económicas y culturales entre los humanos. En fin, la Unidad Popular hablaba de una liberación definida por “clase” y por el materialismo histórico mientras que los siloístas planteaban que la liberación auténtica surgía de la transformación interna del ser, de una psicología libertadora y de la igualdad entre hombre y mujer.

Aunque las investigaciones de los siloístas en septiembre de 1971 no condujeron a la dictación de condenas, el Poder Joven continuó siendo el blanco de la prensa y, en efecto, la prensa era un medio eficaz para criticar lo que, por ejemplo, El Mercurio describió como “una secta inmoral.” Así, von Ehremberg y sus compañeros se encontraron en medio de un tiroteo discursivo. La prensa de la Unidad Popular planteaba que Silo y el Poder Joven tenían un pedigrí elitista, buscaban corromper a la clase trabajadora y eran parte en una conspiración imperialista, derechista y fascista contra la Unidad Popular. En cambio, las voces derechistas declararon que el Poder Joven era una manifestación del marxismo colectivista, hiper-liberada e inmoral.

Por su parte, en octubre de 1971, menos de un mes después de la detención de los siloístas, El Siglo, el periódico del Partido Comunista, explicó lo siguiente: “Detrás de Silo hay intenciones siniestras. No se trata sólo de explorar ritos hippies, de imitar a dementes criminales como Charles Manson. Silo pretende destruir a la juventud, apartarla de cualquier preocupación válida, alejarla de la lucha y el compromiso con el pueblo. El movimiento nació en el Barrio Alto y su ideólogo es un fascista con deformaciones siquiátricas. Lo peligroso es que la prédica de Silo se ha extendido. Ha penetrado a los liceos hasta en los barrios populares… Lo mejor sería que los propios jóvenes se organizaran para desarmar sus falacias.”

Encuentro interesante que El Siglo quisiera usar la palabra “hippie” en su descripción del movimiento siloísta. Es claro que el diario usó “hippie” (aunque el Poder Joven no se identificaba con los hippies) porque ‘hippie’ ya tenía un sentido específico en la esfera pública—un sentido negativo que tenía que ver con melenas, el consumo de drogas, las orgías sexuales y la vagancia. Además, el diario demuestra que la Unidad Popular se dio cuenta que el Poder Joven estaba entrando a los barrios populares, como en la comuna de Conchalí, acerca de la cual se habían publicado reportajes de infiltraciones siloístas.

Los periódicos Ahora y Onda—de la editorial Quimantú—también participaron en el ataque discursivo en contra el siloísmo y el Poder Joven. Ahora, por ejemplo, calificó a Poder Joven como un “movimiento reaccionario” porque los siloístas habían criticado las organizaciones e instituciones del marxismo ortodoxo. Más aún, Onda publicó un reportaje que planteó que von Ehremberg—con su apellido bien alemán—era un fascista y nacista.

Los reportajes de la prensa izquierdista dieron ímpetu a grupos como la Brigada Ramona Parra de las Juventudes Comunistas (JJ.CC.) para reprimir directamente al Poder Joven. El hostigamiento del Poder Joven por parte de la Brigada Ramona Parra empezó en 1970 con el intento de luchar contra el “hippismo decadente” en los barrios populares. Un militante de la Brigada dijo lo siguiente en una entrevista con la revista Ahora: “Somos como todos los jóvenes. Por eso mismo estamos en contra de los que quieren apartarnos de nuestros deberes esenciales. Queremos ser responsables frente al proceso que vive nuestro país, frente a nuestro pueblo y sus luchas…’Silo’ es portador de un contrabando político fascista que tiene bastante que ver con las intenciones de ‘Patria y Libertad.’” Por su parte, un dirigente de la JJ.CC. y el futuro asesor del Presidente Ricardo Largos, Ernesto Otonne, agregó: “Lo fundamental en este momento es construir el socialismo. ‘Silo’ se opone a eso.”

Según la prensa izquierdista y grupos como la Brigada, la lucha de clases y una lucha generacional no podían coexistir. Incluso, elementos de la Unidad Popular plantearon que la lucha contra el Poder Joven era un frente de la lucha de clases debido a que el siloísmo en Chile tuvo su origen en el barrio alto de la capital. Es más, la lucha generacional no era una lucha histórica y materialista, y por lo tanto no respondía a condiciones “reales” del mundo, según las fuerzas de la Unidad Popular. Pero también preocupante para las fuerzas izquierdistas como las JJ.CC., creo yo, es que los hippies y los siloístas reclutaban a jóvenes enajenados quienes, entonces, no iban a participar en las organizaciones marxistas oficiales.

Mientras que los ataques contra el Poder Joven aparecían en la prensa, la derecha también formuló un asalto discursivo, el cual identificaba al siloísmo como una amenaza a la cultura, la sociedad, la moral y los supuestos valores. Ejemplos de tal discurso se ven en las páginas de El Mercurio del mes de octubre de 1971. El sacerdote Raúl Hasbún, por ejemplo, declaró en las columnas del diario capitalino que el Poder Joven no tenía “destino” porque carecía de “una base moral.” La derecha además justificó cualquier represión del Poder Joven debido a que Silo era un “hippie argentino” y que los siloístas eran vinculados al MIR, según El Mercurio.

¿Y la prueba? El Mercurio explicó que un siloísta se había auto-identificado como un “revolucionario socialista auténtico” y que uno de los “líderes” siloístas en Concepción, Jorge Van Schouwen, era hermano del mirista Juan Bautista Van Schouwen, dando prueba incuestionable de una relación familiar—genéticamente y políticamente—entre el siloísmo y la izquierda radical armada. A los derechistas no les importaba que la prensa izquierdista también hubiera criticado al Poder Joven y que tal crítica condenara el supuesto “fascismo” siloísta.

Aunque los siloístas raramente hablaban en la prensa sobre los ataques de que eran objeto, los incidentes de octubre del 71 llevaron a von Ehremberg a dar una entrevista al diario El Mercurio—un gran enemigo del Poder Joven. Von Ehremberg negó los rumores que el Poder Joven era el tipo de grupo construido en (y por) la prensa, y agregó que el movimiento nunca había secuestrado ni engañado a nadie. Enfatizó que su grupo no amenazaba a nadie y dijo que habían circulado muchas mentiras formuladas por una alianza entre la Iglesia Católica, “los momios” y la “izquierda infantil.”

“Estamos contra las drogas,” dijo Von Ehremberg, “(pero)…la libertad sexual tiene valor para todo aquél que desee practicarla.” Sobre todo, Von Ehremberg puso énfasis en la base ideológica del siloísmo: era un movimiento socialista, revolucionario y pacifista, y que no tenía nada que ver con la violencia social y política que surgía desde la izquierda radical y la derecha. Aun más, declaró que “El proceso de Chile sólo es reformista. La única revolución que reconozco es la socialista y hasta ahora no se ha dado y creo que el único que puede lograrla es el maestro Silo.” Y aquí, de nuevo sale a la superficie el problema del sujeto revolucionario en el discurso siloísta.

En Punta de Vacas y en su entrevista con la revista Ramona en 1971, Silo dijo que no era una figura mesiánica que tenía todas las respuestas para todas preguntas de la humanidad. No tenía y no quería discípulos y no era el sujeto revolucionario del socialismo libertario. Sólo deseaba hablar de una nueva forma de ser. Pero la declaración de Von Ehremberg en El Mercurio que sólo Silo era capaz de producir una revolución socialista básicamente negó la subjetividad revolucionaria de todos menos Silo. En otras palabras, el planteamiento de Von Ehremberg implicaba que la revolución total y el socialismo libertario tenía más que ver con Silo y menos que ver con las transformación del ser, la liberación interna y la curación del sufrimiento dentro del individuo joven. Por lo tanto, no es una gran sorpresa que Von Ehremberg y Silo se distanciaran en los años siguientes.

En 1973 y 1974, la junta militar tomó presos a 38 siloístas, incluyendo a Von Ehremberg, quien fue trasladado a Pisagua. Tales siloístas se encontraron bajo la guardia de una dictadura que aparentemente no se había dado cuenta de los reportajes que aparecieron en la prensa izquierdista durante la época de Allende sobre el supuesto “fascismo” de la comunidad siloísta. La correspondencia entre la Junta y la Organización de Estados Americanos demuestra la lógica detrás de la represión del Poder Joven. La junta explicó en el 74 que los siloístas eran marxistas radicales y que existían vínculos entre el Poder Joven y otros grupos extremistas de la izquierda. La dictadura declaró que los siloístas produjeron “escándalos públicos” (refiriéndose a los eventos de septiembre del 71) y que el Poder Joven amenazaba “la familia” y “la moral cristiana.”

Es claro que muchos siloístas habrían sido encarcelados si no hubiera ocurrido el éxodo de unos 50 participantes del Poder Joven durante los meses de julio y agosto del 73. Los jóvenes se fueron de Chile poco antes del golpe con la idea de diseminar las enseñanzas de Silo y los planteamientos del Poder Joven, y varios de ellos jóvenes no podían (y no querían) volver a Chile antes del comienzo del proceso de democratización de la década de 1980. Antes y después de su regreso a Chile en los 80, varios siloístas chilenos participaron en el desarrollo del movimiento humanista a través del mundo—en Asia, Europa y las Américas– donde hoy se ven decenas de partidos humanistas, todos basados en las ideas de Silo.

Así, siloístas chilenos constituyeron el eje del Partido Humanista en Chile, que hoy sigue luchando por los derechos humanos, la protección del medio ambiente, y los derechos civiles. Es más, algunos siloístas destacados, tal como Pía Figueroa Edwards y Laura Rodríguez, ocuparon cargos en el gobierno durante la transición democrática de los 90. Figueroa, por ejemplo, fue subsecretaria del medio ambiente bajo Aylwin. Ella se fue de Chile antes del golpe militar con la intención de enseñar el siloísmo en las Filipinas—todo después de haber sido tomada presa junto a Von Ehremberg en el 71. Ella fue una de los seis siloístas acusados de haber engañado y secuestrado a las mujeres jóvenes.

¿Pero cómo puede ser que algunos siloístas, tal como Figueroa, se integraron en el Estado? Es cierto, además, que los humanistas han tenido sus propios candidatos presidenciales. ¿Qué pasó con las conclusiones siloístas acerca del poder estatal, el poder opresivo de la generación de “los viejos,” y el rechazo de la política partidaria? Los siloístas habían fundado un partido político y, además, Figueroa ya tenía casi 40 años cuando asumió su puesto en el gobierno (y más tarde fue candidata al senado). La respuesta tiene que ver con la dictadura, la cual produjo una nueva práctica siloísta. En definitiva, la democracia era mejor y más favorable que la dictadura militar. La politiquería partidaria era mejor y más favorable que el régimen autoritario—sin duda, según Figueroa y sus compañeros.

Finalmente, las ideas y actividades del Poder Joven—su existencia, en fin—durante “la vía chilena al socialismo,” junto a las reacciones de grupos anti-siloístas, ponen de relieve la pertinencia de un choque generacional que emergió al costado de (y relacionado con) la lucha clasista de la izquierda ortodoxa. Además, la historia del Poder Joven revela tanto las posibilidades como los límites de los movimientos socialmente, culturalmente y políticamente heterodoxos durante el período que aquí nos interesa. Es sorprendente que los historiadores no hayamos dedicado tiempo o interés a un examen de Poder Joven y lo que éste defendió y trató realizar.

Más aún, no hemos investigado el significado e impacto del siloísmo en el contexto de una época caracterizada por intensos conflictos sociales y la creciente radicalización de la juventud. En fin, un análisis del Poder Joven también nos ayuda entender conflictos y temas que no se pueden explicar o interpretar necesariamente si uno adopta la posición que todo conflicto en Chile durante la época de Allende fue el resultado de la lucha de clases o de la pugna entre partidos políticos.

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8. El Movimiento Humanista, una secta acusada por los ex-adeptos.

FUENTE: Tribuna de Periodistas

 

 

 “Siloísmo y lavado de cerebro”. Así ha titulado un artículo crítico con el Movimiento Humanista, publicado en el medio argentino Tribuna de Periodistas, Christian Sanz. Lo reproducimos a continuación.

Hace unos días fui invitado por el noticiero de América TV (Canal 2) para hablar sobre Mario Rodríguez Cobo, más conocido como Silo, un personaje que se hizo tristemente célebre en los años '60 y '70 por haber fundado un grupo sectario llamado en su momento La comunidad y actualmente conocido como El Movimiento, el cual se mueve detrás de la casi desconocida organización política conocida como Partido Humanista.

Como se trata de una persona que hace mucho tiempo ha dejado de estar en el candelero de los medios, me pareció que mi opinión sobre Silo sería más que nada ilustrativa, por lo cual preparé el mínimo material posible (testimonios de ex adeptos y otras cosas) y me dirigí al canal en cuestión. Allí supe que debatiría con una diputada del "brazo político humanista" llamada Lía Méndez, mediáticamente conocida porque desde el año 89 fue candidata a casi todos los cargos electivos por el Partido Humanista y al que representó en la Legislatura porteña durante el período 2000-2003.

Saber que Méndez estaría allí hizo que la cosa se pusiera más interesante aún, ya que tendría a alguien que intentara rebatir las (pocas) pruebas que yo llevaba conmigo. La previa al debate fue más que interesante, ya que Méndez tampoco sabía que habría un enfrentamiento con alguien que hablaría en contra de Silo y su secta. Las consecuentes discusiones con la gente de la producción del noticiero de América fueron penosas. "Nadie me dijo que habría un debate, yo no quiero debatir", echaba en cara Lía una y otra vez a Silvana Amato, productora de ese programa. Al mismo tiempo, a través de su celular, la ex legisladora humanista intentaba averiguar algún dato sobre mi persona que pudiera descalificarme y desviar la atención sobre el tema Silo. ¿Con quién hablaba? Difícil saberlo, pero seguramente era alguien de la secta.

Sin haber podido averiguar nada que pudiera desprestigiarme, Lía finalmente aceptó sentarse a una mesa conmigo, pero con la condición excluyente de no debatir. El noticiero, entonces, puso al aire una entrevista realizada por Rolando Graña a Silo para que los televidentes supieran de qué se estaba hablando. Acto seguido, me fue dada la palabra.

Allí expliqué que el Partido Humanista era parte del movimiento sectario siloísta y expliqué que había varias docenas de denuncias de ex adeptos por diversos delitos contra Silo, desde estafas reiteradas hasta abuso sexual. Yo tenía en mi poder algunas de esas denuncias y hasta mostré una de ellas a la cámara, realizada por Félix García, presidente de la Asociación de Músicos de la Calle de Barcelona, donde detallaba cómo quisieron extorsionarlo desde la secta y detallando luego la manera en que fue amenazado por El Movimiento en septiembre de 2003 al no querer ser partícipe de lo que le parecía una estafa. "Fue pasando el tiempo y el personaje de marras (de la secta) continuó llamándome y creciendo en las amenazas. Cinco o seis veces me advirtió que ya había un grupo preparado para darme una paliza", asegura Félix en una parte de su escrito.

Luego de ventilar este caso como botón de muestra del accionar del siloísmo, expliqué que más allá de que se tratara o no de una secta, lo importante era puntualizar la atención en la enorme cantidad de delitos que se le imputaba a esta gente. Esto provocó la inmediata (y nerviosa) reacción de Lía Mendez, quien aseguró que yo era un pésimo investigador y que no tenía nada concreto en mis manos como para cuestionar a Silo. Cuando quise referirme a las pruebas que llevaba conmigo, Méndez me cortó en seco: "no voy a debatir".

Insistí: "Mire, no sólo tengo testimonios de sobra para demostrar lo que digo, sino que existe un informe realizado por una comisión parlamentaria española en el año 1988 que asegura que el Partido Humanista es una 'secta peligrosa y destructiva'", le dije. "Ese informe no existe, no es verdad", dijo la ex legisladora para descalificarme. "Le apuesto una cena a que sí existe", contesté, provocando una sonora carcajada en el estudio de televisión.

"Esto va a ir a la Justicia", insistió Méndez, a lo cual respondí aún más desafiante: "Adelante, querélleme. Tengo mucha prueba contra ustedes". Con las manos temblando, la ex legisladora humanista intentó un nuevo manotazo de ahogado: "Yo sé a qué intereses responde usted. Usted no es independiente", acusó. Eso me dio un nuevo argumento para avanzar sobre ella: "Le pido que me diga cuáles son esos intereses por favor, así soy yo el que le hace juicio a usted", dije sin dudar. "Bueno... eh... son intereses contrarios a Silo me imagino", dijo vagamente la ex legisladora, sin poder precisar más. Por suerte para ella, el conductor del programa dio por finalizado el pseudodebate.

Con gran enojo, Méndez se levantó de la mesa y encaró a Rolando Graña, culpándolo de lo que había sucedido. "Yo no quería debatir, nadie me dijo que debía debatir", dijo nuevamente mientras gesticulaba con sus manos. Yo, mientras tanto, me dirigí a la salida del canal saboreando aún la victoria y preguntándome algo elemental: Si esta mujer tenía la verdad de su lado como ella decía ¿Por qué no querría debatir al respecto? La respuesta era obvia...

¿Qué es el siloísmo?

Mario Rodríguez Cobo es un supuesto iniciado de una escuela esotérica de Nápoles e inventor en 1962 -en Mendoza- del grupo Kronos, donde -gracias a su conocido mesianismo- estuvo acompañado de doce apóstoles, que en esos días fueron detenidos y encarcelados por diversas actividades ilícitas.

Hacia el año 1969 Rodríguez Cobo dio el paso formal que le faltaba para sellar su liderazgo y, en el marco de un discurso dado en un lugar llamado Punta de Vaca, junto al Aconcagua, comenzó a hacerse llamar "Silo, el mesías de los Andes". En ese lugar reunió a varios cientos de seguidores donde vociferó un discurso sobre "la curación del sufrimiento" y exhortó a quienes lo seguían a crear una organización que utilizaría técnicas de control mental y practicaría la meditación trascendental.

Así lo hizo a lo largo de 44 países de todo el mundo con una paciencia de hormiga y cambiando el nombre de la secta a través de los años: Poder Joven, La Comunidad, Partido Humanista, Partido Verde y (desde 1988) El Movimiento. La historia de El Movimiento en España es todo un tema aparte, ya que los estragos más significativos se han dado en ese país. El siloísmo recaló formalmente en el país europeo en 1975, aunque su presentación oficial se dio el 27 de septiembre de 1981, fecha en la que Silo se dirigió a sus adeptos congregados en el Pabellón deportivo del Real Madrid y los invitó a iniciar "la predicación y el proselitismo".

Allí pronunció las palabras que mostrarían a las claras cuál es su verdadero pensamiento respecto a la filosofía de El Movimiento: "Nuestra táctica consiste en tener acceso al poder, montando un organismo paralelo para vaciarlo. Cuando todo sea caótico, la gente nos elegirá". Fue el inicio del Partido Humanista en España, el cual pronto cambiaría de nombre por Los Verdes Ecologistas para escapar del desprestigio inevitable.

De nada sirvió la movida, ya que una Comisión Parlamentaria constituida el 25 de mayo de 1988 para investigar las actividades de las sectas en España, catalogó al grupo siloísta (particularmente La Comunidad y Los Verdes Ecologistas) como una "secta peligrosa y destructiva". En total coincidencia con los legisladores españoles, existe una "declaración oficial" del Gobierno de Austria (Austrian Ministry for Environment, Youth and Family) que alerta sobre los peligros del siloísmo. En el mismo sentido, diversos observadores y expertos de varios países sudamericanos y europeos han afirmado sin dudar que el siloísmo, en sus "distintas formas" es una secta.  

Elocuentes denuncias

Más allá de la enorme cantidad de denuncias contra Silo y El Movimiento que han llegado a manos de este periodista, hay vasto material en Internet que muestra a las claras el desmanejo de la secta. De la docena de foros de ex adeptos que se han formado para desenmascarar al siloísmo, hay uno bastante interesante y completo, que posee denuncias con nombre y apellido. Se encuentra en www.humanoidex.com y de allí se extrajeron algunas de los siguientes comentarios:

-Mónica Zamora: "Me llamo Mónica Zamora y soy argentina. Quiero contarles que una antigua amiga mía que es del movimiento humanista me captó hace tiempo para su grupo, fui a algunas reuniones que me parecieron espantosas (...) Son unos fanáticos muy ignorantes que para colmo se creen que tienen la papa, pero la mayoría no tiene estudios y son muy resentidos contra lo que ellos denominan el sistema, que en realidad no es otra cosa que la misma vida y como les ha ido mal en todo le echan la culpa al dichoso sistema, que no se sabe qué es en concreto y ellos tampoco lo saben explicar.

(...) A mediados de abril mi amiga me llamó para invitarme a ir a Punta de Vacas (Mendoza) porque dijo que iba a hablar Silo. Yo al principio me negué, pero mi amiga me lo pidió por favor porque dijo que iban a contar los asistentes que traería cada delegado y si ella no llevaba gente suficiente no iba a poder pasar al siguiente nivel. (...) Así que al final acepté ir en parte porque me dio lástima la pobre chica y en parte porque tenía curiosidad en conocer al líder de ese movimiento que ustedes llaman secta y me parece que lo hacen con mucha razón.

En fin, que llegamos a Punta de Vacas y me encontré con unos dos mil o dos mil quinientos fanáticos febriles (ellos después dijeron que eran como cinco mil) que parecían estar en trance. Al fin habló el tal Silo y la verdad es que me pareció de terror. No entiendo cómo hay gente que pueda seguir a un sujeto tan espantoso. Pero, en fin, cada cual sabrá. Yo muerta de vergüenza me fui retirando de la multitud, pero no pude dejar de oír los chillidos del iluminado que me llegaban por los altoparlantes. Cuando por fin me pareció que terminaba aquella pesadilla y nos volvimos a subir al ómnibus todavía tuve que aguantar más intentos de lavado de cerebro. Para colmo, volvieron a pedirme plata, porque en eso son insaciables. (...) dicen que quedé debiendo del viaje.

Ahora recibo llamadas telefónicas a las dos o las tres de la madrugada y cuando atiendo nadie contesta, lo que no me hace mucha gracia porque yo vivo de mi trabajo y me levanto todos los días a las 7 de la mañana. Denunciar a esos estafadores y locos es un buen servicio a la humanidad.

-Alberto Tiscornia: "Yo fui miembro del movimiento entre 1973 y 1978, en Buenos Aires y en Suecia. Entré porque yo en esa época estaba buscando algo distinto de lo que se ofrecía a gente de 22 años en Buenos Aires y salí cuando Silo lanzó la idea de que el movimiento se convertiría en religión. Eso fue en el encuentro mundial de Canarias en octubre o noviembre del 78. Nunca, al menos desde que tengo uso de razón (o sea desde los 15 años más o menos) entendí las religiones ni a los religiosos y por eso abandoné el movimiento.

Entre lo negativo recuerdo esa división del mundo entre lo que se llamaba "el sistema" y el movimiento. Ese desprecio por toda la gente del sistema a quienes se tenía en cuenta sólo para ser captados alguna vez y entrar al movimiento. Todos los frutos del arte, la literatura, etc., eran distracciones del sistema. Lo único que leí en esos años fueron los libritos del movimiento. 

Me llamó la atención la cantidad de hombres que había que se dedicaban al levante usando el verso de la doctrina. En general se dedicaban a mujeres menores de edad y/o de "nivel" en el movimiento. Silo era el primero. Venía a Buenos Aires y tenía sus parejitas que lo esperaban chochas. Ellas les contaban despues a sus amigas que se lo habían cogido al Negro. Eso les daba cierto prestigio. El sexo en general producía muchas contradicciones en el movimiento. Por un lado se promovía desde arriba el que cada uno tenga una pareja. Por el otro los de arriba se cogían a las de abajo.

-Mari Paz Rodríguez Muñoz: "Soy de Madrid (España), tengo 39 años. Participé en el Movimiento Humanista desde el año 1992 hasta el 1999, así que son años de experiencia. Desde hace unos años veo esta participación como un inevitable desvío de mi misma (...) si aparece un grupo que te ofrece un cambio mundial, patatín patatán... es muy normal que la gente se enganche. Y el Movimiento Humanista se ha aprovechado de esos buenos sentimientos y de esas buenas aportaciones y esas buenas gentes, porque en el fondo y por muchos detalles, según yo lo he vivido, lo único que les importa es crecer, crear adeptos.

Una vez dentro, yo sólo fui, dentro de la organización estructural, delegado de grupo... es como el último nivel. (...) si criticas algo o te dicen que te calles, que criticas algo que no corresponde a tu nivel, o te eluden, pasan de ti, y todo sigue igual. Te obligan a complicar tu vida, tus necesidades básicas, tu familia, tu trabajo, etc. por los proyectos que te impone el grupo como eran viajes a conseguir números de gente, deudas, etc. (...) Lo único importante para ellos son los números, cosa que entra en incoherencia total con una de las cosas que en teoría defienden, ser coherente con uno mismo.

Las actividades que intentaban ser sociales (aunque como objetivo de fondo eran para captar adeptos) se hacía inoperantes, actividades pretexto, porque los grupos en Madrid jamás se ponían de acuerdo para organizar nada conjunto en serio, todo eran rivalidades a ver quien tenía más números y los encuentros internacionales hechos en Madrid eran un fraude de datos, mucho colorido y banderita, pero un fraude de la verdad.

Por muchos detalles en esos años poco a poco se me fue cayendo la buena opinión de esta organización y su sentido verdadero... un montón de piezas no encajaban y cada vez menos. Y después de tener mi propia casa, y sobre todo, mi propia hija, he puesto los pies en la tierra de verdad y se me ha acabado de caer este absurdo del llamado Movimiento humanista. 18 de Mayo de 2005.

Concluyendo

La lista de denuncias contra el siloísmo es extensa y los testimonios son muy similares, aún cuando provienen de personas que no se conocen entre sí o que viven en diferentes ciudades o países. Pero más triste aún es que esta es sólo una más de las tantas sectas que se mueven en el universo de la ilegitimidad. El negocio de los grupos sectarios es el de esclavizar a los adeptos para que mantengan económicamente a sus líderes, los cuales suelen no privarse de ningún privilegio. A cambio de esto, los miembros serán beneficiarios de un "conocimiento" que nadie posee y que sólo puede aportar el grupo.

Frente a problemas como la inseguridad o las drogas, el sectario parece ser un tema menor, pero no lo es. Hay sectas realmente destructivas -como la siloísta- que dejarán graves secuelas en las personas que han pasado por sus filas. Eso siempre y cuando el adepto logre escapar de la virtual prisión a la que se encuentre sometido por los líderes del grupo. No es poco...

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9. Ficha de La Comunidad.

FUENTE: AIS

 

 

Reproducimos a continuación la ficha que proporcionaba hace unos años la asociación barcelonesa AIS.

LA COMUNIDAD (PARTIDO HUMANISTA, EL MOVIMIENTO)

Origen: Argentino. 1969.

Nombre oficial: El Movimiento, Silo.

Fundador: Mario Rodríguez Cobo, llamado "Silo", nacido en Argentina en 1938.  Estudió derecho y ciencias políticas pero sin titularse. Fue presidente de la Juventud de la Acción Católica Argentina.

Origen y desarrollo: El "Movimiento" comprende dos ramas: una política, Poder Joven; y una social, Movimiento de Liberación Interior.  Ambas están basadas en los valores definidos por Silo en su mensaje del 4 de mayo de 1969: "La curación del sufrimiento".

En 1978 se difunde por Chile, Francia, Portugal y España.  A partir de este momento aparecen progresivamente, tres organismos: La Comunidad, encargada de la cultura social, el Partido Verde, encargado de la ecología social, y la asociación Partido Humanista, encargado de la política social

Ideología: Siloísmo. Recogida en varios libros basados en los valores definidos por Silo: "La Curación del Sufrimiento", "La Mirada Interna", "El Paisaje Interno", "Humanizar la Tierra" y otros textos elaborados por los encargados del Movimiento: "El Libro de la Comunidad", "Auto-Liberación"...

Los principios de base -contenidos en el mensaje de 1969- afirman que la violencia (psíquica, económica, racial, religiosa...) está generada por el sufrimiento moral o psíquico y que mediante técnicas se puede transformar por la Paz interior y el Amor. Hay que activar el desarrollo personal y la transformación social.

- El desarrollo personal requiere una actitud positiva y constructiva, la práctica de la auto-crítica, la puesta en práctica de creencias y de información limitada y alienante.

- La transformación social es el eje de la solidaridad, la no-violencia activa, la no-discriminación, la lucha contra los monopolios, las cooperativas y la autogestión, la contribución a la expansión del Movimiento.

Captación. En la calle, y desde 1991, por contacto con el "medio inmediato". Mediante encuestas:

- Incitando a responder a tres preguntas (en dos minutos): ¿Cuál es su opinión sobre la sociedad en que vivimos? ¿Cree que hay que cambiarla? ¿En su vida se siente de acuerdo entre lo que piensa y lo que hace?

- Si las respuestas coinciden con la opinión del Movimiento, la persona es invitada a responder a una encuesta de ocho puntos en cinco minutos; sobre los valores, la violencia ejercida por la sociedad, la comunicación, los cambios en mundo actual...

- Si la encuesta caracteriza sucintamente el Movimiento, se le da al interesado la hora de una reunión informativa.

- Enseguida se programa una reunión de "integración" que ofrece al nuevo miembro ser "delegado de grupo".

Implicación absoluta del delegado de grupo en las diversas actividades: reuniones de equipo y de "configuración", seminarios de trabajo, fines de semana de "profundización"... El delegado es rápido en cuanto "regenerador" a reclutar para construir un nuevo equipo o a ocupar una función de "administrativo", o de "apoyo" al "orientador" que dirige el equipo. Debido a sus múltiples actividades debe consagrar todo su tiempo libre, cosa que en ocasiones hace que incluso abandone sus actividades profesionales.

Técnicas de manipulación. Se utilizan desde los primeros contactos.  Ya en la primera reunión informativa se "impresiona" con conceptos rígidos: "el individuo está marcado ya desde su nacimiento", "no se puede actuar eficazmente si no es en grupo", "hay que romper con el individualismo", "la sociedad no da soluciones globales a los problemas, nosotros tenemos una".  El nuevo miembro participa de los ejercicios psicológicos destinados en principio, a adquirir la toma de conciencia de comportamientos personales y de relación (sin saberlo participa en una psicoterapia de grupo): sesión de relajación, meditaciones guiadas, psicodramas, ejercicios lúdicos...

Método de condicionamiento:

- Retornar al pasado para borrar las impresiones dolorosas y los bloqueos individuales.

- Fijación al presente para integrar al individuo al movimiento y hacerle trabajar benévola-mente (para ello se busca cambiar los valores anteriores transmitidos por el llamado sistema -cultura, moral, manera de vivir, entorno familiar - para hacerse con el sistema de valores siloísta).

- Proyección en un futuro hipotético donde el hombre será feliz en el mejor de los mundos... gracias al Siloísmo.

Organización. Estructura autoritaria, no existe en ningún nivel un sistema electivo.  En lo alto de la pirámide: Silo, nombrando los Coordinadores Generales que dirigen cada Consejo, después, los Coordinadores Locales. El Coordinador Local tiene un consejo de 9 ó 12 delegados generales; el delegado general, un consejo de 9 ó 12 delegados de equipo; el delegado de equipo tiene a cargo 7 ó 10 delegados de grupo.

Implantación. Dicen estar presentes en 39 países, de ellos Europa tiene el 85%: España, Francia, Italia, Portugal (donde reside el Coordinador General para Europa).

Aspectos financieros. Cotizaciones fijas en función del grado jerárquico del miembro. Diversas colectas en las calles: de éstas, la mitad va la "Fondo Mundial" y la otra mitad al responsable nacional del Movimiento.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.